BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

APUNTES DE ECONOMÍA REGIONAL

Mario Alberto Gaviria Ríos




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ANEXO. LOS ESTUDIOS DE CONVERGENCIA REGIONAL EN COLOMBIA

La convergencia económica regional ha sido ampliamente discutida en la literatura empírica, en especial desde principios de los noventa, luego de la publicación de los trabajos de Barro y Sala-i-Martin (1991) en los cuales, partiendo del modelo neoclásico tradicional, los autores realizan pruebas econométricas para analizar la convergencia al interior de los países.

En Colombia el trabajo pionero de convergencia económica fue desarrollado por Mauricio Cárdenas (1992); en este documento el autor investiga si se ha presentado alguna convergencia en el ingreso per cápita de las diferentes regiones del país. Para ello, analiza los datos regionales colombianos para el periodo 1950-1989 aplicando la metodología de los trabajos de Barro y Sala-i-Martin. Encuentra evidencia de una tasa anual de convergencia del 4.22%, para el periodo 1950-1989, y del 3.2%, para el periodo 1960-1989. En su momento el autor llegó a expresar que “la tendencia histórica se encamina hacia la reducción de la dispersión regional en Colombia”.

En otro trabajo del mismo corte Cárdenas, Pontón y Trujillo (1993) refuerzan las conclusiones del trabajo pionero afirmando que “Colombia es, sin duda, un caso exitoso de convergencia regional”. Las conclusiones de Cárdenas, Pontón y Trujillo motivaron la discusión acerca de la convergencia económica para el caso colombiano y fueron fundamento para la realización del trabajo de Adolfo Meisel (1993), quien cuestionó las apreciaciones de estos autores y elaboró otro estudio con base en la misma metodología del trabajo de Cárdenas y sus asociados.

Para su estudio toma como muestra un periodo más corto (1960-1989), sosteniendo que al considerarse como año inicial a 1960 la convergencia tipo ß resulta poco significativa; asimismo, apoyado en un comentario de Milton Friedman (1992, citado en: Meisel, 1993) destaca que lo que realmente interesa al momento del análisis es la dispersión del ingreso por habitante, medida a través del coeficiente de variación. El autor calcula este coeficiente año por año y, al analizar la evolución de la dispersión en el ingreso per cápita, encuentra que la única evidencia de convergencia según los datos ocurrió antes de 1960; pero el comportamiento de la dispersión a partir de 1960 está lejos de evidenciar una tendencia hacia la convergencia.

Complementando esta la literatura sobre la convergencia, Javier Birchenall y Guillermo Murcia (1997) realizan un nuevo trabajo donde aplican, a los datos de ingreso departamental para el periodo 1960-1994, el concepto de dinámica distributiva desarrollado por Danny Quah, metodología que permite mirar internamente como evoluciona la distribución del ingreso en cada economía regional. Basados en los resultados obtenidos, señalan que “Colombia no es un caso de convergencia, en oposición existe un claro proceso de persistencia que ha mantenido las distancias entre los ingresos de los departamentos colombianos, es decir, que ha mantenido una distribución de ingresos en las mismas condiciones que en 1960” (Birchenall y Murcia, 1997, 29)

Ricardo Rocha y Alejandro Vivas (1998) estudian la convergencia económica para el periodo 1980-1994, en su trabajo utilizan para el análisis econométrico una predeterminación bayesiana, puesto que esta permite introducir en las regresiones diferentes grados de heterogeneidad regional; asimismo, posibilita estimar para cada región tasas de convergencia a su respectivo estado de equilibrio. Los resultados de las estimaciones verifican para el caso colombiano, la hipótesis de persistencia en la desigualdad regional.

Jaime Bonet y Adolfo Meisel (1999), utilizan nuevamente el modelo tradicional de crecimiento para analizar la convergencia regional en Colombia en un periodo más largo, 1926-1995. Para el análisis dividen el periodo muestral en dos subperíodos; 1926-1960 y 1960-1995, utilizando en el primer subperíodo los datos sobre depósitos bancarios departamentales como proxy del nivel de ingreso departamental, y en el segundo la información correspondiente al PIB departamental. Así mismo, complementan los resultados de la aplicación del modelo con el cálculo de otros indicadores de convergencia, como son: el coeficiente de variación ponderado, el índice de Theil y el índice de concentración de Herfindahl-Hirschmann, entre otros. Concluyen que: Colombia tuvo un claro proceso de convergencia inter-departamental en el periodo 1926-1960, pero en la época reciente (1960-1995) la tendencia cambió, presentándose una creciente polarización en los niveles de ingreso per cápita departamental.

Como elemento novedoso, este trabajo aporta algunas explicaciones acerca de ¿por qué ocurrió la convergencia y la divergencia para ambos periodos, respectivamente?; así, para el periodo 1926-1960 explica la convergencia a partir de los avances en infraestructura vial y acerca del proceso de polarización que se presentó entre 1960 y 1995, expresa que los principales factores que contribuyeron a esa dinámica fueron: “los efectos de las políticas para el fomento de la industrialización por sustitución de importaciones, la consolidación de Bogotá como la gran metrópoli y el secular declive económico relativo de los departamentos de la Costa Caribe” (Bonet y Meisel, 1999, 48).

Complementando la literatura empírica existente para el caso colombiano, Lotero (2000) presenta un trabajo que tiene como propósito dar cuenta de los procesos de convergencia regional de la productividad laboral de la industria manufacturera de los departamentos colombianos, utilizando como datos las tasas de crecimiento y los niveles de la productividad laboral que se obtienen de la información de la Encuesta Anual Manufacturera para el periodo 1967-1997. En el análisis de los resultados obtenidos11, Lotero observa “una evidencia débil para la convergencia tipo ß-absoluta durante el periodo 1967-1997 alcanzando una velocidad de convergencia del 2% anual” (Lotero, 2000, 69); sin embargo, en el análisis por subperíodos concluye que existe una tendencia hacia la convergencia en el periodo de vigencia del modelo mixto de protección con promoción de exportaciones (1967-1985), patrón de convergencia que se modificó a partir de 1985, con la adopción de las reformas estructurales (mejoras tecnológicas), iniciándose un proceso de divergencia de las productividades.

Acevedo (2003), realiza un estudio de convergencia y crecimiento económico en Colombia para el periodo 1980–2000, empleando la metodología tradicional para evaluar la β-convergencia absoluta y condicional y la σ-convergencia. Encuentra que para el periodo completo se presenta un proceso de convergencia condicional; por otro lado, para el subperíodo 1980– 1990 observa un proceso de convergencia absoluta que se ve reflejado en una disminución de las diferencias departamentales en cuanto a niveles de ingreso. Contrario a lo anterior, el su período 1990 – 2000 no presenta evidencia a favor de ningún tipo de convergencia, e incluso el comportamiento en este periodo refleja un aumento en las disparidades regionales.

Bonet y Meisel (2006) estudian nuevamente el problema de la convergencia departamental para el periodo 1975-2000. En este trabajo, emplean las cifras de ingreso departamental calculadas por el Centro de Estudios Ganaderos – CEGA-, que permiten analizar directamente la variable ingreso, contrario a los estudios anteriores que usaron el producto departamental calculado por el DANE como proxy del ingreso. Estos autores, antes de estimar las ecuaciones de convergencia, analizan la distribución espacial del ingreso bruto departamental y encuentran que existe una alta concentración espacial durante el periodo de estudio. Los departamentos con mayor participación en el ingreso del país fueron Bogotá, Antioquia y Valle. Los hallazgos obtenidos refuerzan el hecho de que Bogotá se mantiene a la cabeza con el mayor ingreso departamental bruto per cápita, al inicio y al final del periodo, mientras que Chocó permanece en último lugar. Seguidamente, Bonet y Meisel presentan los resultados de sus análisis, a partir de los cuales no se puede hablar de una tendencia clara en materia de convergencia.

Por otra parte, se han realizado trabajos que han complementado el debate sobre el tema de la convergencia económica, empleando variables de corte social. Arrázola, Rueda y Fortich (2003), por medio del cálculo de la σ-convergencia, intentan determinar si las disparidades sociales entre las regiones han aumentado o disminuido en el periodo 1985 – 2000. Emplean indicadores como la tasa de natalidad, tasa de mortalidad, esperanza de vida; los cuales muestran una tendencia convergente. También analizan la educación, aproximada con el indicador años promedio de escolaridad, cuya tendencia evidenció un proceso divergente entre las regiones de Colombia.

Katherine Aguirre (2005) analiza la convergencia entre los departamentos colombianos, utilizando como variables los indicadores sociales (esperanza de vida al nacer y tasa de analfabetismo) para el periodo 1985-2000. Para el análisis econométrico emplea la metodología tradicional, además de estimaciones no paramétricas como los kerneles de densidad. Al contrastar los resultados obtenidos por ambos métodos, concluye que sus hallazgos soportan la existencia de convergencia en indicadores como la esperanza de vida al nacer y la tasa de mortalidad infantil; sin embargo, para la tasa de analfabetismo los resultados apuntan a la conclusión de no convergencia.


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