1.2 La ganadería en el Neolítico de la Europa Central (6000 a.C. a 3000 a.C.)

La ganadería fue un complemento básico para la agricultura, ya que proporcionaba abonos para el cultivo, los animales domésticos mejor considerados eran las ovejas, las cabras y los bovinos grandes, éstos últimos en la Europa Central sufren principalmente un proceso de domesticación.

El buey no solamente servía de alimento, sino era ya desde entonces usado como bestia de carga y para la tracción del ganado, la reducción de bosque fomentó en la domesticación de más especies al servicio del hombre. El movimiento de ganado fue frecuente, de estar en Valles cerrados hasta zonas abiertas y altas. Los estudios de la evolución de la ganadería, han llevado al científico a determinar que en las áreas alpinas había determinada presencia de animales salvajes y domésticos, esto por encontrarse excrementos de ovejas y cabras, así como residuos de forrajes y ramajes.

Además de la producción ganadera, se tienen también vestigios de que los productos derivados fueron utilizados, leche, lana, grasas, pieles, cuernos etc., aún cuando fue tardío su el descubrimiento de su uso.

“El máximo aprovechamiento de esos productos requería de mucho tiempo de adaptación humana al nuevo tipo de alimentación y de continuas experimentaciones en una crianza más cuidadosa, etc. Entonces a partir de los milenios IV-III, con el incremento de la explotación del ganado vacuno, de ampliará el consumo de la leche y la piel” .

1.3 La ganadería en la Edad de Bronce (3500 a.C. a 1000 d.C.)

Hay un sector relacionado con la ganadería desde sus inicios, se trata de la economía, la cual, adquiere fuerza desde los orígenes de la economía campesina, pero al inicio de la domesticación animal, el hombre buscaba fines de subsistencia, los fines económicos surgen después.

También es cierto que en ocasiones en ciertos lugares la agricultura era más importante que la ganadería o viceversa, pero de acuerdo al medio ecológico se ha insistido en la especialización ganadera, por ello grupos humanos han tenido que cambiar de asentamiento para adaptarse a su nueva realidad, asimismo se extiende la actividad a otros pueblos cercanos. Pero en ocasiones los asentamientos humanos no eran definitivos, de acuerdo al lugar, y al movimiento trashumante en zonas de pastos de verano, había aldeas que se utilizaban en esas épocas para que el ganado tuviera movilidad y pudiera alimentarse adecuadamente. Este comportamiento se atribuyó sobre todo a zonas como las mediterráneas por sus condiciones topográficas y climáticas.

En zonas como Grecia continental, parte de Italia o el sur de la Península Ibérica que constan de zonas bajas y tierras en el fondo de Valles, todas con veranos largo y secos que no conservaban siempre los pastos, hacían que la trashumancia se realizara a otras zonas más aptas. Por lo cual se determina que la economía prehistórica mediterránea era una economía móvil de pastoreo trashumante, esto encaja con los estudios arqueológicos de la zona, esto se comprueba con los sepulcros encontrados en gran parte de la Península Ibérica en distintos sitios, ello reconoce que los lugares habitados no eran por tiempo prolongado .

En la Europa Central y nórdica y hacia las estepas del Este y Asia Central, que no son el centro y norte de Europa, eran lugares idóneos para la práctica del pastoreo nómada, en los que la zona era mucho más propicia para la explotación intensiva .

La economía nómada fue posible sobre todo en zonas en donde la agricultura no era muy propicia debido al clima, caso específico de estepas rusas, en los que la ganadería era practicada por grupos kurganes quienes tenían un proceso de evolución secundaria de una economía mixta, que también se practicaba en grupos como los Cucuteni en Rumanía y Tripoljé en Ucrania y que hacia el año 3500 a. C. se adaptaban a una economía nómada de estepa, ello no quiere decir que no haya habido la posibilidad de que hubiera intercambios culturales desde las estepas de occidente, pero nunca un movimiento migratorio de grandes dimensiones.

Los grupos nómadas requirieron de animales como el caballo para transportarse debido a las grandes extensiones territoriales , aún cuando en Rusia se tienen evidencias de que se usaba solo para alimentarse; en lugares como Asia Central, en Turkmenistán y la meseta de Irán, si eran empleados como animales de tiro e incluso de uso militar. En general, las especies domesticadas y explotadas nos dan pauta para señalar que eran las mismas en las dos etapas estudiadas con anterioridad, lo único que cambia es la representación porcentual de cada especie.

Además de usar la carne de bovino para alimentarse, los grupos que hemos venido mencionando con anterioridad, iniciaron el uso de los derivados del ganado, la leche fue el primer producto apto para consumo humano, en Mesopotamia se encontraron evidencias de estas primeras prácticas con el descubrimiento de utensilios antiguos como vasijas para beber leche; también se observó que produjeron una selección y cruza de nuevas razas de ovejas con el fin de mejorar la cantidad de lana e incrementar la artesanía textil.

El uso de las bestias para colaborar en las labores del arado y transporte, revelan una clara relación entre la agricultura y la ganadería, lo que llevó a que el uso del excremento animal fuera usado de abono para la tierra y el aprovechamiento de la rotación de cultivos y los periodos de barbecho, aprovechados para alimentar a los rebaños ovicápridos.

Con el paso del tiempo ambas actividades, la agrícola y la ganadera están compenetradas logrando la llamada economía agropecuaria, y por ello podremos hablar de ciertas especializaciones que permitan hablar de auténticas economías ganaderas derivadas de otras agrícolas, y en otros casos se puede hablar también de lo contrario.

En países como Egipto la ganadería ya se practicaba sobre todo con bóvidos y ovejas, pero en el siglo XVI a.C. se introduce el ganado equino, desde aquí se supone la expansión de la ganadería al occidente a través del norte de África, los científicos han comprobado esta introducción por los grabados y pinturas de caballos que han encontrado en dicho lugar; era una ganadería que se extendía desde el Nilo al Atlántico ocupando la zona norsahariana y el propio Sáhara, en esas zonas hay una humedad relativa, lo cual, la hace apta para el desarrollo de la agricultura y por tanto para el pastoreo de bóvidos. Pero el Sáhara no siempre se mantuvo en esas condiciones, a partir del 2500 a.C. preocupantemente inicia condiciones de aridez hasta convertirse a lo que es hoy un auténtico desierto. El ganado se desplaza a la zona de Malí, Ghana, bordes del lago Tchad y hacia Kenya, dando como consecuencia al nacimiento de una economía de pastoreo de sabana.

“El periodo de ganadería de bóvidos se conoce como la época de ganaderos de bóvidos que se extiende por el norte del Sáhara, en Argelia, Tassili y Hoggar, Libia, Chad o Sudán… una segunda etapa se caracteriza por la profundización del uso de los productos secundarios procedentes de la ganadería, constatado por la importancia que alcanza el ganado ovino en economías, como la palacial minoica y micénica, con una intensa y especializada explotación de la lana, para lo que incluso se produce una manipulación de la composición de los rebaños con una gran cantidad de machos que, una vez castrados, producen mejor y más abundante lana ”.