BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

PLAN DE ACCIONES DE RELACIONES PÚBLICAS PARA LA DIRECCIÓN MUNICIPAL DE CULTURA EN AMANCIO

Rafaela Justina Maso Sierra




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CAPÍTULO II: CARACTERIZACIÓN DE LA PROGRAMACIÓN CULTURAL DEL MUNICIPIO DE AMANCIO.

Durante la etapa colonial, los africanos, a pesar de la brutal opresión, se funden con lo español formando la base de lo que sería la cultura cubana.

En las primeras décadas del siglo pasado se conforman los rasgos esenciales de nuestra nacionalidad, la cual se va reflejando en el arte y la literatura.

Las luchas independentistas de nuestro pueblo afianzan la cultura nacional portadora de características propias y, a la vez, capaz de asimilar los elementos culturales universales.

José Martí, en su vida y su obra, es el más alto exponente de esa cultura cubana y de la identificación del intelectual hasta la muerte misma con la causa de su patria y de su pueblo. En las filas de los mambises, junto a los campesinos, a los artesanos y otros trabajadores de la ciudad, combatieron y murieron profesionales universitarios, artistas y escritores.

La revolución patriótica, antiimperialista y popular preconizada y dirigida por Martí, quedó trunca por la intervención yanqui en 1898. A partir de ese momento, el imperialismo norteamericano, arrogante y brutal, llevó a cabo su programa de neocolonización económica, política y cultural.

La neocolonia instaurada en Cuba supuso que las riquezas básicas pasaran a manos de los monopolios yanquis, que se ejerciera la política que más convenía a los designios de la nueva metrópoli, que se reprimiera al pueblo y se pusiera en marcha todo un plan de aplastamiento de la cultura nacional.

Durante la etapa colonial, los africanos, a pesar de la brutal opresión, se funden con lo español formando la base de lo que sería la cultura cubana.

En las primeras décadas del siglo pasado se conforman los rasgos esenciales de nuestra nacionalidad, la cual se va reflejando en el arte y la literatura.

Las luchas independentistas de nuestro pueblo afianzan la cultura nacional portadora de características propias y, a la vez, capaz de asimilar los elementos culturales universales.

José Martí, en su vida y su obra, es el más alto exponente de esa cultura cubana y de la identificación del intelectual hasta la muerte misma con la causa de su patria y de su pueblo. En las filas de los mambises, junto a los campesinos, a los artesanos y otros trabajadores de la ciudad, combatieron y murieron profesionales universitarios, artistas y escritores.

La revolución patriótica, antiimperialista y popular preconizada y dirigida por Martí, quedó trunca por la intervención yanqui en 1898. A partir de ese momento, el imperialismo norteamericano, arrogante y brutal, llevó a cabo su programa de neocolonización económica, política y cultural.

La neocolonia instaurada en Cuba supuso que las riquezas básicas pasaran a manos de los monopolios yanquis, que se ejerciera la política que más convenía a los designios de la nueva metrópoli, que se reprimiera al pueblo y se pusiera en marcha todo un plan de aplastamiento de la cultura nacional.

El presente capítulo fue concebido en tres epígrafes: el primero se refiere a la evolución histórica de la programación cultural del municipio de Amancio; el segundo corresponde al diagnóstico de la comunicación y el tercero a los resultados de métodos y técnicas empleados.

2.1 EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA PROGRAMACIÓN CULTURAL DEL MUNICIPIO DE AMANCIO. CARACTERIZACIÓN.

La programación cultural en el presente estudio es analizada como área fundamental donde se ejecutan las acciones contenidas en el Programa de Desarrollo Cultural, los objetivos y los proyectos artísticos e institucionales. Esta constituye el principal eslabón en el proceso de la comunicación de la Dirección de Cultura en Amancio, por lo que proponemos dividirla en dos etapas, una etapa antes del triunfo revolucionario y otra después del Primero de Enero de 1959, para ilustrar la evolución de la cultura en el municipio con la implementación de las diferentes políticas culturales, así como una referencia al estado actual de la programación cultural en el territorio.

1ra ETAPA ANTES DEL TRIUNFO DE LA REVOLUCIÓN.

El municipio de Amancio en su totalidad, es decir todas las comunidades que lo componen, tienen en su haber una interesante transformación, la que se puede apreciar desde nuestras primeros manifestaciones culturales que datan de la existencia de once comunidades aborígenes, dadas las evidencias encontradas en los diferentes residuarios donde ellas habitaban, como fueron el hallazgo de hachas petaloides que constituyeron objetos culturales de gran valor histórico, cuencas de collar de piedras y vértebras de pescado, así como fragmentos de vajillas de barro encontrados en los asentamientos que existen en El Indio y el Kilómetro 6.

En el lejano 1873 ya puede asegurarse que existen tradiciones de música campesina en la zona, y así lo describe Máximo Gómez en su Diario de Campaña cuando dice: “El veintitrés de diciembre hice noche en Buena Ventura y los vecinos del lugar me obsequiaron con una cena y un baile, noche que pasé muy divertida con aquella buena gente”.

En la década del veinte del siglo pasado funcionó un cine silente al lado de lo que es hoy el Museo Histórico “Amancio Rodríguez Herrera” y otro al aire libre, donde se encuentra el cine- teatro “Yáquimo”; allí además de películas, se presentaban espectáculos de distintas compañías privadas de teatro vernáculo, procedentes de La Habana.

Según investigaciones realizadas, en este período comenzaron a escucharse la guitarra y el laúd; el canto guajiro desarrolló una variedad de tonadas que proliferaron en las zonas oriental y occidental del país, siendo el punto guajiro la manifestación musical más importante para el campesino, expresada por notables improvisadores de la época, entre los que se destacaban José Esteban López, Ernesto Castaña y Marcelino Reyes Díaz, quienes animaron las llamadas “Parrandas Campesinas”, en el paraje rural conocido como La Faldiquera.

También se conoce de la llegada a la comarca de algunos circos que atraían a grandes chicos por sus variados espectáculos, mientras fue creado el Club de los Jamaicanos, situado en el barrio de Los Mangos.

La historia de la presencia del órgano data de 1930, en que es introducido el primer instrumento cilíndrico; más tarde aparecen órganos de otros formatos de piezas de cartón, entre los que se encuentran “Palacio de Mistral” y el Órgano de Oriente. La tradición continúa en la década del cincuenta con Arístides Ajo, llegando a existir en esta época diecisiete órganos; aún hoy esa expresión se mantiene para amenizar verbenas y fiestas de barrios.

Cabe destacarse que las comparsas se remontaron a la década del cuarenta, debido a la influencia de los carnavales de San Juan de Camagüey y San Joaquín de Manzanillo.

La primera comparsa se llamó “Barba Azul”, liderada por Josefa Díaz y Diosmedes Pérez, y patrocinada por la cerveza Hatuey. En 1954 se presentó con gran vistosidad para el inicio de los carnavales San Francisco.

El obrero Mario Zayas es el precursor de los festejos populares que perduran en nuestros días, pero con características diferentes. Los anteriores fueron denominados “San Francisco” en honor al patrón religioso del pueblo.

La cultura de la región en el período entre 1925- 1940, tuvo poco avance; funcionaban dos sociedades de recreo, una para los socios blancos y otra para los negros y mulatos, denominadas la primera “Francisco Social Club” y la segunda “Unión Club”.

Las principales actividades de ambas sociedades eran los tradicionales bailes de fin de año y de la primavera para los que se contrataron excelentes orquestas. También contaban con una nutrida biblioteca donde los socios podían llevar libros para leer en sus casas, así como la prensa diaria. Las piezas más populares eran el danzón, el son, el bolero, el vals, el pasodoble, y para terminar se bailaba una conga por todo el salón.

Luego de la alborada luminosa del Primero de Enero de 1959, los locales de ambas asociaciones fueron convertidos en tres instituciones culturales: la Casa de Cultura “Sergio Reynó Reyna”, la Galería de Artes “Carlos Enríquez” y la Casa del Escritor “Nicolás Guillén”.

En 1950 surgen importantes poetas, entre ellos Israel González y en el asentamiento de Jerrones surge con sonoridad campesina el grupo “La raspadura”, formado por la familia Martí, más tarde se llamó “Los Martianos” y hoy es el conjunto Rumores del Yáquimo.

2da ETAPA DESPUÉS DEL TRIUNFO DE LA REVOLUCIÓN

De importante se califica la fundación en el año 1971 de la emisora Radio Maboas, por Haydée Santamaría Cuadrado y Armando Hart Dávalos. En 1972 se constituye el Sectorial de Cultura con una vasta red de instituciones, son ellas: la Galería de Artes “Carlos Enríquez”, el Museo Histórico “Amancio Rodríguez”, la Casa de Cultura “Sergio Reyna”, la Librería “Pedro Plaza”, la Biblioteca Pública “Julio A. Mella”, la Casa de la Música “Benny Moré”, la Casa del Escritor “Nicolás Guillén”, los cines “Yáquimo” y “Guayabal”, cuya labor incesante contribuyó el desarrollo de las manifestaciones del arte y la literatura como componentes esenciales en la formación del hombre nuevo.

En estas instituciones laboran 297 personas, de ellas cinco cuadros, nueve dirigentes, dieciséis especialistas, cuarenta promotores culturales y sesenta y un instructores de arte, de ellos cuarenta y ocho provienen de la Brigada “José Martí”, vinculados a los centros estudiantiles y diez prestan servicios en la Casa de Cultura “Sergio Reynó”.

Con el talento artístico antes expuesto comienza a consolidarse el trabajo de la cultura en el municipio, a lo que se une la firma de convenios colectivos de trabajo con el Ministerio del Azúcar (MINAZ), Educación, la Organización de Pioneros “José Martí”, la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) y la Federación de Mujeres Cubanas (FMC).

En la década de los 80 los amancieros despuntan como una gran potencia en la música, demostrando que es esta la manifestación artística de mayor auge, con destacados exponentes, entre ellos los grupos Santa Palabra y Arauca, este último logra en el año 1982 el Gran Premio del Concurso “Todo el Mundo Canta”, así como el Premio de la Popularidad y el que le otorgara el periódico Trabajadores. Asimismo, se consolida también el movimiento de instructores de arte.

La década de los 90 marca un hito importante en el sector de la cultura; se pone en práctica el sistema de dirección por objetivos, ejecutado a través del Programa de Desarrollo Cultural y la implementación de importantes proyectos culturales.

En 1995 se perfeccionó el Trabajo Cultural Comunitario Integrado, teniendo en cuenta como base fundamental las relaciones interinstitucionales, entre organismos, organizaciones y factores comunitarios, así como la vinculación de artistas profesionales, aficionados e intelectuales, en pos de alcanzar resultados superiores en el trabajo cultural, que inicia con el diseño de una estrategia que permitió atender con promotores culturales todas las zonas rurales y periféricas.

En 1996 Solyarte se materializa en la comunidad de Guayabal con el objetivo de promover y rescatar las tradiciones del hombre de mar, con avances ostensibles como:

• Rescate de importantes tradiciones: Rincón del Bolero, Serenatas y Verbenas.

• Inauguración de una casa-biblioteca y un museo de la comunidad.

• Construcción de un monumento en homenaje a la toma de Guayabal por los mambises.

• Se develó una placa en la vivienda donde residieron Clemencia Cabrera y Hermógenes Clark, destacados combatientes revolucionarios.

• Impulso a un movimiento de construcción de vivienda que se mantiene hasta la fecha, mostrándose una transformación en el entorno y mejores condiciones de vida para sus pobladores.

• Se materializa el evento Solyarte como ejemplo del desarrollo de trabajo de creación artística y literaria referente a esta tradición mediante los concursos “La Plástica en el Litoral”, “Canción Solyarte” y “Mundo Marino”, además de exposiciones de la cultura material, culinaria y artesanía de esta comunidad costeña.

Indio 40: dedicado a conmemorar el aniversario 40 del poblado de El Indio, el primero de su tipo construido por la Revolución y muy relacionado con el desalojo de Las Maboas.

Proyecto Cultura de Barrio: dedicado al rescate de tradiciones y de transformación sociocultural mediante la realización de actividades con el talento de la comunidad y los factores de los barrios. Esta actividad permitió elaborar un diagnóstico de todas las comunidades y el levantamiento del potencial artístico y cultural con que contaba la zona, así como la promoción de nuevos artistas aficionados.

Los proyectos de creación artística y literaria alcanzan en este período su máximo esplendor, cabe destacarse el proyecto infantil “Granitos de Azúcar”, de gran aceptación para niños y adultos. Se consolida un fuerte movimiento literario y en 1990 se desarrolla el Primer Encuentro del Taller Literario Municipal, el que ha continuado en la actualidad.

La misión de este sistema institucional es la de promover el quehacer artístico del territorio y la participación en las actividades culturales tanto del público interno como externo, la protección y difusión del patrimonio cultural, sin descuidar el desarrollo del trabajo comunitario sobre la base de las investigaciones realizadas y la cohesión de los organismos y organizaciones que intervienen en la ejecución del Programa de Desarrollo Cultural.

No resulta contradictorio afirmar, por tanto, que la programación es un proceso donde resulta de vital importancia la correcta utilización de las herramientas e instrumentos que permitan la eficacia de la comunicación.

La programación cultural constituye en gran medida la imagen de la entidad, ya que irradia el quehacer artístico y cultural que se pone a consideración de los diferentes públicos, los que exigen diversidad en su ejecución; es decir, actividades para diferentes grupos etáreos, donde se deben tener en cuenta gustos y preferencias en cada uno de ellas y son el medidor por excelencia del nivel de calidad y la aceptación del pueblo. Por lo que para el diseño y ejecución de las actividades se deben realizar de forma periódica estudios de los públicos, tanto interno (los encargados del diseño y ejecución, estos son los trabajadores del sector de la Cultura y los organismos implicados como Educación, MINAZ, Salud, UJC, ANAP, MININT, CDR, FMC y las asociaciones de discapacitados ) se clasifican como internos porque juegan un rol muy importante en los proyectos que lleva a cabo la cultura, como los externos, (población) y se examine de forma periódica a fin de lograr una correcta imagen y mantenerla.


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