BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

LA INVERSIÓN Y SU COMPORTAMIENTO EN MÉXICO: 1940-2009

Samuel Ortiz Velasquez




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3.2.4 La Inversión en el Modelo. Hipótesis Básicas

En la fase ISI, el dinamismo de la economía depende en lo fundamental de la dilatación del coeficiente de inversión. La actividad industrial, y en particular, la industria de la transformación, se convierten en el sector líder. Ello por supuesto junto con una decidida presencia del Estado como promotor del desarrollo.

En virtud de lo cual, cabría esperar que la inversión presente un comportamiento muy dinámico en términos de crecimiento y como parte del PIB, además, que fuese menos oscilante. Asimismo, se desearía un peso importante de la inversión estatal.

Por otro lado, se tendría un mayor peso relativo de la inversión industrial, junto con mayores ritmos de expansión y menor inestabilidad. Al interior de la industria de la transformación, se observaría una reorientación de la inversión, de las ramas “tradicionales” a las ramas “modernas”

Como una derivación del punto anterior, seguramente el componente nacional de la inversión se elevaría aun más, junto con una acentuación, a medida que el proceso avanza, de la participación de la inversión estatal y la privada extranjera.

3.3 El Patrón de Acumulación Neoliberal

La emergencia del nuevo patrón descansa en la conjugación de dos factores medulares; i) la crisis de la deuda de 1982 y sus consecuencia inmediata: la suspensión del financiamiento voluntario por parte de los acreedores extranjeros; ii) las medidas de los gobiernos de la época, para hacerle frente a la situación, que consistieron en lo básico en la adopción de los rígidos programas de ajuste estructural del FMI.

En las líneas siguientes se expondrán, en términos muy generales, las características del patrón neoliberal, tomando como base, las políticas económicas rectoras y los rasgos estructurales del modelo. Ello en virtud, de que se suele suponer que la política económica opera en una órbita distinta a la de la estructura, cuando, en realidad, detrás de las políticas operan factores estructurales de la realidad económica.

3.3.1 Las Políticas Económicas en el Modelo.

En el terreno económico, los programas de ajuste estructural se basan en los siguientes ejes rectores:

a) Desregulación económica estatal y los procesos de privatización que la acompañan.

Brevemente, la reducción del peso de la intervención estatal a favor del mercado, más que buscar favorecer la libre competencia, busca que la planificación corporativa sea la que juegue el rol principal en la asignación de los recursos.

b) Control irrestricto y reducción del nivel salarial.

Con respecto a este punto se puede señalar lo siguiente: i) el sistema funciona, con bajos ritmos de crecimiento de la acumulación y del producto, como una derivación resultan los bajos ritmos de crecimiento de la ocupación. Por ello opera con muy altos niveles de desempleo, tirando hacia abajo los salarios; ii) se usa la coacción física sobre la organización de los trabajadores, con el objetivo de reducir su poder de regateo.

Si suponemos que los bajos niveles del salario real provocan desinterés y simulación en las pautas del trabajo, se afecta negativamente a la dinámica de la productividad del trabajo y, por esta vía, se reprime aun más el crecimiento económico. La consecuencia (como veremos más adelante), es el estrechamiento del mercado interno y el abrupto incremento de la tasa de explotación de las economías.

c) Apertura externa y la liberalización de los flujos externos de mercancías y capitales (excepto de mano de obra).

Sobre este punto hay que recordar que la apertura externa, en el marco del débil dinamismo del mercado interno, ha incrementado exitosamente las exportaciones, principalmente las manufactureras privadas. Por lo cual, el crecimiento económico descansa, como ocurría durante el Modelo Primario Exportador, en el comportamiento de las exportaciones.

Aquí, en todo caso, se debe señalar que las importaciones crecen aún más rápido que las exportaciones lo que da lugar a un déficit externo persistente (que se ha mantenido como un “rasgo estructural” de los países de América latina, a lo largo de los tres patrones de desarrollo por los que han transitado) el cual perjudica a las ganancias capitalistas y restringe el crecimiento del producto. Como escribiera Kalecki: “”lo esencial es el incremento del excedente de exportaciones y no el incremento de las exportaciones en términos absolutos” [Kalecki, 1982; 25].

El moderno sector exportador se beneficia con el proceso de apertura. Así, las ramas líderes de la fase neoliberal son las productoras de bienes para la exportación, principalmente las productoras de bienes de consumo duradero y de capital, v. gr: maquinaria y equipo, equipos de computación, comunicación y medición, aparatos, componentes y accesorios eléctricos, equipo de transporte, etc. Las cuales podemos tipificar como modernas. Y algunas tradicionales como los textiles y vestido.

Hay que subrayar, que a primera vista, el modelo neoliberal supera uno de las restricciones de la ISI, ya que se ha avanzado en la producción interna de bienes de capital, la que funciona con una vocación exportadora importante. Pero tal apreciación encubre un comportamiento muy diferente. Ello en virtud de que las ramas líderes operan con una fuerte participación del capital privado extranjero y en muchos casos, son simples plataformas de exportación, principalmente hacia los Estados Unidos (caso de México).

Entre las características de las nuevas ramas líderes, destacan [Valenzuela, apuntes]:

i) Operan con plantas de mayor tamaño, por lo cual la inversión inicial resulta superior.

ii) Mayor densidad e intensidad del capital, lo que eleva la desocupación y sube el costo unitario de los bienes producidos.

iii) Periodos mucho más largos de maduración de las inversiones.

iv) Más intensivas en importaciones de bienes intermedios y de capital. Lo que se traduce en una progresiva desarticulación de las cadenas productivas internas.

Los ítems i, ii, iii, junto a la notable reducción de la intervención estatal (vía recortes del gasto público) y un contexto de elevadas tasa de interés (con el objetivo de atraer capitales foráneos), generan que los proyectos de inversión se vuelvan muy riesgosos, tirando hacia arriba el factor “incertidumbre” en el modelo.

Lo anterior significa un castigo para las inversiones más pesadas, el resultado es una abrupta caída en los niveles de inversión y producción, asociada a un mayor grado de inestabilidad del sistema. El sector más golpeado es, por supuesto, la industria nacional, que trabaja primordialmente para el mercado interno.

d) Predominio del capital financiero sobre el capital productivo.

Las elevadas y persistentes tasas de interés presentes en el neoliberalismo tienen un doble efecto para las economías, por una parte restringen la inversión productiva y el crecimiento del producto. Pero a su vez, son el medio que permite atraer a los capitales foráneos para superar los problemas de balance de pagos, que se acentúan con el proceso de apertura externa. En efecto, se intenta compensar por medio de superávit por cuenta de capital, el creciente y persistente déficit por cuenta corriente. Esto significa que una parte cada vez mayor del excedente generado por las economías va a parar a manos del capital financiero: la fracción más favorecida del patrón neoliberal [Valenzuela, 2007].

Lo anterior significa que en el modelo neoliberal, adquieren gran importancia los sectores que podemos tipificar como “primordialmente improductivos”, principalmente los servicios financieros. Los cuales serán los que mayor capacidad de absorción ocupacional generen.

Finalmente, como señala Arturo Guillén, en el neoliberalismo, se agudiza la “heterogeneidad estructural” del sistema productivo y de la estructura social. Ya que las ramas líderes del proceso, operan desarticuladas del sistema productivo, por lo que ejercen un pobre efecto de arrastre o “irradiación sobre el resto del sistema. En efecto, se observan nítidamente tres niveles en los sistemas productivos: i) en la punta, el sector exportador, aislado del resto del sistema, le sigue; ii) el sector moderno, creado durante la ISI, e integrado por pymes y hasta grandes empresas, separadas del sector exportador y dependientes del mercado interno y; iii) los sectores atrasados, compuestos por las antiguas actividades tradicionales (urbanas y rurales) y la cada vez más gruesa franja de la economía informal [Guillen, Arturo, 2008].

Los puntos anteriores, merecen un comentario, pues ellos suelen ser lo más visible del modelo. Pero se debe de tener presente que detrás de la política económica seguida, están operando determinantes estructurales de la realidad económica. Al respecto, el apartado siguiente tiene por objetivo mostrar los rasgos estructurales del modelo neoliberal. Para tal efecto, se prestará atención al modo en que operan los procesos de producción y utilización del excedente económico en el neoliberalismo.


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