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LAS REFLEXIONES DE FIDEL CASTRO: EXPRESIÓN DE UNA ÉTICA REVOLUCIONARIA

Raúl O. Quintana Suárez




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“Obama ha heredado de Bush esos problemas. No albergo la menor duda de que la derecha racista hará todo lo posible por desgastarlo”

El tiempo transcurrido de la presidencia de Barack Obama está plagado de graves contradicciones, tanto internas, en el seno de su propia gobierno, como en la continuidad en la política exterior de no pocos rasgos de la tendencia bushista, que a quien más directamente afecta es al apoyo del pueblo norteamericano a su Presidente, con saldo favorable a los sectores de derecha más ultraconservadores.

En la reflexión “¡Ojalá me equivoque!”, escrita el 24 de agosto del 2009, se expresa como…“…su sorprendente triunfo electoral no habría sido posible sin la profunda crisis política y económica de ese país. Los soldados norteamericanos muertos o heridos en Iraq, el escándalo de las torturas y las cárceles secretas, las pérdidas de viviendas y empleos, habían sacudido a la sociedad norteamericana----Tales circunstancias hicieron posible la postulación y posterior elección de Obama en una sociedad tradicionalmente racista. No menos del 90% de la población negra, discriminada y pobre, la mayoría de los votantes de origen latinoamericano y una amplia minoría blanca de clase media y obra, especialmente los jóvenes, votaron por él.

Era lógico que entre los norteamericanos que lo apoyaron se despertaran muchas esperanzas. Transcurridos ocho años de aventurerismo, demagogia y mentiras en los que murieron miles de soldados norteamericanos y casi un millón de iraquíes en una guerra de conquista por el petróleo, de ese país musulmán que nada tenía que ver con el atroz ataque a las Torres Gemelas, el pueblo de Estados Unidos estaba hastiado y avergonzado”. (235)

¿En qué medida Obama, podrá cumplir las expectativas a partir de las promesas realizadas al pueblo norteamericano en su campaña electoral y que hasta ahora no ha cumplido? El sólo intentar materializar las mejoras tan necesarias al deplorable sistema de salud de Estados Unidos, donde este importante servicio social se ve simplemente como un negocio y los pacientes como inermes mercancías, ha provocado una campaña descomunal, financiada por los grandes intereses que lucran con la salud del pueblo, al que se ha enfrentado no sin loable valentía. ¿Vencerán las buenas intenciones sobre las perversas realidades que han primado en esta nación durante tantos años?

Pero las esperanzas de cambios en la política de la nación imperial, hacia el resto del mundo, particularmente hacia los pueblos más pobres, se mantienen aún latentes, incluso en los gobiernos de no pocos países.

Es por ello que…“…no pocas personas de África y otras partes del mundo se entusiasmaron con la idea de que habría cambios en la política exterior de Estados Unidos.

Bastaba, sin embargo, un elemental conocimiento de la realidad para no caer en ilusiones respecto a un posible cambio político en Estados Unidos a partir de la elección del nuevo Presidente.

Obama ciertamente se había opuesto a la guerra de Bush en Iraq antes que otros muchos en el Congreso de Estados Unidos. Conocía desde que era adolescente las humillaciones de la discriminación racial, e igual que muchos norteamericanos admiraba al gran luchador por los derechos civiles, Martín Luther King.

Obama nació, se educó, hizo policía y tuvo éxito dentro del sistema capitalista imperial de Estados Unidos. No deseaba ni podía cambiar el sistema. Lo curioso es que, a pesar de eso, la extrema derecha lo odia por ser afroamericano y combate lo que el Presidente hace para mejorar la imagen de ese país

Ha sido capaz de comprender que Estados Unidos, con apenas el 4% de la población mundial, consume alrededor del 25% de la energía fósil y es el mayor emisor de gases contaminantes del mundo.

Bush en sus desvaríos, no suscribió siquiera el Protocolo de Kyoto.

Obama se propone, a su vez, aplicar normas más rígidas a la evasión fiscal. Se informa por ejemplo que, de las 52 mil cuentas financieras de los ciudadanos de Estados Unidos en los bancos de Suiza, estos suministrarán los datos de aproximadamente 4 500 sospechosos de evasión fiscal.

En Europa, hace pocas semanas, Obama se comprometió ante los países del G-8, especialmente Francia y Alemania, a poner fin al uso de los paraísos fiscales por parte de su país, para inyectar enormes cantidades de dólares norteamericanos en la economía mundial.

A casi 50 millones de norteamericanos que carecían de seguro médico les ofreció servicios de salud.

Al pueblo de Estados Unidos prometió lubricar el aparato productivo, frenar el creciente desempleo y volver al crecimiento.

A los 12 millones de inmigrantes ilegales les ofreció poner fin a las crueles redadas y al trato inhumano que reciben.

Hubo otras promesas que no enumero, ninguna de las cuales cuestiona el sistema de dominio capitalista imperialista.

La poderosas extrema derecha no se resigna a medida alguna que en grado mínimo disminuya sus prerrogativas”. (236)

El incremento de la presencia de soldados norteamericanos en Afganistán, aun manteniendo la presencia de tropas intervencionistas en Iraq: la hostilidad manifiesta contra el gobierno de Irán; el mantenimiento del férreo bloqueo contra Cuba; el constante hostigamiento contra los países del ALBA, particularmente la República Bolivariana de Venezuela, incrementando la presencia de nuevas bases militares yanquis, en los países limítrofes, particularmente Colombia; la utilización de gobiernos dóciles a los intereses foráneos, en todos los continentes y zonas de conflicto, como Israel y Colombia así como algunos ex países socialistas europeos, como Checoeslovaquia, para sembrar la división y las tensiones, que ayuden a incrementar las ganancias de la industria armamentista; permitir que el Departamento de >Estado continúa certificando, sin derecho alguno, la conducta de otros países respecto a derechos humanos, y otros tantas problemáticas pendientes, son cuentas pendientes que el gobierno de Obama no ha siquiera mostrado intención de encontrar solución. Estas debilidades, lejos de alegrar a la extrema derecha, están siendo utilizadas para minar desde la base, la confiabilidad del pueblo norteamericano y de la opinión pública internacional, hacia el Presidente Obama ¿Se convertirá éste en un nuevo JFK?

Después de un amplio comentario sobre informaciones publicadas en la prensa norteamericana sobre estas temáticas, la reflexión del dirigente cubano concluye afirmando como…“…Obama ha heredado de Bush esos problemas. No albergo la menor duda de que la derecha racista hará todo lo posible por desgastarlo, obstaculizando su programa para sacarlo del juego por una u otra vía, al menor costo posible.

¡Ojalá me equivoque! ”. (237)


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