“Ninguno de los actuales problemas del mundo se puede resolver por la fuerza”

Al cumplirse el 6to aniversario del acto terrorista contra las Torres Gemelas de New York, Estados Unidos (cuyos verdaderos autores quedan aún en la penumbra de muchas interrogantes no contestadas), acaecido el 11 de septiembre del 2001, el Comandante en Jefe le dedica su reflexión “El imperio y la mentira”, escrita en igual fecha pero del 2007. Después de hacer referencia al apoyo solidario brindado por Cuba, en atención medica, al gobierno norteamericano, con motivo de producirse un atentado contra el entonces presidente Ronald Reagan, acérrimo enemigo de la Revolución Cubana, el 30 de marzo de 1981, éste se refiere a su valoración, en el mismo día de acaecida, sobre el acto terrorista en New York. En su escrito, el dirigente cubano hace referencia al discurso pronunciado en igual fecha, coincidente con el atentado, que ya estaba previsto pronunciar en la Ciudad deportiva, con motivo del inicio de un curso de formación de maestros primarios, en la Escuela Salvador Allende.

En la misma este reitera fragmentos del mismo:

“…Hoy es un día de tragedia para Estados Unidos. Ustedes saben bien que aquí jamás se ha sembrado odio contra el pueblo norteamericano. Quizás, precisamente al sentirse Cuba plenamente libre, con patria y sin amo, por su cultura y falta de complejos, sea el país donde se trate con más respeto a los ciudadanos norteamericanos. Nunca hemos predicado ningún género de odios nacionales, ni cosas parecidas al fanatismo, por eso somos tan fuertes, porque basamos nuestra conducta en principios y en ideas, y tratamos con gran respeto <<y ellos se percatan de eso>> a cada ciudadano norteamericano que visita nuestro país”. (65)

Para agregar como…“…tanto por razones históricas como por principios éticos, el Gobierno de nuestro país rechaza y condena con toda energía los ataques cometidos contra las mencionadas instalaciones y expresa sus más sinceras condolencias al pueblo norteamericano por las dolorosas e injustificables pérdidas de vidas humanas que han provocado dichos ataques.”. (66)

Para enfatizar más adelante que…“…ninguno de los actuales problemas del mundo se puede resolver por la fuerza, no hay poder global, ni poder tecnológico, ni poder militar que pueda garantizar la inmunidad total contra tales hechos, porque pueden ser acciones de grupos reducidos difíciles de descubrir”. (67)

Queda claro para el dirigente cubano que…“….el camino no es la fuerza ni la guerra. Lo digo aquí con toda la autoridad de haber hablado siempre con honradez, poseer convicciones solidas y la experiencia de haber vivido los años de lucha que ha vivido Cuba. Solo la razón, la política inteligente de buscar la fuerza del consenso y la opinión pública internacional, puede arrancar de raíz el problema”. (68)

Nuevamente la ética y los principios sirven del mejor escudo moral a la Revolución Cubana.

“Si lo que se desea es conocer verdaderas fieras, dejen que en el ser humano prevalezcan los instintos”

En poco más de dos semanas ( del 18 de septiembre al 4 de octubre del 2007) aparecen publicadas seis nuevas reflexiones de Fidel Castro, que tienen de común, no solo la diversas y creíbles fuentes documentales utilizadas, sino que ponen al descubierto tres temas de gran repercusión internacional en su momento (y cuyas consecuencias aun se dejan sentir) y la intervención en ambos, como en otros tantos, de la política falta de ética y principios de las grandes potencias capitalistas y sus fieles alabarderos: nos referimos al derrumbe del campo socialista, que culminó con la desaparición de la URSS (1989/1991); la inmoral guerra intervencionista contra Yugoeslavia (1999) y el inicio de la injustificada agresión y ocupación de Iraq (2003).

Bajo los títulos de “Mentiras deliberadas, muertes extrañas y agresión a la economía mundial” (18 de septiembre); “Un argumento más para la ONU” (27 de septiembre); “El silencio de Aznar” (29 de septiembre); “Las guerras ilegales del imperio” (1ro de octubre); “La respuesta de Milosevic” (2 de octubre) y “Mensajes 2 y 3 a Milosevic y su respuesta” (4 de octubre), en las mismas se expresa la falta de escrúpulos de la práctica política internacional de las grandes potencias capitalistas y el maquiavélico razonamiento de sus dirigentes, en aras de defender los intereses de las grandes corporaciones, aunque con ello violen todos los tratados internacionales.

Solo basta remitirse a su lectura, basada en libros, memorias, declaraciones y otros documentos hasta ahora desconocidos, para realizar las propias valoraciones, sin necesidad del uso de palabras innecesarias. Nos limitaremos a determinados criterios

expresados por Fidel Castro en la primera de ellas, que ponen de relieve la etnicidad de su pensamiento político, al afirmar como…“…la URSS se derrumbó estrepitosamente. Desde entonces hemos graduado a cientos de miles de jóvenes en el nivel superior de enseñanza. ¡Que otra arma ideológica nos puede quedar de un nivel superior de conciencia! La tuvimos cuando éramos un pueblo en su mayoría analfabeto o semianalfabeto. Si lo que se desea es conocer verdaderas fieras, dejen que en el ser humano prevalezcan los instintos. Sobre eso se puede hablar mucho.

En la actualidad el mundo está amenazado por una desoladora crisis económica. El gobierno de Estados Unidos emplea recursos inimaginables para defender un derecho que viola la soberanía de todos los demás países: continuar comprando con billetes de papel las materias primas, la energía, las industrias de tecnologías avanzadas, las tierras más productivas y los inmuebles más modernos de nuestro planeta”. (69)