BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

PATRIMONIO NATURAL Y TERRITORIO

Coordinadores: León Enrique Ávila Romero y Giovanni Pardini




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Del Mahone a la Batequis, de la sierra al valle. La apropiación del territorio por campesinos desplazados.

Mtro. Jesús López Estrada

El noroeste de México fue colonizado por los españoles lentamente. Muchas de las mercedes otorgadas a los conquistadores fueron abandonadas por el aislamiento y la pobreza de la región como por la rebeldía de sus habitantes. Poco a poco los grupos autóctonos, que vivían a lo largo de los ríos fueron dominados por los españoles y reducidos por la iglesia. Al llegar el siglo XIX, los indígenas prácticamente habían desaparecido, salvo los mayos, dejando libres inmensos territorios. Esto permitió que las haciendas porfirianas crecieran a sus anchas (Cartón, 1990:27). Un ejemplo del anterior proceso de despojo, del territorio de los mayos, ocurrió en el norte de Sinaloa, donde se ubicaba el rancho San Joaquín de Corerepe. El propietario de dicho rancho, Francisco Alcalde, denunció la existencia de demasías ante el Juzgado de Distrito del Estado de Sinaloa, y el 14 de mayo de 1889 el Presidente de la Republica, le expidió los títulos de adjudicación de las demasías a su viuda, la señora Dolores C. de Alcalde. Aun y cuando, según testimonio de la viuda, en uno de los puntos de dichas demasías, denominado Baturi (lugar de agua dulce) habían residido durante algún tiempo indígenas del rió Fuerte (Ley No 103 del Congreso de Sinaloa). En la actualidad, en esos terrenos, los campesinos, al cultivar sus parcelas han encontrado: hachas, pedernales, manos de metate y otras herramientas, que utilizaban los indígenas en su vida cotidiana. La presencia de estas herramientas, corrobora que grupos indígenas, se asentaron de manera permanente, en un territorio ubicado entre los ríos Fuerte y Sinaloa. Para lograrlo, aprovecharon la poco agua dulce de arroyos, como “Los Juncos”, y la existencia de mariscos en los esteros:”Bacajusali”, “La Presa” y “Once Ríos”, al consumir mariscos amontonaron sus conchas. Lo que se hoy se denomina Concheros, es un lugar donde se localizan varios conchales, que los mayos dejaron como testimonio, de un territorio que ocuparon por mucho tiempo.

Hasta fines del siglo XIX la agricultura sinaloense fue de autoconsumo, el mercado local era pobre, los poblados se bastaban a si mismos. Los cultivos comerciales eran escasos, se sembraba caña de azúcar, para la fabricación, en rudimentarios trapiches esparcidos en todo Sinaloa, de panocha y aguardiente (Cartón, 1990:41). En las riveras de los ríos, la tierra era sumamente fértil, lo que garantizaba buena producción, y con las obras hidráulicas, que primeramente fueron rudimentarias, fue posible ampliar la superficie sembrada con cultivos de riego por gravedad.

Con el inicio de la agricultura comercial en el porfiriato, los productores construyeron obras de irrigación, algunas de gran tamaño, la mayor parte de los canales construidos fueron obra de grandes hacendados y compañías extranjeras (Cartón, 1990:129). Este tipo de agricultura intensiva, era financiada por inversionistas estadounidenses, ya que su principal objetivo era el de exportar hortalizas como el tomate, además de el azúcar que se producía en el ingenio azucarero, para el mercado de los Estados Unidos. En este periodo grandes extensiones de tierra fueron adquiridas por empresas estadounidenses como la Sinaloa Land Company y Johnson y compañía.

La apropiación del territorio que actualmente ocupa el ejido “Las Vacas”, por campesinos del norte de Sinaloa, fue parte de procesos más amplios que se estaban operando a nivel nacional. Estos procesos, afectaron favorablemente la concreción de las aspiraciones de muchos campesinos de tener una parcela, que les permitiera mejorar su nivel de vida, por lo que participaron activamente en los siguientes procesos:

1) El cardenismo,

2) Las luchas agrarias de la UGOCM en el norte de Sinaloa.

3) El acomodo de campesinos desplazados por la presa Miguel Hidalgo y Costilla.

4) La lucha por la ampliación del territorio.

ELCARDENISMO

La crisis de 1929 puso en entredicho la posibilidad de conseguir un mayor desarrollo sobre la base del modelo agroexportador impulsado desde el porfiriato. El modelo de desarrollo cardenista quería romper con la dependencia económica, sustituyendo las viejas formas de producción por otras nuevas más dinámicas y capaces de producir para las necesidades del consumo nacional. Esto era lo se esperaba de los ejidatarios y de los pequeños propietarios, y para lograrlo, había que afectar las empresas agrícolas que eran fuente de poder de la vieja oligarquía que se quería eliminar (Cartón, 1990:108). Para poder organizar a los campesinos solicitantes de tierra, en un Nuevo Centro de Población Agrícola (NCPA), se tenía que ir a las escasas poblaciones del medio rural, o bien a la ciudad de Los Mochis, donde trabajaban jornaleros agrícolas de la región en el ingenio azucarero, y a estos lugares se acudió en el cardenismo para incentivar la lucha por la tierra.

Fue en el cardenismo cuando la lucha por la tierra en Sinaloa cobró importancia; era un movimiento impulsado por fuerzas políticas nacionales que querían quebrantar el poder económico y político de los terratenientes. Sin un movimiento campesino local bien consolidado, la palanca que utilizó el cardenismo para repartir la tierra fueron los obreros concentrados en los ingenios azucareros (Carton, 1990: 108). En Los Mochis, Sinaloa, estaba establecida la United Sugar Company, empresa estadounidense que poseía miles de hectáreas, en donde trabajaban obreros y campesinos, durante gran parte del año. Estaban empleados en diferentes tareas, y muchos de ellos eran peones acasillados.

Antes de cardenismo los asalariados agrícolas no pedían la tierra porque la ley no lo permitía, el código agrario de 1934, reconoció a los peones acasillados el derecho de ser sujetos de derechos agrarios, y con ellos se llevó a cabo el reparto agrario en el norte del país, donde los pueblos campesinos eran escasos y el movimiento agrarista limitado (Cartón, 1990:108). Un grupo de campesinos solicitó a la Comisión Agraria Mixta el 19 de julio de 1937, dotación de tierras, por no tener para satisfacer sus necesidades. La diligencia censal se llevó a cabo el 27 de octubre de 1937, en cumplimiento del acuerdo del Ejecutivo Federal con tres representantes de ley, arrojando los siguientes datos: 179 habitantes, 45 jefes de familia y 64 individuos capacitados. Los propietarios presuntos afectados presentaron pliegos de objeciones al censo, en el sentido de haberse considerado a individuos que no tienen la capacidad legal para ser dotados, por no ser vecinos de lugar y porque muchos de los listados son peones acasillados de las fincas colindantes. La Comisión Agraria Mixta del Estado de Sinaloa no emitió su dictamen, ni el C. Gobernador su mandamiento, por haber sido turnado el expediente al Departamento Agrario para su revisión (Resolución Presidencial del ejido “Las Vacas”, del 21 de septiembre de 1938). Con esta medida implementada por las autoridades centrales, se resolvió el conflicto agrario a favor de los solicitantes de tierra, ya que los afectados: la empresa estadounidense Johnson y compañía y la familia Alcalde (que tuvo mucho poder político y económico durante el porfiriato) fácilmente podían ejercer presión o cooptar a las autoridades locales, para posponer la resolución o que esta se resolviera en contra de los campesinos.

El ejido “Las Vacas”, municipio de Ahome fue dotado con una superficie de 16,420 hectáreas (has) de agostadero para usos colectivos de 64 beneficiados, dejándose a salvo los derechos de estos por lo que toca a las tierras de cultivo, para que los ejerciten en términos de la ley. Resultaron afectadas la finca “San Pedro de los Batequis”, de Johnson y compañía con 7,402 has y el predio de Corerepe con 9,018 has de la sucesión de Manuel Alcalde y hermanos (Resolución presidencial del ejido “Las Vacas” del 21 de septiembre de 1938). Para el cardenismo no se trataba sólo de repartir tierras de los latifundios para entregarlos a los campesinos respondiendo a un sentimiento de justicia social, sino que se buscaba acabar con los latifundistas, ya que habían demostrado ser incapaces de sentar las bases del desarrollo nacional (Cartón, 1990:108). El ejido “Las Vacas”, cuando fue dotado, carecía de riego, y sus tierras de agostadero, no garantizaban las condiciones mínimas, como para que los 64 beneficiados y sus familias, se fueran a vivir a un monte casi sin agua, en condiciones inhóspitas y prácticamente aislados, pastoreando vacas. Además de que las brechas, que eran las escasas vías de comunicación, generalmente estaban en mal estado, y en época de lluvias prácticamente desaparecían, por ello, los nuevos ejidatarios no dejaron ni sus empleos ni sus casas en Los Mochis. A futuro, las posibilidades de que cambiaran sus expectativas, eran muchas, ya que permanentemente se abrían tierras al cultivo, llevando el agua a través de canales, por lo que el grupo permaneció unido, esperando que sus tierras se abrieran a la explotación agrícola de riego, cuando se construyera la presa.

La cortina de la presa Miguel Hidalgo, se construyó en la boquilla del Mahone, ejido que fue dotado en el sexenio de Cárdenas. En dicho sexenio también fueron dotados los ejidos: San Felipe, Gipago y Peñasco, Rincón de Sinaloita, Los Mezcales, El Pajarito, Caballihuasa y Toro, los primeros cinco ejidos fueron dotados el 21 de septiembre de 1938, al igual que el ejido “Las Vacas”. La superficie dotada de los ocho ejidos es de 18,559-60 has, de las cuales 6,076-10, es decir una tercera parte, resultaron afectadas por los embalses de la presa Miguel Hidalgo. Los otros tres ejidos afectados por la presa fueron Picachos, dotado en 1949, y Baca y el Sauz, dotados en 1954, estos últimos apenas un año antes de que concluyera la construcción de la presa.

En el sexenio del General Cárdenas, en Sinaloa no solo se afectó, a algunos latifundistas de la vieja oligarquía porfirista, como los Alcalde, sino que también a empresarios estadounidenses, como Johnson y compañía, quienes perdieron tierras que en el futuro, con la construcción de la presa en la región serrana, serian de riego. Con la legislación agraria vigente en ese tiempo, resultaba imposible que los 64 ejidatarios de “Las Vacas”, al cambiar el uso de la tierra de agostadero a riego, continuaran con 16,420 has de riego en su poder, dado que la unidad de dotación de tierras de riego es de diez has, por ello era previsible que este ejido tuviera que aceptar el acomodo de muchos campesinos. Al dotar de ejidos, a los campesinos que vivían en la región de la sierra, colindantes y cercanos al río Fuerte, donde estaba proyectada y resultaba factible la construcción de una presa, para la retención de agua para riego: El cardenismo legalmente protegió a los grupos campesinos, de la sierra, para que al resultar expropiadas sus tierras, tuvieran que ser indemnizados por el gobierno federal, y así, estuvieran en aptitud de participar en la lucha por una parcela de riego, en el valle.

LAS LUCHAS AGRARIAS DE LA UGOCM EN EL NORTE DE SINALOA

La Unión General de Obreros y Campesinos de México (UGOCM), llevó a cabo importantes luchas por la tierra en el noroeste de país entre 1958 y 1960. La UGOCM se enfrento masivamente al sector privado y obligó al gobierno a intervenir a favor del campesinado, afectando a grandes y pequeños agricultores. Fueron estas luchas, las que permitieron que poco mas de la mitad de las tierras de riego de Sinaloa, pertenezcan al sector ejidal (Cartón, 1990: 120). Según Ramón Miranda Carrazco, en el norte de Sinaloa la UGOCM era dirigida por Sostenes García Ceceña “el toto”, quien impulsaba una fuerte lucha demandando que se repartieran los latifundios que existían en Sinaloa, entre los grupos afiliados a la UGOCM figuraban los siguientes nuevos centros de población agrícola: San Miguel Zapotitlan, El Porvenir, La Lousiana y 18 de marzo (Entrevista a Ramón Miranda Carrazco, expresidente del comisariado ejidal de “Las Vacas”, 12 de agosto de 2008).

José Maria Almeida Quintero, campesino originario de una comunidad cercana a El Caimanero en Guasave, recuerda, que residía temporalmente en el ejido El Porvenir, Ahome, y que se mantenía, gracias a que trabajaba conduciendo un carro jalado por ocho mulas, que transportaban la caña de las tierras a las grúas de campo, para de ahí llevarla al ingenio azucarero. Según José Maria, el era miembro solicitante de tierras del grupo 18 de marzo, dicho grupo había solicitado dotación de terrenos en el predio Bachomobampo, sin embargo, no aceptaron dichas tierras por estar sumamente ensalitradas. Por lo que cambiaron su petición al predio Santa Rosa, en donde solicitaron al Departamento Agrario, se les dotara de tierras de uso agrícola, en explotación, tratando de afectar un latifundio del agricultor Rómulo Félix. Rómulo Félix acudió ante su pariente Maria Félix, artista que estaba de moda en aquellos tiempos, y, presuntamente Maria Félix, intercedió por su familiar ante altas autoridades agrarias, por lo los funcionarios agrarios, les ofrecieron a los campesinos solicitantes, ubicarlos en el ejido “Las Vacas”, convenciéndolos, con el argumento de que la lucha por tierras en el predio Santa Rosa estaba perdida y que este ejido se volvería de riego, cuando próximamente se construyera la presa (Entrevista a José Maria Almeida Quintero, expresidente del comisariado ejidal de “Las Vacas”, 15 de agosto de 2008). En el enfrentamiento que se dio en el norte de Sinaloa, por la tierra de buena calidad, entre los agricultores organizados en la Confederación de Asociaciones de Agricultores del Estado de Sinaloa y grupos de campesinos organizados en la UGOCM, primeramente, y posteriormente también en la Confederación Nacional Campesina (CNC), los agricultores recurrieron a la cooptación de funcionarios y empleados del departamento agrario, quienes optaron, por afectar lo menos posible a los agricultores, para ello recurrieron al acomodo. El acomodo de campesinos que luchaban por una parcela de tierra de riego, de buena calidad, fue un proceso que se ejecutó en varios ejidos, del norte de Sinaloa. Enseguida se desglosa el proceso de acomodo de campesinos en “Las Vacas”:

1.- NCPA “Los Mochis”, campesinos del poblado Los Mochis, municipio de Ahome, solicitaron, el 20 de junio de 1947, al departamento agrario, se les dotara de parcelas. Se integró el expediente, que fue publicado el 29 de octubre de 1947. El cuerpo consultivo agrario analizó el expediente, y emitió su dictamen: se encontró que el ejido “Las Vacas” se haya en una zona, en la que la Secretaria de Recursos Hidráulicos (SRH), esta realizando obras para utilizar aguas del río Fuerte en la margen izquierda, con las que se han venido convirtiendo a riego los terrenos de agostadero, al finalizar las obras de almacenamiento de la presa Miguel Hidalgo y Costilla (MHC), el 80% de las 16,420 has de este ejido quedaran bajo riego, siendo factible, después de satisfacer las necesidades individuales y colectivas de los campesinos de “Las Vacas”, dar acomodo a los solicitantes de Los Mochis; y que previas convocatorias respectivas, con fechas 6 y 22 de mayo de 1950, se dio acomodo efectivo a los 78 capacitados solicitantes (Resolución Presidencial de Acomodo (RPA) del NCPA Los Mochis del 17 de junio de 1953).

2.- NCPA “La Louisiana”, campesinos del poblado “La Louisiana”, municipio de El Fuerte, pidieron el 13 de septiembre de 1948, ser dotados de parcelas, el departamento integro el expediente, y se publicó la solicitud el 4 de enero de 1949.

El cuerpo consultivo agrario emitió su dictamen: en donde encontró que el ejido “Las Vacas”, esta en una zona en la que la SRH, esta ejecutando obras para utilizar aguas del río Fuerte en la margen izquierda, con las que han venido cambiando a riego los terrenos de agostadero, y al terminar las obras de almacenamiento de la presa MHC, el 80% de las 16,420 has de este ejido quedaran bajo riego, por lo que se puede, después de llenar las necesidades de los campesinos de “Las Vacas”, dar acomodo a los solicitantes de La Louisiana; y que previas convocatorias respectivas, con fechas 6 y 22 de mayo de 1950, se dio acomodo efectivo a los 86 capacitados solicitantes en asamblea general de ejidatarios realizada en el poblado “Las Vacas”. (RPA de campesinos del NCPA “La Louisiana” del 17 de junio de 1953).

3.- NCPA “San Miguel Zapotitlan”, municipio de Ahome, campesinos del Poblado San Miguel Zapotitlan, solicitaron el 15 de julio de 1947 se les dotara de parcelas, el departamento agrario integro el expediente, mismo que publicó el 24 de septiembre de 1947. El cuerpo consultivo agrario, emitió su dictamen: en donde encontró que el ejido “Las Vacas”, se encuentra en una zona en la que la SRH esta haciendo obras para usar aguas del río Fuerte en la margen izquierda, con las que pasaran a riego los terrenos de agostadero, y al acabar las obras de almacenamiento de la presa MHC, el 80% de las 16,420 has de este ejido serán de riego, por lo que se puede, después de cubrir las necesidades de los campesinos de “Las Vacas”, dar acomodo a los solicitantes del NCPA “San Miguel Zapotitlan”; y que previas convocatorias respectivas, con fechas 6 y 22 de mayo de 1950 se dio acomodo efectivo a los 180 capacitados solicitantes en asamblea general de ejidatarios realizada en el poblado “Las Vacas”. (RPA de campesinos del NCPA San Miguel Zapotitlan del 26 de agosto de 1953).

4.- NCPA “18 de marzo”, municipio de Ahome, campesinos del Poblado 18 de marzo, solicitaron el 30 de julio de 1946 se le diera parcelas, el departamento agrario integro el expediente, que se publicó el 24 de febrero de 1947. El cuerpo consultivo agrario al revisar el expediente, emitió su dictamen: en donde encontró que el ejido “Las Vacas”, se ubica en una zona en donde la S R H construye obras para utilizar aguas del río Fuerte en la margen izquierda, con las que se cambiaran al riego los agostaderos, y al terminar las obras de almacenamiento de la presa MHC, el 80% de las 16,420 has de este ejido serán de riego, por ello se pueden, satisfacer las necesidades de los campesinos de las Vacas y dar acomodo a los solicitantes del NCPA “18 de marzo”; y que previas convocatorias respectivas, con fechas 6 y 22 de mayo de 1950 se dio acomodo efectivo a los 224 solicitantes en asamblea general de ejidatarios realizada en el poblado “Las Vacas”. (RPA de campesinos del NCPA 18 de marzo del 12 de agosto de 1953).

5.- Solicitud de dos grupos constituidos, uno por 19 campesinos hijos de ejidatarios del poblado “Las Vacas”, que llegaron a la edad para obtener ejidos y el otro por 24 campesinos miembros de la sección 12 del Sindicato de Azucareros de Los Mochis, quienes solicitaron de la asamblea general de ejidatarios el 6 de mayo de 1950, en el poblado “Las Vacas”, se les concediera unidad de dotación, en los terrenos vacantes del ejido, por lo que se inició la tramitación del expediente. El cuerpo consultivo agrario emitió su dictamen: en donde encontró que el ejido “Las Vacas”, se haya en lugar, en el que la SRH hace obras para utilizar aguas del río Fuerte en la margen izquierda, con las que se están pasando al riego los terrenos de agostadero, al concluir las obras de almacenamiento de la presa MHC, el 80% de las 16,420 has de este ejido serán de riego, por lo que es viable, satisfacer las necesidades de los campesinos de “Las Vacas”, y dar acomodo a los solicitantes, cuya petición fue aprobada por la asamblea general el 6 de mayo de 1950, y se dio acomodo efectivo a los 43 capacitados solicitantes en asamblea general de ejidatarios realizada en el poblado “Las Vacas”. (RPA de hijos de ejidatarios de “Las Vacas” y de la sección 12 del sindicato de azucareros de Los Mochis del 26 de agosto de 1953).

6.- Al llevarse a cabo la depuración censal en el ejido de “Las Vacas”, para dar acomodo a solicitantes de diversos lugares, un grupo constituido por 63 campesinos de San Miguel Zapotitlan, se presentaron ante el comisariado ejidal y el representante del Departamento Agrario, pidiendo su incorporación en los terrenos vacantes, petición que consta en el acta levantada el 4 de noviembre de 1951. De la investigación practicada, se deduce que el ejido “Las Vacas”, esta en una zona en la que la SRH realiza obras para utilizar aguas del río Fuerte en la margen izquierda, con las que se han venido convirtiendo a riego los terrenos de agostadero, y al terminar el almacenamiento de la presa MHC, el 80% de las 16,420 has de este ejido serán de riego, por ello se puede, después de cubrir las necesidades de los campesinos de “Las Vacas”, dar acomodo a los solicitantes de nuevo ingreso; y que previas convocatorias respectivas, con fecha 4 de noviembre de 1951 se dio acomodo efectivo a los 63 campesinos promoventes en asamblea general de ejidatarios realizada en el poblado “Las Vacas”. (RP de aceptación por la asamblea del ejido “Las Vacas” de 63 campesinos del 07 de abril de 1954).

Al abrirse al riego el Valle del Fuerte, los mayos pudieron recuperar algunas tierras en forma de ejidos y con eso agruparse, organizados fundamentalmente en una estructura religiosa bastante elaborada, sin embargo siempre estuvieron en desventaja ante los mestizos que fueron mayoría y lograban mas beneficios que los indígenas (Moctezuma, 2001: 59) Entre los campesinos integrados en los grupos San Miguel y 18 de marzo, había una presencia mayoritaria de indígenas mayos, que sumados a los indígenas de la región serrana, básicamente de varias comunidades cercanas a Toro, Choix, se manifestó una presencia, que aunque minoritaria en lo general, en relación, a los mestizos si muy importante, tanto que logró imprimirle ciertos rasgos identitarios a esta ejido.

En asamblea general de ejidatarios se planteó, que ambos grupos de indígenas, los de San Miguel y los de Toro, se fusionaran en uno solo, para efectos de concederles los espacios necesarios para su centro ceremonial. Sin embargo, ambos grupos se opusieron argumentando, que cada uno tenía su propio santo, sus propias campanas, sus días festivos y su iglesia. Por ello se resolvió concederle a cada grupo un terreno para centro ceremonial, en el caso de los indígenas de San Miguel Zapotitlan, festejan a San Juan Bautista, y los de la iglesia de Toro a la Virgen de Los Remedios. Ambos tienen sus festejos de semana santa, que culmina el domingo de Ramos con la quema de mascaras (Entrevista a Jesús Melchor Palafox Cota, vecino de Juan José Ríos, 23 de agosto de 2008).

EL ACOMODO DE CAMPESINOS DESPLAZADOS POR LA PRESA MIGUEL HIDALGO Y COSTILLA.

1.-El Mahone, municipio de El Fuerte, ejido dotado por Resolución Presidencial (RP) del 21 de septiembre de 1938 con 5,792-20 has, de las que 2,618 eran de temporal y 3,624-20 de agostadero, para 270 ejidatarios. Le fueron expropiados terrenos ejidales por una superficie de 2,985 has, siendo: 717-18 has de temporal y 2,267.82 has de agostadero a favor de la SRH, para la construcción de la presa MHC. El departamento agrario para compensar al ejido afectado por la expropiación de una parte de sus tierras, incorporará a los 216 campesinos afectados en sus parcelas al ejido “Las Vacas”, asignándoles una parcela de 10 has (RPA de campesinos del Mahone del 28 de febrero de 1955).

2.- San Felipe, municipio de El Fuerte, ejido dotado por RP del 21 de septiembre de 1938 con 2-608-90 has, de las cuales 824 eran de temporal y 1784 de agostadero y monte, para 102 ejidatarios. Le fueron expropiados terrenos ejidales por una superficie de 206-20 has, siendo: 61-98 has de temporal y 144-62 has de agostadero a favor de la SRH, para la construcción de la presa MHC. El departamento agrario para compensar al ejido afectado por la expropiación de una parte de sus tierras, incorporará a los 55 campesinos afectados en sus parcelas al ejido “Las Vacas”, asignándoles una parcela de 10 has (RPA de campesinos de San Felipe del 28 de febrero de 1955).

3.- Gipago y Peñasco, municipio de El Fuerte, ejido dotado por RP de fecha 21 de septiembre de 1938 con 4-106-40 has, de las cuales 640 eran de temporal y 3466-40 de agostadero cerril, para 79 ejidatarios. Le fueron expropiados terrenos ejidales por una superficie de 196 has, siendo: 19-60 has de temporal y 176-40 has de agostadero cerril a favor de la SRH, para la construcción de la presa MHC. El departamento agrario para compensar al ejido afectado por la expropiación de una parte de sus tierras, incorporará a los 15 campesinos afectados en sus parcelas al ejido “Las Vacas”, asignándoles una parcela de 10 has (RPA de campesinos de Gipago y Peñasco del 28 de febrero de 1955).

4.- Rincón de Sinaloita, municipio de El Fuerte, ejido dotado por RP del 21 de septiembre de 1938 con 1,888-80 has, de las cuales 496 eran de temporal y 1392-80 de agostadero cerril, para 61 ejidatarios. Le fueron expropiados terrenos ejidales por una superficie de 255 has, siendo: 51 has de temporal y 204 has de agostadero cerril a favor de la SRH, para la construcción de la presa MHC. El departamento agrario para compensar al ejido afectado por la expropiación de una parte de sus tierras, incorporará a los 48 campesinos afectados en sus parcelas al ejido “Las Vacas”, asignándoles una parcela de 10 has (RPA de campesinos de Rincón de Sinaloita del 28 de febrero de 1955).

5.- Los Mezcales, municipio de El Fuerte, este ejido había sido dotado por RP del 21 de septiembre de 1938 con 1,143-80 has, de las cuales 552 eran de temporal y 591-80 de agostadero y monte, para 63 ejidatarios. Le fueron expropiados terrenos ejidales por una superficie de 586 has, siendo: 327-16 has de temporal y 258-84 has de agostadero cerril a favor de la SRH, para la construcción de la presa MHC. El departamento agrario para compensar al ejido afectado por la expropiación de una parte de sus tierras, incorporará a los 50 campesinos afectados en sus parcelas al ejido “Las Vacas”, asignándoles una parcela de 10 has (RPA de campesinos de Los Mezcales del 28 de febrero de 1955).

6.- El Pajarito, municipio de Choix, este ejido había sido dotado por RP del 7 de septiembre de 1938 con 1,667-50 has, de las cuales 504 eran de temporal y 1163-50 de agostadero y monte, para 62 ejidatarios. Le fueron expropiados terrenos ejidales por una superficie de 587 has, siendo: 176-28 has de temporal y 411-32 has de agostadero y monte a favor de la SRH, para la construcción de la presa MHC. El departamento agrario para compensar al ejido afectado por la expropiación de una parte de sus tierras, incorporará a los 67 campesinos afectados en sus parcelas al ejido “Las Vacas”, asignándoles una parcela de 10 has (RPA de campesinos de El Pajarito del 28 de febrero de 1955).

7.- Baca, municipio de Choix, ejido dotado por RP del 23 de diciembre de 1954 con 5,204 has, de las cuales 1,624 eran de temporal y 3,580 de agostadero y monte, para 202 ejidatarios. Le fueron expropiados terrenos ejidales por una superficie de 369 has, siendo: 110-70 has de temporal y 258-30 has de agostadero y monte a favor de la SRH, para la construcción de la presa MHC. El departamento agrario para compensar al ejido afectado por la expropiación de una parte de sus tierras, incorporará a cada uno de los 14 campesinos afectados en sus parcelas al ejido “Las Vacas”, asignándoles una parcela de 10 has (RPA de campesinos de Baca del 28 de febrero de 1955).

8.- Caballihuasa, municipio de Choix, ejido dotado por RP del 20 de abril de 1938 con 728 has, de las cuales 328 eran de temporal y 400 de agostadero y monte, para 40 ejidatarios, mas la parcela escolar. Le fueron expropiados terrenos ejidales por una superficie de 176 has de temporal a favor de la SRH, para la construcción de la presa MHC. El departamento agrario para compensar al ejido afectado por la expropiación de una parte de sus tierras, incorporará a los 49 campesinos afectados en sus parcelas al ejido “Las Vacas”, asignándoles una parcela de 10 has y un solar en la nueva zona de urbanización que legalmente se acaba de constituir en dicho ejido con la denominación de “General Juan José Ríos” (RPA de campesinos de Caballihuasa del 28 de febrero de 1955).

9.- Toro, municipio de Choix, ejido dotado por RP del 9 de julio de 1934 con 624 has, de las cuales 360 eran de temporal y 264 de agostadero y monte, para 44 ejidatarios. Por RP del 6 de octubre de 1954 se le concedió ampliación por 1,421-76 has, de las cuales 1,201-76 son de agostadero y 226 de temporal para 102 capacitados. Le fueron expropiados terrenos ejidales por una superficie de 636-80 has de temporal a favor de la SRH, para la construcción de la presa MHC. El departamento agrario para compensar al ejido afectado por la expropiación de una parte de sus tierras, incorporará a los 57 campesinos afectados en sus parcelas al ejido “Las Vacas”, asignándoles una parcela de 10 has (RPA de campesinos de Toro del 28 de febrero de 1955).

10.- Picachos, municipio de Choix, ejido dotado por RP del 23 de noviembre de 1949 con 3441 has, de las cuales 252 eran de temporal y 336 de monte susceptible de cultivarse en un 50%, y 2,453 has de agostadero, para 98 ejidatarios. Le fueron expropiados terrenos ejidales por una superficie de 304 has de las cuales 45-60 son de temporal y 258-40 de agostadero a favor de la SRH, para la construcción de la presa MHC. El departamento agrario para compensar al ejido afectado por la expropiación de una parte de sus tierras, incorporará a los 36 campesinos afectados en sus parcelas al ejido “Las Vacas”, asignándoles una parcela de 10 has (RPA de campesinos de Picachos del 28 de febrero de 1955).

11.- El Sauz, municipio de Choix, ejido dotado por RP del 23 de diciembre de 1954 con 2,237 has, de las cuales 624 eran de temporal, 1,593-68 de agostadero y monte, y 21-20 de zona urbana para 77 ejidatarios, mas la parcela escolar. Le fueron expropiados terrenos ejidales por una superficie de 30 has de temporal a favor de la SRH, para la construcción de la presa MHC. El departamento agrario para compensar al ejido afectado por la expropiación de una parte de sus tierras, incorporará a los 3 campesinos afectados en sus parcelas al ejido “Las Vacas”, asignándole a cada uno de ellos una parcela de 10 has (RPA de campesinos de El Sauz del 28 de febrero de 1955).

En las respectivas RPA, de los 637 campesinos desalojados de los 11 ejidos, que serian inundados por las aguas del río Fuerte al cerrarse la cortina de la presa MHC, se contempló indemnizarlos con un solar en el ejido Las Vacas. Además, ya que algunos campesinos de los 64 ejidatarios dotados originalmente, residían en tierras del ejido, en lo que se denomina “Las Vacas viejo”. Sin embargo, agrupar a 1375 ejidatarios con sus respectivas familias, requirió de otra RP, para en 500 has, adjudicar a cada ejidatario un solar de 1,600 metros cuadrados; incluyendo en esa superficie las calles, los servicios públicos como escuelas primarias, secundaria, mercados, campos deportivos, jardines, servicios médicos, hospital, panteón, auditorios, almacenes, oficinas federales, estatales y municipales y del comisariado ejidal. La ubicación que se consideró más adecuada para la zona urbana, esta limitada: al norte, por la zona de protección de la carretera internacional de Guadalajara a Nogales; al oriente y sur por un lindero natural que constituye un “dren” del sistema de riego; y, al poniente, por terrenos ejidales, a dicha zona urbana se le denomina ”General Juan José Ríos” (RP de Urbanización del poblado “General Juan José Ríos” 21 de febrero de 1955).

Ramón Miranda, recuerda que él era un joven campesino, que residía en el Mahone, con familia a su cargo, trabajó desde 1952 durante tres años en la construcción de la cortina de la presa Miguel Hidalgo. Como campesino, igual que otros compañeros, sembraban su pedazo de tierra en una isleta que se había formado en el cauce del río Fuerte, la isleta media aproximadamente 8 kilómetros de largo y de ancho fluctuaba desde los 300 metros hasta tramos de 2 kilómetros, esta tierra era sumamente productiva y en ella sembraban ajonjolí, maíz y sandia, con la seguridad de que la cosecha iba a ser muy buena. En 1955 el gobierno proporcionó los camiones para llevar a la gente a Juan José Ríos, la primer familia que acepto mudarse para acá fue la de Urbano Gamez Reyes, quien vivía en el cerro del Mahone, hubo resistencia de muchas familias a venirse, pero finalmente aceptaron cuando el agua empezó a subir. Ese año Ramón había sembrado cacahuate y un buen “tirón” de maíz, en mayo los elotes estaban tiernitos y ya había sandias, pero todo se inundo y no pudo probar los elotes, las ultimas dos familias en abandonar El Mahone fueron la familia de Taurino Ayala Valdez y la de don Ramón.

Comenta don Ramón que al principio no se podía vivir en Juan José Ríos, ya que “extrañábamos el buen clima de allá, este clima le cayó mal a la gente mayor, es reseco con brisas del mar en tiempo de frió”. La primer persona que murió aquí fue una niña de José Barreras Escalante en junio de 1955. Sin embargo, “fue necesario empezar a trabajar en los desmontes de la tierra con hacha y guingos, ya que el gobierno solo desmonto con maquinaria de la carretera internacional para abajo, cuando terminamos nos habilitó el banco ejidal con residencia en Los Mochis, la siembra de maíz, al principio en las aguas nos íbamos a la sierra a sembrar algunos excedentes de tierra, pero en 1957 llego el agua y sembramos las primeras parcelas de a dos ejidatarios por parcela, ese crédito no se lo pagamos, al banco, ni no lo cobraron”.

Ya establecidos en Juan José Ríos, por desición de la gente, nos platica, don Ramón, se resolvió que las calles que corren paralelas a la carretera internacional, fueran numeradas de la cero a la diecisiete. En cambio, a las avenidas se les puso el nombre de los ejidos y pueblos que abandonaron en la sierra: Caballihuasa, Rincón de Sinaloita, El Mahone, Vallehuey, Papariqui, etc., solo a la calle principal se le puso el nombre de Batequis, por el cerro que existe en el ejido. A dicho cerro, los ejidatarios le sacaron piedra para hacer los cimientos de sus casas, así como para revestir las calles, y poder transitar en los meses de lluvia, la primer calle en ser revestida con piedra fue la Batequis.

LA AMPLIACION DEL EJIDO, Y DEL TERRITORIO

José Maria Almeida, nos comenta que la primer solicitud de ampliación del ejido fue negada por el departamento agrario, sin embargo en 1966, se integro un Comité Ejecutivo Particular, en el que participaron más avecinados que hijos de ejidatarios cuya lucha fructificaría hasta 1997, al conseguir ampliar el territorio con 1286 has para 192 capacitados.

Según Marcelino Cota Ruiz, su abuelo Olegario Cota fundó el pueblo de El Pajarito, en donde se sembraba: ajonjolí, cacahuate, calabaza, fríjol, maíz y tabaco. Con el tabaco su abuelo, que era un gran fumador, forjaba cigarros de hoja, llamados macucho. Así mismo, su abuela Maria reyes celebraba una velación en honor a la virgen de Guadalupe, en donde se servia menudo como alimento, se bebía un aguardiente a “pico de botella”. El aguardiente se elaboraba artesanalmente con mezcal y era traído de contrabando de Yocojihua, Sonora.

Recuerda Marcelino que a su abuelo le dieron tierras en “Las Vacas”, pero a los hijos de su abuelo, por alguna razón, los mandaron de ejidatarios a Bachoco, ejido colindante. Otros campesinos recibieron tierras en la colonia agrícola Adolfo Ruiz Cortinez.

Todos los campesinos desplazados compartieron un origen común, así como un proceso de desalojo, pero solo los que fueron dotados en “Las Vacas”, lograron recrear parte de su historia, al lograr ponerle el nombre a sus calles en recuerdo de sus pueblos y panteones inundados. Con ello lograron ampliar simbólicamente su territorio


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