BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

FUNDAMENTOS DEL SERVICIO COMUNITARIO PRIVADO

Nelson de Vida Martincorena




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CAPITULO II. Servicio Comunitario Privado

«Las ONGs (Organizaciones No Gubernamentales) han sido escuelas de ciudadanía en que los pueblos han perseverado en su esencial derecho a la responsabilidad, es decir hacerse cargo de sus propios problemas Toda una corriente de pensamiento democrático que valora la participación social, la descentralización administrativa, el equilibrio de funciones entre el Estado y Sociedad Civil, ha tenido como arraigo social la práctica y la experiencia de dichos organismos».

SERGIO SPOERER.

Concepto primario

Dentro de las múltiples acepciones que comprende la palabra «servicio», destacamos aquellas que refieren a: «mérito que se hace sirviendo al Estado o a otra entidad o persona...», «lo que se hace en provecho de alguien...»; «utilidad que resulta a uno de lo que otro hace en atención suya...» (1)

Inicialmente, entenderemos como servicio, una actividad de naturaleza compleja, cuyo propósito es satisfacer determinadas necesidades humanas.

Al hablar de «comunitario», se pone a la comunidad como principal destinataria de la gestión, lo cual no implica que no existan receptores individuales, sino que ellos son percibidos como integrantes de un grupo. Por comunidad, en sentido amplio, puede entenderse todo sector social relevante, ya se identifique por razones geográficas (barrios, zonas, ciudades, países, regiones), de edad, ocupacionales, en suma, por reunir determinadas características, que lo destacan de la sociedad en su conjunto. Por otra parte, «lo comunitario» abarca variables, que van desde la familia, hasta la nación, aumentando con el número de miembros, la vaguedad de la noción.

También la palabra designa la «colectividad territorial o grupo local». Resáltese en este caso el orden social que se establece sobre la base de la residencia común sobre cierto territorio. (*)

Frente a esas acepciones, resulta entonces necesario fijar desde ahora, qué entenderemos por «comunitario» en lo relativo al servicio, puesto que ello determinará el objeto de este estudio.

Será evidente la correspondencia del concepto en aquellas actividades que toman a la comunidad globalmente considerada como campo de acción, asumiendo competencia (por lo menos potencial) en todos los problemas que la afectan, incluyendo los llama dos «sociales», procurando así el bienestar colectivo. En tales casos la referencia será un ámbito territorial, como por ej., ocurre con los llamados clubes de servicio, de preferente vinculación geográfica.

En otras situaciones, se atienden las necesidades dotadas de un grado de extensión, que afectan grupos específicos de la comunidad; esa focalización, si bien puede implicar limitaciones en la acción, tanto derivadas de la problemática en sí, como de las soluciones que se requieren, no por ello hace que la gestión se aleje del servicio, si cumple los requisitos propios del mismo. (**)

Entonces, puede entenderse primariamente por «servicio comunitario», aquella actividad compleja tendiente a dar solución a los problemas que afectan a un grupo social, mejorando el bienestar general, todo lo cual requiere una gestión colectiva para su obtención.

Las entidades que en mayor o menor medida lo brindan, integran una parte de lo que se llama, en general, servicios sociales que se prestan en las comunidades.

Abarcan un amplísimo universo institucional, que va desde importantes organizaciones de proyección internacional (como por ej. Cruz Roja, Asociación Cristiana de Jóvenes y Femenina, Caritas, B’nai B’rith, Ejército de Salvación, Rotary, Kiwanis, Leones, y tantas otras) hasta la miríada de agrupaciones nacionales y locales.

Los rasgos genéricos de estas actuaciones autónomas -no lucrativasque surgen desde la esfera privada, constituyen el objeto de nuestra preocupación, sin olvidar que las mismas son coadyuvantes con las políticas estatales de similares objetivos.

(*) El Ex Presidente Internacional del Leonismo, el León Joao Femando Sobral, en una exposición realizada en el XXXII Folac de Montevideo, ha hecho un interesante análisis del concepto «comunidad», destacando la complejidad del mismo y las diferentes acepciones que pueden corresponderle. Sobral, con abundantes fundamentos, señala la evolución desde una primaria concepción que destacaba la existencia de un grupo de habitantes involucrados en interacciones socioeconómicas, en un área geográfica con fronteras establecidas, a nuevas consideraciones que abandonan la referencia geográfica y que pueden llegar a referir a «...cualquier proceso de interacción social que resulte en un mayor desarrollo de actitudes y prácticas de cooperación, unificación y colaboración»; también puede definirse a la comunidad como:

«un grupo de individuos alineados alrededor de intereses comunes».

Amparándose en la riqueza del concepto, Sobral, realiza finalmente un enfoque innovador y refiriéndose a «La comunidad del Futuro» opina que las ONGs «...pueden crear lo que necesitamos ahora, comunidades para ciudadanos, especialmente para los que tienen enseñanza superior... Sólo los ONGs pueden atender a una de las mayores necesidades: la necesidad de ciudadanía». («Memoria del XXXII Foro Leonístico de América Latina y del Caribe. Montevideo, 15-18 de Enero de 2003; Pág.64 y ss.).

Entendemos que las consideraciones glosadas, si bien aportan nuevas e interesantes iluminaciones a un concepto de suyo complejo, no alteran lo que se viene exponiendo, que sólo intenta delinear el campo en el que actúa el servicio.

(**) Existen múltiples instituciones «de interés público», «de fines públicos», o «sociales», que abordan diversas intervenciones en campos similares, que si bien pueden no encuadrar en los extremos operativos que pretendemos delinear, poseen igualmente una importante utilidad social, como vimos en el capítulo anterior.

La determinación de las respectivas áreas de influencia, es decir qué rubros abarcan las gestiones oficiales y cómo actúan las entidades privadas, coparticipando en mayor o menor grado, pasa en cada sociedad, por la organización del Estado y por lo fines que a él se han asignado, según veremos más adelante; asimismo dependerá de las iniciativas que se propicien desde la sociedad civil.


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