BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

PATRIMONIO NATURAL Y TERRITORIO

Coordinadores: León Enrique Ávila Romero y Giovanni Pardini




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Ordenamiento ecológico del territorio como base para la conservación del patrimonio natural en Puerto Vallarta Jalisco, México.

R. M. Chávez-Dagostino
E. Trejo-Gómez
F. J. Núñez-Cornú
E. Andrade-Romo

Introducción

El patrimonio natural en una región está sujeto a la influencia directa o indirecta de las actividades humanas, las zonas urbanas son las que directamente transforman el territorio por cambio de uso del suelo, indirectamente a través de la demanda de recursos y actividades económicas transforman el resto de la superficie territorial.

El Desarrollo Sustentable debe basarse en la planeación oportuna, el manejo adecuado del territorio, los recursos naturales existentes, los usos potenciales y de los riesgos existentes. La identificación y caracterización de los sistemas ambientales naturales que integran el territorio, permite crear instrumentos de políticas ambientales, además de estrategias, proyectos y acciones prioritarias.

Esta praxis se plasma en dos documentos fundamentales que son: Atlas de Riesgos Naturales (ARN) y Programa de Ordenamiento Ecológico (POE). El objetivo de este estudio fue generar los insumos básicos para elaborar Unidades de Gestión Ambiental con base al diagnóstico físico, biológico y de peligros para integrarlos y dar soporte al Plan de Desarrollo Urbano que se actualizó recientemente, mismo que lleva poco más de cuatro años en discusión y bajo muchas presiones, por lo que sigue vigente el anterior con 11 años de antigüedad en el municipio de Puerto Vallarta. En tanto también se busca preservar, restaurar y conservar los corredores bióticos para las especies tanto en flora como en fauna de valor endémico, restringidas y las previstas por la NOM-059-SEMARNAT-2001.

Debido al acelerado crecimiento urbano ligado a la actividad turística, se ha rebasado toda planeación en este sentido por lo cual resulta urgente un ordenamiento del territorio a una escala menor que permita la toma de decisiones. Los SIGs integran datos de tipo geográfico; la realidad "compleja" se reduce a datos cualitativos y cuantitativos que describen procesos que interactúan en el territorio, de tal forma que la información generada responde a las necesidades de representación y administración del territorio.

Metodología.

Las publicaciones existentes relacionadas con estudios biológicos y físicos en la región contienen información generalmente no georreferenciada y a una escala no adecuada para ordenamiento municipal, por lo que se programó el trabajo de colecta de material biológico, levantamientos fotográficos y de información física con 18 investigadores en un polígono que incluye la zona urbana y una área de influencia que en total corresponde a una superficie de 340.75 km². La base de información corresponde a una restitución del año 2000 en una escala de 1:20,000, WGS84. Los aspectos físicos analizados incluyeron: Tectónica, Geología, Sismología, Tsunamis Geomorfología, Hidrología, Suelos y Clima.

Con los datos generados se modelaron áreas con peligros asociados y se diseñaron mapas de peligro generalizados. Con respecto a los criterios biológicos mínimos para redefinir las unidades de gestión ambiental (UGAs) en la zona de estudio, se eligieron como macroindicadores a la flora y tipos de vegetación, los mamíferos, aves, reptiles, anfibios y peces marinos. Dichos datos se obtuvieron del trabajo de campo realizado por distintos investigadores en cada grupo, por lo que los métodos de colecta variaron para cada uno (Cupul, 2006a; Cupul, 2006b; García, 2006; Guerrero et al, 2006 y Ramírez et a,l 2006).

También se analizaron las áreas naturales protegidas, así como las áreas terrestres y marinas prioritarias para la conservación (Arriaga et al, 1998 y Arriaga et al, 2000) y las ecorregiones de Global 200 (Olson y Dinerstein, 2002) que inciden en el municipio. Otro elemento incluido fue el patrimonio arqueológico jerarquizado y georreferenciado (Andrade, 2006). La propuesta final de las UGAs se integró con la información biológica y física generada de acuerdo a lo establecido por SEMARNAT y SEDESOL (2005) y con base al modelo de ordenamiento existente para la costa de Jalisco (Gobierno del Estado de Jalisco, 2001) para el análisis se utilizaron SIG de tipo vectorial así como en raster, además de otros programas externos. Este trabajo se realizó de octubre del 2004 a diciembre del 2006.

Resultados y discusión.

Morfología.

Con base a los trabajos de Aragón y Núñez (2001); se identificaron ocho unidades morfológicas: Planicie costera, Llanuras de inundación de los ríos: Ameca-Mascota, Pitillal y Cuale; Terrazas marinas, Pendientes abruptas con: cresta redonda o cresta afilada; Lineamientos: interpretados o concéntricos, Deslizamiento mayores: parte alta del los ríos Cuale y Mismaloya.

Litología:

Con base a Aragón y Núñez (2001); se identificaron ocho unidades litológicas: Aluvión, Sedimento fluvial, Sedimento fluvio-deltaico: inferior o superior, Vulcano sedimentario andesítico, Vulcano sedimentario, Vulcanismo reciente y Granito.

Unidades del Suelo:

Basado en la carta edafológica escala 1:50,000 del INEGI (1974) resultaron 6 unidades:

Cambisol eutríco, Feozem haplico, Fluvisol eutríco, Litosol, Regozol, Solonchak.

Hidrografía:

Se identificaron cinco microcuencas mayores con una extensión total de 7,800 km2 que drenan en el municipio de Puerto Vallarta de los ríos: Ameca (4,936 km2), Mascota (236 km2), Pitillal (1,994 km2), Cuale (359 km2), Los Horcones (267 km2). Se modelaron en las microcuencas las redes de drenaje teóricas las cuales coinciden con los sitios de peligro identificados, así mismo sirvieron de base para la identificación de las Unidades de Gestión Ambiental.

Peligros Naturales identificados en Puerto Vallarta:

a) Origen Geológico

Tsunami: Para conocer la zona de afectación por un Tsunami en Puerto Vallarta se desarrollaron dos modelos para la generación de tsunamis en la Bahía de Banderas: Tsunami generado por temblores (Dressier y Núñez, 2006), el segundo estudio es un método hidro-numérico aplicado a un modelo batimétrico preeliminar disponible de la Bahía en diferentes puntos; para una ola de un tsunami que ingrese con diferentes periodos. De ambos estudios; se conoce que las olas pueden alcanzar de 2- 4m en la parte central y hasta 5- 7m en el área de Marina Vallarta y la desembocadura del río Ameca; en frecuencia de 45 minutos 30 segundos. Estos resultados están sujetos a los modelos batimétricos utilizados los cuales no tienen la precisión requerida particularmente en la zona somera (<50 m); para discriminar entre las distintas playas del municipio, es importante la batimetría detallada de la Bahía de Banderas.

Sismos: Se han identificado estructuras continentales activas que convergen hacia el sur de Puerto Vallarta. En estas últimas podrían generarse sismos de magnitud 4 a 5; que podrían ser destructivos en caso de presentarse en una profundidad somera.

Deslizamientos: Son una función de variables del tipo anisotropías estructurales, litológicas, morfológicas y antrópicas.

De tipo bloque.- Ocurren en granitos, rocas del grupo vulcano-sedimentario y en rocas volcánicas recientes.

De tipo rotacionales.- Ocurren solo en rocas Vulcano- sedimentario.

Por compactación diferencial.- Ocurre en los sedimentos fluvio-deltaicos, sedimentos fluviales y sedimentos de playa. Este fenómeno responde a la variación rápida de la respuesta mecánica de la carga.

b) Origen Hidrometereológico

Inundaciones: Ocurren en las llanuras de inundación y en la planicie costera.- son el producto de bajas pendientes y de la modificación antrópica de los cauces naturales, como vivienda edificada en los cauces de ríos.

Huracán: Considerando la temporada de huracanes y los antecedentes históricos de fuertes inundaciones que se dispone (se encontraron reportes que no pudieron ser confirmados), existe la probabilidad que alguno afecte directamente a Puerto Vallarta causando un gran daño tanto por vientos y marejadas como por precipitación local y en las cuenca de los ríos Pitillal y Cuale es alta por lo que se deben tomar medidas preventivas para mitigar los daños.

Tipos de vegetación y flora: Se encontraron 10 tipos de vegetación: Bosque tropical subcaducifolio que resultó el tipo dominante, bosque tropical caducifolio, manglar, bosque de galería, vegetación sabanoide, vegetación secundaria, bosque espinoso, vegetación de dunas costeras, encinar y vegetación acuática, algunos de los que se encuentran en una superficie muy reducida. El municipio reúne el 8.7 % de las especies registradas para el estado de Jalisco (Rzedowski, 1991), con un total de 113 familias, 374 géneros y 567 especies. Las especies restringidas localmente son: Cymbopetalum hintonii subsp. septentrionale, Vanilla aff. pompona, Fosterella micrantha, Perymenium uxoris, Acalypha vallarte, Euphorbia mexiae, Inga andersonii, Bessera tuitensis.

Las especies protegidas por la NOM-059-SEMARNAT-2001, equivale al 2 % del total de la flora registrada para el municipio fueron: Zamia loddigesii Miq. (amenazada), Rhizophora mangle L. (Mangle rojo, sujeto a protección especial), Calophyllum brasilense (Árbol Maria, amenazada), Laguncularia racemosa C. F. Gaertn (mangle blanco, sujeta a protección especial ), Avicennia germinans (L.) L.

(mangle negro sujeta a protección especial), Cryosophila nana (H. B. K.) Salomon (Palma de escoba, Amenazada), Astronium graveolens Jacq. (Palo culebro, Amenazada), Attalea cohune Mart. (Coquito de aceite, sujeto a protección especial), Chamaedorea pochutlensis Liebm. ex Mart. (Palma, amenazada), Bursera arborea Riley (Papelillo, Amenazada).

Los tipos de vegetación prioritarios de protección por los servicios ambientales que prestan y por la superficie que cubren son: Bosque tropical subcaducifolio y bosque de galería, que en tierras altas al capturar el agua de lluvia protegen las zonas bajas de inundaciones, además de la recarga de mantos acuíferos y control de contaminantes atmosféricos. De acuerdo al Diario Oficial de la Federación (31 enero 2003), el municipio de Puerto Vallarta se tiene en cuenta como una de las zonas críticas para la recarga de acuíferos, por lo que debe considerarse de vital importancia el pago de servicios ambientales a los propietarios de bosques y áreas forestales para evitar el cambio de uso de suelo (Ramírez et a,l 2006)

Debido al crecimiento poblacional dentro de la ciudad de Puerto Vallarta y el incremento en la demanda de los servicios turísticos y empresariales, los altos índices de consumo de energía que se transforman en contaminantes, liberados por automotores, empresas turísticas e industriales y el rubro domestico, así como la construcción de vías de comunicación y edificios cercanos a la costa, manifiestan una alteración al ambiente circundante (Acevedo y Cházaro, 1996) por lo que las exigencias al ecosistema y la demanda de los distintos servicios ambientales son mayores.

Por otro lado, el abasto de agua para Puerto Vallarta, que se obtiene de pozos, galerías y la cuenca del río Ameca, esta estimado solo para 10 años (El Informador, 2006) y ya que no se prevé la construcción de nuevas fuentes de abastecimiento es de suma importancia optimizar el abasto publico y la protección de la cubierta vegetal. Por ello es vital la conservación de las áreas naturales mediante acuerdos entre propietarios, empresarios y autoridades municipales, para implementar los pagos por servicios ambientales.

Fauna: La riqueza específica registrada para el municipio de Puerto Vallarta representa el 32% de los mamíferos presentes en el estado de Jalisco (Guerrero y Cervantes, 2003) y el 70% de los registrados para la costa de Jalisco (Ceballos y Miranda, 2000), lo cual muestra la relevancia de este municipio en función del número de especies que alberga, esto como resultado de la heterogeneidad ambiental presente.

La riqueza biológica de una región no sólo de refiere al número de especies, sino también por la cantidad de endemismos. En este sentido, el municipio se destaca por el número de especies endémicas registradas, las cuales representan el 25% de las citadas para el estado de Jalisco (Guerrero y Cervantes, 2003).

Esto adquiere importancia ya que, dada la vulnerabilidad de estas especies, se demanda la protección y conservación de su hábitat. En el occidente de México se concentra una importante riqueza de la mastofauna endémica del país, destacando la presencia de géneros endémicos; en este sentido, Ceballos y Oliva (2005) citan 10 géneros endémicos en el occidente de México, de los cuales cinco están registrados para Puerto Vallarta, estos son Tlacuatzin, Megasorex, Osgoodomys, Hodomys y Pappogeomys.

Sin embargo, al igual que en otras regiones del país, en el municipio de Puerto Vallarta se observan una serie de fenómenos y actividades que ponen en riesgo el hábitat de las especies y la integridad de los sistemas ecológicos de la zona. Entre los más relevantes está el cambio en el uso del suelo, en buena medida para cultivos y ganadería extensiva; pero particularmente notable en el municipio es el crecimiento de la frontera urbana. Este crecimiento está demandando mayores espacios para vivienda en detrimento de los ambientes naturales y con ello de las especies que los habitan.

Las zonas estudiadas en el municipio, donde se enfocó principalmente el trabajo de campo para establecer la situación de las aves, reptiles y anfibios (Cupul, 2006a; Cupul, 2006b) son: Área de Conchas Chinas, estero Boca Negra, desembocadura del río Ameca (Boca de Tomates) y de Vegetación Sabanoide.

Éstas dan cabida a una amplia variedad de especies de aves, ya que reúnen cerca de un tercio (115) de las que potencialmente se localizan dentro de Bahía de Banderas (369). Aunque se trata de zonas enclavadas en los espacios urbanos y suburbanos, la diversidad de especies en ellas indica un uso importante de recursos alimenticios o espacios de descanso.

Esta función se ejemplifica adecuadamente por la ocurrencia de especies visitantes de invierno o migratorias, como Numenius americanus o Sterna hirundo, por lo que no se descarta su uso como zonas de descanso a lo largo del Corredor Migratorio del Pacífico (Cupul, 2006a). Se encontraron dentro de las zonas de estudio a seis especies en la NOM-059-SEMARNAT-2001 y diez endémicas.

La relación entre la vegetación y la variedad de aves es notable al encontrar que sólo en la región de Boca Negra, donde predomina el mangle blanco (Laguncularia racemosa), es posible encontrar el mayor número y concentración de especies de aves andantes en el municipio. A diferencia del ANP estero de “El Salado” que sólo registra dos especies de aves acuáticas en anidación, Boca Negra, que no goza de ninguna acción de conservación, da cabida a 13 especies anidantes que utilizan las ramas de mangle para construir y dar sostén a los nidos.

Con respecto a la zona de vegetación sabanoide, única dentro del municipio, se encuentran un significativo grupo de aves rapaces (Geranospiza caerulescens, Buteogallus anthracinus, Asturina nitida y Caracara plancus) que requieren de amplios territorios para caza y anidación. Sólo en este espacio tan distintivo del municipio fue posible su observación. Asimismo, dentro de la zona de Bosque Tropical Subcaducifolio, en el área cercana a Conchas Chinas, se observaron especies que requieren de espacios arbolados para sus actividades y desarrollo, como lo son Piaya cayana, Glaucidiun gnoma, Trogon citreolus, Momotus mexicanus y Ortalis poliocephala, estas tres últimas endémicas.

Se determinó también que en la bahía existe una afinidad ictiogeográfica de 104 especies pertenecientes al Pacífico centro-oriental; 29 de amplia distribución en ambos lados del continente; 27 del Indo Pacífico; 10 de distribución restringida al Pacífico mexicano; 6 especies endémicas del Golfo de California y 2 no descritas. Los resultados muestran hasta el momento 179 especies identificadas, pertenecientes a 137 géneros y 65 familias en diferentes tipos de hábitat: rocoso, coralino, coralino-rocoso, arenoso, zona de ventilas y oceánica. Las familias mejor representadas son Carangidae, Serranidae y Labridae con 11 especies; cada una y Pomacentridae con 10 especies. Solamente 6 especies están protegidas por la NOM-059-SEMARNAT-2001.

Áreas naturales protegidas y áreas prioritarias para la conservación:

Se integraron 2 áreas naturales protegidas por decreto: El Estero El Salado (área de protección estatal) y el Parque Marino Los Arcos que ya no figura en los listados de carácter federal pero en los ordenamientos conserva esa categoría. Resultaron también en la zona de estudio 2 áreas terrestres prioritarias para la conservación (62 y 63) y una área marina (22) referidas por la CONABIO de acuerdo a Arriaga et al (1998) y Arriaga et al (2000). Del programa de ecorregiones críticas del mundo Global 200 (Olson y Dinerstein, 2002), se localizaron 3 zonas de este tipo en el área de estudio: 192 (dulceacuícola Lagos mexicanos de altura), 214 (zona marina perteneciente al Golfo de California) y NT0217 (bosques secos de Jalisco).

Patrimonio arqueológico: Los asentamientos humanos no se dieron en las zonas bajas en el municipio y aunque estaban asociados a ríos, no se hicieron grandes construcciones. Se georreferenciaron 17 sitios arqueológicos (estudiados por Joseph Mountjoy) seleccionados como referentes periféricos para la elaboración del polígono de la zona arqueológica (Andrade, 2006) de Puerto Vallarta donde se incluye la siguiente tipología de vestigio prehispánico: Utensilios domésticos, Petroglifos, Asentamiento humano, Estela, Montículo, Cerámica, Herramienta y Escultura.

Unidades de Gestión Ambiental: Se identificaron 6 tipos de UGAs para la zona con los usos predominantes del suelo: Áreas naturales y áreas naturales protegidas, Flora y fauna, Agricultura, Turismo e Infraestructura, con distintos criterios de uso y en algunos casos se tipificaron con la vulnerabilidad máxima. Se emitieron 19 recomendaciones con base a la diversidad biológica, endemismos y status de protección de algunas especies, así como los peligros identificados y respeto de escurrimientos en áreas naturales.

Conclusiones.

Existen zonas expuestas a peligros, por inundaciones, deslizamiento de suelos y sismos. En los últimos 30 años no se ha disminuido significativamente a los grupos de vegetación dominantes, ya que habían sido desmontados anteriormente por la agricultura , de tal forma que el crecimiento urbano ha sustituido los espacios agrícolas en el territorio municipal. Se ha sacrificado principalmente el bosque de galería, manglar y bosque tropical subcaducifolio mermando los servicios ambientales que proporcionan estos tipos de vegetación y se ha fragmentado el habitat de diversas especies, todo esto en detrimento de la calidad de vida y pérdida de atractivo como destino turístico. En la medida que se integren estos resultados al plan de desarrollo urbano y se diseñen estrategias para seguir las recomendaciones, se podrá hablar de desarrollo sustentable en el municipio.

AGRADECIMIENTOS.

Por su participación en el trabajo de campo y gabinete a Carlos Suárez, Luz María García, Sergio Guerrero, Silvia S. Zalapa, Agustín Camacho-Rodríguez, Iracema Rodarte, Fabio Cupul, Amilcar Cupul, Raymundo Ramírez, Fermín Mercado, Arturo Castro, Martha Rutz, Reinhard Dressier, María T. Morandi, Felipe Escalona, Modesto Ortiz, Manuel Arreola, Antonio Saucedo y, al Ayuntamiento de Puerto Vallarta, Jalisco en México y SEDESOL que financiaron el estudio


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