BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

ESTUDIOS DE LA CUENCA DEL RÍO SANTIAGO: UN ENFOQUE MULTIDISCIPLINARIO

Salvador Peniche Camps y Manuel Guzmán Arroyo




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A vuelo de pájaro: "El Proyecto Arcediano"


Manuel Guzmán Arroyo

Salvador Peniche Camps

Roberto Maciel Flores

¿Que veríamos si realizáramos un vuelo sobre los elementos geográficos regionales que conforman el "Proyecto de la Presa de Arcediano"?

Iniciamos el vuelo en Los Altos, en los municipios de Atotonilco y Arandas, por donde pasa el río Zula, fuertemente impactado por las descargas municipales, de las fábricas de tequila y de las granjas de cerdos y pollos. Todo un potencial económico de la región, pero con un grave déficit de plantas o de sistemas de tratamiento de los desechos, o de ambos, desechos que van a dar a sus afluentes y luego al río (uno de ellos llamado el matavacas). Los residuos le confieren un desagradable olor y en algunos tramos producen espuma blanca. En su recorrido, el río Zula pasa por diversas poblaciones antes de llegar a Ocotlán, donde recibe descargas municipales e industriales antes de unirse al río Santiago; la renovada planta de tratamiento no cubre completamente la demanda de la población y menos aun la de la industria.

Una presa construida en los años cincuentas sobre el río Santiago, afortunadamente, le impide al río Zula el paso hacia el lago de Chapala, por lo que fluye hacia el río Santiago, muy a pesar de lo que dicen las autoridades del agua (CNA y CEA).

Fig. 1. Los Ríos Santiago y Zula, la presa y la planta de bombeo en Ocotlán y la circulación de los ríos. (Fuente: Guzmán,

Junto a la presa se encuentra la Planta de Bombeo de Ocotlán en operación, a pesar de la promesa de cerrarla que hizo el gobierno cuando se construyó el acueducto Chapala - Guadalajara. En este punto el río Santiago gira y fluye hacia el Oeste, llevándose las aguas del Zula.

El corredor industrial se inicia en Ocotlán y se continúa en Poncitlán, donde la mayor parte de las poblaciones y las industrias tienen plantas insuficientes para el tratamiento del agua, al igual que las granjas de pollo, cerdos y ranchos: el declive de la cuenca hace que todos los desechos fluyan hacia el río. En Poncitlán vemos una presa mediana con 20 compuertas. Esta presa, según las fuentes oficiales, regula el nivel del lago, pero hace más de 50 años que se encuentra en completo estado de abandono.

Ahora volamos sobre el deshuesadero de los ferrocarriles, en la ribera sur del río Santiago, antes de llegar a la población de Atequiza. Este basurero de 1.25 Km de largo se encuentra entre la vía del tren México – Guadalajara y el río Santiago, al cual escurren los desechos metálicos de las piezas, ruedas y vagones (óxidos, aceites, grasas, etc.).

Fig. 2. Deshuesadero de Ferrocarriles Nacionales junto al río Santiago. (Fuente: Google Earth, 2007.

Un poco más adelante, cerca de Atequiza, en el poblado de Corona, vemos la presa Corona, que es un pequeño dique diagonal al río. Dicho dique parece insignificante pero en realidad se trata de una presa derivadora que no almacena el agua pero desvía toda la que le llega a cuatro canales: tres de ellos son de riego, pero uno es el viejo Acueducto Atequiza-Guadalajara, construido en los años cincuentas y que continúa funcionando a pesar de que se dice lo contrario.

Fig. 3. La presa Corona y los canales de derivación,

(Fuente: Google Earth, 2007.

¿Porque no hay suficientes plantas de tratamiento en el río Zula y en el primer tramo del río Santiago?

A partir de ahí el río gira hacia el Norte y entra a diversas poblaciones, de las cuales las más importantes son el Salto y Juanacatlán y en especial la zona industrial, donde también hay una seria carencia de plantas de tratamiento. Ahí se encuentra una presa que tenía como función regular el agua para su uso en la antigua y abandonada Central Hidroeléctrica del Salto, que sirve también de puente entre estas poblaciones.

Fig. 4. Las poblaciones de Juanacatlán y el Salto, el río inicia su recorrido por la barranca.XXXXXX (Fuente: Google Earth, 2007.

La famosa cascada de El Salto de Juanacatlán, hace tiempo que pasó a la historia: el chorro de agua amarilla y pestilente que ahora cae, genera una nube de espuma que el viento dispersa en copos como de nieve. El río continúa, cubierto de espuma, en su camino hacia la barranca.

Muy cerca de ahí vemos la presa del Ahogado, teñida de colores y tonalidades impropios de un cuerpo de agua. A lo lejos se ve la presa de Las Pintas, que recibe el agua de los dos acueductos (el de Chapala y el de Atequiza) antes de enviarla a la planta potabilizadora.

Entramos ya a la barranca que forma el río Santiago antes de dar un nuevo giro hacia el Oeste rodeando la Zona Conurbada de Guadalajara; las colonias de los diversos municipios llegan hasta el borde de la barranca y se alcanza a ver los drenajes que vierten directamente sobre el río. También vemos las diversas presas que se construyeron con el fin de generar energía eléctrica para Guadalajara. Ha desaparecido el puente de Arcediano; sólo se ve el río Verde que se junta con el Santiago, aguas de muy diferente color. Un poco más allá están las obras en la zona, caminos y brechas, maquinaria.

Fig. 5. La parte Sur de la Zona Metropolitana de Guadalajara, la Barranca, el río Santiago y el río Verde. (Fuente: Google Earth, 2007).

Es imposible el control total de las descargas de la ZMG hacia el río Santiago, por la dispersión de las mismas y la muy irregular topografía de los bordes de la barranca.

En cuanto al tratamiento, hay dos aspectos que deducimos de nuestro vuelo: ni las aguas altamente contaminadas del río Zula ni el primer tramo del río Santiago, con todo un corredor industrial que lo contamina, se han considerado; es hasta El Salto-Juanacatlán y en la presa del Ahogado donde se construyen plantas de tratamiento para aguas industriales y urbanas.

Por otra parte, ¿por qué los ciudadanos tenemos que pagar el costo de las plantas de tratamiento de las aguas industriales, si de acuerdo con la ley son las industrias las responsables de la contaminación? El mentiroso lema “El que contamina paga” no es más que un slogan político publicitario. Pero eso no es todo: además de pagar el costo de dichas plantas, los ciudadanos debemos sufrir su ineficiencia: las costosas plantas de tratamiento de la zona industrial que verterán sus “aguas tratadas” hacia la presa del Ahogado, ya no lo harán en el río Santiago, sino en el lago de Cajititlán, lo que dañará severamente el ecosistema y las poblaciones circundantes: pobladores, pescadores, turistas y fraccionamientos de lujo que ahí existen, además de las tierras y productos de los distritos de riego que utilizan el agua de este lago natural. Se piensa que con esta maniobra disminuirá la carga contaminante que recibirá la presa de Arcediano. ¡Qué poca confianza en los sistemas de tratamiento contratados!

Del agua que salga de la presa de Arcediano, se perderá algo así como 45% en las tuberías del sistema de distribución de la Zona Metropolitana de Guadalajara . Un líquido cuya calidad se puede deducir del corrupto recorrido descrito.

A pesar del proyecto de Arcediano, se continuará extrayendo agua de Chapala para abastecer la Zona Metropolitana de Guadalajara a través de los dos acueductos: el de Ocotlán (vía canal de Atequiza) y el de Chapala. Y lo inconcebible: que la planta de bombeo de Ocotlán seguirá enviando agua de Chapala por el Santiago hasta la misma presa de Arcediano, donde se espera que su mejor calidad diluya el brebaje diabólico que baja del río Santiago. Difícil de creer.

Nota: Una versión preliminar de este documento fue publicada en la Gaceta Universitaria de la Universidad de Guadalajara Nº 506 con fecha del 19 noviembre del 2007, página 15.


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