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INTEGRACIÓN. TEORÍA Y PROCESOS. BOLIVIA Y LA INTEGRACIÓN

Alberto Solares Gaite




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1.4. El Grupo Andino en Funcionamiento

El proceso andino de integración, en su larga trayectoria, tuvo etapas de funcionamiento diferenciadas, desde momentos de una dinámica notable hasta periodos de estancamiento y crisis muy profundas que, muchas veces, lo llevaron a la posibilidad de su definitiva extinción. Sin embargo, el proceso siguió adelante y tuvo la virtud de levantarse algunas veces de sus cenizas.

En la siguiente relación, se pretende reseñar las principales etapas del primer periodo de la integración andina, previo a su transformación y nuevo lanzamiento (años 90), periodo este último que se lo considera, por las profundas modificaciones que se introdujeron a la concepción inicial, como ubicado ya en la segunda etapa de la integración latinoamericana. En consecuencia, el análisis del presente Capítulo va desde el inicio de su vigencia hasta el nuevo Diseño Estratégico (1989) y los cambios que introduce el Protocolo de Trujillo (1996), que implican cambios hasta en la denominación del proceso.

Etapas:

De la firma del Acuerdo a la Adhesión de Venezuela (1969 – 1973)

Esta etapa inicial fue de una febril actividad y una dinámica notable, por cuanto el arranque del proceso se caracterizó por una plena compatibilidad entre los países y diriamos hasta de una mística integracionista. Se logró la implantación de los órganos, mecanismos y programas del Acuerdo y se dieron las primeras normas de su desarrollo institucional.

Entre los principales avances se pueden mnecionar:

- Establecimiento de los órganos principales (Comisión y Junta del Acuerdo de Cartagena).

- Iuicio del Programa de Liberación

- Adopción del AEMC

- Definición del ámbito de la Programación Industrial

- Aperura mercado a Bolivia y Ecuador.

- Régimen Común de Tratamiento al Capital Extranjeto (Decisión 24)

- Régimen de las Empresas Multinacionales Andinas (Decisión 46)

- Armonización de Legislaciones de Fomento Industrial (Decisión 49)

- Régimen de Transporte Automotor (Decisión 56)

- Bases para la Estrategia Subregional de Desarrollo (Decisión 22)

- Establecimiento de la NABANDINA (Decisión 51)

- Aprobación del primer PSDI, en Metalmecánica (Decisión 57)

En conclusión, esta etapa si bien muy dinámica no estuvo exenta de problemas para poner en marcha mecanismos tan complejos. La adhesión de Venezuela si bien otorgó su plenitud andina al GRAN, retardó la marcha por las negociaciones de su incorporación.

De la Adhesión de Venezuela al Protocolo de Lima (73-76)

Se inician una serie de dificultades y viscisitudes. Si bien el GRAN se fortalece con la incorporación de Venezuela, se debilita con el alejamiento de Chile.

Esta etapa fue de crisis por el retiro de Chile, motivada por la visión incompatible entre el nuevo Gobierno militar de Chile con los gobiernos del resto de los PM respecto al tratamiento al capital extranjero y de algunos aspectos de la orientación del proceso. Además, los efectos de la crisis mundial se reflejan en los Países Miembros con políticas favorables a la inversión extranjera, corrientes que se reflejan en las flexibilizaciones del Protocolo de Lima y Decisiones posteriores. Esta crisis repercute negativamente en la dinámica del proceso.

Sin embargo, en esta etapa se logran avances importantes en Política Tecnológica, en la adopción del Régimen Uniforme de Propiedad Industrial, la formulación de los Programas Sectoriales de Desarrollo Tecnológico (PADT) y en la aprobación del segundo PSDI en el área de la Petroquímica.

En estos años, empiezan a manifestarse algunos desencantos pricipalmente por el fenómeno de los incumplimientos y la insatisfacción por la falta de beneficios inmediatos. Cunde la sensación de escepticismo.

En octubre de 1976, se suscribe el Protocolo de Lima, cuyo propósito fue el de superar los desajustes, actualizar plazos y reafirmar los postulados del Acuerdo.

Del Protocolo de Lima al Mandato de Cartagena (76 – 79)

Esta es una etapa de ajustes, flexibilizaciones y ampliación de plazos:

- Flexibilización de la Decisión 24

- Se concreta una nueva modalidad de contacto, al máximo nivel político,

las Reuniones de Presidentes.

- Aprobación del tercer PSDI, Programa Automotríz (Decisión 120) tras dilatadas y complejas negociaciones.

- Establecimiento del Programa de Apoyo a Bolivia

- Creación del Fondo Andino de Reservas (Actual FLAR)

- Formulación del PADT – Alimentos, explorando nuevas rutas de integración.

No obstante, el proceso no puede retomar su ritmo inicial, se dilata la adopción de instrumentos importantes y se agudizan los incumplimientos. Se hace necesaria la suscripción de un Protocolo adicional, el Protocolo de Arequipa en abril de 1978.

Por otra parte, los procesos políticos de recuperación democrática concentraron atención la atención de los PM. En ocasión de celebrarse el X aniversario del Acuerdo los presidentes andinos se reúnen en mayo de 1979 y emiten el Mandato de Cartagena, como reafirmación de postulados del proceso andino y se formulan pautas para su reactivación. Quizá lo más importante del periodo es la suscripción del Tratado del Tribunal de Justicia, el 28 de mayo de 1979, la creación del Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores y del Parlamento Andino.

Del Mandato de Cartagena a la Declaración “Para Nosotros la Patria es América” (1979-1983)

Cobra importancia la dimensión política del GRAN. En esta línea se adscribe el modelo democrático que es materia de compromiso formal mediante la Carta de Quito.

Las acciones conjuntas y afinidad democrática le permiten actuar con eficacia en varias crisis políticas, como la crisis política de Bolivia.

En materia industrial, se aprueban dos PSDI más (Siderurgia y Fertilizantes), pero que no tuvieron ejecución.

En el Sesquicentenario de la muerte del Libertador, se emite en Santa Marta la Declaración “Para Nosotros la Patria es América”, llamando la atención sobre el virtual estancamiento del proceso y la necesidad de redefiniciones en las orientación fundamental del modelo y la estructura de la integración andina. Como reacción a lo anterior se aprueba el Plan de Reorientación, cuyos lineamientos se recogen de la Declaración “Para Nosotros la Patria es América”, que formuló medidas de emergencia y sugerencias para ajustar los instrumentos existentes y diseñar nuevos mecanismos para configurar un estilo nuevo de integración.

De la Reorientación hasta el Protocolo de Quito (1984 -1987)

En ejecución del Plan de Reorientación, en 1984 se aprueban ocho estrategias sectoriales: relaciones exteriores, agropecuaria, comercial, industrial, financiera y pagos, ciencia y tecnología, integración física, fronteriza y turismo; y régimen especial para Bolivia y Ecuador.

En 1985 se formula el Proyecto de Protocolo Modificatorio, que es objeto de un largo proceso de negociaciones, reservas, impugnaciones y rechazos.

Se llega finalmente a acuerdos que posibilitaron la suscripción del Protocolo de Quito, en abril de 1987, plasmando varios ajustes a los plazos y a los mecanismos de integración.

Del Protocolo de Quito al Protocolo de Trujillo (1987-1996)

En 1989 los Presidente aprueban el Diseño Estratégico en Galápagos, que define un punto de inflexión en el proceso andino y lo compatibiliza con las políticas de apertura económica que insurgen con mucha fuerza.

En 1990 se crea formalmente como una instancia del proceso el Consejo Presidencial Andino como su órgano de dirección superior. Ese mismos año los Presidentes adelantan los plazos para formar la Zona de Libre Comercio.

En 1991 los Presidentes aprueban el Acta de Barahona por medio de la cual se dispone la adopción de un AEC con base en 4 niveles.

En 1992 se produce la suspensión temporal por parte del Perú de sus obligaciones respecto al Programa de Liberación. En contraposción, en enero de 1993 entra en pleno funcionamiento la Zona de Libre Comercio para Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela.

En 1995, los Presidentes aprueban, en Quito, el Nuevo Diseño Estratégico planteando una reformulación profunda de las bases del proceso.

En marzo de 1996, los Presidentes aprueban el Protocolo de Trujillo, cambiando la historia, los mecanismos, la estructura y la denominación del proceso andino de integración, que pasa a una nueva etapa.


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