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PAZ Y CIUDADANÍA EN EL PROCESO DE FORMACIÓN BÁSICA DE LOS JÓVENES DE SECUNDARIA

Irma Isabel Salazar Mastache




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CONCLUSIONES

El trabajo de investigación aquí presenta un breve recorrido tanto para plantear al lector aquellos motivos que se consideran esenciales para promover la educación para la paz en el proceso de formación básica de los jóvenes de secundaria.

Sin embargo para obtener un mejor resultado en el ámbito educativo, es conveniente comenzar desde el punto de vista individual para que impacte en colectivo, es por ello que el tema central, especialmente en los que a educación para la paz se refiere, es la agresividad intraescolar el eje de transformación de fenómenos negativos a positivos, pues como se menciono a lo largo del trabajo todo conflicto es parte inherente de los seres humanos y el punto es ver qué instrumentos y estrategias se utilizan para convertirlos a favor de él y no en contra.

Las preguntas planteadas al principio de esta investigación: ¿Cuáles son las alternativas que existen para transformar la agresión intraescolar en relaciones pacíficas?; ¿Cómo se manifiesta la agresión intraescolar?, ¿Por qué las dinámicas pedagógicas y los proceso interactivos utilizados por el profesor marcan la diferencia en la impartición de los contenidos de la asignatura y se convierten en elementos fundamentales para la construcción de una educación para la paz en los adolescentes de secundaria?, ¿Existe congruencia entre el programa de estudios de formación ciudadana y las necesidades de formación ciudadana que requieren los jóvenes de secundaria para hacer conciencia, reflexionar y actuar en su entorno de manera positiva?, parecen encontrar al final tan solo una respuesta parcial, ya que bien se identificaron algunas causas, consecuencias y conductas que intervienen en la formación de los estudiantes de educación secundaria.

Las escuelas de este nivel educativo constituyen fronteras de distinción que abren nuevas posibilidades de vida a los adolescentes, posibilidades distintas para la conformación de sujetos y actores sociales, individuales y colectivos; posibilidades condicionadas por factores estructurales e institucionales.

En este sentido, la intención de fomentar la paz en esta etapa de la vida del ser humano es porque generalmente se es intolerante a la diversidad de pensamientos y acciones. Además los aspectos de violencia cultural y/o simbólica que se efectúan en el ambiente estudiantil y que muchas veces pasan inadvertidos probablemente, porque nos hemos acostumbrado a ella a través de la humillación, discriminación, exclusión, marginación y rechazo.

Lo anterior podemos constatarlo en los resultados arrojados en la encuesta nacional de violencia en las relaciones de noviazgo (ENVINOV, 2007), quien funge como detonante para crear soluciones urgentes. Durante la presentación, la Secretaría de Educación Pública, Salud y Desarrollo Social, así como el Instituto Nacional de las Mujeres y el Instituto Mexicano de la Juventud se comprometieron a instrumentar un mecanismo que rompa con el círculo vicioso de la violencia.

Por concepto simple dos personas son distintas en esencia y esto es justo el punto de partida de las relaciones humanas. Lo grave de la violencia en cualquier tipo de relación entre personas s tienen muchas vertientes y todas son igualmente graves, la humillación, la agresión física, la posición de superioridad que asume y autogestiona el agresor. Pero lo más grave es la renuncia a la razón; debido a que las diferencias siempre existirán al igual que la individualidad. El ser humano cuenta con el razonamiento, el lenguaje, el discernimiento y el libre albedrío; pero la violencia genera la renuncia a todos estos dones, La encuesta nacional de violencia en el noviazgo revela que un alto porcentaje de jóvenes sufre violencia en sus noviazgos, ya sea física, psicológica o sexual; de ahí la importancia de retomar y generar una reflexión en torno a esta temática desde las aulas de clase de secundaria.

La Encuesta Nacional de Violencia en el Noviazgo (ENVINOV), tiene como objetivo generar información estadística sobre la frecuencia y magnitud de la violencia que se da en las relaciones de pareja no convivientes, así como determinar las características de la dinámica en las relaciones de noviazgo.

En este sentido, sus objetivos específicos son: identificar el contexto, magnitud, así como los factores determinantes de los diferentes tipos de violencia que se presentan en una relación de noviazgo; conocer la percepción de las y los jóvenes respecto de la violencia y de su manejo para la resolución de conflictos; así como cuantificar la prevalencia de la violencia que se presenta entre jóvenes, mujeres y hombres.

En suma las condiciones para que la violencia se desarrolle es cuando no existe igualdad y simetría en las relaciones entre ambos generando un sentimiento de desigualdad de poder. Entonces es imprescindible primero hacer conciencia y reconocimiento en los jóvenes sobre las distintas modalidades en las que la violencia se manifiesta ya sea como víctima o como victimario. Posteriormente se debe mostrar a los jóvenes una forma distinta de vida que les sirva como esperanza y al mismo tiempo les invite a construir una identidad que les permita conocer sus derechos como humanos y reconocer los derechos en el otro, en el de junto, en su compañero.

Antes de concluir con este estudio me permito comentar que tanto la lucha como los conflictos pueden ser modificados, sin olvidar mencionar la exclusión, la inclusión, y una inmensa cantidad de fenómenos que pueden o han sido abordados desde la mira de la educación para la paz

En este tenor la invitación del Doctor en Sociología Sandoval Forero de educar en el camino de la diversidad y la cultura se toma en cuenta a lo largo del trabajo, sin embargo reitero la importante que es reconocer al otro como diferente a nosotros, y que independientemente de esa diferencia se puedan construir distintos escenarios en donde lo que se aprenda se pueda aprovechar y visualizar en problemática común. Solo de esta forma la paz imposible podrá convertirse en una paz activa no violenta y duradera.

Precisamente considero que los estudios para la paz tienen coincidencias y preocupación por el problema de la formación en libertad y el trato equitativo desde las diferencias y no desde la homogenización como lo desea plantear aquellas tendencias institucionalizadas en la educación general, que limitan, obstaculizan y no permiten la toma de conciencia suficiente para desarrollar un pensamiento crítico en los alumnos y que en la filosofía de Sandoval Forero sería la paz imposible pero en el terreno de la educación básica.

Sin embargo el profesor es el que tiene la posibilidad de realizar y mantener las circunstancias tal y como están en un contexto determinado, ya sea provocar el deseo de aprender o seguir con las mismas prácticas educativas al interior de las aulas de clase. Por su parte las instituciones escolares deben ser un lugar de inclusión que permita la apertura de opinión y la toma de decisiones individuales y comunales partiendo y respetando las diferencias de los actores implicados.

Dentro de las aulas de clase de secundaria es donde se tejen las actitudes y formas de conducirse de los futuros adultos por tal motivo vale la pena detenerse e invertir una minutos para reflexionar antes de entrar a impartir la clase y preguntarnos qué tipo de alumnos quiero formar hoy, porque las decisiones que tomen en su vida adulta me afectaran a mí, su maestro (a) de secundaria, de manera directa o indirecta.

Todo lo anterior me lleva a la conclusión de lo relevante que sería como sociedad ser concientes de nuestra realidad.

Tomar acuerdos comunales en los que impere la justicia, la igualdad y la equidad.

Lograr lo comprensión de la paz imposible y vivirla como una paz no violenta y duradera, que se manifieste en la convivencia dentro de las aulas de clase por medio del respeto al otro, la conciencia de la realidad, el conocimiento de mis derechos y de los derechos del otro.

Lograr la transformación de los conflictos en relaciones pacíficas para reducir de este modo la agresión intraescolar.


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