BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

DIVERSIDAD CULTURAL Y SUSTENTABILIDAD. TOMO I

Coordinadores: Nicasio García Melchor y Gloria Miranda Zambrano




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Organizaciones sociales sustentables: factores de éxito

Benito Rodríguez-Haros
Enriqueta Tello-García

 

Resumen

Decir que un proceso o sistema es sostenible significa que puede continuar indefinidamente sin agotar los recursos materiales y energéticos que necesita para funcionar, de acuerdo con Nebel B., y Wright R. (1999), el concepto se puede extender y aplicar a la sociedad y entenderemos una sociedad sostenible como aquella que con el paso de las generaciones no agota su base de recursos al exceder la producción sostenible ni produce más contaminantes de los que puede albergar la naturaleza. A partir de lo anterior, es posible la aplicación del concepto de sostenibilidad o sustentabilidad a la organización social ¿pero cual es la base de los recursos que sustentan a la organización social? o bien ¿cual es la base material que le da estabilidad a la organización social? asunto que mediante el análisis de datos teóricos y empíricos tratamos en el presente trabajo. Los resultados preliminares sugieren que es la practica de la agricultura de riego y la operación y administración de los sistemas de riego la base material que da estabilidad a la organización social de los usuarios, potencial que se ve disminuido en mayor o menor mediada en otras actividades.

Palabras clave: Organizaciones sustentables, Organización social, Gestión del agua, Agricultura de riego, Organizaciones autogestivas

Introducción

En los últimos años, como respuesta a la crisis en el campo mexicano, se ha formado un consenso en los círculos académicos y “gubernamentales”, sobre dos cuestiones básicas: por un lado, la necesidad de reactivar al sector agropecuario, como parte importante de un modelo alternativo de desarrollo y por el otro, el fortalecimiento de la organización de productores, condición básica para la reactivación agropecuaria anhelada. Con esto, el tema de la organización social para la producción recobra importancia y actualidad; sin embargo en investigaciones rurales la organización ha pasado desapercibida. Se cuenta con numerosos estudios de caso de comunidades, ejidos, y otras agrupaciones regionales, que luchan por la tierra, el agua, o por otro tipo de reivindicaciones, o bien investigaciones que tocan superficialmente aspectos de la organización para la producción, pero casi no se dispone de estudios que den cuenta de los aspectos tan complejos del proceso de organización. Fernández y Rello (1990) realizaron estudios con el propósito de cuantificar y caracterizar las organizaciones regionales en México, a pesar del gran esfuerzo realizado, sus resultados no incluyen a las organizaciones autogestivas (creadas por los mismos campesinos o comunidades campesinas), caso concreto las organizaciones inherente a los sistemas de riego, que como lo veremos mas delante son las únicas que poseen los atributos para su persistencia en el tiempo.

Para Marx, pasó inadvertida la existencia de organizaciones campesinas (como una forma de organización social), cuando marca la diferencia entre el proletariado agregado en fábricas (con capacidad de organizarse) y el campesinado disperso en pequeñas unidades de producción, sin la misma capacidad, dado que para Marx los campesinos son una clase en sí y no una clase para sí (sin conciencia de clase), a pesar de ello, la existencia de comunidades organizadas, se le atribuye siempre a algún antecedente de necesidad o defensa: la defensa por la pérdida de los recursos naturales, la defensa para evitar algún tipo de dominio y de explotación en particular, etc. Wolf y otros autores, suponen que la organización se mantenía por "tradición cultural" y que estaba en proceso de descomposición al transitar de una etapa a otra de evolución ya que entran a una etapa de individualización al perder su funcionalidad (Wolf E. 1954, Sahlins M. 1983), sin embargo, esta posición es discutible si consideramos que la evolución sociocultural no es en etapas sino en otra forma.

Al referirnos a la organización social en comunidades con riego, los campesinos tienen, por lo general, toda una historia de organización y experiencia en el manejo del agua de riego, ya que dicho manejo requiere un conocimiento hidráulico y uno agronómico, implica desde la evaluación y la captación del recurso, hasta su repartición en las parcelas con las dosis y las frecuencias adecuadas a los requerimientos de los cultivos (Apollin y Eberhart 1998), de esta forma, a través de la historia, el agua se ha convertido como recurso natural en un producto social, en el sentido de que la obtención del agua, para ser aplicada como riego, supone la organización social para su conducción y aprovechamiento; bajo esta perspectiva, un sistema de riego puede concebirse, integrado por dos componentes o subsistemas: el componente físico, que considera la parte ingenieril como: obras de captación, red de distribución, estructuras y caminos, además del agua y las parcelas en donde se va a distribuir y aplicar el recurso; y el componente social que se relaciona con la organización, aspectos legales, culturales y asuntos referentes a la distribución y manejo del agua, así como los mecanismos de intercambio que se presentan alrededor del uso y aprovechamiento de este recurso por parte de los usufructuarios (Cernea 1997). Así pues, dentro del ejercicio de la organización social para el riego es de gran importancia considerar que existen sistemas que involucran a una sola comunidad pero también existen otros que incluyen a más de una, para Palerm V. y Martínez S. (1998) existen diferencias desde el punto de vista organizativo y desde el punto de vista formal (legislativo) entre el nivel de comunidad y el nivel multicomunitario, este último, referido a un sistema de riego (o red hidráulica) compartido por varias comunidades de aguas arriba o aguas abajo; que en la legislación mexicana, se concreta en una organización formal llamada "Juntas de Aguas", vinculado a la burocracia del Estado, representando un segundo nivel formal de organización.

En la presente investigación se presenta un acercamiento a la identificación de los factores que han permitido la “sustentabilidad” o permanencia de las organizaciones sociales que administran y operan sistemas de riego, para lo cual, por un lado, se realiza un análisis teórico que permite la vinculación de la operación y administración de los sistemas de riego con la permanencia de las organizaciones sociales de usuarios y, por el otro lado, se presentan los datos empíricos que demuestran la habilidad que tienen las organizaciones de usuarios del riego para persistir en el tiempo.


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