BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

INTEGRACIÓN. TEORÍA Y PROCESOS. BOLIVIA Y LA INTEGRACIÓN

Alberto Solares Gaite




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3.8. Situación Actual

Actualmente el proceso andino enfrenta una nueva crisis, esta vez no en relación a aspectos concretos de la marcha del proceso o al intercambio comercial, sino a su concepción y orientación fundamentales, gira alrededor de profundas contradicciones en la visión política e ideológica de los países miembros, lo que quizá la convierte en una crisis estructural que está paralizando y polarizando el desarrollo del proceso. Colombia y Perú sostienen la visión de la libertad económica, la economía de mercado y el libre comercio como medio de una mejor inserción internacional, en cambio Bolivia y Ecuador, se hallan dominados por regímenes de corte populista que proclaman un socialismo comunitario y adhieren al esquema del ALBA y sus postulados de socialismo del siglo XXI, inspirados por Venezuela y Cuba.

Este tipo de contradicciones se hicieron presentes en decisiones que deberían ser resultado del consenso, como la relativa a las modificaciones al régimen común de propiedad industrial planteadas por el Perú para habilitarse a la suscripción de un TLC con Estados Unidos y que con el respaldo de Colombia y al último momento de Ecuador, fueron aprobadas e impuestas a Bolivia.

En el campo del relacionamiento externo, es donde quizá es más evidente el enfrentamiento de posiciones, una de las situaciones más claras al respecto fue la suscripción de TLCs con Estados Unidos, estrategia alternativa que aplica este último país ante el fracaso del ALCA. Si bien se negoció conjuntamente entre Colombia, Perú y Ecuador y los Estados Unidos, con el cambio de gobierno y de orientación política en Ecuador, se terminó suscribiendo TLCs solo con Colombia y Perú, pero en forma bilateral. Bolivia, que participó en las negociaciones como observador, con la ascención de su nuevo gobierno de tendencia socialista rechazó absolutamente esta posibilidad, pero sin embargo siguió por unos años más acogiéndose al régimen preferencial del ATPDEA, otorgado por los Estados Unidos para respaldar la lucha contra las drogas y la erradicación de los cultivos de coca, régimen que al final, junio de 2009, fue revocado, entre otros motivos por interpretar los Estados Unidos que no se estaba cumplimiendo con los objetivos de erradicación de los cultivos de la hoja de coca, lo que significó la pérdida del acceso preferencial al mercado norteamericano para importantes rubros de exportación.

Al presente, se halla en curso un proceso de negociación, largamente preparado entre la Unión Europea y la Comunidad Andina, destinado a concretar un régimen de asociación entre los dos bloques de integración.

Antes de iniciarse las negociaciones, que obviamente deberían ser conjuntas, las contradicciones de los países andinos se pusieron nuevamente en evidencia, esta vez polarizadas entre Colombia y Perú que querían proceder a las negociaciones y, por el otro lado, especialmente por Bolivia que impugnaba algunos términos de la propuesta, entre ellos aspectos de propiedad intelectual (patentamiento de derivados de la biotecnología) que según este país afectaban los conocimientos tradicionales de sus poblaciones indígenas. Para superar este enfrentamiento interno, se propuso, con la aceptación de la UE, una negociación gradual primero con los países dispuestos a iniciar el proceso negociador y después con los que mantenían observaciones, posición que fue rechazada por Bolivia que insistía en una negociación en bloque, queriendo imponer su punto de vista al resto de los andinos.

El problema se resolvió por la decisión de la UE de entablar negociaciones en forma bilateral con cada uno de los países andinos. Al presente se han iniciado negociaciones bilaterales con Colombia y Perú, a las cuales también a último momento se adhirió el Ecuador, quedando Bolivia excluida de las negociaciones, aunque la UE declara que éstas pueden ser retomadas posteriormente.

Recientemente también se ha producido un distanciamiento inédito en las relaciones entre Perú y Bolivia, ante un conflicto del primero motivado por una rebelión indígena en su zona amazónica, que según interpretación del Perú fue instigado en parte por el discurso indigenista y llamado a la rebelión por parte del Presidente de Bolivia. En todo caso, lo que parece evidente es que la política de injerencia que se desarrolla en el ámbito del ALBA hacia los países de su área de influencia, abona la convicción de estarse socavando la estabilidad de los procesos de integración de la región. Bolivia, en la Sexta Cumbre del ALBA, realizada en Venezuela, ha respaldado las razones que motivaron el retiro de Venezuela de la CAN y no sería raro que pretenda seguir su ejemplo.

Todo ello, refleja la difícil realidad que enfrenta la unidad de los países miembros del proceso andino, minado por dentro y carente, en este momento, de uno de los requisitos básicos de la integración que es la identidad de objetivos e intereses comunitarios. Lamentablemente se abren serias incógnitas sobre la suerte del proceso andino y una grave responsabilidad histórica de los conductores de los gobiernos nacionales, que deberán decidir por la continuidad de un proceso que supone la igualdad y el proceso equilibrado de sus países miembros o por su adscripción a esquemas hegemónicos de antiguo o nuevo cuño.


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