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“LAS CONEXIONES OCULTAS” DE FRITJOF CAPRA: MOMENTO CUMBRE DE SU PROGRAMA DE INVESTIGACIÓN Y LA SOCIALIZACIÓN DEL PARADIGMA ECOLÓGICO

Germán López Noreñá



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CAPÍTULO V. SOBRE LA PRIMERA PARTE DEL LIBRO LAS CONEXIONES OCULTAS

MARCO CONCEPTUAL DE LAS DIMENSIONES BIOLÓGICA, LA MENTE, LA CONSCIENCIA Y LA REALIDAD SOCIAL

5.1 MARCO CONCEPTUAL DE LA DIMENSIÓN BIOLÓGICA

Estromatolitos del precámbrico en la Formación Siyeh, Parque Nacional de los Glaciares, Estados Unidos. En 2002, William Schopf de la UCLA publicó un artículo en la revista Nature defendiendo que este tipo de formaciones geológicas fueron creadas por cianofíceas fósiles con una antigüedad de 3.500 millones de años. De ser cierto, serían las formas de vida más antiguas conocidas.

http://es.wikipedia.org/wiki/Origen_de_la_vida

¿Qué es la vida? Pregunta de tipo ¿Qué es X? Clásico cuestionamiento de eterna vigencia desde los antiguos pensadores griegos hasta muy probablemente los días por venir, por lo tanto ¿Será posible definir la vida? Magna tarea en la que numerosos investigadores han realizado notables empeños, sin lograrse aun en comienzos del siglo XXI una definición universalmente aceptada , llegándose únicamente a algunas aproximaciones, las que han dado apertura a interesantísimos procesos investigativos.

La vida en términos Aristotélicos es definida como “aquello por lo cual un ser se nutre, crece y perece por si mismo”. Citemos ahora la definición actual del término vida dada por el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española en su vigésima segunda edición: “fuerza o actividad interna sustancial, mediante la que obra el ser que la posee”.

Al tenor del rigor lingüístico-epistemológico, y a los requerimientos formales para dar respuesta a este prototipo de pregunta, analizaremos en detalle las anteriores definiciones de la vida. La definición Aristotélica acusa de una notable imprecisión movilizada por la expresión aquello y por si mismo:

1) cabria indagarnos sobre qué es aquello, la definición no explicita nada al respecto;

2) por si mismo excluye la posibilidad de una causa externa. La segunda definición involucra tres problemas respectivamente a saber: el concepto fuerza el que no evidencia ninguna claridad, situación ya advertida por David Hume; la adjetivación de la que es objeto la definición a través del termino “sustancial”, y la dificultad de una noción clara de sustancia, ya comentada por John Locke; y “actividad interna” y “mediante la que obra el ser que la posee” expresiones de la sinonimia para referirse a la expresión Aristotélica de “por si mismo”. ¡He aquí un complejo problema lingüístico y epistémico!

3) Cómo asignar propiedades de la vida sin lograr definirla. Más interesante, lo es aún, el preguntarnos ¿qué hace Capra para sortear la anterior dificultad al tratar de definir Qué es la vida?

Él abona el terreno, para efectos de la definición de la vida dada en Las Conexione Ocultas. En la cuarta parte de la trama de la vida, titulada La Naturaleza de La Vida, después de haber realizado una síntesis en las partes anteriores a la parte de la obra y relacionadas con temas como La Ecología Profunda, La Concepción de las Partes al Todo, La Teoría de Sistemas, La Lógica de La Mente, Los Modelos de Autoorganización, y Las Matemáticas de la Complejidad, consciente de las dificultades de la definición de ¿qué es la vida? nos dice:

Volvamos por un momento al tema central del presente libro ¿qué es la vida? En mi tesis, he argumentado que está emergiendo en la actualidad una teoría de sistemas vivos que es consecuente con el marco filosófico de la ecología profunda, que comprende un lenguaje matemático adecuado y que implica una comprensión no mecanicista y poscartesiana de la vida.

(Capra, 2000: p.171).

Capra evoluciona en su nivel de síntesis y en su programa de investigación. Ya desde el paradigma ecológico en Las Conexiones Ocultas, en el primer capitulo titulado también La Naturaleza de La Vida, nos presenta una aproximación a la definición de ¿Qué es vida? mucho más elaborada. Haciendo claridad en abordarla desde un marco científico y estrictamente biológico, con claras pretensiones de articulación a la mente, la consciencia y a lo social. Inicialmente plasma en su libro:

Antes de presentar el nuevo marco unificado para la comprensión de los fenómenos biológicos y sociales me gustaría volver a una pregunta, vieja como los tiempos: “¿qué es la vida?”, pero contemplándola con ojos nuevos. Debo advertir, al poner manos a la obra, que no considerare esta pregunta en la totalidad de su profundidad humana […]

(Capra, 2003: p.25).

Al parecer, ante la imposibilidad de definir la vida, Capra aborda el problema circunscribiéndose a la determinación de los criterios para definirla. Partiendo del modelo científico y repensando la célula como el sistema de mayor simplicidad de un ser vivo, definiéndola como una entidad rodeada por una membrana, la que se autogenera; es una red metabólica cerrada vista organizacionalmente, pero a su vez abierta desde el punto de vista material y energético, retoma los planteamientos teóricos de Harold Morowitz.

Harold Morowitz

http://pestupinya.files.wordpress.com/2007/04/hmorowitz1.jpg

A la par de no ser matemáticamente posible concebir los orígenes de la vida como una casualidad, posición refrendada por David Virchow en su frase categórica de vigencia actual en la biología “Omnis cellula e cellula” , --toda célula procede de otra célula-, negando la opción al origen espontáneo de las células; tampoco lo es para la perspectiva de Capra la explicación para llegar a la comprensión de la vida misma las actividades bioquímicas de la célula, eje central del proceso investigativo de los biólogos moleculares, para quienes lo más importante es el ADN y la capacidad que tengan de replicarse los organismos.

Es necesario, entonces para el pensamiento Capriano, con relación a esta temática el recurrir a la perspectiva ecológica, de la cual hace referencia en las conexiones ocultas, y citando a Morowitz (1992), para quien la célula presenta dos tipos de simplicidades la interna –su ambiente bioquímico- y la ecológica –algunas demanda al medio químico externo-, nos da claridad a la no comprensión aun del todo de la relación entre estos dos tipos de simplicidad celular a raíz de la poca costumbre de los biólogos a utilizar la perspectiva ecológica en sus trabajos de investigación:

La continuidad de la vida constituye una propiedad de un sistema ecológico, más que de un organismo o una especie por si solos. La biología tradicional ha tendido a centrar su atención en los organismos individuales más que en el continuo biológico. El origen de la vida se considera, por consiguiente, un acontecimiento único, en el que un organismo surge del medio que lo rodea. Una perspectiva ecológicamente más equilibrada examinaría los ciclos protoecológicos, así como los subsiguientes sistemas químicos que, sin duda, se desarrollaron y florecieron mientras iban apareciendo objetos parecidos.

(Capra, 2003, Págs. 27-28).

Por tanto no basta la presencia del ADN para el que un organismo sea considerado como vivo. Luego, si no es el ADN y el ARN elementos suficientes para asignarle a un organismo la categoría de vida, entonces qué lo es. Sin duda alguna se necesita la definición de los procesos metabólicos y las relaciones de la misma célula con su entorno ¡el componente ecológico! “La vida no puede ser adscrita a ningún componente molecular exclusivo (¡ni siquiera al ADN o al ARN!), sino únicamente a la totalidad de la red metabólica circunscrita” Luisi (1993).

Esta es una de las tantas confirmaciones al planteamiento de La teoría Gaia de James Lovelock y Lynn Margulis de que ningún organismo vivo puede llegar a existir sin estar relacionado con otros organismos.

Metabolismo, sinónimo de vida en el que hace presencia un flujo ininterrumpido de materia y energía a través de una serie de reacciones químicas, posibilitando en los seres vivos su generación o autopoiésis , palabra griega, cuyo significado es autoproducirse o el crearse a si mismos, organización minima de lo vivo, en el que se inscribe su automantenimiento y su perpetuidad.

Por lo tanto es valido el argumentar estar en presencia metafóricamente hablando de uno de los criterios definitorios de la vida ¡La Red como patrón de autoorganización! Proceso de regeneración en el que no solamente es importante la actividad química interna del a célula, sino también, lo externo, obteniendo significación el ecosistema. Lo que al metabolismo respecta, Capra citando a la microbióloga Lynn Margulis, nos comenta como:

El metabolismo, esa química incesante del automantenimiento, es una característica esencial de la vida […] A través de un incesante metabolismo, a través del flujo químico y energético, la vida se produce, se regenera y se perpetúa a si misma continuamente. Tan sólo las células y los organismos compuestos por ellas son capaces de metabolizar.

Capra (2003, p.32).

Lynn Margulis

http://www.hcc.edu/News_Events/ConnectionArchives/

Lynn Margulis nos dice “La célula tiene una relación automática con alguien más. Libera algo que alguien comerá”. En efecto, todo tipo de sistema vivo produce desechos, como resultado de su metabolismo, evolucionando la vida formando comunidades, modernamente denominadas ecosistemas.

Volviendo una vez más a la pregunta central ¿qué es la vida? cabe preguntarnos si la relación entre la célula y su entorno podría ser considerado como elementos suficientes para definir la vida. No obstante la caracterización de los sistemas vivos por el concepto de autopoiésis, ella, no incluye información alguna sobre la constitución física de los componentes del sistema. Es necesario para el entendimiento de las propiedades de estos y de las interacciones físicas que suceden, trascender de la descripción abstracta de su organización a una descripción de la estructura del sistema en lenguaje físico y químico.

Los estudios de esta relación y del flujo entre materia y energía concebida como autoorganización , nos remite a la teoría de Las Estructuras Disipativas de Ilya Prigogine , en la concepción de sistemas abiertos, en los que las estructuras permanecen constantes sin importar el cambio de sus componentes. Situación que permite la emergencia espontánea de un nuevo orden. ¡Emergencia que conceptualiza una novedosa comprensión de la vida! la emergencia da lugar al desarrollo, da continuidad constante de cambios, y se podría pensar en definir el desarrollo de la vida en términos del número de emergencias presentados en un sistema.

A pesar, de la extraordinaria síntesis de los anteriores conceptos desarrollados por Capra en la obra protagonista de esta sección del trabajo, ellos, no son suficientes para definir qué es la vida.

Nuestro autor tampoco lo hace y reconociendo implícitamente la complejidad de tan magna empresa, adopta el concepto de burbujas mínimas de Harold Morowitz como explicitación de los inicios de ella. Burbujas producto de la agrupación de algunas moléculas, formando espontáneamente burbujas cerradas constituyéndose en el primer lecho para la formación de la vida y prueba del paso de la no vida a la vida.

Además identifica tres vías principales de la evolución. La mutación, el intercambio de genes y, la simbiosis; mediante los cuales la vida se ha ido desarrollando a lo largo del tiempo, desde sus ancestros bacterianos universales hasta la aparición de los seres humanos. Con la presencia de un elemento sorprendente y común, en ningún momento se ha quebrado y probablemente no se quebrará el patrón fundamental de sus redes autogenéticas. ¡Continua vigente para el hombre y la ciencia, además del develar muchos de sus elementos fundamentales y constitutivos, dar respuesta a qué es la vida!


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