BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

DIVERSIDAD CULTURAL Y SEXUALIDAD

Coordinadores: Luis Fernando Macías y Ricardo Contreras Soto




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Anticuento

1984

Ricardo Contreras Soto

Las tres de la tarde, la calle despejada, callado el pueblo, En la botica, una joven detrás del mostrador, con la sensación de encontrar hoy lo que desde hace mucho tiempo esperaba, algo que le cambiara su despreciada imagen, un elixir aliviador de su vejez precoz, una llave liberadora de su imaginación, afecto y acción, una transformación absoluta, un motivo, aliciente, estímulo, una razón . . .

Esperaba con ansia asfixiante una emoción añejada en veintisiete años. Por derecho universal, en premio a su paciencia, por el sacrificio doloroso de reprimir tanto tiempo eso y todo.

La disciplina absurda de sofocar una lucha interna con el Id. Exigía enérgicamente la recompensa a su castidad, a la censura de su ser, al instinto encadenado de su persona enclaustrada.

Una tolvanera anunciaba (de forma no grata), la llegada de un camión de pasajeros procedente de la metrópoli. Allá, en los palacios de cristal, cientos de edificios parecían las luces de las brazas revividas ó a la superficie del pastel de cumpleaños en un centenario. La infinidad de percusiones mercando el tiempo de una diversidad de vidas; cortinas de humo y móviles estrepitándose en las calles de color gris, gris concreto, gris cielo, gris rostros.

En la esquina un joven descendiendo por los peldaños del camión, maleta en mano, sorprendido por tanto silencio, considerando tal pasividad, como don ambiental del eterno descanso.

Su mano y boca buscan un juego ocioso, su mente vaga quiere ubicarse, - ¡ Señorita!, ¡ Me da unos cigarros? - dijo a la boticaria. La muchacha afirmó a su pregunta provocando el intercambio de mercancías, sonrisas y pequeñas bromas.

Se presentaron a sí mismos. Su mirada penetrante insinuaba algo, ademanes elegantes, su voz, su porte, su tono, su cuerpo. . . . .

¡Era él!, Sé hacia nítido su sueño.

Quiso gritar y decirle cuanto tiempo lo esperó, pero aún la norma dictaba su conducta, actuaba con coquetería fina y un poco tendenciosa, esa forma que distingue a la cortesana de la provinciana.

Paciencia, fingida, desesperación oculta lista para manifestarse en cualquier momento, suspendida oía ella su fatigado corazón.

Esta historia tiene cuatro desenlaces. Tres de ellos son muy conocidos por Ustedes, inspirados en tantos viajeros como pueblerinas en víspera de su turno.

Pero hay una historia existente, rechazada por desvirtuosa, enfermiza, escupe a todo antecesor del falso ritual, destruye la crónica de un caballero quien valerosamente salva de las garras del dragón a la doncella indefensa y bella; ó como aquel cuento de hadas . . . . . donde el hechizo de 100 años de sueño y quietud, originando la felicidad para todos.

También el abrazo formando un lazo paternal que brinda seguridad en la fragilidad de la joven. Con el colorín colorado, cerrando con broche de oro el aborto de una historia que acaba de nacer.

Una historia que peca de real, (relativamente), pierde la sensibilidad de pomposo encaje, perfume dominguero de la narración y egoísta.

Invierte los papeles de redentores en destructores, los objetos bellos que rodean el paraíso los convierte en instrumentos inquisidores.

De palacio en celda

De paraíso en infierno,

El abrazo en cadena.

La educación y elegancia fina a la hipocresía provocadora de desprecio a los desventurados. Al reproche de la verdad natural y un miedo exagerado de escuchar la sinceridad; sin tener víctimas ni triunfadores, solo personas.

La actividad pasiva destructora de tantas vidas, de tanta creatividad.

Un amor vuelto moda ó mercancía.

La fragilidad sinónima de inutilidad, pereza.

El beso que despertó al pueblo alterado y molesto por liberar el instinto; para culpar su pecabilidad y su inmoralidad.

Son castigados en la calle por Párrocos y puritanos, que se les queman las habas, matándolos en la Plaza pública, satisfaciendo el impulso sanguinario y endemoniado; el sadismo glotón de dolor ajeno, de infelicidad, represivo, armazón protectora del miedo, sordera permanente a la razón.

Historias y contradicciones, resaltando valores podridos morales y estéticos de la vida real... Alternativa puerta falsa de solución burocrática del perdón social a pecadores llamada formato ó matrimonio.

Institución de necesidades y afectos mutilador de formas sociales que solo busca víctimas y/o dueños. Contrato formal de informales, Archivo de esencias olvidadas, meta máxima de estancados,

Amor comprometido con una firma, misma con la que te abren crédito los incrédulos de tu palabra.

Tratado de incapaces y desleales donde requieren del ojo juez todopoderoso para no engañarse, ni despojarse, olvidándose y menospreciando su propia razón, sentimiento, acuerdo ó convicción.

Para o desflorar las reglas y procedimientos del juego, la reafirmación de la relación simbiótica de dependencias maternas y paternas, de autoridad y subordinados, evitando la madurez individual y social de las personas que no quieren padres, regalando las riendas ó cuerdas de nuestra verdad sin poseerla, sin conocerla esperar en vez de salir y buscar, de crear.

Pues sí. . . esa es la historia y termina:

Con un orgasmo mezcla de semen y lágrimas,

Invocando un nombre suspiro, eco pálido y perdido en los muros de la iglesia-baño.

con ellos un camión en marcha, tripulado por la esperanza, naturaleza de ella y lo poco que le quedaba.

Tirado en el altar-coladera, el consolador marchito, frase aborrecida. . . “pronto volverá". . .

El orgullo pesadilla circunstancial de conservar la agrietada virginidad.


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