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PROYECTO DE PLANEAMIENTO ESTRATÉGICO PARA LA REHABILITACIÓN DEL CENTRO HISTÓRICO DE SAGUA LA GRANDE

Arelys Fernández Alonso




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1.2.1. La conservación de los Centros Históricos.

“Las ciudades se vuelven cada vez más importantes para la mayoría creciente de la población. Sin embargo, ese marco físico presenta problemas muy complejos debido a:

• al crecimiento descontrolado y desigual.

• la congestión del transporte.

• el hacinamiento.

• la degradación ecológica.

• el deterioro físico.

• y el déficit de viviendas, servicios e infraestructura técnica, así como: La pérdida y deformación del patrimonio construido y la pobreza morfológica y funcional de las nuevas formas de expansión”.(1)

Para la conservación de las áreas históricas de las ciudades, como parte esencial de la trama urbana, no se puede revivir el pasado, el presente puede aceptar el patrimonio que generaciones anteriores nos han legado integrándolo al mismo. Es posible planificar las áreas históricas incorporando las necesidades contemporáneas al patrimonio ya construido.

El concepto de programa de conservación ha sido desarrollado, en lo fundamental, por teóricos italianos, como consecuencia de las experiencias realizadas en diversos centros históricos de Italia, en particular en Bolonia. ”Por programa de conservación se entiende todas las normas y principios metodológicos que contribuyen a mantener un… determinado patrimonio arquitectónico, territorial e histórico.”(2)

En la Conferencia de Nairobi realizada en 1976 respecto a la responsabilidad de cada país con la protección de los Centros Históricos se plantea:

“Que, ante tales peligros de deterioro, e incluso de desaparición total, todos los Estados deben actuar para salvar esos valores irremplazables adoptando urgentemente una política global y activa de protección y de reanimación de los conjuntos históricos y de su medio, en el marco de la planificación nacional y regional”.(3)

Para la preservación de los Centros Históricos juega un papel importante la Carta Internacional para la Conservación de las Ciudades Históricas, celebrada en Washington en 1987; la misma está relacionada con las áreas urbanas, las ciudades grandes y pequeñas y los centros y barrios históricos con su entorno natural o construido por el hombre; que además de su calidad de monumento histórico son la expresión de los valores propios de las civilizaciones tradicionales. Define los principios y objetivos y los métodos e instrumentos de actuaciones apropiados para conservar la calidad de las ciudades históricas y favorecer la armonía entre la vida individual y colectiva, perpetuando el conjunto de los bienes por modestos que sean que constituyen la memoria de la sociedad.

Principios para la conservación según la Carta de Washington:

1. “La conservación de las ciudades y barrios históricos, solo pueden ser eficaz si se la integra en una política coherente de desarrollo económico y social y si se la toma en consideración en el planeamiento del territorio y del urbanismo en todos los niveles.

2. Los valores a conservación el carácter histórico de la ciudad o conjunto y la suma de elementos materiales y espirituales que determinan su imagen especialmente:

• La forma urbana definida por la trama y el parcelario.

• La relación entre los diversos espacios urbanos, edificios, espacios verdes y libres.

• La forma y aspecto de los edificios (interiores y exteriores), definidos a través de su estructura y volumen, estilo, escala, materiales, color y decoración.

• Las relaciones entre la ciudad y el entorno ya sea natural o creado por el hombre.

• Las diversas funciones de la ciudad, adquiridas en el curso de la historia.

Todo ataque a estos valores comprometería la autenticidad de la Ciudad Histórica.

3. La participación y el compromiso de los habitantes son imprescindibles para llevar a cabo la conservación de las Ciudades Históricas y debe ser estimulada. No debe olvidarse que la conservación de las ciudades y barrios históricos, conciernen en primer lugar a sus habitantes.

4. Las intervenciones en un barrio o una Ciudad Histórica deben realizarse con prudencia, sensibilidad, método y rigor, evitando todo dogmatismo, pero teniendo en cuenta siempre los problemas específicos de cada uno.”(1)

Método e instrumentos:

1. “La planificación de la conservación de las ciudades y barrios Históricos, debe ser precedida por estudios pluridisciplinarios. El plan de conservación debe comprender un análisis de datos, particularmente arqueológicos, históricos, arquitectónicos, técnicos, sociológicos y económicos y debe definir la principal orientación y modalidad de las acciones que han de llevarse a cabo en el plano jurídico, administrativo y financiero. El plan de conservación debe tratar de lograr una relación armónica entre el área histórica y la ciudad. El plan de conservación debe determinar los edificios o grupos de edificios que deben protegerse totalmente, conservar en ciertas condiciones, o los que en circunstancias excepcionales puedan destruirse. Antes de realizar cualquier intervención se levantará un acta rigurosamente documentada. El plan debe contar con la adhesión de los habitantes.

2. En el caso que se careciera de un plan de conservación o este estuviera en estudio, antes de la adopción del plan, todas las actividades necesarias para la conservación deberán ajustarse a los principios y métodos de la presente carta.

3. La conservación de las ciudades y barrios históricos, implica el permanente mantenimiento de las edificaciones.

4. Las nuevas funciones deben ser compatibles con el carácter, vocación y estructura de la ciudad Histórica. La adaptación de la Ciudad Histórica a la vida contemporánea, requiere unas cuidadas instalaciones de las redes de infraestructura y equipamiento de los servicios públicos.

5. La mejora del hábitat debe ser uno de los objetivos básicos de la conservación.

6. En el caso de ser necesario transformar los edificios o construir otros nuevos, toda agresión deberá respetar la organización espacial existente, particularmente su parcelario volumen y escala, así como el carácter general impuesto por la calidad y el valor del conjunto de construcciones existentes.

7. La introducción de elementos de carácter contemporáneos siempre que no perturben la armonía del conjunto, puede contribuir a su enriquecimiento.

8. Es importante contribuir a un mejor conocimiento del pasado de las ciudades históricas, favoreciendo las investigaciones arqueológicas urbanas, y la adecuada presentación de sus descubrimientos sin perturbar la organización del tejido urbano.

9. La circulación de vehículos debe ser estrictamente reglamentada en el interior de las ciudades o de los barrios históricos y las áreas de estacionamiento deberán fijarse de modo que no degraden con su aspecto ni el del entorno.

10. Cuando en el marco de la ordenación territorial se prevea la construcción de grandes carreteras de intenso tráfico, no deberá permitirse que penetren a la Ciudad Histórica, aunque sí facilitar el acceso a las mismas.

11. En las ciudades Históricas se han de adoptar medidas contra las catástrofes naturales y las diversas perturbaciones (especialmente la contaminación y las vibraciones), Tanto para la conservación de su patrimonio coma para la seguridad de sus habitantes. Los medios empleados para prevenir o reparar los daños provocados por una catástrofe deben adaptarse al carácter específicos de los bienes que deban conservarse.

12. Para asegurar la participación activa e implicar a los habitantes, se debe programar la información desde la edad escolar. Deberán facilitarse las acciones de las asociaciones para la conservación y adoptarse las medidas financieras apropiadas para asegurar la conservación y restauraciones.

13. La conservación exige la formación especializada de los diferentes profesionales implicados.”(1)

A través de estos principios las intervenciones de los Centros Históricos van encaminadas a la preservación de los valores que caracterizan a los mismos, pues integra la planificación urbana a los valores urbanos-arquitectónicos y paisajísticos del área, teniendo en cuenta la individualidad de cada región y la participación de la población que lo vive, así como la estructura urbana que posee. Además enfatiza el carácter científico de los métodos que se empleen en las intervenciones. La materialización de estos principios y métodos trae consigo la aplicación de intervenciones adecuadas para la preservación de los Centros Históricos. La búsqueda de métodos y procedimientos para la intervención con carácter científico e internacional, deberá realizarse siguiendo los mismos, pues analiza al Centro Histórico como una unidad orgánica donde se almacenan la mayor cantidad de valores del patrimonio edificado dentro de una estructura urbana actual.

En la Carta de Cracovia elaborada, en el 2000 en lo relacionado con las Ciudades Históricas, se plantea:

• La gestión del proceso de cambio, transformación y desarrollo de las ciudades históricas y del patrimonio cultural en general, consiste en el control de las dinámicas de cambio de las opciones y de los resultados, debe ponerse particular atención a la optimización de los costos del proceso. Como parte esencial de ese proceso, es necesario identificar los riesgos a los que el patrimonio puede verse sujeto incluso en casos excepcionales, anticipar los sistemas apropiados de prevención y crear planes de actuación de emergencia. El turismo cultural, aceptando sus aspectos positivos en la economía local, debe ser considerado como un riesgo.

• La conservación del patrimonio cultural debe ser una parte integral de los procesos de planificación y gestión de una comunidad y puede contribuir al desarrollo sostenible, cualitativo, económico y social de esa comunidad.

• La pluralidad de valores del patrimonio y la diversidad de intereses requiere una estructura de comunicación que permita, además de los especialistas y administradores, una participación efectiva de los habitantes en el proceso. Es responsabilidad de las comunidades establecer los métodos y estructuras apropiados para asegurar la participación verdadera de individuos e instituciones en el proceso de decisión.

Estos planteamientos son los más actualizados internacionalmente y llevan también a la búsqueda de la preservación de los Centros Históricos en su conjunto bajo una planificación adecuada con la participación de los que lo habitan. Se hace énfasis en la economía de la intervención y la sostenibilidad para el éxito de la preservación y alerta de la atención que hay que prestarle al turismo como vía económica para la conservación.

Principios generales de la conservación según Kevin Linch:

• “Utilizar la acción de planificación para coordinar, es integrar los trabajos de conservación con otros trabajos y actividades. Mantener una sólida decisión a largo plazo y que sea respetada.

• Utilizar la acción de organización consistente en el aprovisionamiento de los recursos materiales y en el reciclaje de los recursos humanos para hacer el mejor uso de su tiempo talento.

• Utilizar la acción de información para comprender totalmente los objetivos y lugares a ser conservados. Que el conocimiento sea útil para las necesidades inmediatas o a largo plazo.

• Utilizar la acción de diseño para concordar cuidadosamente las cualidades de lo que se conservara con las necesidades del sitio y la comunidad que lo poseerá, mantendrá y usara.”(1)

Estos principios establecen puntos de coincidencia con los anteriores pues se plantea la rehabilitación de los Centros Históricos de forma planificada, participativa, integral y sostenible, teniendo en cuenta las particularidades de cada uno de ellos.

En los momentos actuales un gran número de países se pronuncia por la preservación de sus Centros Históricos, aunque en muchos casos ya han desaparecido parte de ellos, fundamentalmente por un mal manejo de la inclusión de la modernidad. Nuestro país no está exento a esto, actualmente se realiza una política de preservación de las ciudades históricas, donde además de la protección legislativa, se realizan acciones de intervención a nivel urbano; aunque esto no se ha generalizado en todo el país, ya se obtienen resultados en Centros Histórico de alto valor cultural.


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