BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

DIVERSIDAD CULTURAL Y SALUD

Ma. Guadalupe Ojeda Vargas y otras




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Transformaciones debido a la higiene, en el espacio público abierto de Aguascalientes, (1800…1945).

Los Espacios Públicos sufren algunas modificaciones y transformaciones en ocasiones, en forma sincrónica. Dentro de las transformaciones que han sufrido los espacios públicos, varias de ellas son causadas por la higiene. La vegetación, fue una de las modificaciones, que se presentó con bastante regularidad a principios del siglo XX. Por varios siglos, los árboles generaron cualidades al espacio, pues ellos otorgaban múltiples bondades al ambiente, algunas de ellas fueron: daban sombra, embellecían el contexto, ayudaron a amortiguar el clima extremo: calor y vientos, generaron microclimas, sirvieron como hábitat para la fauna, hicieron de los lugares, sitios confortables para su asistencia, con mayor humedad (sobre todo a los sitios secos y cálidos, como Aguascalientes). Pero en algunas ocasiones, se pensó, que los árboles tiraban hojas, que eran criaderos de animales e insectos, que las raíces levantaban las banquetas y rompían el pavimento del piso, que las aves que habitaban en los árboles, ensuciaban el pavimento, y las bancas, se tornaron en un dolor de cabeza para la gestión y administración pública: el gobierno, o/y algunos ciudadanos consideraron que los pájaros hacen mucho ruido, y que eran elementos nocivos para el ambiente… (?)

A fines del siglo XIX y principios del XX, los jardines y Plazas en Aguascalientes, tenían mucha vegetación…cierto es, que no tenían un arreglo especial, como solían tenerlo los jardines europeos; después con el cambio de siglo dejaron de existir árboles en los jardines y plazas, algunos pensaron que se trataba de imponer alguna de las modas europeas de “típicos jardines ingleses, o franceses” según lo describe una nota en el periódico del sol del centro de esta época, ya que existía toda una corriente, y escuela de jardinería francesa y otra británica en boga.

Plaza Principal con árboles frondosos. Alejandro Araiza. AHEA.

Algunas decisiones políticas y privadas, toman las disposiciones, sin consultar la voz del pueblo de tirar los árboles. Los árboles fueron arrasados por completo, se supo de esto, también por los comentarios en las noticias que registraban los diarios; pues el pueblo estaba muy molesto e indignado al respecto, escribió en una nota para el periódico, el joven Eduardo J. Correa.

Plaza de Armas. . Fuente: La ciudad revelada. Aguascalientes en los años veintes. Fotografías José Villalobos Franco. AGM. / Fondo: Lugares y Calles .AHEA.

La idea de transformar en la Plaza, quitándole el aspecto de bosque, tiene origen curioso, dice el autor. En los frondosísimos fresnos se albergaban millares de tordos, que ensuciaban arriates y sofás, por lo que Femat quiso espantarlos, pretendiendo que se alojaran en otros jardines y para ello recurrió a disparar cohetes y morteros; como los alados huéspedes regresaban en cuanto se extinguía el estrépito y el humo de la pólvora, vencido ante las rebeldes huestes, determinó echar abajo los corpulentos árboles de extenso follaje, en lo que lo secundaron el Presidente Municipal y el Gobernador, no obstante la campaña que en contra hizo la prensa, yendo a la vanguardia “El Heraldo” en el que publicaba Eduardo J. Correa. (1992: P. 71.)

Jardín de San José, a finales del siglo XIX. GÓMEZ, Serrano Jesús 1988,

Jardín de San José. Fondo: Templos o Iglesias y Jardines. Herlinda Macías de S. AHEA

Otro de los cambios que se hizo sincronizadamente, fue el dejar a los jardines sin árboles, al parecer, estaban en boga los “praditos ingleses”, según comenta un artículo en un periódico, pero la verdad es, que la idea fue “dejar ver la arquitectura de los edificios”, (GARCÍA, R., 2000 i: p .s/n) porque los árboles y las plantas estorbaban, para que estos pudieran ser admirados.

Jardín de San Diego. Fondo: Vicente Espinosa. AHEA. / Fondo: Lugares y Calles. AHEA.

La gente del pueblo, goza viendo los edificios, envuelto en un espacio agradable, permaneciendo en el sitio, siempre y cuando le dispongan una banca y una sombra, conjuntamente con la arquitectura, con-viven con el entorno; porque para poder disfrutar plenamente la arquitectura de un lugar, se requiere, que existan una serie de condicionantes, que hagan de la experiencia un conjunto de sensaciones agradables…Nótese en la foto del templo de San Diego, como los pobres usuarios, están todos amontonados, la mayoría de pié y al rayo del sol…porque no hay sombras, ni bancas suficientes, que los tengan contemplados.

Jardín de San Diego y de la Tercera Orden. Frente al primer Parián. TOPETE, del Valle

Alejandro. Guía para visitar la Ciudad y el Estado de Aguascalientes. Compañía vinícola de Aguascalientes. México, 1966. Pág. 69.

Las ciudades coloniales, tenían sus ventajas y sus desventajas, lo mismo sucede con las ciudades a mediados del siglo XIX o XX, cuando empiezan a variar los trasportes.

Las calles y los accesos no estaban acondicionadas o preparadas para que circularan estos vehículos por las calles, lo que hubo que hacer fueron improvisaciones y adaptaciones al ámbito. Las calles originalmente eran de tierra, que las vecinas regaban constantemente, para que no se levantara el polvo. Pero con el continuo fluir de bestias: caballos, burros, mulas, vacas que incluso pastaban en los alrededores, la ciudad era un muladar, fétido, con malos olores y con el estiércol tirado por las vías, el polvo y la basura, que dejaban las verduleras en el mercado de la plaza, regado por ahí la materia orgánica, de los restos sólo se dejaba tirada, la descomposición de la hierba hedía ante el calor y la ciudad era difícil de transitar a pié, y más si llovía, puesto que se hacían los lodazales, que llevaban de todo.

Atrio de la Tercera Orden y el Jardín de San Diego. a) Fuente: Fototeca, Fondo CIRA, AHEA.

Arco con reja del atrio de la Tercera Orden, Fuente: Fototeca, Fondo CIRA, AHEA.

Jardín de San José, a finales del siglo XIX. GÓMEZ, Serrano Jesús 1988, p.116.

Jardín de San José, a principios del siglo XX. Fototeca, Fondo: Mario Trillo Quezada. AHEA

Jardín de San José, en el cambio de siglo XIX-XX. GÓMEZ, Serrano Jesús 1988, p.116.

Las calles por donde antes sólo circulaban bestias y peatones, ahora se les cede el espacio a los vehículos, y se comienzan a construir banquetas para los peatones.

Kiosco de las Flores, en el Jardín de San Diego. Fuente: Fototeca Fondo J. Jesús Martínez Galindo. AHEA.

En cuanto aparecieron los primeros automóviles, se comienza a empedrar o asfaltar algunas vías; al mismo tiempo se comienzan a hacer obras de de drenaje y alcantarillado; fue un proceso lento, que se iba realizando del centro, a las periferias.

Estas mismas obras realizan las pendientes necesarias en las calles, que transportaran el agua de lluvia casi de forma natural, las obras de drenaje y alcantarillado, se inician hasta el siglo XX; es un proceso lento, que se va realizando del centro a las periferias. El sistema de agua potable dilata un poco más en transformarse, se siguen surtiendo las aguas desde Ojo caliente, por las acequias hasta las fuentes ya entrado el primer cuarto del siglo XX.

El sistema de basura poco a poco se va organizando, es trasportado por carretones y el agua para consumo en la ciudad, poco a poco se va dosificando, pues algunas veces escarcea; antes desde Ojo caliente, llegaba el agua a través de las acequias, que se encontraban a cielo abierto, todavía a principio del siglo se ve en la plaza principal un sistema de riego para los árboles a través de canales. Se empleaba el agua, que venía desde el ojo del agua, con una pendiente casi natural, y surtía agua en…las fuentes del obrador y en la de los jardines y la plaza, que describen Díaz de León y Gómez Portugal, en Los Apuntes para la Higiene de Aguascalientes.

Las fuentes servían para abastecer el agua requerida en el hogar, pero también servían de bebederos, y algunas veces, la gente lavaba o permitía que los animales bebieran de la misma agua de la fuente. Las acequias al estar abiertas, permitían el ingreso del polvo o incluso del estiércol. La mayoría de las fuentes se localizaban en las plazas y otras en las calles.

Fuente de San Marcos, siglo XIX. Fuente: Fototeca, Fondo Lugares y calles. AHEA.

La Plaza y los jardines requerían ser regados con regularidad, así como también lo requerían las huertas, pero en tanto empezó a escasear el agua, las huertas empezaron a desaparecer y a morir un entorno de ensueño, de flores, frutos y perfumes…

Fuente en la Plaza Principal. Fuente: Fototeca, Fondo Lugares y Calles. AHEA.

La plaza principal, a principios del siglo XX, todavía contaba con un doble andador perimetral, por donde se circulaba la gente, de acuerdo a su clase social; la ciudad era pequeña, y si bien en un principio no se notaba tanto una segregación por el sitio donde se hallaba la vivienda (que sí la había), era en la Plaza, donde se hacían las segregaciones más marcadas. Los de bajo postín”, circulaban por la periferia exterior, mientras que los de un buen nivel social (dígase ricos) circulaban lo más cercano al jardín y al kiosco; y en un libro que casi está escrito a mano, se hace la denuncia, de que a aquellos de la clase pobre que osaban o se atrevieran a pasarse al otro lado, hasta empujones, codazos y pellizcos, les eran dados para hacerlo (s) volver a su redil; ¡SÍ que había diferencia de clases! Se marcaba aún más estas diferencias de clases sociales, hasta para ir a las fiestas y a los toros… ¿sol… o sombra?

El doble andador en la Plaza Principal, nos hace ver que en este período es cuando más se hacen distinciones entre las clases sociales. Fuente: Fototeca, Fondo Jaime Torres Bodet. AHEA.

En el siglo XX, la fisonomía de la Plaza comienza a cambiar. Las sencillas casonas coloniales son substituidas por ideales eclécticos, con preferencia en la arquitectura francesa. Refugio Reyes Interviene en algunas de ellas. Fuente: Fototeca, Fondo Jaime Torres Bodet.

En el período de 1914-1916, se hace la apertura de la avenida que conduce a la estación del ferrocarril, una calle amplia, del estilo Haussmaniano, que traerá el progreso y la modernidad a Aguascalientes, La Soberana convención de la Revolución. Fuente: Fototeca, Fondo Lugares y Calles. AHEA.

Las transformaciones que se dan primordialmente durante el siglo XX, tanto en la plaza como en los jardines, en sus calles colindantes y la tipología de las fachadas de sus edificios, son más bien la negación de lo local o regional, (¿porqué se negaba y subestimaba aquello que era lo propio?, ¿sería acaso lo regional, lo estrictamente auténtico?) queriendo aparentar siempre un mundo ideal, un mundo mágico distante, que cada día se vuelve más real, común y cercano, con la globalización

A esta discusión Pani, comentaría:

Ahora esta ciudad que ha querido limpiar sus calles interiores de lo que era feo, pero que se ha gangrenado al embellecerse a fortiori, por los ciudadanos de una aristocracia enamorada de la estética y de un ideal... que precisamente no es el nuestro. (PANI, 1916: 120)

Primeros tranvías jalados por burros. Fondo Jaime Torres Bodet. AHEA.

Primeros automóviles circulando en la ciudad. Fuente: Fototeca, Fondo Alejandro Araiza. AHEA.

Primeros tranvías eléctricos frente a la Plaza. Fondo Lugares y Calles. AHEA.

Los kioscos, eran un modelo de una vida que sobre todo anhelaba la aristocracia. Deseaba imitar como prototipo el imaginario urbano europeo, que deseaba poseer, como símbolo de un estatus de cultura y distinción, que lo exteriorizaban y llevaba a cabo hasta la realidad misma, en la Plaza.

Estos lugares semi-cubiertos que sirven para atraer al público y mantenerlo distraído, era para muchos, el gran entretenimiento; generalmente los Kioscos se empezaron a utilizar en Europa, a partir del siglo XIX. Francia e Inglaterra son de nuevo los países promotores de la cultural el arte y las innovaciones tecnológicas, científicas y la moda. Los franceses incluso los usaban como mobiliario de ventas en la calle o como medio de publicidad.

El espacio del kiosco y sus alrededores, era el sitio para socializar, platicar, escuchar música, incluso a veces bailaban, se hacía ejercicio al caminar alrededor de éste, por una serie de circuitos y se creaban lazos de asociaciones y relaciones familiares. Redes que mantenían las altas clases sociales resguardadas, para fortalecer exclusivamente los nexos entre los de su clase. Espacio donde los jóvenes se veían, aunque fuese de “lejecitos”.

El kiosco era utilizado también, para que la banda o la orquesta tocaran los domingos. Aunque aquí en Aguascalientes, se acostumbraba llevar el espectáculo dos veces a la semana, jueves y domingo. Este era el tiempo y el espacio, donde la sociedad podía interactuar. Escuchar música, ya que hasta entonces a principios de siglo, apenas y se sabía algo sobre el xilófono; la radio todavía no era escuchada por estas latitudes y la gente no tenía otra opción, más que ir a la plaza, a escuchar música.

Kiosco de la Plaza Principal. Fuente: Fototeca, Fondo Lugares y Calles. AHEA.

Otro prototipo que se buscaba con ahínco en nuestro país, en esa época, era el perfeccionar la jardinería y la ornamentación dentro de los jardines y las Plazas, a la usanza europea; por ello, se implementaron fuentes, jarrones, andadores, “bancas industrializadas”, que prometían ser más duraderas y resistentes tanto al uso como al tiempo; se trajeron flores, árboles y lámparas para iluminar el espacio Público que darían más tiempo para la convivencia y más seguridad al caminar por la noche, para evitar malandrines y para evitar accidentes.

Kiosco de San Marcos. Fuente: Fototeca, Fondo Lugares y Calles. AHEA.

Vista de la Plaza Principal en su cuarta transformación a finales del siglo XIX. Fuente: Fototeca, Fondo Aguascalientes. AHEA.

Espacios ajardinados geométricos y generalmente simétricos a la usanza renacentista ordenada con formas clásicas, en boga en ese momento en Francia. Los jardines son auténticos paseos ornamentados en sus remates al principio, en las esquinas, al centro o al final con estatuas, jarrones, fuentes, grutas, juegos de agua, kioscos, balaustradas o pajareras. (FARIELLO, 2004: 261)

Espacio de la Plaza Principal o Plaza de Armas.

Plaza Principal, La imagen muestra la Plaza Mayor de Aguascalientes en el siglo XIX-XX. Fuente: Revista PARTEAGUAS, Instituto Cultural de Aguascalientes. Verano 2009, año 5. Núm. 17. “Presagios de Modernidad, la mirada de William Henry Jackson sobre Aguascalientes”. Pág. 101.


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