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ESTUDIOS DE LA CUENCA DEL RÍO SANTIAGO: UN ENFOQUE MULTIDISCIPLINARIO

Salvador Peniche Camps y Manuel Guzmán Arroyo




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LA CONTAMINACIÓN EN EL RÍO ZULA

M. en C. Juan Alfredo Morales Del Río

M. en A. Nicolás Ramírez Lara

Profesores del Departamento de Ciencias Tecnológicas

M. en A. Francisco Javier Salcedo Olide

Profesor del Departamento de Ciencias Básicas

Centro Universitario de la Ciénega

En este artículo los autores hacen un diagnóstico ambiental muy general sobre la problemática de la contaminación que en la actualidad afecta al río Zula y sus afluentes. Además, se analizan los efectos que han causado los diferentes contaminantes en la fauna existente en dicho río.

Introducción.

El llamado Río Zula y sus afluentes sufren en la actualidad una creciente contaminación debido principalmente a varios factores que se han venido acumulando en los últimos veinte años, a lo largo de su cauce. Entre los agentes que podemos mencionar se encuentran las descargas directas de aguas negras municipales e industriales, las aguas de retorno agrícola, los desechos sólidos y líquidos que se descargan al río de manera clandestina, la tala incontrolada de árboles localizados muy cerca de la corriente del mismo y algunas otras fuentes menores de contaminación que se sabe contribuyen al ecocidio del río Zula.

De acuerdo con una entrevista publicada en la Gaceta Universitaria y realizada para la maestra Adriana Hernández García1 por Luís Eduardo Carrillo2, la contaminación industrial generada en Ocotlán es causada por varias fábricas de productos lácteos, las que arrojan sus aguas al drenaje municipal, el cual desemboca en el río Zula. Es sabido que en la mayoría de los casos, los residuos líquidos que desechan las fábricas de productos lácteos llevan grandes cantidades de suero de leche, el cual contiene altas concentraciones de lactosa. Según Albert L. Lehningher3 la lactosa es un compuesto disacárido cuyo nombre químico es O-β-D-galactopiranosil-(1→ 4) –β – D – piranósido que se encuentra en la leche, pero no existe en ninguna otra fuente natural; se ha comprobado que este compuesto se encuentra presente en las aguas del río Zula. El suero de leche disminuye el valor del pH y acidifica el agua más de lo normal, situación no propicia para las plantas y peces que dependen del mismo.

Otro problema que padecen los habitantes de la zona cercana al río Zula es el estancamiento de las aguas, que genera gran cantidad de mosquitos y de olores desagradables, sobre todo en la temporada de sequía, cuando el río no lleva un importante caudal de agua en su corriente.

Antecedentes.

La importancia de un río.

Es sabido que los ríos son una de las manifestaciones más visibles del ciclo del agua. La humedad que se evapora en el mar se concentra en forma de nubes, que más tarde se condensan y desprenden el agua acumulada ya sea en forma de precipitación líquida (lluvia) o bien en forma sólida (granizo).

Una parte de esas nubes descarga su agua sobre el mar pero otra, arrastrada por los vientos, lo hace sobre tierra firme. Ya sea en forma de lluvia o de granizo, el agua empapa la tierra; después un determinado porcentaje pasa a formar parte de la materia vegetal y el resto acaba aflorando a la superficie, donde forma pequeñas corrientes. Otra parte se escurre directamente por la superficie. La suma de muchas de estas corrientes confluye y da origen al río.

En otras ocasiones, el proceso de confluencia tiene lugar en el interior de la tierra y si las condiciones de composición química del terreno lo permiten, la acción de la erosión física y química provoca que se formen grandes ríos subterráneos, que acaban por aflorar a la superficie.

El río es, por consiguiente, una manifestación de uno de los principales ciclos de la materia dentro del ecosistema, el del agua. Este elemento esencial para la vida circula por varios territorios, pasando de un estado casi puro -cuando se precipita en forma de lluvia o al surgir de un manantial de montaña- hasta otro, ya en el seno del medio fluido del río, en que lleva en solución una gran cantidad de sales minerales. Un río no sólo lleva la vida en sus aguas sino que contribuye a que florezca en aquellas zonas por las que discurre.

El medio fluvial del río.

La corriente es un factor esencial en un río. Su intensidad varía en función del tramo de que se trate y, por consiguiente, también su acción erosiva. La composición química y el grado de oxigenación son otros dos factores importantes para los organismos vivos y ambos dependen de determinada anchura del río: mientras más angosto sea el tramo, la velocidad del agua que circula será mayor que la correspondiente a un tramo de río más ancho, ya que el flujo (cantidad de agua) que pasa por el río en un cierto tiempo deberá de permanecer constante.

Por otra parte, se sabe que en el curso alto, llamado también corriente arriba, el agua sólo llevará disueltos los minerales propios de la roca por donde discurra o del terreno donde haya nacido. Lo contrario sucede en las tierras bajas o corriente abajo, donde hay tiempo suficiente para que la química actúe sobre el lecho del río, recibiendo además aportes numerosos de su entorno. En la Tabla 1 se muestran las dimensiones mínimas de las partículas que son arrastradas por la corriente en el fondo de un río. Se observa en esta tabla que a medida que la velocidad de la corriente es mayor, se arrastran partículas de un mayor diámetro, lo cual determina su depósito en el fondo del río y el hecho de que algunos seres vivos se encuentren en mayor o menor proporción en ciertos tramos.

Tabla 1. Dimensiones mínimas de las partículas del fondo del río para no ser arrastradas por la corriente.

Velocidad de la corriente (cm/seg)Diámetro (mm)100.2251.3251.35057511100201504520080300180Tomada del Atlas de Ecología, Cultural de Ediciones, S.A., Madrid España 1995, p. 92.

Se sabe que las distintas especies que pueblan un río son a veces muy sensibles a estas condiciones, quedando entonces limitadas a determinadas áreas o cursos muy concretos. Estos organismos actúan entonces como bioindicadores, que sirven para señalar la calidad de las aguas y que en los métodos biológicos de detección se utilizan para comprobar el estado de salud de los cursos fluviales.

La presencia de sales disueltas, llamada salinidad, es un elemento de vital importancia para los organismos, y constituyen una barrera infranqueable para muchos de ellos. Su valor oscila entre casi el cero en los manantiales o nacimientos de algunos ríos en las montañas hasta valores inadecuados para la vida como en algunas lagunas salitrosas que es común encontrar en regiones desérticas.

De entre las comunidades presentes en un río cabe mencionar principalmente la bentónica del fondo, que en ocasiones se ve protegida por la corriente, y las que viven directamente en ésta y que muchas veces son arrastradas aguas abajo. Por ese motivo es difícil hablar de un plancton fluvial, que sólo en algunos tramos del curso bajo puede aparecer. Se sabe que aunque la corriente arrastre una serie de organismos en suspensión, estos no constituyen comunidades estables a las que puedan designarse como planctónicas, siendo su presencia sólo ocasional y efímera en los distintos tramos, sin presentar tampoco los ciclos y las sucesiones que se dan típicamente en las comunidades biológicas en sus orillas, que guardan una relación variable con el propio curso.

Cabe destacar que aquí es donde resultan importantes muchos de los árboles y el bosque que se encuentran a la orilla de los ríos y que en áreas generalmente áridas son un auténtico refugio para la fauna.

El río Zula.

La llamada sub-cuenca del río Zula se localiza al noreste de la capital del estado de Jalisco, pertenece territorialmente a los municipios de Arandas, Atotonilco El Alto, Tototlán y Ocotlán, y forma parte de la cuenca Lerma-Chapala-Santiago. Esta última es la más importante de la región de la Ciénega.

El río Zula se encuentra entre las siguientes coordenadas geográficas:

Latitud: 20° 15´ y 20° 35´ y longitud: 102° 40´ y 102° 25´

Su nombre original es “Río Colorado de Zula”. Es el más importante de la Zona Metropolitana de Ocotlán, Jalisco; cruza la ciudad en la parte sur e irriga una gran parte del territorio asignado al municipio del mismo nombre.

El río Zula nace en el municipio alteño de Arandas, Jalisco, al juntarse los arroyos llamados “Las Tinajas” y “Edificios” para formar un río de temporal llamado “Lagunazo”, que aguas abajo cambia su nombre por el de río Tule, el cual conserva hasta que llega a una ranchería antiguamente llamada “de Sánchez”, a partir de la cual toma el nombre de río de los Sánchez y sus aguas se vuelven permanentes. Poco más adelante este río recibe el afluente denominado río Gachupin, procedente también de Arandas, sigue su curso y pasa por la ciudad de Atotonilco El Alto, en donde se le une un arroyo que viene del balneario denominado “Los Chorritos”. En Atotonilco, al río Zula se le conoce con el nombre de “Los Sabinos” debido a la abundancia de este tipo de árboles en su orilla. En esa población, a un costado del río, se encuentra un parque regional llamado “Los Sabinos” (Ver figura 1).

Figura 1. Parque Regional “Los Sabinos en Atotonilco El Alto, Jal.

(Foto tomada por Alfredo Morales Del Río)

Posteriormente pasa por el municipio de Tototlán hasta llegar a la población de San Martín de Zula, ya en el municipio de Ocotlán, donde toma el nombre de Río Zula, el cual conserva hasta que termina como afluente del Río Santiago en la ciudad de Ocotlán, colindando con el municipio de Poncitlán. Según datos de la Semarnat, en Jalisco, el río Zula tiene una longitud aproximada de 160 kilómetros.

A lo largo de las diferentes estaciones se desconoce con exactitud el cauce que lleva el río Zula desde su nacimiento en el municipio de Arandas hasta su desembocadura en el río Santiago, en el municipio de Ocotlán, debido a que, como casi todos los ríos mexicanos, el Zula lleva diferente volumen de agua en las épocas de lluvia y de secas, a lo cual hay que añadir las obras de retención de agua para irrigación que se efectúan en los diferentes municipios. A esto debemos agregar la situación creada por la deforestación y la erosión del suelo en los municipios de Arandas, Atotonilco El Alto y Ocotlán. Todo lo anterior produce un mayor escurrimiento superficial así como la disminución de la infiltración del agua de lluvia en los distintos terrenos.

El municipio de Ocotlán cuenta con terreno cuaternario, compuesto de suelo aluvial, suelo residual, suelo lacustre, roca sedimentaria, arenisca-toba y arenisca-conglomerado. El terreno donde se asienta la ciudad de Ocotlán es una llanura de origen aluvial con una pequeña zona de roca sedimentaria, de tipo arenisca, localizada al norte. Asimismo en los cerros aledaños que bordean las llanuras se encuentran rocas ígneas de tipo basalto, en las que se detectan fallas y fracturas geológicas. Se encuentran, además, lugares de extracción de material para la fabricación de ladrillo, dentro de la mancha urbana de Ocotlán.

La mayor parte del municipio es plana, existen algunas lomas y laderas; y una pequeña parte de tierras accidentadas y cerros con bosques. La ciudad de Ocotlán se ubica en terrenos planos, con pendientes menores a 5%, por lo que presenta condiciones favorables al desarrollo urbano, con la salvedad de algunas zonas que, por escaso drenaje natural, son susceptibles de inundación. La topografía abrupta con pendientes mayores a 15% se localiza al norte y sureste del área de aplicación, correspondiendo a las elevaciones de la Mesa de los Ocotes y el cerro El Gomeño. Aquella, situada al norte de la cabecera municipal, es la principal elevación, con una altura de 1,830 metros. Le sigue en importancia el cerro La Luz, ubicado al noroeste de la cabecera municipal, con una altura de 1,790 metros sobre el nivel del mar.4 La precipitación media anual en el municipio de Ocotlán es de 810 mm con una máxima anual extraordinaria de 1146 mm y una mínima de 251,1 mm. La máxima promedio ocurrida en 24 horas es de 52.2 mm, en la estación lluviosa de los meses de julio a septiembre.

Debido a la sequía en el Río Zula la mayor parte del año, pues solamente fluye una gran cantidad de agua en la época de lluvias, el fenómeno de concentración de contaminantes es mayor, pues existe una menor cantidad de agua circulando por su cauce. El área del municipio de Ocotlán pertenece a la gran cuenca Lerma-Chapala-Santiago, región hidrológica Lerma-Santiago en donde se localizan el río Zula y el río Santiago. Este nace en el Lago de Chapala y es el eje de la gran cuenca y límite intermunicipal. En lo que respecta al río Zula, éste recoge la mayoría de los escurrimientos del área y de la ciudad, corre de noreste a suroeste y cruza Ocotlán para tributar al Santiago. El parteaguas entre las cuencas del Zula y del Santiago pasa por la ciudad originando con esto que los terrenos al este del Santiago descarguen al río Zula. De acuerdo con datos del INEGI, se sabe que existió un llamado canal de Ballesteros que comunicaba al río Santiago con el río Zula (Ver figura 2). Este canal se secó por haberse tapado la entrada de agua, la cual se encauzó por el lecho natural del Zula hasta desembocar en el Santiago, y el lugar fue poblado por habitantes de la ciudad de Ocotlán.

Figura 2. El río Zula y el río Santiago y el Canal Ballesteros.

Mapa vectorial base: INEGI, 1997.

Además se localizan tres presas al noreste del área y escurrimientos estacionales en la misma.

El río Zula desemboca en el río Santiago, muy cerca del nacimiento de éste en el lago de Chapala, sin embargo, debido a la represa que hay río abajo del Santiago, aporta agua al lago cuando la represa se encuentra cerrada. (El lago cumple la función de regular el clima de la zona).5

Ya que los substratos acuíferos son la fuente de abasto, la superficie total del municipio ha sido decretada por la Comisión Nacional del Agua como Área de Veda para fines de extracción del líquido.

El mencionado Canal de Ballesteros fue construido hace varias décadas para para controlar, junto a otras obras en poblaciones cercanas, los flujos y niveles del Lago de Chapala.

Las inundaciones en terrenos ocupados son frecuentes en algunas zonas localizadas al norte de la ciudad, originadas por azolves e incapacidad de la red de alcantarillado o por bancos de material abandonado.

La contaminación.

De manera muy general, se define el término contaminación como un cambio indeseable en las características físicas, químicas o biológicas de aire, agua, suelo o alimentos, el cual puede influir de manera diversa en la salud, sobrevivencia o las actividades de seres humanos u otros organismos vivos.

Si bien el concepto de contaminación difícilmente puede considerarse científico puesto que abarca un conjunto de fenómenos demasiado heterogéneos, es posible, no obstante, referirse a las sustancias contaminantes como aquellas sustancias nuevas (o sustancias introducidas en cantidades nuevas) que al penetrar en un medio determinan la rotura de determinados equilibrios, con la consiguiente modificación de la estructura y del funcionamiento de los ecosistemas afectados.

En el caso del río Zula, la contaminación del agua comprende cualquier cambio físico, químico o biológico en las aguas que acarrea su cauce. Este cambio debe ser capaz de causar daño a los organismos o volver el agua inapropiada para determinados usos, bien sea agrícolas o de irrigación, o como agua potable.

Las aguas residuales: contaminantes principales del río Zula.

Toda comunidad genera residuos tanto sólidos como líquidos. La fracción líquida de los mismos (aguas residuales) es, esencialmente el agua que desaloja la comunidad una vez que ha sido contaminada durante los diferentes usos para los cuales ha sido empleada.

De acuerdo con los autores Metcalf & Eddy6 “podemos decir que el agua residual es la combinación de los residuos líquidos, o bien aguas portadoras de residuos, procedentes tanto de residencias como de instituciones públicas y establecimientos industriales y comerciales, a los que pueden agregarse, eventualmente, aguas superficiales y pluviales”.

La composición de los caudales de aguas residuales depende de su origen y estas pueden ser del tipo:

• Aguas residuales domésticas (o sanitarias): Procedente de zonas residenciales o instalaciones comerciales, públicas y similares.

• Agua residual industrial: Agua residual en la cual predominan vertidos de tipo industrial.

• Infiltración y aportaciones incontroladas: Agua que penetra en el sistema a través de juntas defectuosas, fracturas, grietas, o paredes porosas, etc.

• Aguas pluviales: Agua resultante de escurrimientos superficiales, los cuales provienen del agua de lluvia principalmente.

La composición de las aguas residuales se refiere a las cantidades de constituyentes físicos, químicos y biológicos presentes en dichas aguas.

Características físicas de las aguas del río Zula.

Las características físicas más importantes del agua son el contenido de sólidos totales, término que engloba la materia en suspensión, la materia sedimentable, la materia coloidal y la materia disuelta. Otras características físicas importantes son el olor, la temperatura, la densidad, el color y la turbiedad.

Según un trabajo de investigación (tesis de licenciatura en el Cuciénega) realizado por Carlos Cervantes y Maricela Cano7 sobre el grado de contaminación del Río Zula en la zona metropolitana de Ocotlán, se obtuvieron los siguientes resultados en 6 puntos de muestreo. Dicho trabajo se llevó a cabo en el periodo de secas correspondiente del 28 de febrero al 08 de mayo del año 2000:

Tabla 2. Análisis físicos del agua del río Zula.

ParámetroPuntos de MuestreoPuente del Paso de la ComunidadColonia SolidaridadColonia Infonavit 5Puente Manuel MartínezPuente Núcleo de FeriaPuente Peatonal de PiedraTemperatura20.47°C20.78°C20.62°C20.42°C20.5°C20.97°CSólidos Totales (ppm)334.94334.12344.55341.86346.95340.83Sólidos en suspensión (ppm)82.6887.4187.6482.4181.978.74Sólidos sedimentables (ppm)2.83.13.53.22.82.7Sólidos disueltos (ppm)256.26250.05256.91257.79263.55263.42Fuente: Tomado de Cervantes S., Carlos y Cano H.,Maricela (2000)“Determinación del grado de Contaminación del Río Zula, mediante Análisis Fisicoquímicos en la Ciudad de Ocotlán”. Tesis Profesional. Centro Universitario de la Ciénega. Universidad de Guadalajara.

En estos resultados se observa que la temperatura es casi constante a lo largo de los tramos del río Zula en los cuales se midió dicho parámetro. Por lo que respecta al comportamiento del nivel de sólidos, no se observa modificación significativa en su transcurso por la ciudad de Ocotlán.

Características químicas de las aguas del río Zula.

Las principales características químicas estudiadas en las aguas del río Zula, muy cerca de las descargas de aguas residuales que en él se depositan, fueron la materia orgánica, la materia inorgánica y los gases presentes en el agua analizada. Los resultados de los análisis químicos se muestran en la Tabla 3.

Tabla 3. Análisis químicos efectuados en los diferentes puntos del río Zula.

ParámetroPuntos de MuestreoPuente del Paso de la ComunidadColonia SolidaridadColonia Infonavit 5Puente Manuel MartínezPuente Núcleo de FeriaPuente Peatonal de PiedrapH7.57.57.67.67.57.4Acidez ppm78.393.799.5797.8100.8699.4Alcalinidad ppm54.643.452.347.646.445.6Oxígeno Disuelto ppm4.25.32.64.54.63.7Demanda Bioquímica de Oxígeno (DBO) ppm167.5168.4212.5160.3165.3220.4Demanda Química de Oxígeno (DQO) ppm400.3413.4566.5423.7400.7540Grasas y Aceites mg/lit8.99.48.710.149.610.5Detergentes ppm3838.945.836.9 38.446.1Fuente: Tomado de Cervantes S., Carlos y Cano H.,Maricela (2000)“Determinación del grado de Contaminación del Río Zula, mediante Análisis Fisicoquímicos en la Ciudad de Ocotlán”. Tesis Profesional. Centro Universitario de la Ciénega. Universidad de Guadalajara.

En lo que respecta al parámetro del pH, se puede observar que el agua se encontró muy cerca del punto neutro en la escala del pH, ya que resulta sólo ligeramente alcalina, lo que es normal en este tipo de aguas.

Los parámetros de acidez y alcalinidad muestran al igual que el pH, que no hay una variación significativa entre uno y otro punto de muestreo. En cuanto al oxígeno disuelto, se observan dos puntos críticos, localizados en la Colonia Infonavit 5 (2.5 ppm de oxígeno disuelto) y en el Puente de Piedra (peatonal) (3.6 ppm), ya que el río tenía varios días de estancamiento y gran cantidad de lirio acuático, así como olores fétidos.

Como se puede observar en la tabla 3, el rango de valores para la Demanda Química de Oxígeno (DQO) se mantuvo alrededor de 460 ppm de oxígeno disuelto y para la Demanda Bioquímica de Oxígeno (DBO) en 182 ppm, en promedio. Los valores típicos para agua residual doméstica bruta se encuentran entre 250 y 1,000 ppm para la DQO y entre 100 ppm y 300 ppm, para la DQO y DBO8, respectivamente. Por lo que la calidad del agua del río Zula es similar a la de un agua residual.

El nivel de grasas y aceites es alto (de 8.7 a 10.5 mg/lit) ya que de acuerdo a la Ley de Aguas Nacionales se requiere la ausencia de este parámetro para una descarga de agua tratada. En cuanto a detergentes, se encontró un incremento en los puntos localizados en la Colonia Infonavit 5 (45.8 ppm de oxígeno disuelto) y en el Puente de Piedra (46.1 ppm de oxígeno disuelto), ya que el río tenía varios días de estancamiento y gran cantidad de lirio acuático en éstos puntos, lo cual incrementa el nivel de detergentes.

La fauna del río Zula (incluidos sólo aves y peces).

En la actualidad se tienen identificadas para el río Zula nueve familias de peces, con 2 especies nativas y 4 especies introducidas, así como diversas especies de aves migratorias, principalmente pertenecientes a la familia de los Ardeidos y al orden Ciconiformes; de entre algunas aves se pueden mencionar las garzas blancas (Casmerodius albus) y la garcilla bueyera (Bubulcus ibis), las garcetas (Egretta garzetta) y algunas otras aves menos frecuentes como la avoceta americana (Recurvirostra americana), el chorlito patinegro o nevado (Charadrius alexandrinus), la gallareta (Fulica cornuta) y algunas especies y variedades de patos (muy escasos en el río Zula y más abundantes en el lago de Chapala).

Entre las especies de peces introducidas se reconocen la carpa común (Cyprinus carpio comunnis), la lobina negra, la carpa japonesa (Cyprinus carpio haematopterus), la trucha de arco iris (Oncorhynchus mykiss) y la tilapia (Oreochromis aureus). Sin embargo, debido a la contaminación, solamente sobreviven la carpa común, la tilapia y el bagre de canal (Ictalurus punctatus). Se sabe que varias especies de carpas carnívoras (Cyprinus spp) fueron introducidas para impulsar las existencias de pescado hace cien años, así como en el lago de Chapala, y fueron estas las que diezmaron los huevos y la cría del pescado que abundaba en aquel tiempo, conocido con el nombre de popocha (Algansea popoche). Se conserva una fotografía que muestra la abundancia de la popocha en los años setentas en el río Zula. Dicha foto muestra más de 100 peces secándose al sol en el atracadero, a un lado del Puente de Piedra. (Ver figura 3).

Figura 3. Secado de “popochas” en el río Zula

Fuente: Foto tomada del libro “Recuerdos de Mi Pueblo: Ocotlán, Jal.”

escrito por José Escoto (Septiembre 11, de 1971).

La lobina negra se introdujo sin conocer los hábitos de desove de la especie y su escasa adaptabilidad a las altas concentraciones de contaminantes, por lo que pronto desapareció.

Especies extintas.

De los peces hay varias especies ya desaparecidas en el río Zula, como la popocha (Algansea popoche), el boquinete, la sardina, la lisa, la barbeta y la lobina negra. Otras están seriamente amenazadas, como el bagre y el pescado blanco (Chirostoma spp); este último es sumamente raro ya que en la actualidad se le encuentra, sólo muy ocasionalmente, en el Lago de Chapala.

Todavía en la década de los 70, en el río Zula se pescaban con atarrayas carpas y popochas y el pescado que se obtenía no estaba contaminado, como en la actualidad, con descargas de aguas residuales (Ver figura 4).

Figura 4. Pescando en el río Zula

Fuente: Foto tomada del libro “Recuerdos de Mi Pueblo: Ocotlán, Jal.”

escrito por José Escoto (Septiembre 11, de 1971).

Ya no puede verse en la actualidad, como antaño, aquella pesca que se realizaba río arriba en el Zula y en el Santiago, cuando las popochas subían a desovar a estos ríos y a otros arroyos, y los pescadores los atrapaban en grandes cantidades y sin mucho trabajo. Todo esto quedó en el pasado, y hoy en día no hay popochas ni para una foto, pues son muy escasas en el Lago de Chapala.

Conclusión.

La contaminación actual ocasionada por la descarga de aguas domésticas residuales, aguas de riego y algunas descargas líquidas industriales en el casi extinto río Zula además de la sequía gradual que se ha tenido en los últimos años, han causado que muchas de las especies de organismos vivientes que en él habitaban de manera normal, se encuentren en peligro de desaparecer, o bien de emigrar hacia otros sitios.

El presente artículo pretende ser solamente una llamada de atención a todos aquellos que habitamos en la Región de la Ciénega y que de alguna manera y en forma directa e indirecta perjudicamos el medio ambiente del río Zula. Ojalá y el día de mañana no tengamos que arrepentirnos al no contar con este maravilloso recurso natural.

Webgrafía.

• Información obtenida de la página http://es.wikipedia.org/wiki/Ocotl%C3%A1n, bajada el día 09 de marzo del 2007.

• Información obtenida de la página "http://es.wikipedia.org/wiki/Lago_de_Chapala", bajada de Internet el día 09 de marzo del 2007.

• Información obtenida de la página http://www.semarnat.gob.mx/regiones/chapala/index/index.html bajada de Internet el día 09 de marzo del 2007.

• Información obtenida de la página

http://chapala.110.mb.com bajada de Internet el día 09 de marzo del 2007.

Bibliografía.

Atlas de Ecología, Cultural de Ediciones, S.A., Madrid España 1995.

Carrillo, Luís Eduardo (2002) “Grave contaminación del río Zula”, artículo publicado en la Gaceta Universitaria el día 20 de mayo del 2002.

Cervantes S., Carlos y Cano H., Maricela (2000)“Determinación del grado de Contaminación del Río Zula, mediante Análisis Fisicoquímicos en la Ciudad de Ocotlán”. Tesis Profesional. Centro Universitario de la Ciénega. Universidad de Guadalajara.

Escoto, José (1975) Recuerdos de Mi Pueblo:Ocotlán, Jal.” México, D. F.

Información obtenida por el autor de la SEMARNAT, en Jalisco.

Lehninger, Albert L. (2003) “Bioquímica”, Ediciones Omega, España, Octubre 2003.

Metcalf & Eddy (1994) “Tratamiento y Depuración de Aguas Residuales”. Editorial Editorial Labor.

Metcalf & Eddy (1996) “Ingeniería de Aguas Residuales, Tratamiento, Vertido y Reutilización”. Editorial McGraw Hill.


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