BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

INTEGRACIÓN. TEORÍA Y PROCESOS. BOLIVIA Y LA INTEGRACIÓN

Alberto Solares Gaite




Esta página muestra parte del texto pero sin formato.

Puede bajarse el libro completo en PDF comprimido ZIP (344 páginas, 955 kb) pulsando aquí

 


PRESENTACIÓN

La integración entre países es uno de los fenómenos más importantes de la realidad internacional contemporánea, particularmente en su dimensión regional, actualmente considerada como una plataforma necesaria para la inserción de los países en la economía global.

En un escenario internacional tan dinámico, complejo y globalizado, parece que la necesidad de unidad y complementariedad entre países, especialmente entre los menos desarrollados, es una de las pocas opciones válidas para ubicarse mejor en el contexto internacional y para su propio desarrollo.

No obstante y si bien casi todos coinciden en la importancia, trascendencia e incluso en la necesidad histórica de la integración para nuestros países, ello se mantiene en gran medida sólo en el discurso y la retórica. En la experiencia concreta, la integración en nuestra realidad es aún un hecho poco conocido, poco difundido y hasta incomprendido. En general, en nuestros países es un tema marginal en la atención estatal, en las políticas nacionales, en la academia y en la formación de una cultura respecto a su problemática. Al contrario, se enfrenta una tendencia a desvalorizar o considerar desactualizado el concepto.

La integración es un fenómeno diverso pero integral, implica aspectos económicos, políticos, jurídicos, sociales, culturales, constituyendo una verdadera concepción filosófica acerca del desarrollo y el destino común de los países que se integran. Nuestro análisis, sin embargo, tiene un sesgo más institucional y jurídico por ser estas dimensiones las menos exploradas en este tipo de procesos, aunque no dejamos de lado una visión panorámica de las otras dimensiones de la integración, como la económica y la política.

El desarrollo del texto comprende básicamente tres partes:

I. Un marco teórico, conceptual y doctrinal de la integración.

II. El análisis de los procesos de integración, con énfasis en la integración europea y la latinoamericana; y

III. La participación de Bolivia en los procesos de la integración.

En relación al marco teórico o conceptual, se realizan consideraciones básicas de la Teoría de la Integración, disciplina que ha logrado un importante desarrollo doctrinal. En nuestro caso se ha enfatizado en la integración entre países en desarrollo que tiene motivaciones y objetivos muy diferentes a los procesos de integración entre economías desarrolladas. Desde ya, como una necesaria advertencia, el desarrollo de los temas sobre integración que presentamos se halla orientado a llenar un vacío de información y difusión sobre esta temática, no se intenta en ningún caso innovar conceptos sobre la disciplina, pero si quizá actualizarlos en función de la realidad internacional que vivimos hoy. Tampoco se trata de una exposición doctrinal para especialistas en integración, tiene una pretensión más simple, la de aproximar esta materia al estudiante, al profesional y a las personas interesadas en el desarrollo de las relaciones internacionales. En función de tal objetivo, el análisis se respalda en la doctrina formulada por diversos tratadistas, desde los clásicos de la Teoría de la Integración hasta los actuales autores que han asimilado estos conceptos a sus respectivas realidades, especialmente en el caso de la integración de los países en desarrollo.

En la Segunda Parte del trabajo, relativa a los procesos de integración y su desarrollo concreto e histórico, se formula una descripción de las principales características y evolución de los mismos, empezando por el proceso emblemático de la integración contemporánea que es el europeo, modelo de muchos de los procesos que se han intentado y que se intentan en otras latitudes. Se refleja en forma breve, asimismo, las experiencias de la integración socialista que, si bien se extinguió junto con el bloque soviético, tiene algunos referentes de importancia que no se pueden ignorar. Pero el énfasis está orientado hacia los procesos de América Latina, algunos ya superados, otros en curso o en advenimiento, destacándose su importancia y su contribución a una nueva visión latinoamericana sobre el desarrollo, basada en la complementariedad, la solidaridad y en un destino común.

En la misma tónica, se revisan los principales procesos que se desarrollan en otras regiones del continente y el mundo, como la integración en el Caribe, en Norteamérica, la del Asia-Pacífico y la del Africa subsahariana, tratando de demostrar que la integración es hoy un fenómeno casi universal.

Para el análisis de los procesos, se ha recurrido a la información disponible en diversas fuentes, especialmente en las fuentes oficiales de difusión de los propios organismos rectores de estos procesos. Desde ya, existen asimetrías de información entre los diferentes procesos, la mayor información sobre algunos proviene de su cercanía, del mayor acceso a sus medios de difusión y, en alguna medida, a la información personal acumulada en casi tres décadas de docencia y de seguimiento a los temas de integración.

Sobre Bolivia y la integración, tema que se expone en la Tercera Parte del trabajo, se parte de un análisis general de la realidad del país, de la importancia de su ubicación geográfica, de sus potencialidades y de sus limitaciones estructurales para actuar en el marco de la integración. Se evalúa en general la participación nacional en este marco y se analiza también su desempeño, logros y frustraciones en los diferentes procesos de los que formó y forma parte. Con base en esta experiencia se formulan algunas líneas de base para una política nacional en materia de integración y se finaliza analizando uno de los temas más importantes y postergados de la participación nacional, el tratamiento constitucional sobre esta materia, recién incorporado en la Constitución vigente, evaluando sus contenidos relativos al tema y los correspondientes a otras normas vinculadas, para terminar con algunas reflexiones sobre la necesidad e importancia de la integración como uno de los principales factores para un desarrollo eficiente y digno para Bolivia.

Sobre las motivaciones del presente trabajo, el obedece a un compromiso académico largamente postergado para documentar la base conceptual, la realidad y evolución de este fenómeno con especial referencia a nuestra región y país, pero actualmente también obedece a la preocupación por el marginamiento al que ha se condenado a la integración en la región. La coyuntura actual, caracterizada por una profunda crisis global, por el distanciamiento progresivo de nuestros niveles de desarrollo respecto de los países centrales, la profundización de la pobreza y la marginalidad en nuestras poblaciones, así como por la necesidad de un posicionamiento conjunto ante los grandes problemas mundiales como el riesgo ambiental, energético y alimentario, debería provocar en América Latina un renacer de la conciencia sobre la necesidad de integración, ahora más que nunca se debería hablar sobre integración y rescatar la visión integradora de nuestros pueblos, pero en cambio se está privilegiando una polarización ideologizada con planteamientos de una guerra fría ya superada históricamente. Se está sustituyendo la visión integradora por una inédita visión de nuevas hegemonías que ha convertido a la región en un escenario de tensión y enfrentamiento político que desvirtúa un ya largo proceso que pretendía la unidad e integración entre nuestros países, sobre bases de democracia y libertad.

La única ideología que debería primar en nuestros países es el desarrollo perentorio que supere la pobreza, la marginalidad y la inseguridad humana que padecen sus pueblos, que permita enfrentar, con equidad y dignidad, la dureza del sistema internacional y los riesgos de la globalidad que, si no estamos preparados e integrados, acabarán por profundizar las brechas del desarrollo y marginarnos de la modernidad y de la historia.

En ese marco la situación de Bolivia no es diferente, muestra un país embarcado en un populismo sofista que niega la historia, la nación y la república, que discrimina entre bolivianos, que rechaza el principio de unidad en la diversidad y que busca en la antropología los fundamentos de un pensamiento disociador. Como nunca en su historia Bolivia se halla sumida en una desorientación extrema, que hace imposible pensar en la integración interna y que además, por si fuera poco, aísla al país y amplía la confrontación al ámbito externo, desestabiliza los procesos de integración en curso y se alinea con posturas e ideologías anacrónicas.

Revalorizar el concepto de la unidad e integración tanto interna como externa, por tanto, nos parece imperativo. Mientrás el mundo avanza aceleradamente hacía una interdependencia cada vez más global, nos guste o no, nuestro país se posiciona a contramano de la evolución histórica, postulando en lo interno una desintegración “plurinacional” y en lo externo un alineamiento internacional que nos supedita ya no a los grandes sino a los menos chicos.

Bolivia, por su posición geográfica central en el subcontinente y por su condición de país subdesarrollado, no puede aislarse, está condenada a la integración. La solución a sus problemas estructurales y a su precariedad social, ya no puede ser posible en el reducido marco nacional. Si el subdesarrollo es un fenómeno multinacional o continental, la única solución posible es enfrentarlo en forma ampliada, conjunta y solidaria con los otros países de la región.

Para ello, para la búsqueda de un desarrollo ampliado, humanista y moderno, es indispensable fortalecer la unidad y la identidad nacional, con base o pese a la diversidad del país. Sólo sobre la base de fortalecer una integración nacional, de construir nación, concepto que además es todavía indispensable en las relaciones externas, se podrá vislumbrar y compartir un desarrollo promisorio y un destino común, antes de perdernos y disgregarnos en supuestas nociones de “plurinacionalidad” que se fundamentan en lo que nos diferencia y separa antes de lo que nos une e integra.

Solo a partir de una plataforma de unidad Bolivia se podrá proyectar en el ámbito externo y en la integración regional como un Estado moderno, productivo, inclusivo y solidario.

Que Dios integre y fortalezca a Bolivia.

La Paz, febrero 2010.

Alberto Solares Gaite


Grupo EUMEDNET de la Universidad de Málaga Mensajes cristianos

Venta, Reparación y Liberación de Teléfonos Móviles