BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

ACTIVIDADES EXTRADOCENTES PARA FORTALECER EL VALOR PATRIOTISMO A TRAVÉS DEL MOVIMIENTO DE PIONEROS EXPLORADORES EN LOS PIONEROS DE SEXTO GRADO DE LA ESCUELA PRIMARIA HÉROES DEL MONCADA

Naivis Boza Mola



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1.2 Algunos antecedentes sobre la Educación en Valores en Cuba

Los más insignes pedagogos de la sociedad cubana, históricamente fueron portadores de sentimientos patrióticos y pusieron especial interés en trasmitirlo a sus discípulos. Así se puede citar a Félix Varela Morales (1788 -1853), que expresó. “No es patriota el que no sabe hacer sacrificios a favor de su patria o el que pide por estos una paga, que acaso cuesta mayor sacrificio que el que se ha hecho para obtenerla, cuando no para merecerla”. Ibarra (2004).

En los finales del siglo XIX el sentimiento de patriotismo toma gran fuerza. José Martí, sintetiza y supera las ideas que en este sentido le antecedieron, prestó gran interés a la formación integral del hombre dándole importancia a la formación de valores morales, planteando la relación dialéctica entre conocer, pensar, actuar y formar valores. Para él este valor adquiere características nuevas, lo impregna de antiimperialismo; su concepto de Patria adopta nueva dimensión: “Patria es Humanidad”.

Según Chacón (2006), ¨ El tratamiento más elevado y maduro que tuvo la concepción de la Patria y el Patriotismo, lo encontramos en la obra de José Martí (…) convirtiéndose en el máximo exponente y paradigma de valores patrios, durante el siglo XX se da continuidad a su pensamiento el que se articula con las ideas Marxistas Leninistas en función de la lucha por los ideales morales destacándose importantes figuras de la Generación del Centenario; su máximo exponente, Fidel Castro se convirtió en el líder indiscutible del proceso revolucionario en Enero de 1959, contribuyendo junto a otras figuras a la creación de la nueva moral, la socialista, con una perspectiva histórica cultural de país latinoamericanista y tercermundista.

Al referirse a estas ideas, José Martí escribió: “(…) La educación del temor y la obediencia estorbará en los hijos la educación del cariño y el deber. De los sistemas opresores, no nacen más que hipócritas o déspotas”.Y más adelante: “Violentando las fuerzas nobles en el ánimo de los niños, no se forman hijos fuertes para las conmociones y grandeza de la patria. Deben cultivarse en la infancia preferentemente los sentimientos de independencia y dignidad”. Martí (1975).

De igual manera el principio del pensamiento de Luz y Caballero en concordancia con las ideas de Martí, evidencia que siempre hacer las cosas será la mejor manera de decirlas impregnado en la semilla originaria del pensamiento cubano.

Como señala Justo A. Chávez Rodríguez, es oportuno también hacer referencia a otra frase de Martí cuando señala:”El fin de la educación no es hacer al hombre nulo, por el desdén o el acomodo imposible al país en que ha de vivir; sino prepararlo para vivir bueno y útil en él”. Martí (1892).

Se evidencia al respecto, que la vida educacional y cultural cubana, a través de su historia, ha tenido el aliento de destacados intelectuales, que han participado en la fundación de la nación. Así para Martí, la única forma de ser libres es siendo cultos.

Resulta indiscutible, el sentimiento martiano de que ¨patria es humanidad”, lo cual constituye un sustento de los valores asumidos por la sociedad cubana, presente en la obra y el pensamiento del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

Así el patriotismo en Martí, como valor, convicción recorre y atraviesa su formación espiritual y experiencia vital. Desde los actos de juventud hasta el final heroico de su misión en la vida, Martí actuó bajo el signo del Valor Patriotismo de lo cual dejó constancia desde sus juveniles versos en “Abdala” a los 16 años, donde describe como nadie lo que es el amor a la Patria.

En su madurez revolucionaria y con la experiencia organizativa de la causa superior comprendió lo que representaba el patriotismo como levadura mejor de todas las virtudes humanas. Extraordinaria lección para todos hoy en día, donde se requiere del cultivo de las virtudes y de la Patria.

En la obra “Abdala” Martí expresa su amor por la Patria, sentido de pertenencia el cual deben de tener todos los cubanos, el rechazo a quien la oprime, muestra sus valores y en esta obra destaca el Valor Patriotismo pues su amor por el suelo patrio, los deseos de defenderla del enemigo son elementos esenciales el cual caracteriza este valor.

En el Libro escrito por Lisstte Mendoza (2008), “Cultura y valores en José Martí” se hace referencia a esos valores, que se fueron conformando en él, también tuvieron su fundamento en el conocimiento de la historia patria, y de la patria grande y del propio acercamiento a las obras más importante de la cultura universal, en las que no solo encontró belleza sino grandeza humana.

No puede perderse de vista el papel del conocimiento, respeto, admiración y amor por las tradiciones patrias sobre la base de las cuales se erigió la extraordinaria obra fundacional martiana.

Desde su acercamiento y conocimiento iniciales de la naturaleza y de la historia, de la cultura latinoamericana se va conformando su aprecio, admiración y amor a las tradiciones e identidades del pueblo.

Lo antes mencionado advierte de un hecho esencial en la aproximación a la conformación del ser - pensador José Martí, y es que no pueden comprenderse por separado los valores que lo identificarían y que se plasmarían en su quehacer, en su paso por la vida.

Se expresa que la Revolución Cubana tuvo como uno de sus principales objetivos, eliminar todo lo que pudiera afectar el desarrollo de la nueva sociedad sustentada en nuevos valores que debe poseer el ser humano como son: el patriotismo la honestidad y la honradez entre otros.

Las transformaciones revolucionarias ocurridas en Cuba a partir de ese momento, desencadenaron un proceso de reemplazo de los viejos valores, heredados del capitalismo y de la política imperial impuesta por los gobiernos de turno de la República neocolonial, por otros derivados del carácter socialista de la nueva sociedad que se construye.

Dentro de estas profundas transformaciones estuvo la que se operaron en el Sistema Nacional de Educación y el encargo social de preparar a las nuevas generaciones. Tradicionalmente el niño cubano se educó oyendo hablar de las guerras por la independencia. Sabía como se luchaba desde la etapa colonial y que el Padre de la Patria, Carlos Manuel de Céspedes, había iniciado la lucha por la libertad desde 1868. En la más modesta de las escuelas se cantaba el Himno Nacional hoy Himno de Bayamo, se rendía homenaje a José Martí honrando a la Patria de forma muy distinta a la que los gobernantes de turno querían imponer en otras épocas.

Se prestó atención a la Educación en Valores tales como: honradez, honestidad, laboriosidad, responsabilidad, colectivismo y patriotismo, según el nivel de enseñanza.

Uno de los valores de singular importancia en todo el proceso educacional cubano lo es el Patriotismo, como expresión de las nuevas exigencias morales, a la luz de los cambios que se venían operando, dentro de ellas defender y prepararse para la defensa de la Patria. Fue el primer deber en el orden jerárquico de la nueva escala de valores sociales, en las tradiciones de luchas patrióticas del pueblo.

En la contextualización histórica de ese ideal, la sociedad cubana adoptó su propio modelo, encarnó un conjunto de cualidades morales excepcionales. Lo planteado se profundiza con el ideal de hombre nuevo representado por la figura del Che, en su espíritu de trabajo, en su hábito de educar y enseñar con el ejemplo, ser el primero en todo, el primer voluntario para las tareas más difíciles, las más duras, entregado en cuerpo y alma a los demás o sea un sujeto activo en el proceso histórico de la sociedad.

En la década de los 80, puede señalarse como otro indicador del progreso moral, el creciente espíritu de solidaridad internacional y de fortalecimiento del internacionalismo proletario, en correspondencia con una práctica consecuente de la política exterior del gobierno cubano, a la luz de las condiciones en la arena internacional, donde la correlación de fuerzas favorecían la necesidad de este tipo de relaciones de los países del Movimiento No Alineados, respaldados por el apoyo solidario y material (en ocasiones), de los países del campo socialista.

La práctica del internacionalismo se caracterizó por los valores del altruismo y solidaridad con otros pueblos, engrandeciendo la imagen de Cuba, a partir de los reconocimientos de las posiciones internacionales asumidas sobre la base de los principios morales, siempre a favor de las causas justas y nobles, del respeto a la no ingerencia en asuntos internos y del establecimiento de un orden económico diferente, de equidad, que posibilite las vías de desarrollo de los países subdesarrollados, empobrecidos y neo-colonizados del planeta, uno de los elementos que caracterizan el Patriotismo cubano en contra posición al patriotismo nacionalista propio de la burguesía.


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