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ESTUDIOS DE LA CUENCA DEL RÍO SANTIAGO: UN ENFOQUE MULTIDISCIPLINARIO

Salvador Peniche Camps y Manuel Guzmán Arroyo




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El Impacto de la “PH Aguamilpa” en las especies pesqueras, en la Cuenca Baja del Río Santiago, Nayarit

Manuel Guzmán Arroyo

Araceli Orbe Mendoza

Roberto Maciel Flores

Martín López Hernández

Introducción.

El conocimiento de las relaciones entre las obras y los sistemas ecológicos es relativamente limitado, ya que muchos de los problemas en México se deben a que estos aspectos no se incluían habitualmente en los estudios previos y menos en el diseño de las obras hidráulicas; además, sólo se ha contemplado un uso específico de las mismas, sin considerar todos los aprovechamientos posibles. Las obras hidráulicas que el hombre realiza tienen un efecto multiplicador sobre el medio ambiente donde ejercen su influencia, desde la alteración del microclima hasta la modificación aguas abajo de los sistemas asociados a la red hidrológica, esto es, en la cuenca baja, el estuario y el medio marino adyacente, donde finalmente descargan sus aguas, ocasionando cambios no sólo en el comportamiento hidrológico sino también sobre la fauna y la flora, y las actividades humanas, en particular la pesca y la acuicultura. La Presa Aguamilpa forma parte del Plan General de Aprovechamiento Hidroeléctrico del Río Santiago, de la Comisión Federal de Electricidad.

Antecedentes.

Durante los años de 1991 y 1992, el Instituto de Biología, el Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México, conjuntamente con otras instituciones como la Escuela Superior de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional y el Instituto de Limnología de la Universidad de Guadalajara, realizan una serie de estudios con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), tendientes a conocer sus características y determinar los efectos del impacto que sobre el entorno del río Santiago puede tener la construcción y operación de la Presa Hidroeléctrica Aguamilpa, Nayarit.

La CFE, en 1989, realizó una Manifestación de Impacto Ambiental sobre los efectos de la obra de la presa. Mobayed y Alvarez (1992) realizan un modelo de análisis de los escurrimientos del río Santiago. La Comisión Federal de Electricidad (1993) realiza un estudio sobre la calidad de agua del río Santiago. Sandoval (1993) desarrolla una base de datos sobre la calidad del agua del río Santiago con fundamento en el estudio anterior.

Guzmán (1990) hace un estudio sobre la fauna acuática de la Nueva Galicia, incluyendo a Nayarit; Bueno y colaboradores (1992a y 1992b) elaboran los informes generales sobre la fauna acuática de la P.H. Aguamilpa. Bueno, Barba y Barrera (1992) desarrollan investigaciones sobre Entomología. Villalobos, Díaz y Lira (1992) sobre crustáceos. Becerril y colaboradores (1992) en peces. Casas y colaboradores (1992) sobre anfibios y reptiles. Landin (1993), elabora un documento sobre la fauna silvestre del Corredor Tepic Aguamilpa. Bravo e Isaías (1993) sobre el Uso de los Recursos Naturales por parte de los Huicholes. Sobre el impacto ambiental de los proyectos hidroeléctricos en la cuenca Baja del Río Santiago (Guzmán, 1995). Orbe y colaboradores (1998a y 1998b), sobre ordenamiento y pesca en la presa.

La Presa Aguamilpa.

Se localiza en la porción central del estado de Nayarit, en los municipios del Nayar, La Yesca, Santa María del Oro y Tepic. Esta formada principalmente por los ríos Santiago y Huaynamota, dentro de las coordenadas siguientes: 21° 50’ 32” Lat N y 104° 46’ 20” Long W.

El vaso se forma por la construcción de una cortina de materiales graduales y enrocamiento con pantalla de concreto, con una elevación de 235 m snmm. La longitud de la corona es de 642 m y la altura total de la cortina es de 187 m. El espejo de agua en el Nivel de Aguas Máximo Extraordinario (NAME) tiene un área estimada de 11 477.29 has y en el Nivel de Aguas Máximo Ordinario (NAMO) de 10 900 has.

Fig. 1. Localización de la Presa Aguamilpa y del Río Santiago en Nayarit.

Otra obra que completa el complejo hidroeléctrico es el vertedor de demasías, situado en la margen izquierda del río, con capacidad de 13 000 m3/s, que puede desahogar una avenida con un gasto máximo extraordinario de 17 482 m3/s. Este tipo de obras se construye para proporcionar el suministro de agua a los asentamientos humanos, generación de energía eléctrica, irrigación de zonas agropecuarias, y producción de diversas especies de importancia pesquera. (De la Lanza y García, 1995). Esta última actividad se desarrolla ampliamente en la presa de Aguamilpa.

Hidrología.

El río Santiago nace en Ocotlán, Jalisco, atraviesa la Sierra Madre Occidental por un estrecho cañón; penetra en el estado de Nayarit para cambiar de dirección hacia el occidente, atravesar la planicie costera y descargar en el Océano Pacífico. Sus más destacados afluentes son el río Verde, el arroyo de Achichilco, los ríos Juchipila, Bolaños y Apozolco; en las estribaciones de la sierra y la planicie costera se le une el río Huaynamota, último afluente de importancia. Después de pasar por Santiago Ixcuintla, penetra en una zona aluvial de tipo deltaíco y descarga al mar en la Boca del Titiritero. (Tamayo, 1984).

Los ríos de Nayarit pertenecen a la vertiente del Océano Pacífico. El Acaponeta, el San Pedro Mezquital y el Huaynamota, afluentes del Santiago, nacen en Durango. El río Teacapán o Coños se encuentra al norte; el río Grande de Santiago penetra a Nayarit procedente de Jalisco y fertiliza una extensa zona del estado. En el sur, el río Ameca, que nace en Jalisco. El río Santiago, procedente de Jalisco, entra a Nayarit por Analco, recorre 265 kilómetros y desemboca en el Océano Pacífico. En su curso recibe, por la margen derecha, los ríos de Bolaños, Amatlán de Jara, Palmillas, Aguapán, Toro Mocho y Huaynamota; y por el izquierdo, los de San Antonio, Santa Fe, Suspiro, Platanito y Tepic. El río Huaynamota drena una superficie de 4 994.7 km2 y tiene una longitud de 280 km hasta la confluencia con el río Grande de Santiago.

Clima.

El clima predominante en la entidad es cálido; el cálido subhúmedo se concentra principalmente en la llanura costera del Pacífico y en las zonas bajas de los valles de los ríos Huaynamota y San Pedro. En menor grado se distribuyen los climas de tipo semicálido en una franja que va de norte a sur, situada precisamente en la zona de transición entre la llanura costera y las estribaciones de la Sierra Madre Occidental, de la Sierra Madre del Sur y del Eje Neovólcanico. Los climas templados subhúmedos se restringen a pequeñas áreas diseminadas en las partes altas de las sierras. El régimen pluviométrico general del estado es el de lluvias en verano. Los climas cálidos Aw (Awo, Aw1 y Aw2) de la llanura costera del Pacífico, ocupan aproximadamente 62.6% de la superficie del estado. Los municipios y las poblaciones de Tepic y Huaynamota se encuentran en su mayor parte en zonas semicálidas, sus tipos de clima son A(C) y Aw.

Ictiofauna.

Los peces son un grupo de fauna bien representado en el área. Como familias neárticas se encuentran: los Boquinetes o Chuimes (Catastomidae) y las carpas (Cyprinidae). Como familias neárticas transicionales están los bagres (Ictaluridae). Familias de origen neotropical exclusivas: las sardinitas (Characidae). Familias neotropicales transicionales como los gupis (Poeciliidae) y las mojarras nativas (Cichlidae). Familias que son compartidas entre ambas regiones como las carpas con dientes (Ciprinodontidos) son los grupos que más caracterizan la cuenca baja del río Santiago (Alvárez y Lachica, 1974; Guzmán, 1990a).

Pesca.

La pesca de la Presa Aguamilpa representa 77% de la producción pesquera en agua dulce del estado de Nayarit. Al respecto, Ulloa y colaboradores (2006) mencionan:

“Los registros oficiales disponibles datan de 1993, año en que se contabilizó una producción inicial de 36.8 toneladas, al año siguiente la producción ascendió a 904.4 toneladas y posteriormente fue descendiendo año con año hasta 1998 con una producción de 310.8 toneladas, pasando este año la producción se ha incrementando gradualmente y para el año 2000 se obtuvo un registro de 832.4 toneladas. Este incremento ha sido producto de la implementación de vedas parciales acordadas entre autoridades pesqueras y los pescadores y de algunos programas de repoblamiento efectuados particularmente en el año 2001, cuando se sembraron aproximadamente medio millón de crías de Tilapias de variedad Sterling.

Las capturas de especies de agua dulce en el estado de Nayarit se incrementaron a partir de 1984, y se obtuvo, en el periodo 1984-1993, un promedio de 500 t/año. Sin embargo, para el periodo 94-95 creció más su producción para obtener en promedio 796.25 ton/año, debido a que a partir de 1994 comenzó a registrarse la captura de la presa de Aguamilpa.

Fig. 2. Captura total y por especies de agua dulce del Estado de Nayarit.

(Fuente: Orbe, et al, 1998a).

En la grafica se puede observar cómo la producción estatal se ve incrementada en relación con el comportamiento de la producción de la presa Aguamilpa. Cabe hacer notar que las estadísticas de producción pesquera mezclan la información de las mojarras marinas con las mojarras de agua dulce, como lo es la tilapia. El éxito de la tilapia, como lo han mencionado algunos autores (Morales, 1991), se debe a su capacidad de soportar ambientes estresantes y a su amplio espectro trófico. La presa Aguamilpa no es la excepción, ya que la tilapia ocupa 96% de la captura total del embalse.

Figura Nº 3. Producción pesquera de la Presa Aguamilpa, Nayarit (1993-2007).

Fuente: CoNaPesca, 2006 y 2008.

Figura Nº 4. Presa Aguamilpa. Producción mensual de Tilapia en el año 2003.

(Fuente: CoNaPesca, 2005)

Pescadores.

En la Presa de Aguamilpa se encuentran registradas 44 uniones de pescadores y 10 permisionarios. Del total de pescadores (922), 92.23% pertenecen a la Unión Campesina de Ejidatarios Independientes (UCEI), los cuales habitan en las comunidades indígenas que rodean la presa, mientras que 7.77% son pescadores de pueblos cercanos a la presa. Ambos obtienen una tasa de captura de 0.71 t/pescador/año. Por otro lado, 58.78% (fig. 9) de las embarcaciones pertenecen a los pescadores miembros de la Unión de Pescadores (UCEI), mientras que el resto (41.22%) pertenecen a pescadores de otras comunidades no indígenas. Si se divide la producción de la presa entre el número de embarcaciones se obtiene una tasa de captura de 2.11 t/embarcación /año. Más de la mitad del total de artes de pesca (59.43%) pertenecen a pescadores de la UCEI, el resto a los demás pescadores, y presentan una tasa de captura de 0.16 t/red/año.

Población Ribereña.

Los municipios colindantes a la Presa Aguamilpa son cuatro: La Yesca, El Nayar, Santa María del Oro, Samao y Tepic. Las poblaciones ribereñas aledañas a la Presa Aguamilpa y al río Santiago son 20, comunidades localizadas en los municipios del Nayar, Samao y Tepic, cuyo número total de habitantes en el censo de 1996 fue de 5 087. La proporción entre la población de las cinco comunidades indígenas y los 15 ejidos es de 1 a 5.

Cuadro 1. Población Ribereña en el área de influencia de la Presa Aguamilpa.

Fuente: INI, 1996; Orbe et al, 2002).

La tenencia de la tierra al nivel de agua máximo extraordinario (NAME) de la presa es de 11 477.29 has, las cuales fue necesario enajenar en favor de la Comisión Federal de Electricidad.

El Impacto Ambiental.

El impacto ambiental es el efecto causado por las acciones del hombre sobre el ambiente, con la característica de que este efecto debe ser negativo, perjudicial, no previsto o no deseado y en ocasiones, desconocido para el proyectista o el que realiza la acción. Dicho impacto puede ser tratado como un cambio estructural y funcional de los factores ambientales a través del tiempo y por causa de intervenciones humanas; así, quedará constituido tanto por los cambios en las características ecológicas o impacto ecológico, como por los aspectos que caen en los impactos socioeconómicos y culturales del ambiente humano, que van en detrimento de la productividad de los ecosistemas y de su capacidad de amortiguación de procesos degenerativos y que impiden el desarrollo, al disminuir la calidad de la vida. Se excluyen los efectos positivos de las obras ya que caen dentro de las intenciones esperadas con las modificaciones del ambiente, marcadas en el desarrollo de los proyectos; si son imprevistos o positivos para el hombre, caen dentro del contexto de factor condicionante de la existencia y conservación del mismo (Medina, et al., 1976).

Los efectos sobre la pesca.

La calidad del Agua. Las presas sirven como sistemas de autodepuración de las condiciones físico-químicas del agua, esto es, que las mejoran notablemente, al atrapar los sedimentos y llevarse a cabo procesos biogeoquímicos que en las condiciones del río no se daban. Además, por el sistema de uso del agua en la operación de los proyectos hidroeléctricos, ya que toman el agua superficial (Epilimnion) para mover las turbinas. Esta agua es la de mejor calidad, ya que las aguas profundas (Hipolimnion) se mantienen en la presa con una mayor degradación.

El gasto hidráulico. Las obras hidráulicas producen cambios en los patrones anuales del gasto y por tanto cambios en la velocidad de la corriente; hay embalsamiento, protección de inundaciones y construcción de redes de canales y drenes. Todo esto causa cambios profundos en los ambientes naturales, pues cuando la biota regional no constituye ecosistemas con organismos evolutivamente adaptados y con flujos energéticos equilibrados que permitan amortiguar esos cambios, se presentan los consecuentes daños a los organismos nativos y al equilibrio natural. Otro aspecto en el cambio del gasto hidráulico, es que de ser estacional (época de lluvias) ahora se vuelve regular a lo largo de todo el año, de acuerdo con la operación hidráulica de la presa.

Las inundaciones. En torno a las inundaciones se tiene aspectos positivos y negativos. Dentro de los primeros, al quedar regulado el gasto por la presa, los daños producidos por las inundaciones quedan bajo control e incluso puede llegar el grado de que sean eliminados totalmente o al menos de reducirlos considerablemente. Por el contrario, esto permite incrementar la frontera agrícola sobre antiguas áreas de inundación e incluso sobre la vegetación palustre o de manglar. La fertilidad que ocasionan las inundaciones en los sistemas naturales, tales como los humedales, se verían notablemente restringidos, con la pérdida gradual de estas zonas.

Los sedimentos. La erosión produce deslaves y azolves en cauces de corrientes y en vasos de almacenamiento, disminuye la vida útil de las presas; además, el arrastre del suelo va acompañado de una degradación en la calidad del agua, al aumentarse su turbidez así como el incremento de nutrientes que propicia la eutroficación en el embalse. La cortina retiene los sedimentos y, aguas abajo, la aportación de sedimentos en las llanuras de inundación y en la plataforma continental marina, que son severamente afectados, y ocasionan una disminución en la productividad biológica y un desequilibrio en la remoción - depósito de los mismos.

La salinidad. La disminución del gasto hidráulico ocasiona que la energía opuesta por él a las cuñas salinas en la zona estuarina se vea mermada, permitiendo la mayor penetración de aguas salobres, que por una parte incrementan la penetración de especies marinas a la zona del estuario; también incrementan la salinización del manto freático y de los suelos, tanto con efectos nocivos para uso agrícola, como efectos positivos sobre los humedales salobres (manglares).

Aspectos ambientales.

La construcción de presas repercute tanto en las comunidades de organismos, como en las variables del medio ambiente. Las modificaciones del hábitat pueden interferir en las relaciones equilibradas de los organismos. Uno de los efectos notables es el de favorecer a determinada especie y convertirlas en problemas, y disminuyendo otras, lo que sucede más fácilmente cuando se introducen especies extrañas. Las relaciones e interacciones de los componentes bióticos del ecosistema son determinadas por una larga historia evolutiva de ajustes mutuos. Cualquier acción humana puede afectar el punto de equilibrio, al cambiar la magnitud o la dirección de los flujos de energía y puede también reflejarse sobre el hombre mismo, según la naturaleza y magnitud del impacto, que puede ocasionar un aumento exagerado en cierta dirección, favoreciendo a una o pocas especies, en detrimento de las demás (Contreras, et al., 1976).

Es fácil que los impactos ambientales intensos reduzcan el tamaño de las poblaciones de cada especie, al grado de impedir que el grueso de la población no se reproduzca lo suficiente para compensar la pérdida de individuos. En cualquier caso, la supervivencia de las especies es amenazada con el riesgo, inclusive, de llegar a la extinción. Los fenómenos biológicos que se presentan en las poblaciones pueden usarse como indicadores del equilibrio dinámico entre los factores físicos y bióticos de los ecosistemas. Los cambios en las poblaciones causan efectos que ocasionan retrasos en las etapas sucesionales primarias y secundarias, representadas muchas veces por la aparición de especies problema, con abatimiento de la productividad y alteraciones físicas consecuentes. La información acerca de la población en cada una de las especies, o de las especies clave, dará la pauta para planear su conservación, de acuerdo con el interés o su importancia (Medina, et al., 1976; Alvarez del Toro, 1975).

Los efectos que las obras hidráulicas pueden producir en los ecosistemas se basan en las alteraciones de los patrones estructurales y funcionales, así como en la intensidad de los cambios y en la capacidad de amortiguamiento. La protección adecuada de los ecosistemas se fundamenta en el conjunto de poblaciones y en sus relaciones con los factores físicos. Otros criterios usados para proteger los ecosistemas son los que se refieren a equilibrios artificiales locales de poblaciones utilizadas directamente por el hombre. En este aspecto son importantes los análisis integrales y comparativos en el tiempo, de tal forma que se detecten los cambios fundamentales y los puntos críticos para la conservación del ecosistema.

En general, entre los indicadores del impacto en los cuerpos de agua se encuentran los cambios en las poblaciones de peces y la invasión de malezas acuáticas. Los cambios en las poblaciones de peces se deben a la introducción de especies exóticas, a la imposibilidad de migraciones y a la dispersión natural causada por barreras en las corrientes tales como presas, cambios en la calidad del agua, reducción en los gastos aguas abajo de las presas y modificación en el caudal de los manantiales a causa de la sobre explotación. Estas modificaciones ocasionan la destrucción de recursos pesqueros, la desaparición de especies de algún interés económico, cultural o científico y desequilibrios ecológicos generales.

La invasión de las malezas acuáticas es un reflejo de cambios o desequilibrios ecológicos; dichas malezas obstaculizan el flujo en canales, drenes y turbinas, impiden la navegación, aumentan la evaporación y azolves, reducen o eliminan la productividad fitoplanctónica y provocan cambios generales en las condiciones físicoquímicas del agua. Las actividades humanas producen cantidades considerables de aguas residuales que necesitan ser dispuestas en forma adecuada ya que, por sus condiciones fisicoquímicas, al quedar sujetas a diluciones con cuerpos de agua, pueden limitar o impedir los usos posteriores y eliminar otros recursos (Medina, et al., 1976). Corf y colaboradores (1977), elaboran una matriz de impactos sobre el medio ambiente acuático, así como el efecto que tienen dichas actividades sobre diversas variables ambientales (temperatura, oxígeno, pH, salinidad, sedimentos, nutrientes, metales pesados, tóxicos, basura y salud).

Presa Aguamilpa. En relación con la calidad del agua, el problema que enfrenta el vaso de la presa en el corto plazo es la enfermedad de los embalses jóvenes, que se presenta por la degradación de la materia orgánica proveniente de la cubierta vegetal en descomposición en el fondo de la presa. El periodo de lluvias estacional y el gasto hidráulico, producto de la operación de la presa, ocasionarán una seria dificultad para la implantación de vegetación acuática ribereña y palustre, debido a los grandes cambios de nivel, propiciando un erosión moderada en las riberas descubiertas, entre los niveles ordinarios de mínimo (NAMINO = 190 m snmm) y máximo de llenado (NAME = 220 m snmm).

El sedimento producto de la erosión de la cuenca aguas arriba se irá acumulando en el fondo de la presa y conjuntamente con la degradación de la materia orgánica vegetal, determinara la capa anóxica (sin oxígeno) y abiótica (sin vida) del embalse, limitando con ello la capacidad productiva del mismo. Respecto a la fauna acuática, principalmente los peces, se ha tratado a lo largo del trabajo el efecto sobre las comunidades típicamente lóticas que tenderán a desaparecer en el cuerpo del embalse o a reducirse drásticamente. En cambio las especies lénticas incrementarán sus poblaciones creando un desequilibrio inicial, que con el tiempo se va estabilizando. El caso de las especies migratorias que no pueden sortear el obstáculo que representa la cortina de la presa, desaparecerán irremediablemente, no sólo del vaso sino también de los ríos y arroyos tributarios donde habitualmente viven.

Durante el llenado la pesca comercial es afectada tanto por las modificaciones a las especies como por la pérdidas de zonas de embarcadero y de pesca tradicionales, en tanto no se regularicen las nuevas líneas de playa de la presa. En la medida que se estabilicen las comunidades acuáticas, las especies de importancia económica que se benefician con el embalse, incrementarán lentamente sus poblaciones hasta niveles de captura comercial. Paralelamente, los pescadores, por su propia iniciativa, se irán incrementado y en un proceso de interacción de algunos años, se podrá establecer una pesquería mínima artesanal. La acuicultura no existe en el área y difícilmente puede establecerse sin un programa técnico adecuado.

Pie de Sierra. En esta parte del río, la calidad del agua, mejorará significativamente con la operación del proyecto hidroeléctrico, al utilizar el agua subsuperficial del embalse, ya que es la más sana en cuanto a oxígeno y ausencia de sedimentos. Respecto al gasto hidráulico, esta zona estaría sometida a las pulsaciones hidráulicas del programa de operación, siendo la zona más afectada por este mecanismo, ya que estaría directamente aguas abajo de la cortina y prácticamente no tiene grandes aportaciones de los tributarios para amortiguar este efecto. La aportación de sedimentos en esta área estaría dada por la erosión local únicamente y por la aportación de los tributarios, ya que la mayor parte de los sedimentos quedan atrapados por la presa. La fauna acuática, en especial los peces, se verá seriamente alterada por las pulsaciones de la operación de la presa, que implica grandes variaciones del nivel y del gasto, afectando el establecimiento de comunidades de organismos. La pesca en esta región ha sido muy limitada y de carácter artesanal o de subsistencia, y siendo esta actividad sobre los organismos más grandes de los sistemas acuáticos, será afectada por las fluctuaciones del nivel y del gasto hidraúlico, al igual que la fauna acuática, por lo tanto no deben esperarse grandes rendimientos pesqueros. La acuicultura de agua dulce no existe en la zona y es difícil de realizar proyectos de esta naturaleza por lo accidentado del terreno.

Lomeríos de la Planicie Costera. En general la calidad del agua, en esta parte del río Santiago, será similar a la parte antes mencionada de las estribaciones; las modificaciones que pueda tener en cuanto a la calidad, dependerán de las aportaciones de los arroyos tributarios. La presencia de la presa del Gileño en esta parte del río, aún cuando de menor tamaño, volverá a mejorar la calidad del agua. En cuanto al gasto hidráulico, el efecto de las pulsaciones del gasto por efecto de la operación serán menos bruscas que en el tramo anterior; la presa del Gileño hará más regular el gasto. Al igual que el tramo anterior las aportaciones de sedimentos serán provistos por las cuencas locales que drenan en esta parte, más las aportaciones del tramo anterior, y menos la mínima retención por la presa del Gileño y de los sedimentos que salen por efecto de la operación del distrito de riego. La fauna acuática tendrá mas oportunidad de estabilizarse, a medida que se aleje de la primera parte del río después de la presa, en la medida que los pulsos del gasto se vengan minimizando. Al igual que el tramo anterior, la pesca es incipiente pero a semejanza de lo mencionado para la fauna acuática en general, se considera que la pesca gradualmente podrá incrementarse a partir de esta sección del río. La pesca en la presa del Gileño se incrementará ligeramente como mejoría de la calidad del agua. Dado su pequeño tamaño sus rendimientos serán pequeños. No hay actividades de acuicultura y las condiciones del terreno no son propicias para proyectos de gran escala.

Planicie Costera: Curso Semirecto. Si bien la calidad del agua ha venido mejorando por el efecto de autodepuración de las presas de Aguamilpa y del Gileño, en menor grado, las aportaciones de los tributarios que pasan ya por zonas agropecuarias y de las primeras poblaciones asentadas en la Planicie Costera, la calidad del agua tendrá un mayor nivel de degradación. Las fluctuaciones en el gasto hidráulico, debido a la operación, tenderán cada vez a ser menos extremas. Las inundaciones extremas anteriores a la realización del P.H. Aguamilpa, alcanzaban esta parte del río, con gastos de 5 500 m3/s. La capacidad de retención de la presa, de las grandes avenidas, hará que al menos el periodo de retorno sea más amplio. La aportación de sedimentos se irá incrementando por el drenado de las cuencas de los tributarios. En esta porción del río que cambiaba de nivel estacionalmente con el estiaje y las lluvias, la operación de la presa permitirá mantener un nivel de agua más estable, a lo largo del año, por lo que la fauna tendrá también cambios en su estructura original. La pesca, por el efecto antes mencionado, podrá tener una mayor regularidad a lo largo del año, dependiendo de la productividad natural de esta parte del río, que será modificada por las alteraciones al aporte de sedimentos. No existen actividades de acuicultura, pero la topografía más suave, permitirá ya el desarrollo de la misma.

Planicie Costera: Curso Meándrico; Zona Limnética. La calidad del agua vendrá deteriorándose en la medida de que el río reciba las aportaciones de tributarios, los retornos o lavados de suelos agropecuarios y las descargas municipales agroindustriales. Aunado a esto, la erosión por la desforestación de las subcuencas y por la falta de protección en las márgenes del río y tributarios. Tal y como se ha venido mencionando, el patrón de pulso del gasto hidráulico, se va regularizando a medida que se aleja más de las presas. En esta parte del río los cambios debidos a estos pulsos serán mínimos. El patrón estacional de las inundaciones cambiara drásticamente de acuerdo al nuevo sistema de operación, las inundaciones máximas tendrán un tiempo de retorno mucho más amplio del que históricamente tenían. Los sedimentos que se aportan provendrán de las escurrimientos locales. Por esta razón la fertilización natural de los suelos asociada a las inundaciones y a los sedimentos será menor, por lo cual los suelos agrícolas y ganaderos se verán afectados en el corto o mediano plazo.

Los agricultores necesitaran el uso de fertilizantes químicos para compensar esta pérdida. Las zonas bajas con áreas inundadas de manera semipermanente (durante varios años) irán desapareciendo y serán utilizadas para actividades agropecuarias o urbanas. La cuña salina aumentará su penetración (distancia) y su permanencia (duración) en el río, y los limites anteriores a la operación se moverán hacía esta zona, con un efecto posible sobre el incremento de la salinización de las tierras agropecuarias inmediatas. La ictiofauna en la porción mas baja de este tramo puede modificar su composición, de una fauna típicamente limnética a una fauna limnética con elementos estuarinos, por el incremento en la penetración y permanencia de la cuña salina en esta zona.

Las especies migratorias tendrán más tiempo de realizar sus movimientos, dado que los niveles de agua y el gasto hidráulico serán más estables y regulares a lo largo del año. La pesca se verá beneficiada dado que las especies estuarinas son de mayor valor que las limnéticas, es posible que se incremente por ello la población de pescadores o bien que los pescadores de la zona estuarina se muevan a estas áreas. No hay proyectos de acuicultura en la zona, aún cuando ya presenta altas posibilidades, al estar sujeta a un mayor control de las inundaciones.

Planicie Costera: Curso Meándrico; Zona Estuarina. La calidad del agua que se vino degradando a partir de aguas abajo de las presas por las diversas aportaciones al río, mejora significativamente por la presencia y mezcla con el agua marina mas sana, que en términos generales tiene una temperatura mas baja y una mayor concentración de oxígeno disuelto que la aportada por el río. La presencia de la salinidad es muy importante en los aspectos sanitarios; al mezclarse tiene un efecto de autodepuración de los mismos, ya que muchos de los elementos nocivos no sobreviven a la presencia del agua salada. Las fluctuaciones del gasto hidráulico en este tramo del río son ya imperceptibles, se mezclan con los cambios de nivel producto de las mareas. Siendo la parte más baja del río, las inundaciones serán afectadas por la operación de la presa, pero en menor grado que en las otras zonas del río, por lo que el tiempo de retorno cambiará menos. La fertilización de los suelos por las inundaciones y los sedimentos al igual que lo antes mencionado, va a cambiar pero en menor grado que en las áreas anteriores.

Los sedimentos que finalmente aportará el río a la planicie costera inmediata serán mucho menores que antes del llenado u operación de la presa, por la retención de los mismos. Los efectos en el ambiente marino serán un desequilibrio entre los sedimentos aportados por el río y la erosión marina, por lo que la erosión marina continuará y se llevará sedimentos ya consolidados de las playas, erosionando las mismas en búsqueda de ese equilibrio, por lo que se puede hablar de pérdida futura de playas, no sólo en la desembocadura sino al norte o al sur de la misma, que en un momento dado puede afectar instalaciones (puertos) o áreas naturales (esteros o lagunas). La cuña salina tendrá una mayor influencia ya que al eliminarse los grandes gastos estacionales durante las lluvias, tendrá una mayor presencia a lo largo del año. Si bien ahora, en el estiaje, el río tendrá un gasto mayor al que tenía anteriormente, por lo que la cuña salina retrocederá y será menor en esta época. Al modificarse el patrón hidráulico del estuarino en función del nuevo gasto, tanto en volumen, en periodicidad como en estacionalidad, las comunidades faunísticas serán afectadas en su composición y abundancia, no fáciles de predecir.

Durante un tiempo se observarán fluctuaciones en los patrones de estas comunidades, hasta que nuevamente lleguen a estabilizarse, en un tiempo difícil de determinar. La pesca ligada a los fenómenos antes mencionados tendrá también un periodo de ajuste, al cambiar la abundancia (aumento o disminución) de algunas especies comerciales e incluso la presencia de estas especies, o de nuevas especies que llegan a colonizar los nuevos espacios de los ambientes modificados.

La acuicultura estuarina no existe en la zona de influencia del río, los proyectos en desarrollo en la zona inmediata al sur del río han implicado alteraciones graves tanto en las zonas de manglar, de gran importancia ecológica, por el puro uso de los terrenos, como por la modificación de los patrones hidráulicos de escurrimiento.

Conclusiones.

La actividad pesquera en la cuenca baja del río Santiago, tanto en la zona original del P.H. Aguamilpa, como en la porción baja hasta la desembocadura del río, es una actividad económica precaria, con un carácter de subsistencia o artesanal, muy dispersa y eventual, que involucra sólo a una pequeña porción de la población económicamente activa de la región, hecho que la hace difícil de cuantificar. El río Santiago, en su porción estuarina, presenta una mayor actividad pesquera en dos aspectos; opera como un punto de desembarque de una flotilla de lanchas que laboran en la zona costera marina inmediata y utilizan únicamente el río como puerto; el segundo, como un grupo de pescadores que operan directamente en esta zona.

La dificultad de separar cuantitativamente a estos dos grupos radica en que pertenecen a la misma organización pesquera, y dependiendo de los recursos a su disposición como lancha, redes y motor, operan en una u otra zona. La actividad acuícola no existe como tal en el río Santiago, en su cuenca media o baja. En términos generales los cambios que genera el P.H. Aguamilpa serán más favorables que perjudiciales: los embalses son más productivos que los ríos, dado que la presa en operación puede soportar una pesquería mucho más importante que la que actualmente se realiza. Las especies migratorias serán afectadas en sus desplazamientos por la cortina de la presa.

El gasto hidráulico más regular permite una mayor estabilidad en el río y esto beneficia a las especies comerciales que viven en él, o bien las especies marinas que penetran por la boca del mismo. El control de las inundaciones permitirá el uso de las zonas ribereñas para el desarrollo de proyectos acuícolas, aún cuando la frontera agropecuaria puede invadir las zonas de manglar. La aportación de los sedimentos tanto a las llanuras de inundación como a la plataforma marina adyacente, disminuirá la fertilidad de estas áreas. La erosión marina será mayor en las playas. La cuña salina se incrementará en la zona estuarina hacia aguas arriba del río y por lo tanto hará posible la extensión del ambiente estuarino para un mayor número de especies comerciales. Por otra parte el problema de salinización de las tierras puede incrementarse, aunado a la destrucción del manglar, lo que implica una pérdida de hábitat y zona de crianza para numerosas especies de importancia pesquera: crustáceos, moluscos y peces.

Bibliografía.

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