BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

PROGRESO Y BIENESTAR

Hugo Salinas




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C. LA ACTIVIDAD ECONÓMICA ORIENTADA A LA SATISFACCIÓN DE LAS NECESIDADES DE TODOS LOS SERES HUMANOS

Una sociedad solidaria tiene que tener como sustento necesariamente a una economía solidaria. Es decir, los mecanismos de la economía deben propender a un comportamiento solidario de todos los habitantes del país. No es una cuestión de altruismo, de beneficencia o de caridad.

Y una economía solidaria será mucho más eficaz si desarrolla como el segundo elemento de la actividad económica a las formas de trabajar más eficientes creadas por la Humanidad en el devenir de la Historia. Y ellos son el proceso artificial de producción en la fabricación de bienes materiales y, el proceso de trabajo de concepción en la elaboración de bienes inmateriales. Para conseguir rápidamente este objetivo es imperativo transformar el sistema de formación profesional, e incitar a inmigrar a los trabajadores e investigadores de lo inmaterial.

a. Proceso artificial de producción para el “qué” producir

La mejor forma de resolver nuestras necesidades de orden material es a través del empleo del proceso artificial de producción. Esta forma de trabajar facilita la creación de “n” bines diferentes unos de los otros. Cada uno de esos bienes económicos se orienta a resolver una necesidad específica. Y la factibilidad de realizarlo se apoyará en el financiamiento “gratuito e ilimitado” para la creación de empresas del Sector 2. Existe, entonces, en esta condición, convergencia entre las necesidades de la población y los mecanismos de la economía.

Desde los orígenes de la Humanidad, los seres humanos han contado con los conocimientos y competencias para ir mejorando constantemente cada uno de los procesos de trabajo. Es el caso del proceso de trabajo a mano desnuda que, gracias a los descubrimientos de las herramientas, pasa a un estadio superior de forma de trabajar: el proceso de trabajo con herramientas.

Una vez más, los conocimientos y competencias de las personas del grupo social hace que, comprendiendo el ciclo biológico de la las plantas en su interacción con la naturaleza, puedan crear la tierra cultivable, que les permitió desarrollar la agricultura primitiva, una nueva manera de trabajar mucho más eficiente que la precedente. Se trata del proceso natural de producción, primer paso de la Humanidad en la producción de bienes económicos. Y este espíritu creativo de las personas facilita que se pueda ir aún más lejos, dejando atrás la producción extensiva para alcanzar la producción intensiva, a través de la creación del proceso artificial de producción.

Los conocimientos y competencias, que se formalizan en la investigación científica y su aplicación tecnológica, alcanzan su máxima expresión cuando ellos se instalan el corazón mismo del proceso de trabajo. Ya no se encuentran al exterior para servir solamente de animadores del desarrollo de cada proceso de trabajo. Ahora, con el proceso de trabajo de concepción, cada uno de los bienes creados por esta nueva forma de trabajar es un descubrimiento, una innovación o una invención. Es el paso de la producción material a la elaboración inmaterial de bienes económicos. Ahora, con el uso de la nanotecnología, de la biotecnología, de la genética y tantas otras ramas del nuevo saber humano, se podrá atender las necesidades propias, internas, de cada ser humano.

El proceso de trabajo de concepción abre un nuevo campo de la actividad económica que se desarrollará, por esta circunstancia histórica, en plena armonía con una economía de interés general.

b. R&D es el futuro inmediato para el “qué” elaborar

Las obras y equipamiento de los centros de trabajo para la investigación y el desarrollo tienen especial importancia. Pero no es la parte prioritaria de la investigación científica y su aplicación tecnológica (R&D). Esta actividad es el centro de una nueva forma de trabajar en donde la parte material es insignificante con relación a la parte inmaterial. Los trabajos de investigación y desarrollo se convierten en lo esencial de este nuevo proceso de trabajo. El trabajador ya no es el obrero. Es el conceptor. Su trabajo ya no es rutinario como el del obrero, es el de investigación permanente. Cada vez se elabora un nuevo bien. Y este es inmaterial. Su centro de trabajo cambia radicalmente y, por consiguiente, su modo de vida y de confort igualmente.

En economías de los países del Sur, este rubro de la actividad económica está completamente marginado por la simple razón de que son dependientes de aquellas del Norte. La actividad principal de concepción se encuentra ubicada en los países del Norte, mientras que las actividades de grado inferior como ensamblaje, fabricación y suministro de materias primas se encuentran diseminadas en los países del Sur. Esto hace que estos países no desarrollen R&D, lo que les conduce a ser siempre economías de seguimiento, de escaso Valor Agregado, con salarios bajos, muy expuestos a la competencia y, sin ninguna protección social.

Para incrementar los salarios (Remuneración de Actividad) y la Remuneración de Base de todos los ciudadanos, se debe optar por una política franca, vigorosa, y con claros objetivos para desarrollar R&D. Ese es el reto del futuro inmediato. En este sentido, la sociedad debe comprometerse con tres grandes objetivos. Primero, la instalación del Sector 2 que significa optar por la Repartición Igualitaria como segundo elemento de una economía de mercado de interés general. Segundo, desarrollar el proceso artificial de producción para abastecer todas necesidades en bienes materiales. Tercero. Desarrollar R&D como la forma de trabajo predominante, puesto que ella es el elemento insoslayable del proceso de trabajo de concepción. Es el inicio de la elaboración de bienes y servicios inmateriales

Esta forma de trabajar se basa en los conocimientos, actúa sobre conocimientos y el resultado son nuevos conocimientos. Es una economía inmaterial que se instala a pasos agigantados. Ante tales retos, ejemplos existen de cómo reacciona una sociedad cuando se lanza por la conquista de nuevas fronteras. Es el caso, por ejemplo, del Proyecto Apolo americano como reacción a los avances de los soviéticos en la conquista de la Luna.

Una vez tomada la decisión, “lo más indispensable es en primer lugar el conocimiento. Alrededor del 71 % del presupuesto de los contratos adjudicados por la NASA se vuelca en la investigación y el desarrollo” nos relata Tom Alexander. Y lo consiguieron. Fueron los americanos que, superando la desventaja de varias décadas que ya tenían, fueron los primeros en pisar la Luna. Lo más importante a rescatar en esta lección histórica es que, dentro de la nueva economía, lo más importante es comenzar por el “conocimiento” y, sin dar un paso atrás a pesar de las dificultades, suministrarle lo suficiente de financiamiento para alcanzar el objetivo. Y financiamiento existe.

Se trata entonces de elaborar y desarrollar bienes inmateriales con toda la intensidad que la sociedad y la economía lo permita. El tiempo de la agricultura primitiva fue hace diez mil años, el tiempo de la revolución industrial fue hace cinco siglos. Ahora el reto es “todo inmaterial”. Estamos ingresando a una economía inmaterial y, lo más cuerdo es apoyar con todo el vigor posible a la elaboración y desarrollo de bienes inmateriales. Los seres humanos han pasado de la supervivencia al confort material, ahora están pasando de la abundancia material al mundo inmaterial. Si no comprendemos esta dinámica de evolución de la actividad económica, seguiremos cultivando la papa con la chaquitaclla, y el bajísimo nivel de productividad hará que los campesinos sigan viviendo arrinconados en las faldas de los cerros de la serranía sin ninguna posibilidad de hacer una vida decente de los tiempos modernos. Y lo peor es que la supervivencia de procesos de trabajo atrasados jala hacia abajo al nivel de remuneraciones del país.

Además, vivimos una economía-mundo, en donde no podemos desestimar al Resto del Mundo. Si no hacemos crecer rápidamente nuestro nivel de PBI, nuestro bienestar será como una especie de repartir nuestra miseria, porque el resto de países se encontrarán disfrutando de una economía inmaterial que concentra un mayor Valor Agregado, da oportunidad a tener los mejores salarios del planeta y le confiere el poder para conducir la economía mundial.

Por consiguiente, si queremos salir del atolladero, todos los agentes económicos deben ponerse a tono con el proceso de trabajo de concepción. Y uno de sus elementos más importantes son los conocimientos y competencias para elaborar bienes inmateriales. En este sentido, es la fuerza de trabajo que debe ponerse a tono. Y cuando hablamos de fuerza de trabajo no es solamente el trabajador, es toda la sociedad. Y da la casualidad que el proceso de trabajo de concepción, a diferencia de los anteriores, exige la participación de todos los habitantes en la elaboración y utilización de los medios de concepción. En ese sentido, la institución que se encuentra implicada es el sistema educativo (de formación) debe adaptarse al nuevo proceso de trabajo, en todos sus niveles y en todas sus fases.

c. Transformar el sistema de formación hacia el proceso de trabajo de concepción

Como lo dijera el profesor Dominique Thiebaut, “El sistema educativo debe ser previsto como inserto en un conjunto mucho más vasto, poniendo en interdependencia numerosos dominios que contribuyan a la acumulación de conocimientos […]. La economía de la formación, extendida al campo de la producción de conocimientos, a su circulación y a su utilización, […] Ella debe participar a la reflexión sobre los modos óptimos de organización que permitan las sinergias más eficientes entre el sistema educativo y el sistema productivo.”

i. Un objetivo claro y bien preciso

La transformación del sistema educativo (de formación profesional) debe comenzar por imponerse un objetivo claro y bien preciso. Se trata de resolver las necesidades de las personas. Es el objetivo primario de toda actividad económica. Pero, ya no se trata de resolverlo a través de la recolección de los bienes alimenticios, tampoco a través de la agricultura primitiva o de lo que fue la gran revolución industrial. Cada una de esas fases de la evolución de la actividad económica tuvo su momento y facilitó grandemente a resolver necesidades urgentes de los seres humanos en cada uno de sus estadios de evolución.

Ahora, gracias a la creación de una nueva forma de trabajar, el proceso de trabajo de concepción, se podrá afrontar otras urgencias o necesidades del ser humano con las herramientas de esta nueva manera de trabajar. El objetivo es el de poner la ciencia y la tecnología, corazón del proceso de trabajo de concepción, al servicio de cada una de las personas para resolver, uno a uno, sus dificultades cotidianas, a través esencialmente de las empresas del Sector 2. Por ello, debemos reconocer la importancia de trabajar en equipo pluridisciplinario y con redes bien interconectadas que permitan la fluidez de la información. Una nueva forma de trabajar que abre nuevos objetivos para el sistema educativo (de formación profesional).

ii. Una nueva forma de trabajar que abre nuevos objetivos para el sistema de formación profesional

El sistema educativo (de formación profesional) debe ampliar su espectro de posibilidades, tomando en consideración la nueva forma de trabajar que representa el futuro inmediato de la economía y de la sociedad. Actualmente, en los países del Sur, el sistema educativo está esencialmente orientado a la formación profesional y, con prioridad en las letras y artes. Una formación elitista que no tiene mayor relación con la reactivación de la economía, menos aún con la cohesión social.

La progresiva instalación del proceso de trabajo de concepción y, el deseo profundo de cambio en las normas de sociedad y de la economía que late en el corazón de los pueblos, abre la oportunidad de relacionar estrechamente el sistema de formación profesional con la satisfacción de las necesidades de la población. En principio, se plantean dos nuevos objetivos. Ellos son: un objetivo de la formación por aptitudes y competencias y, otro, por problemas.

Cada bien económico elaborado por intermedio del proceso de trabajo de concepción es el resultado de un trabajo de investigación o de aplicación tecnológica a alto nivel. Si este es el lecho de cultivo de esta forma de trabajar, el sistema de formación debe responder a esta necesidad para que, cada persona, pueda expresar sus aptitudes y competencias en la mejor forma posible, para bien de él y de la sociedad. Es un objetivo por aptitudes y competencias. Una vez identificado las aptitudes y competencias del niño, la sociedad, a través de su sistema de formación, debe apoyarlo a expresarlo correctamente y con eficacia. Se debe dejar a un lado, por tanto, la formación pre-establecida, con programas de estudios pre-establecidos, con horarios pre-establecidos, etc. que no hacen que encasillar a los estudiantes en estándares que tienen muy poco que ver con las competencias y aptitudes de los mismos. Es indispensable, con la puesta en marcha del proceso de trabajo de concepción, que la enseñanza sea personalizada para aprovechar al máximo las posibilidades abiertas por dicha forma de trabajar. El programa de enseñanza de cada estudiante deberá ir evolucionando con la evolución de su propia personalidad, de sus propias ambiciones, de sus propios sueños.

En cambio, el objetivo por problemas se orienta a resolver las necesidades sentidas por la sociedad, y por cada uno de sus integrantes, a nivel de personas o de grupos. Las necesidades de ayer no son las mismas que las de ahora. Los bienes que sirven a absolver necesidades de ayer no son los mismos que los de ahora. Y rápidamente se deben constituir equipos R&D o de aplicación tecnológica para, por un lado, identificar los “problemas” y, por otro lado, fijar los programas de R&D y de aplicación tecnológica que se orienten a resolver dichos problemas. Este es el segundo objetivo que abre el proceso de trabajo de concepción. Es el objetivo “por problemas”.

Además, el desarrollo de la investigación científica y su aplicación tecnológica no debe estar ligado solamente a la formación superior; es decir, no se debe comenzar la R&D a partir de los 18 o 20 años de edad de los educandos. Es demasiado tarde en los tiempos actuales. Estos objetivos del sistema de formación profesional deben iniciarse frontalmente a partir de los 9 años de edad, una vez que el niño ha definido sus aptitudes y competencias entre los 0 y los 8 años de edad. Esto significa, indudablemente, cambios no solamente en el sistema de formación profesional sino también en su propia gestión.

iii. Cambios en la gestión la formación profesional

Los cambios en el sistema de formación profesional no solamente deben tener relación con las particularidades del proceso de trabajo de concepción. Deben igualmente tomar en consideración el tipo de repartición instalado en la actividad económica. Es necesario pasar de un sistema de formación profesional mayormente financiado por el Estado hacia otro, financiado integralmente por los usuarios.

Este nuevo tipo de gestión se adapta a una economía de mercado de interés general en donde, cada ciudadano recibe una parte alícuota de la totalidad de utilidades de las empresas del Sector 2, sector predominante de la economía. Además, las personas que participan directamente en la actividad económica cuentan con una Remuneración de Actividad. De tal forma que, la totalidad del Valor Agregado se revierte sobre la totalidad de la población. Es esto lo que facilitará que, cada ciudadano sufrague la totalidad de sus gastos en formación.

Bajo estas condiciones, la preferencia de cada estudiante será mucho más realista: una decisión en función de sus aptitudes y competencias y, en función de sus ingresos / egresos. Ello permitirá un equilibrio entre la libertad de escoger el centro de formación, el tipo de formación, y el monto de la inversión a realizar. De igual modo, en estas condiciones, el establecimiento de formación profesional estará obligado a preservar la calidad de enseñanza y el costo de la misma, con relación al resto de establecimientos y al requerimiento de los demandantes de formación.

Para poder cumplir este objetivo, el centro de formación deberá comenzar por contar con una autonomía económica, financiera y administrativa. Dicha autonomía le permitirá ejercer la competencia con los otros establecimientos de su nivel dentro de una economía-mundo que exige fluidez en los intercambios internos y externos. Y como toda empresa, los establecimientos que no logran equilibrar, por menos, sus ingresos a sus egresos están obligados a salir del mercado. La productividad del establecimiento es una marca, garantía de eficiencia y de confianza de los usuarios.

d. Incitar a inmigrar a los trabajadores e investigadores de lo inmaterial

Debe priorizarse la inmigración de trabajadores e investigadores de lo inmaterial. Cada uno de los centros de formación profesional, de los centros de investigación y desarrollo, debe establecer lazos con sus homólogos del Resto del Mundo.

Este es el canal más adecuado para invitar a trabajadores e investigadores de lo inmaterial a emigrar e instalarse en centros nacionales que le brinden todas las facilidades para que expriman su potencial. Siendo conscientes de nuestro atraso en muchas ramas de la ciencia y de la tecnología, este flujo de información actualizada y a bajo precio, permitirá acelerar el desarrollo del proceso de trabajo de concepción en nuestro suelo.

Eliminar todas las barreras a la inmigración, a la creación o instalación en uno de los centros de investigación o desarrollo, es imperativo y urgente. El plazo de los seis años para eliminar el desempleo debe encontrarse presente en la mente de todos los trabajadores, de la administración y del sector privado a interés general. El sistema financiero debe ser ágil y consecuente con los objetivos. Cada inmigrante de lo inmaterial no solamente es un ahorro en formación y competencias logradas en 25 años en promedio, sino que es un apoyo eficaz para acelerar la instalación del proceso de trabajo de concepción y alcanzar niveles de producción y bienestar que permitan alejarnos de la pobreza y de la desocupación.

i. La inmigración como motor acelerador de la R&D

Partiendo de la constatación de que los países del Sur se encuentran a varios años-luz en materia de investigación científica y aplicación tecnológica con respecto al resto de los países del Norte, la solución a corto plazo es impulsar una política agresiva de inmigración de todos los países del mundo, de trabajadores de lo inmaterial. Con ello se evita la espera de 10 a 15 años de formación de los nuevos educandos en las tareas de investigación y de aplicación tecnológica.

ii. Apoyar financieramente la creación de empresas, los proyectos R&D y de aplicación tecnológica

Un punto de interés realmente apreciado por los investigadores científicos es precisamente las características de una economía de mercado de interés general. El investigador científico, en regla general, es atraído por las organizaciones sociales y económicas de tendencia comunitaria, de interés general. De ahí que, una economía de mercado de interés general, despertará una fuerte atracción entre la comunidad de los intelectuales de la investigación y de la aplicación científica.

Otro punto de interés fuerte es la facilidad de financiamiento de sus proyectos de investigación científica e incluso de la aplicación tecnológica de sus resultados. La característica del financiamiento “gratuito e ilimitado” de una economía de mercado de interés general, facilitará la atracción de este tipo de emigrantes de lo inmaterial, del mundo entero.

Ellos deberán convertirse en la parte central del Sector 2. El futuro inmediato es el desarrollo del proceso de trabajo de concepción dentro de una economía con Repartición Igualitaria.


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