BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

DIVERSIDAD CULTURAL Y SALUD

Ma. Guadalupe Ojeda Vargas y otras




Esta página muestra parte del texto pero sin formato.

Puede bajarse el libro completo en PDF comprimido ZIP (236 páginas, 3,61 Mb) pulsando aquí

 


Educación continua para enfermeras que brindan cuidado al adulto mayor moribundo - una perspectiva fenomenológica

Dra. Ma. Guadalupe Ojeda Vargas

Profesora Departamento de Enfermería y Obstetricia

División de Ciencias de la Salud e Ingenierías, Campus Celaya Salvatierra

Universidad de Guanajuato-México

Ojedal@quijote.ugto.mx

 

Génesis del Estudio

Buscando en mi experiencia personal la inquietud sobre el tema de formación de las enfermeras sobre el cuidado al adulto mayor terminal considero que inicia en la década de los 80’, cuando tuve la oportunidad de participar en la planeación para el proyecto de la creación de la clínica Gerontológica Sagrada Familia, donde se atendía sanas y enfermas en un ambiente integral para su cuidado, el proyecto arquitectónico y físico no presento ningún obstáculo, pues se desarrollo de la mejor manera, sin embargo nos encontramos con una situación de enfermería particular, el personal que las atendía en su mayoría eran auxiliares, sin ninguna formación específica para el cuidado de adultos mayores y muy lejanas de una formación para acompañar a los adultos mayores terminales a su encuentro con la muerte.

En la década de los 90’ reinicie mi labor como titular de la materia de enfermería geriátrica, observando con curiosidad que al llegar a los temas de cuidados al paciente Terminal los alumnos manifestaban incomodidad y expresaban que esperaban que no se les murieran muchos pacientes cuando ellos estuvieran en la práctica profesional ya que su labor era mantener la salud y conservar la vida.

En los últimos años dentro de mi labor docente de colaborar en los cursos dirigidos a enfermeras profesionales con la materia de ética y bioética donde se abordaban los temas de derechos de los adultos mayores y derechos del moribundo, observe que los profesionales tenían poco conocimiento sobre el envejecimiento y que al abordar los temas de la muerte resultaba para algunos doloroso presentando actitudes evasivas hacia la muerte y hacia el cuidado del adulto mayor terminal.

La realización de la investigación Vivencia de enfermeros en el cuidado del adulto mayor moribundo hospitalizado – una perspectiva fenomenológica. Aporto a través de sus discursos la necesidad de ser atendida, como ser existencial en ese mundo, donde el mundo del cuidado, no se refiere sólo a la relación enfermera-paciente, sino que en ese mundo es necesario considerar para el cuidado integral e integrador a la familia del paciente. Un paciente con características especiales en relación a la concepción y aceptación de la muerte, pues la vejez lleva implícita como parte de ella y como bien lo afirma Heidegger1 (2005) “es un ser para la muerte”. Un cuidado que requiere para alcanzar calidad, formación humana y técnica de enfermería y del equipo de salud.

Del cuál surge la inquietud de realizar la integración de un grupo de enfermeras, con la finalidad de contribuir de manera sencilla a la creación de un conocimiento sistemático sobre la formación de las enfermeras encargadas de cuidar a los adultos mayores moribundos, iniciando con la inquietud a desvelar de: Comprender la vivencia de las enfermeras en el cuidado del adulto mayor moribundo posterior a la participación en un curso de actualización participativo.

Acercamiento al conocimiento del conocimiento del tema

Sobre el cuidado de enfermería al adulto mayor moribundo

La actualidad nos invita a hablar del adulto mayor con interés y compromiso dado que la población va en aumento y debemos poner atención en ellos con responsabilidad en cuanto a lo que requieren para vivir esta etapa de la vida no solo de manera saludable sino prepararse para lo que todo ser humano conlleva consigo como meta final de la vida la muerte, esa muerte que llega como inevitable en esta etapa de la vida y consigo necesidades que debemos atender, una de ellas es la actualización y capacitación del personal de enfermería que atiende a los adultos mayores hospitalizados, ya que él o la familia en muchas ocasiones deciden realizar este acto en un hospital.

El estado de salud de los adultos mayores es un resultado complejo de factores: como las condiciones de salud de la infancia (perinatal, crecimiento y desarrollo durante los primeros cinco años); los riesgos conductuales ocasionados por el consumo de tabaco, alcohol, dieta, actividad física y el uso y acceso a los servicios de salud.

Las 10 principales causas de mortalidad en el mayor de 65 años en México en el 2005 son: diabetes mellitus, enfermedades isquémicas del corazón, enfermedad cerebrovascular, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, enfermedades hipertensiva, cirrosis y otras enfermedades crónicas del hígado, infecciones respiratorias agudas bajas, nefritis y nefrosis, desnutrición calórico proteica, Tumor maligno de tráquea, bronquios y pulmón SSA2 (2005).

Las 10 principales cusas de morbilidad en el estado de Guanajuato en la población postproductiva en 2005, son infecciones respiratorias agudas, infecciones intestinales, infecciones de vías urinarias, hipertensión arterial, úlceras, gastritis y duodenitis, diabetes mellitus, intoxicación por picadura de alacrán, amibiasis intestinal, neumonías y bronconeumonías, enfermedades isquémicas del corazón SSG3 (2005).

Mencionaba Pamela Babb4 en 1998, que el proceso de envejecimiento es altamente complejo y variado que involucra cambios en la célula en el tejido y en los organismos. Suponiendo que dicho proceso se inicia por procesos internos, tales como una programación genética y es afectado por factores externos, existiendo otro tipo de contribuyentes, como los estresores del medio ambiente, estilo de vida, capacidad de adaptación, existencia o falta de apoyos sociales y sensación de utilidad y bienestar consigo mismo.

La senilidad para Babb es considerada como el proceso secuencial, acumulativo, irreversible, no patológico, de deterioro del organismo maduro, propio de todo miembro de una especie, de manera que con el tiempo, se vuelve incapaz de hacer frente al estrés del entorno y por ende aumenta su posibilidad de morir.

Para ella morir es un acto altamente individual, nadie muere igual, cada persona lleva consigo valores, creencias, experiencias y sentimientos muy diferentes, por lo que la muerte de una persona siempre será diferente a la otra.

La Carta de los Agentes Sanitarios5 (1995), menciona que cuando las condiciones de salud se deterioran de modo irreversible y letal, el hombre entra en la fase terminal de la existencia terrena. Pues el vivir se hace particular y progresivamente precario y penoso, ya que al sufrimiento físico sobreviene el drama psicológico y espiritual del despojo que significa y comporta el morir, tornándose el enfermo terminal en una persona necesitada de acompañamiento humano y cristiano.

El plan de VIENA6( 1982) recomienda: La necesidad de cuidados debe ser conocida y comprendida por las personas que los ofrecen, por las familias de los moribundos y por los propios enfermos; Se debe incrementar significativamente la capacitación, con un doble enfoque: un programa internacional de capacitación y, al mismo tiempo, programas nacionales y regionales adaptados especialmente a la situación de los países y las regiones; Tomar las medidas necesarias para la capacitación de personal sobre el envejecimiento y fortalecer los esfuerzos para difundir información sobre el envejecimiento entre las propias personas senescentes; Motivar la capacitación en todos los aspectos de la gerontología y la geriatría, y dar importancia en los planes de estudios nuevos o actuales para que presten especial atención a la capacitación en gerontología y geriatría.; Estimular la investigación sobre aspectos sociales, económicos y sanitarios del envejecimiento, incluyendo la prevención del deterioro funcional, la invalidez, enfermedad y pobreza relacionadas con la edad, y la coordinación de los servicios necesarios para la atención de los ancianos.

El Consejo Internacional de Enfermeras menciona que los servicios de enfermería son el mayor de los componentes para dispensar los cuidados a las personas mayores frágiles, enfermas y moribundas, y que al mismo tiempo contribuyen al mantenimiento de la salud y la prevención de la enfermedad. El fomento de la autoasistencia y el derecho de las personas mayores a participar en las decisiones sobre el estilo de vida y tratamiento son aspectos importantes de la función de las enfermeras. Se tiende a considerar a las personas mayores como un grupo homogéneo aunque necesitan y tienen derecho a un tratamiento o a planes de atención individualizados y multidisciplinarios, preparados con la enfermera que es un elemento esencial del equipo de salud. Las enfermeras tienen la responsabilidad de mantener su nivel de competencia, planificar y prestar cuidados de calidad, delegar tareas con seguridad y evaluar los servicios dispensados CIE7(2006).

El alivio del dolor y del sufrimiento es una responsabilidad fundamental de la enfermería, reciben formación de expertas en la gestión del dolor, en los cuidados paliativos, en la ayuda a las personas en su trato con el dolor, la muerte y los moribundos. La calidad de la atención durante la fase final de la vida contribuye en gran medida a una muerte pacífica y digna y reconforta a los miembros de la familia en el duelo y en el proceso de aceptación de su pérdida CIE (7) (2006).

La Organización Mundial de la Salud (OMS)8 establece los principios que rigen los cuidados paliativos, reafirman la importancia de la vida considerando el proceso de morir como un proceso natural. Establecer un cuidado que no acelere la llegada de la muerte, ni prolongue con medidas desproporcionadas (ensañamiento terapéutico), propiciar alivio del dolor, y de otro síntoma penoso ; integrar los aspectos psicológicos y espirituales en la estrategia del cuidado, ofrecer un sistema de apoyo para ayudar al paciente a una vida tan activa como fuera posible antes de que la muerte sobrevenga, ofrecer un sistema de apoyo a la familia para que ella pueda enfrentar el dolor del paciente y sobreviva al periodo de luto.

Para la OMS, paciente terminal es aquel que padece una enfermedad avanzada, progresiva e incurable, falta de respuesta al tratamiento especifico, con síntomas múltiples, multifactoriales, intensos y cambiantes, gran impacto emocional en el enfermo, la familia o el entorno afectivo y equipo, con un pronóstico de vida limitado (inferior a seis meses).

Los enfermos terminales requieren por tanto unos cuidados muy continuos para esa sintomatología cambiante que no serán cuidados “intensivos” sino cuidados muy intensos, aplicados en un entorno multidisciplinar, bajo la filosofía de los Cuidados Paliativos, que se basan en una concepción global, activa e integral de la terapéutica, que comprende la atención de los aspectos físicos, emocionales, sociales y espirituales de las personas en situación de enfermedad terminal, no solo controlando el dolor y otros síntomas molestos sino también el sufrimiento , para conseguir que estos enfermos vivan con plenitud sus últimos meses o días y tengan una buena muerte. Para hablar de cuidados paliativos se debe hablar de los lugares donde pasara sus últimos días el paciente y puede ser el hogar, el asilo o el hospital pues deberá reunir características especiales para la estancia de aquel adulto terminal que espera la muerte como la última etapa de su vida

La Comisión Nacional de Arbitraje Medico (CONAMED)9 2003, propone al personal de enfermería atender las siguientes recomendaciones: mantener una comunicación efectiva con las personas a las que da atención; reconocer en la persona su concepción holística; proporcionar cuidados que garanticen la atención libre de riesgo y daños innecesarios, establecer una coordinación efectiva con el equipo interprofesional de salud, actuar con base en los principios éticos que rigen la práctica profesional de enfermería

Esta realidad sobre el cuidado al adulto mayor moribundo, lleva consigo retos: contar con personal de salud capacitado para atender problemas de los adultos mayores, diseño de servicios comunitarios de rehabilitación y atención de largo plazo, redoblando esfuerzos para que los ancianos permanezcan en sus hogares, situación que cada vez ampliará más la responsabilidad de los sistemas primarios de salud para atender problemas de tipo secundario y terciario, dado por la morbilidad. México10 (2001).

Ante esta situación la formación de los alumnos en las escuelas de medicina y enfermería, requerirá de adoptar revisar y si es necesario adecuar en su currícula, que favorezca la formación para el cuidado integral del adulto mayor y el adulto mayor terminal, así mismo se necesitaran especialistas en geriatría, gerontología y atención al adulto mayor terminal hospitalizado, educación continua que requerirá ser facilitada por las instituciones de salud. Por lo que para la profesión de enfermería en México se presentan nuevos retos y áreas de especialización, en cuanto a la atención de los adultos mayores México (10)( 2001).


Grupo EUMEDNET de la Universidad de Málaga Mensajes cristianos

Venta, Reparación y Liberación de Teléfonos Móviles