BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

FUNDAMENTOS DEL SERVICIO COMUNITARIO PRIVADO

Nelson de Vida Martincorena




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Síntesis fundacional

La gestación de una corriente de pensamiento y acción, de importante incidencia social, difícilmente es el producto exclusivo de un esfuerzo individual, por más que en momentos de inspiración genial, hombres privilegiados alcancen formulaciones de gran trascendencia.

Si bien ese papel de visionarios ha sido cumplido en la historia por seres de muy infrecuentes dotes, incluso en esos casos, es posible señalar que por lo común, ellos han culminado elaboraciones que se venían manifestando en el ámbito espiritual de la época, realizando con sus propias aportaciones un enfoque integrador, un avance positivo que beneficia a la comunidad humana.

El Leonismo surge a la vida como fruto de la inspiración de Melvin Jones, quien supo combinar y poner en función un cúmulo de principios morales, profesionales y sociales, que desde sus diferentes planos de actuación fueron conjugados al servicio de una empresa superior.

Jones realizó una síntesis pragmática, amalgamando en el Leonismo una concepción teórica y una normativa de actuación, que se han revelado como extremadamente idóneas para canalizar las expresiones de solidaridad, en provecho de los semejantes.

La rica médula ética y los principios organizativos del movimiento han resistido enhiestos el paso de los años y ofrecen una siempre renovada respuesta a los desafíos crecientes que plantea el devenir de la humanidad.

Si atendemos individualmente a los elementos que componen el armazón conceptual del Leonismo, podemos reconocer sin resistencia, que ellos no son originales, si entendemos por tal carácter, prioridad en el tiempo, en la expresión o incluso en la puesta en práctica.

Así, será fácil indicar antecedentes en las actividades en interés del prójimo y en pro de las necesidades que se manifiestan en la sociedad. No reviste dificultad destacar prelación en la existencia de grupos profesionales, que exigen determinada normativa ética a sus integrantes; será también sencillo señalar agrupaciones de interés social o público, que han precedido a nuestro movimiento, tal y como lo hemos glosado en capítulos anteriores.

No será allí donde se encuentra la originalidad creativa y expansiva del Leonismo. Su fuerza radica en la dinámica fórmula teórica y práctica que le dio vida y le aseguró su tremendo desarrollo. El aporte trascendente fue encontrar un armónico y delicado equilibrio entre intereses individuales y colectivos de alto valor moral, aunados en una institución de exclusivo rol comunitario. (*)

En aquel lejano principio de siglo, sacudido por la primera guerra mundial, haber tenido la visión de poner en acción coordinada la motivación humanística y solidaria, reorientando la acción de los clubes de hombres de negocios, de su finalidad meramente profesional a una actuación de trascendencia para la sociedad, que excluye toda ventaja o beneficio personal, logrando que ello se plasmara en un movimiento de incontenible vitalidad, fue una tarea ciclópea, por la que nuestro fundador y colaboradores, merecen el más amplio reconocimiento.

La utilización del esfuerzo de hombres destacados en sus comunidades, con un expreso objetivo altruísta, en una institución capaz de recoger y canalizar el apoyo popular en realizaciones de público beneficio, significó una innovación cuyos frutos se vienen recogiendo, a través del tiempo, en las más distantes comunidades del orbe.

Nuestro movimiento ha recibido entonces, desde su impulso inicial, una enaltecedora consigna de desinterés personal, unida a una fundamental vocación: un imperativo quehacer comunitario, sin excusas ni dilatorias.

Si bien la preocupación social del Leonismo está siempre presente, no por ello se descuida el perfeccionamiento moral de sus integrantes, que no pueden esperar del cumplimiento de sus actividades ninguna ventaja, como no sea el legítimo beneficio de mejorar su calidad humana, trasmutada favorablemente por el trabajo solidario.

En mérito a lo dicho, resulta lícito situar al Leonismo, desde sus inicios y a lo largo de su vida institucional, como una filosofía de la vida, en tanto postula la regulación de acciones humanas, a través de normas de conducta ejemplificadas en el Código de Etica, que se dirigen al obrar del individuo, en su vida personal y social, en cuanto León, pero que por su esencia superior tienen una validez universal. (**)

Pero no se queda el Leonismo en una formulación teórica, en un deber ser.

Se constituye en institución, cosa establecida y organizada, para la consecución de determinados objetivos colectivos, que son la proyección de la normativa ética propugnada.

Puede decirse así, sin temor a errar, que el Leonismo vive sus principios en tanto los trasunta en obras comunitarias y en ellas encuentra, como en un talismán, renovadas fuerzas para la lucha de todos los días.

(*) Queremos destacar en este punto, que en la primera Convención, realizada en Dallas (USA) en 1917, el informe del comité de estatutos y reglamentos fue aprobado rápidamente, con una sola excepción.

W. A. Lybrand y J.C. Leonard de Oklahoma City propusieron una enmienda que dió lugar a mucho debate y que decía así: «Ningún club se beneficiará a consecuencia de sus estatutos o reglamentos, o en otras palabras, ningún club buscará como objetivo su mejoramiento económico». «Después de una tormentosa sesión la enmienda fue adoptada». (Tomado del libro «Historia del Leonismo» de Paúl Martín, versión en español de Lic. Fernando J. Fernández, 1995, Pág. 6).

Las discusiones «tormentosas» indican la resistencia que levantó la poderosa fuerza innovadora del precepto, que a la postre triunfó; esa consagración desde el principio, de un verdadero pilar de actuación no lucrativa, ha sido y es un verdadero escudo protector del Leonismo.

Hoy en día esta norma está incluida en uno de los Objetivos de la Asociación y también figura en el reglamento tipo de los Clubes de Leones, con este texto: «Art. IX, Sección 5. Provecho personal. A excepción de buscar ascensos dentro de la estructura del Leonismo, ninguno de los dirigentes y socios de este club aprovechara su afiliación como instrumento para lograr sus aspiraciones personales, políticas o de otra índole, ni el club, en conjunto, tomará parte en ningún movimiento contrario a sus fines».

Esto aparece particularmente ratificado en el Manual de Normas de la Junta Directiva Internacional (en lo sucesivo Manual de Normas JDI, revisado al 6/07/2001) que establece... «...y ningún club de Leones, socio de Club de Leones, distrito o cualquiera otra organización Leonística usará los vínculos entre los socios en ninguna solicitación que promueva beneficios comerciales privados». (XV – 2).

(**) La calificación de «filosofía de la vida», no significa que el Leonismo constituya un sistema filosófico, que aspire especulativamente al conocimiento ultimo de los principios y las causas de lo existente por «amor a la sabiduría». La expresión señala la vinculación del Leonismo con aspectos cotidianos de la vida personal y social, materia habitual de la Etica, una de las disciplinas de la Filosofía.


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