BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

DIVERSIDAD CULTURAL Y SUSTENTABILIDAD. TOMO I

Coordinadores: Nicasio García Melchor y Gloria Miranda Zambrano




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Antecedentes

Problemas de abastecimiento del agua, por la primera expansión urbana y turística, en la ciudad de Acapulco en 1940 influyeron de manera decisiva para que se construyera el primer sistema de agua potable en el lugar (CAPAMA, 1995), el cual fue administrado por el gobierno del estado de Guerrero bajo la responsabilidad del Ayuntamiento de Acapulco de Juárez (Ver figura 1).

El rápido crecimiento de la ciudad como uno de los principales puntos turísticos del país y a nivel mundial no solo incremento el rápido desarrollo económico de la ciudad si no también genero la inversión de las grandes industrias hoteleras que se edificaron sin control alrededor de la bahía de la ciudad causando la utilización del recurso del agua contaminándolo y después arrojándolo sin tratamiento ni control a la bahía de Acapulco. En términos generales, la cobertura del agua potable en la ciudad es regular, en la zona de gran atractivo turístico es buena donde se encuentra la población de ingresos medios y altos; y en contraste no tan amplia en las zonas menos desarrolladas de la ciudad; como en otras partes del país, el acceso al agua potable y a su adecuado tratamiento en las colonias y asentamientos periféricos de la ciudad ha ocurrido durante o después de su ocupación

La insuficiencia de infraestructura para el tratamiento de las aguas residuales en la ciudad de Acapulco recae en la infraestructura de una sola planta de tratamiento de aguas residuales “Aguas Blancas” que abarca los 500 km de la bahía de Acapulco (Figura 1), tiene una capacidad de 1350 lts/seg, su tratamiento es primario avanzado (Clarifloculación) con edición de reactivos químicos (CAPAMA, 2004). Esta planta que trata más del 70% total de las aguas residuales generadas en la ciudad, garantiza el cumplimiento de la NOM-001-ECOL-1996, que de esta forma evita la contaminación de la bahía de Acapulco (CAPAMA, 2004); el principal problema de esta planta es que no está funcionando actualmente.

En Acapulco existen 8 plantas de tratamiento más que se dedican a tratar el agua de las zonas conurbadas de la ciudad, la capacidad máxima que tienen estas plantas no pasan de los 465 lts/seg de agua tratada. A nivel nacional e internacional existe un intenso debate acerca del enfoque que se le debe dar al manejo y tratamiento de las aguas residuales, algunos actores afirman que este problema debe darse al sector privatizado ante el fracaso del sector público. En contraparte, un gran sector de la población concibe al tratamiento exclusivamente público (Arrojo, 2006). En el presente trabajo nos enfocaremos más a la contaminación bacteriológica, debido a que es el principal problema de contaminación que tiene la ciudad de Acapulco de Juárez; no existen grandes industrias en la ciudad ya que más del 70% de la población vive de la actividad terciaria que es la prestación de servicios al turista (INEGI, 2005); actualmente no existe una planta de tratamiento para las aguas residuales (CAPAMA, 2008) para la zona estudiada de Acapulco derramando más de 1400 lts/seg de agua residual sin tratamiento al mar; las grandes industrias hoteleras no tratan sus aguas y la población no tiene una cultura para el cuidado y la preservación del agua.

Manejamos conceptos fundamentales como lo son las aguas residuales que como se menciona en la Comisión Nacional del Agua (2008) (en adelante CNA): “Son las aguas que se producen como resultado de actividades industriales, agrícolas o urbanas”. Estas aguas son depositadas en cuerpos receptores CNA, 2008: “son corrientes, depósitos naturales de agua, presas, cauces, zonas marinas o bienes nacionales donde se descargan aguas residuales, así como los terrenos en donde se infiltran o inyectan dichas aguas cuando puedan contaminar el suelo o los acuíferos”

Los contaminantes elementales (o básicos) que puede contener el agua son aquellos compuestos o parámetros que se presentan en las descargas de aguas residuales y que pueden ser removidos o estabilizados mediante tratamiento convencionales (CNA, 2008). Las Normas Oficiales Mexicanas (en adelante NOM) solo considera los siguientes contaminantes:

- Grasas y Aceites

- Materia Flotante

- Sólidos Sedimentables

- Sólidos Suspendidos Totales

- Demanda Bioquímica de Oxígeno

- Nitrógeno Total

- Fósforo Total

También encontramos los contaminantes patógenos y parasitarios (CNA, 2008); las NOM´s considera solamente a los coliformes fecales y huevos de hemiltos como: “aquellos microorganismos, quistes y huevos de parásitos que pueden estar presentes en las aguas residuales y que representan un riesgo a la salud humana, flora o fauna” y que en concentraciones por arriba de las establecidas, pueden producir efectos negativos en la salud humana y ambiente.

La normatividad mexicana tiene dos objetivos o enfoques de la prevención:

1. La 1era visión principalmente está orientada al control de descargas de agua residual

2. La segunda visión es está enfocada a la “calidad” del agua en cuerpos receptores.

Estas dos visiones se pueden ver mejor en la siguiente Figura:

Actualmente se cuentan con 4 NOM´s en materia de agua residual en México, en el siguiente cuadro se dan a conocer estas normas y de que trata cada una (Tabla 1):

Estas normas regulan y controlan todo lo referente a la descarga y tratamiento de las aguas residuales en todo el país, cualquier estudio referente a las aguas residuales debe estar basado en las normas mexicanas vigentes. Pero hay que mencionar que cada Estado de la República Mexicana tiene sus propias leyes y normas que están muy por debajo de los límites máximos permisibles de contaminantes, a continuación se muestra la tabla de los límites máximo permisible para contaminantes bacteriológicos a nivel internacional, nacional y en comparativa con la del Estado de Guerrero (Tabla 2):

La comparación de los límites máximos permisibles con los límites de la EPA (Agencia de Protección Ambiental), hace notar que aún falta mucho para tener una norma adecuada en cuestión bacteriológica y que a nivel estatal la evaluación sigue siendo muy flexible pues los límites máximos permisibles son bastantes altos.

En Acapulco de Juárez la institución encargada para el monitoreo de las aguas residuales recae en la Secretaria de Salud que a través de la Subsecretaria de Regulación, Control y Fomento Sanitario basados en los criterios de la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (en adelante COFEPRIS) es el responsable de monitorear de manera puntual y mensual las playas de la bahía de Acapulco. Actualmente no existe una ubicación exacta de los puntos de descarga de agua residual en la bahía de Acapulco por parte de las instituciones encargadas de su monitoreo y saneamiento.


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