“¡Las ideas no se matan!”

Los estadistas, en cualquier época, sistema o país, tienen que fundamentar su ejercicio de gobierno, que afecta a millones de personas (sin obviar sus inevitables diferencias ideológicas y de intereses clasistas), en una ética que sirva de fundamento a sus proyecciones, quehacer, decisiones, objetivos, métodos y aspiraciones. Excluimos por supuesto a fascistas, tiranos y dictadorzuelos, que ejercen el poder a espaldas de sus pueblos, guiados por una práctica de gobierno inmoral y carente de valores. Ejemplos de estos últimos, en la más cercana contemporaneidad lo fue el expresidente norteamericano George W. Bush, quien llegó a afirmar que…“…yo soy un presidente de línea dura y sólo espero la muerte de Castro”. (12) Tal afirmación hizo rememorar al dirigente cubano en sus reflexiones “Las ideas no se matan” escrita el 28 de mayo del 2007 como…“…no soy el primero ni sería el último que Bush ordenó privar de la vida o de los que se propone seguir matando de forma individual o masiva…..¡Las ideas no se matan!, exclamó con fuerza Sarría, un teniente negro, jefe de la patrulla del ejército de Batista, que nos hizo prisioneros después del intento de ocupar el Cuartel Moncada, mientras dormíamos tres de nosotros en una pequeña choza de las montañas, agotados por el esfuerzo para romper el cerco. Los soldados, llenos de odio y adrenalina, apuntaban hacia mí sin haberme identificado. ¡Las ideas no se matan! Continuó repitiendo, ya casi en voz baja automáticamente, el teniente negro…Aquellas magníficas palabras se las dedico a usted, señor Bush”. (13)

Profesar y compartir una ética de forma consecuente, enrumbada hacia el bienestar real de los pueblos a través de cualesquiera de las diversas facetas de la actividad humana y del pensamiento progresista, es por todo y en todo la antinomia de la hipocresía, la demagogia y la doble moral, superlativizada cuando es práctica común por el principal estadista de una nación con singular influencia en los acontecimientos mundiales. Esto se reflejó en lo expresado por Bush, a principios de junio del 2007, ante el Papa Benedicto XVI, en visita realizada al Sumo Pontífice en El Vaticano de que…“…con él comparte los valores del respeto por la vida, la dignidad del hombre y la libertad”. (14) A propósito de tales afirmaciones, Fidel Castro en sus reflexiones “Las mentiras y los embustes de Bush”, escrita el 7 de junio del 2007, valora como…“…Bush pretende ahora embaucar al Papa Benedicto XVI. La guerra de Iraq no existe, no cuesta un centavo ni una gota de sangre, ni han muerto cientos de miles de personas inocentes en un desvergonzado trueque por petróleo y gas, impuesto por las armas a un pueblo del Tercer Mundo. Tampoco existen los riesgos de una guerra contra Irán, incluidos posibles golpes nucleares tácticos para imponer la misma receta infame…Como se le ocurrió pensar que el Papa Benedicto XVI compartiría con él los valores del respeto por la vida, la dignidad del hombre y la libertad”. (15)

El endeble basamento económico, social y particularmente ético-político en que se sustentó el modelo de socialismo de los llamados países de Europa del Este, alejados por erróneas conducciones de los Partidos Comunistas, de la verdadera esencia del Marxismo, genuinamente antidogmática y democrática, hizo germinar en tierra fértil, tras su derrumbe en 1989-1990, el oportunismo político. Muestra fehaciente lo constituye sin duda el recibimiento otorgado por los gobiernos de Bulgaria y Albania, en junio del 2007, al presidente norteamericano George W. Bush, entre jolgorios y banderitas multicolores y que alcanza en su visita a Tirana, la máxima expresión de hasta qué punto puede conducir el chovinismo más grosero, la carencia de principios morales y el entreguismo político. Todo ello condicionado, como expresa en sus reflexiones El tirano visita Tirana” escrita el 11 de junio del propio año…“…al apoyo de Bush al ingreso inmediato de Albania en la OTAN y su decisión de exigir la independencia de la provincia de Kosovo…que enloquecieron a no pocos albaneses….Así pasó Albania de la extrema izquierda a la extrema derecha.. ¡Vivir para ver! ¡Y ver para creer!”. (16)

Las naciones que hacen prevalecer la dignidad frente a la traición a los valores más elementales, constituye el ejemplo más temido y peligroso para los viles, pues como expresase José Martí, prócer de la independencia cubana, en su escrito “La verdad sobre los Estados Unidos, publicado en el periódico “Patria”, por él fundado, el 23 de marzo de 1894…“…lo malo se ha de aborrecer, aunque sea nuestro; y aún cuando no lo sea. Lo bueno no se ha de desamar, sólo porque no sea nuestro. Pero es aspiración irracional y nula, cobarde aspiración de gente segundona e ineficaz, la de llegar a la firmeza de un pueblo extraño por vías distintas de las que llevaron a la seguridad y al orden al pueblo envidiado: por el esfuerzo propio, y por la adaptación de la libertad humana a las formas requeridas por la constitución peculiar del país”. (17). Ello explica la demencial política agresiva de los gobiernos norteamericanos contra la Revolución Cubana, desde su propio nacimiento. Ello obliga a recordar en sus reflexiones “No tendrán jamás a Cuba” escrita el 17 de junio del 2007 como…“…nuestro pueblo está a punto de cumplir 50 años de cruel bloqueo; miles de sus hijos han muerto o han sido mutilados como consecuencia de la guerra sucia contra Cuba, único país del mundo al que se le aplica una Ley de Ajuste Cubano que premia la emigración ilegal, otra causa de muerte de ciudadanos cubanos, incluidos mujeres y niños; perdió hace más de 15 años sus principales mercados y fuentes de suministro de alimentos, energía, maquinarias, materias primas, financiamientos a largo plazo y bajo interés….Sobrevino inevitablemente el período especial, que fue la suma de todas las consecuencias de la agresión y las medidas desesperadas que nos han obligado a tomar, potenciando el conjunto de acciones nocivas por el colosal aparato publicitario del imperio. Todos esperaban, unos con tristeza, otros con júbilo oligárquico, el derrumbe de la Revolución Cubana”. (18)