BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

LA ESFERA AFECTIVO-MOTIVACIONAL COMO PREMISA PSICOLÓGICA EN LA REHABILITACIÓN DE JÓVENES ALCOHÓLICOS

Diosveni García Viamonte




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III.I.IV. CASOS ANALIZADOS: CASO “AHG”

Presentación:

• Edad: 23 años

• Sexo: masculino

• Nivel de escolaridad: 12º grado.

• Ocupación: sin ocupación.

• Estado conyugal: soltero.

• Edad de inicio del consumo: 17 años.

• Tiempo de abstinencia: 1 mes y medio, aproximadamente.

• APP: no refiere.

• APF: no refiere.

El sujeto llegó al alcoholismo por la vía asertiva pues se inició en el consumo para superar las limitaciones que tenía en sus relaciones con el sexo opuesto. En el momento de iniciarse en el consumo sus principales necesidades y motivos giraban en torno a mantener una pareja estable, casarse y estudiar la carrera de Medicina para salvar muchas vidas. A medida que la enfermedad avanzó estas necesidades y motivos fueron sustituidas por la necesidad creciente de consumo del tóxico; e incluso la necesidad que lo lleva a iniciarse en el consumo fue aplazada por la necesidad de beber.

Evaluación del Caso:

Convive con su padre y su hermano. Las relaciones que se establecen en el hogar no son adecuadas pues tienen constantes discusiones debido a los comportamientos que el sujeto mantiene cuando bebe.

Durante la aplicación de la técnica de los “diez deseos”, el sujeto se mostró indeciso, demoró en elaborar los deseos y borró con frecuencia lo que ya había escrito.

En uno de sus deseos expresó “que mis amigos continúen junto a mí”, lo que expresa una necesidad de afecto y afiliación vinculada con la intención de mantener buenas relaciones con el grupo de bebedores donde se desenvuelve. El lugar que ocupa en la jerarquía motivacional es alto porque fue el primer deseo expresado en la técnica de los “diez deseos” y se reitera en ella. Su potencial movilizador es elevado porque el individuo mantiene la compañía de estas personas y sólo con ellos es capaz de expresar sus sentimientos e ideas. Esta necesidad encarna en un motivo orientador de la actividad y de las relaciones del hombre pues regula las relaciones del individuo con las personas significativas para él.

En otro de sus deseos enuncia “que la gente no me trate como lo hace”, lo que expresa una necesidad de afecto y afiliación vinculada al deseo de mejorar las relaciones con las personas que lo rodean. El lugar que ocupa en la jerarquía motivacional es alto porque fue el quinto deseo expresado en la técnica de los “diez deseos” y se reitera en ella. Su potencial movilizador es alto porque el sujeto intenta mostrarse diferente ante las demás personas, aunque no es capaz de lograrlo debido a sus actitudes con respecto al tóxico. Esta necesidad encarna en un motivo orientador de la actividad y las relaciones del hombre porque expresa el tipo de relaciones que el individuo pretende establecer con las personas que lo rodean.

El sujeto expresa en otro de sus deseos “tener salud”, lo que expresa una necesidad de seguridad y protección vinculada a temores a padecer la misma enfermedad que le provocó la muerte a su madre. Ocupa un lugar jerárquicamente significativo porque fue el cuarto deseo expresado en la técnica de los “diez deseos” y se reitera en esta. Su potencial movilizador es elevado porque el sujeto va al hospital con frecuencia, se realiza chequeos y mantiene una preocupación constante por su estado de salud. Esta necesidad encarna en un motivo orientador de la actividad y las relaciones del hombre porque quiere mantener un buen estado de salud para relacionarse de forma óptima con las personas que lo rodean.

En otro de sus deseos significó “que mi familia sea menos dura conmigo”, lo que expresa una necesidad de afecto y afiliación vinculada a la intención de mejorar las relaciones familiares. Esta necesidad ocupa un lugar bajo en la jerarquía motivacional porque fue el octavo deseo expresado en la técnica de los “diez deseos”. Su potencial movilizador del comportamiento es bajo porque el individuo no trata de cambiar sus actitudes con respecto al alcohol aunque sabe que esta es la causa fundamental de los problemas que tiene con su familia. Esta necesidad forma parte de la tendencia orientadora de la personalidad porque expresa planes y proyectos conscientes con respecto a las relaciones que pretende establecer con su familia.

Significa en otro de sus deseos “superar mi timidez”, lo que expresa una necesidad de afecto y afiliación vinculada al propósito de relacionarse mejor con las personas del sexo opuesto. El lugar que ocupa en la jerarquía motivacional es bajo porque fue el séptimo deseo expresado en la técnica de los “diez deseos”. Su potencial movilizador es bajo porque no hace nada por cambiar esta situación. Esta necesidad forma parte de la tendencia orientadora de la personalidad pues expresa planes y proyectos conscientes con respecto a las relaciones de pareja.

Enumera en otro de sus deseos “ayudar a las demás personas”, lo que expresa una necesidad de autorrealización vinculada al interés del individuo por estudiar la carrera de Medicina. El lugar que ocupa en la jerarquía motivacional es bajo porque fue el último deseo expresado en la técnica de los “diez deseos”. Su potencial movilizador es bajo porque el sujeto no trata de estudiar, no se acerca a las personas que lo pueden ayudar en su empeño; en fin, no hace nada para logar este objetivo. Esta necesidad forma parte de la tendencia orientadora de la personalidad pues expresa planes y proyectos conscientes del individuo con la relación a la explotación de sus potencialidades en beneficio de otras personas.

En la técnica Dembo-Rubinstein, se ubicó en el nivel bajo en cuatro de los ocho indicadores, en el nivel medio en tres ocasiones y en el nivel superior en una ocasión. Lo que permite concluir que su autovaloración es inadecuada por defecto.

En la composición “Sobre mí yo pienso…”, mantuvo la misma actitud que durante la aplicación de la técnicas de los “diez deseos”. En la adecuación de la autovaloración se expresan sus necesidades de autorrealización y de afecto y afiliación vinculadas con el propósito de estudiar la carrera de Medicina y mejorar sus relaciones familiares. Estas necesidades forman parte de la tendencia orientadora de la personalidad. Se expresan en un pobre autoconocimiento pues habla muy poco de su persona y se centra en sus fracasos y en las contradicciones que tiene con su familia; el vínculo afectivo es negativo pues expresa sentimientos de frustración; y la elaboración personal es pobre pues manifiesta calificativos como: “que es un fracasado”, que “es un débil”; evidentemente elaborados por otros individuos en relación con su persona.

En este caso se presentan como regularidades psicológicas las siguientes: el sujeto no está consciente de su enfermedad; las necesidades de mayor potencial movilizador son necesidades de afecto y afiliación, seguridad y protección que encarnan en motivos orientadores de la actividad y las relaciones del hombre; las necesidades vinculadas a la tendencia orientadora de la personalidad no ocupan un lugar jerárquicamente significativo y su potencial movilizador es pobre; la autovaloración es inadecuada por defecto; las necesidades y motivos se expresan en la adecuación de la autovaloración con pobre autoconocimiento, vínculo afectivo negativo y escasa elaboración personal.


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