BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

ECONOMÍA Y TERRITORIO EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE. DESIGUALDADES Y POLÍTICAS

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C. Territorios convergentes

Son territorios que presentan un PIb per cápita inferior al de su país pero se encuentran en una situación que, por su mayor dinamismo relativo, les ha permitido reducir la distancia respecto del producto de los territorios más avanzados. Al igual que en el caso de los territorios ganadores, en los convergentes también se identifican tres situaciones que caracterizan su mayor dinamismo económico (véase el cuadro IV.6).

En primer lugar, se incluye un grupo de regiones vinculadas a la minería y con alta especialización en este sector (Catamarca, Córdoba y Cajamarca), que puede llegar a representar hasta un 35% del PIb regional. Se trata de territorios productores de oro y ferroníquel, dos sectores que han repercutido notoriamente en la región. De manera similar a los territorios ganadores, se vinculan con recursos naturales mineros exportables.

En segundo término, se incluyen regiones vinculadas al sector silvoagropecuario y de pesca (Mato Grosso, Los Lagos, Córdoba, Cotopaxi), que parecen haber explotado una ventaja comparativa interesante en estos sectores primarios que no aparecía en el caso de los territorios ganadores. También se trata de regiones con alta especialización, algo particularmente decisivo en Los Lagos, que tiene un cociente de especialización del 10,8% en pesca. Otra característica es que, a diferencia de lo que ocurre en las mineras, los sectores de especialización de estas regiones tienen menor peso en el PIb regional (entre el 19% y el 30%).

Cambios igualmente importantes se han producido en la estructura productiva regional de Mato Grosso, donde el sector silvoagropecuario pasó del 9% del PIb estadual en 1990 al 29,3% en 2002, elevando considerablemente su nivel de especialización regional. Además, el efecto total positivo en este estado se debe, en gran parte, al efecto de este sector (véase el anexo 3). Algo similar ocurre en Cotopaxi, donde el cultivo de flores pasa del 0,9 % al 8,5% del PIb provincial. En ambos casos, se trata de territorios que han experimentado interesantes procesos de reconversión económica.

En tercer lugar, se incluyen territorios que crecen como fruto del mayor dinamismo de la industria manufacturera y de la construcción, cuyo caso emblemático es Guanajuato, México.

En conclusión, en este grupo se ubican regiones que han iniciado interesantes procesos de crecimiento asociados a reconversiones productivas recientes. Se trata de regiones ganadoras que, enfrentadas a la globalización, han potenciado recursos locales latentes, o de regiones que, en algunos casos gracias a cambios tecnológicos y en el sector de las comunicaciones (base material de la nueva forma de globalización), han podido comenzar a aprovechar algunas ventajas comparativas que estaban latentes y ahora se pueden expresar en una base económica principalmente primaria exportadora.

1. Regiones convergentes emblemáticas

a) Cajamarca (Perú)

La economía de Cajamarca registró el mayor crecimiento entre los departamentos del Perú en el período 1994-2001, que se expresó en una tasa media de expansión del PIb del 7,8% anual. En términos per capita, esto significó que el valor agregado departamental se expandiera a una tasa media anual del 6,5%, pese a lo cual su valor agregado per cápita sigue estando muy por debajo del promedio nacional.

Por un amplio margen, la minería ha sido el sector más dinámico de la economía de Cajamarca y pasó de representar un 11,7% del valor agregado departamental en 1994 a un 34,7% en 2001. La enorme expansión minera se asocia estrechamente a la producción de oro en el yacimiento de Yanacocha (además de los de Maqui Maqui y Cerro Corona), ubicado 27 kilómetros al norte de la ciudad de Cajamarca. Actualmente, esta se considera la segunda mina más grande del mundo, tanto en extensión como en volumen de producción, y exporta cinco veces más que las demás auríferas nacionales juntas61. El segundo lugar lo sigue ocupando el sector agropecuario que tuvo una dinámica de crecimiento aceptable e hizo que la región se transformara en la primera productora de ganado vacuno, con más de 600.000 cabezas.

La ciudad de Cajamarca empezó a crecer y a modernizarse a pasos agigantados y ostenta el cuarto índice más alto de crecimiento poblacional anual, después de Lima, Chimbote e Iquitos.

Si bien la población ve a la mina como un potencial comprador de algunos de sus productos, existe un desajuste entre la naturaleza y la calidad de los productos ofertados a nivel local y la demanda de consumo de la empresa minera. Las expectativas de la población de que la mina se convierta en un gran mercado para la producción local no coinciden con lo que ocurre en la práctica. El debate siempre gira en torno a cómo estas instalaciones pueden efectivamente generar desarrollo local y regional. Aunque la población en situación de pobreza disminuyó en el departamento (del 77,6% en 2001 al 74,2% en 2004), los indicadores siguen siendo excesivamente altos y desproporcionados en relación con el auge minero que se está produciendo.

b) Mato Grosso (Brasil)

En el período 1992-2002, el estado de Mato Grosso logró el segundo mayor crecimiento del PIb entre los estados del brasil con una tasa media anual del 6,4% y del 4,2% per cápita. En gran medida, este crecimiento ha estado determinado por el elevado dinamismo del sector silvoagropecuario, que pasó de representar un 9% de la actividad económica del estado en 1992 a casi un 30% en 2002. Aunque en menor medida, también han mostrado evoluciones muy positivas la construcción, la electricidad y la industria manufacturera. Las industrias pecuaria (Pantanal) y agrícola han sido los principales sectores productivos de Mato Grosso en el último tiempo.

Instalada en el brasil desde 1997, Archer Daniels Midland Company (ADM) es una de las principales productoras de soja y la mayor procesadora de granos del mundo. Con la mayor superficie cultivada de soja del brasil (24% del total), el estado de Mato Grosso se ha transformado en el principal productor y exportador brasileño de este cultivo gracias a que la más grande de las cuatro instalaciones de adm se ubica en Rondonópolis (Mato Grosso) y tiene una capacidad de producción de dos millones de toneladas por año. Gracias a la incesante demanda de la Unión Europea y más recientemente de China, la soja ha crecido a un ritmo vertiginoso y se ha convertido en uno de los principales rubros de exportación62. El estado de Mato Grosso es el mejor ejemplo de este auge ya que la soja ocupa más de 5 millones de hectáreas (2004) y se producen 14,5 millones de toneladas, con un crecimiento del 12,4% con respecto al año anterior. En conclusión, este sector es el gran responsable de algunos de los buenos indicadores económicos del estado, como el incremento medio anual del 24,6% de las exportaciones entre 1992 y 2002 y el aumento de la inversión extranjera en tasas relativamente similares.

Con unos 480.000 habitantes, la capital del estado (Cuiabá) es testigo de este reciente adelanto y ofrece el típico paisaje de un enclave de frontera que avanza sobre nuevas áreas en el corazón del continente. Se trata de una ciudad extendida, con pocos edificios altos y la mayor parte de sus calles sin pavimentar, repleta de inmigrantes que llegaron desde otras zonas del brasil en busca de mejores oportunidades.

En cambio, la distribución de ingresos advierte un aumento del índice de Gini, que pasó de 0,56 a 0,61 en el período 1990-1999, y llama la atención el incremento de la tasa de desocupación, que aumentó del 5,4% en 1992 al 6,8% en 200263. Lo positivo es la disminución de la tasa de pobreza del 38% en 1991 al 30% en 2004 y la mejora de los indicadores de escolaridad, mortalidad infantil y déficit habitacional. Por tanto, se puede hablar de un auge económico, principalmente a partir de un recurso natural exportable, que ha dado sostenibilidad al crecimiento pero que, para ser estable, necesita de una mayor diversificación.

c) Cotopaxi (Ecuador)

Después de Pastaza, y considerando que se trata de una provincia no petrolera, Cotopaxi experimentó el mayor crecimiento económico en el período 1993-2001 y alcanzó una tasa media anual del 8,3% (5,9% en términos per cápita), muy por encima del promedio nacional (1,7%). De esta forma, la provincia incrementó significativamente su participación en el valor agregado nacional ya que pasó del 1,4% en 1993 al 2,3% en 2001. En gran medida, este dinamismo se explica por las ganancias experimentadas en el sector silvoagropecuario, más precisamente en la producción de flores, y en la industria manufacturera. El sector silvoagropecuario pasó de representar un 22,6% del valor agregado provincial en 1993 a un 25% en 2001 y las flores incrementaron su participación de un 0,9% a un 8,5%.

Al igual que otros territorios de la sierra ecuatoriana, Cotopaxi ofrece condiciones inmejorables para la producción de flores. La situación geográfica del país permite contar con microclimas especiales requiere de un trabajador rural por cada 500 hectáreas. 64 A pesar de su gran efecto sobre el crecimiento de la región, se advierten muchas inquietudes acerca de las características de sostenibilidad y de las repercusiones sociales de este tipo de cultivos, sobre todo por la deforestación que han causado. “La soja avanza sin pausa sobre dos de los ambientes claves que coexisten en esa región: el bosque tropical amazónico y el cerrado, una sabana arbolada (…) Mato Grosso acaba de ocupar el primer lugar en deforestación amazónica, con una pérdida de 10.416 km2 de bosques (lo que representa un impactante 43,8% del área total desforestada en brasil, en el período que va de agosto de 2002 a agosto de 2003, cuando además se registró la segunda cifra más alta de pérdida de bosques desde que se toman registros)” (Lapitz y Gudynas, 2004).

Y una luminosidad que hace que las flores ecuatorianas tengan características únicas. Gracias a los días cálidos, las noches frías, el agua pura, el sol radiante y las 12 horas de luz solar durante todo el año, se pueden producir flores de excelente calidad. Las flores ocupan el quinto lugar entre las exportaciones del Ecuador y el segundo en el mercado norteamericano. Se estima que en Cotopaxi se cultivan 850 hectáreas de flores y la provincia contribuyó con unas 170.000 de las 652.000 cajas que el país exportó por el día de San Valentín. A su vez, la industria manufacturera pasó del 14,9% al 21,3%.

Si bien la población económicamente activa aumentó notoriamente entre 1990 y 2001 como consecuencia de este crecimiento económico, la población en condiciones de pobreza también registró un significativo incremento en ese mismo período (del 69,2% al 75,9%). Esto llama la atención porque las flores requieren de bastante mano de obra y es posible que se deba a que la retribución monetaria por el trabajo y la utilización de las mejores tierras para la plantación de flores hayan hecho perder seguridad alimentaria a las comunidades. En definitiva, el crecimiento económico de Cotopaxi no parece haberse traducido en mejoras sociales importantes, lo que pone un signo de interrogación a este tipo de desempeño económico en apariencia exitoso.

d) Los Lagos (Chile)

Se trata de una región asociada sobre todo a la explotación del salmón a escala industrial que ha transformado significativamente su economía. La pesca pasó de representar un 4,3% del PIb regional en 1990 a casi un 19% en 2002 (véase el anexo 3). Alternativamente, el sector silvoagropecuario disminuyó su participación en el PIb regional de un 17% a un 10,6%. Sin dudas, los efectos de este cambio se han hecho sentir en la estructura productiva, en el mercado de trabajo y en el capital humano de la zona. La implantación de la industria salmonera en Chile ha sido una experiencia digna de estudio por la rapidez del ciclo de aprendizaje de un proceso de producción acuícola masivo que no existía, por la forma en que se integró a la globalización y porque se desarrolló desde el comienzo como un sistema productivo integrado al territorio. Tal como se ha implantado en la región de Los Lagos, la salmonicultura constituye un grupo o aglomeración de empresas que generan ventajas competitivas para mantener una posición de mercado a nivel mundial (Montero, 2004). Mayoritariamente asociadas a esta región, las exportaciones de salmón pasaron de 38 millones de dólares en l989 a 1.721 millones de dólares en 2005 cuando llegaron a representar un 4,4% de las exportaciones del país. Casi toda la producción chilena de salmón y trucha en cautiverio se destina a los mercados externos y, contrariamente a lo que se podría pensar y a lo que ha ocurrido con otras actividades que explotan recursos naturales, ha constituido un tema de interés por la trayectoria de aprendizaje tecnológico que ha seguido en gran escala, condición esencial para el desarrollo de capacidades competitivas a nivel territorial.

e) Guanajuato (México)

Guanajuato logró un crecimiento medio anual de la economía del 4,0% en el período 1993-2003 y ocupa el sexto lugar de crecimiento entre 32 estados mexicanos. El PIb per cápita se expandió un promedio anual del 2,2% pero ello no fue suficiente para ubicarse por sobre el PIb medio nacional.

Los sectores más dinámicos en este período fueron la industria manufacturera, la construcción, el comercio, los restaurantes y los hoteles. La industria fue el sector de mayor expansión e incrementó su peso relativo en el estado del 19,7% al 28,4% del PIb en igual período. A pesar de que Guanajuato es conocido como ‘el granero del país’ y su riqueza agrícola se considera abundante, este sector tuvo un bajo dinamismo y perdió participación en el PIb del estado entre 1993 y 2003 (pasó del 10,3% al 7,6%). Las industrias más importantes de Guanajuato, muchas de ellas surgidas al amparo de los programas de maquila (véase el recuadro IV.3), son: automotriz y de repuestos (León, Irapuato, Celaya, planta de General Motors en Silao), petrolera y petroquímica, del calzado (primer productor a escala nacional) y curtiduría (León es la capital mundial de la piel y el calzado), que es la más importante del país ya que contribuye con el 50% de la producción nacional, alimentaria (empacadoras de frutas y legumbres, lácteos), textil (Moroleón y Uriangato), papelera, cementera y de muebles. Al mismo tiempo, se ha desarrollado una intensa labor en el sector de las pymes para consolidar su integración en la cadena productiva, como proveedoras de componentes, accesorios, maquinarias y equipos. En definitiva, parece haber prevalecido la idea de trabajar en torno a la articulación y el desarrollo de grupos productivos.

Guanajuato es uno de los estados mejor comunicados del país y cuenta con una acabada red de excelentes carreteras y una completa infraestructura de servicios hoteleros y proveedores para la realización de ferias y exposiciones. buena parte del dinamismo de su sector hotelero se debe a que posee tres de las ciudades turísticas más importantes del país: Guanajuato, declarada patrimonio de la humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), Dolores Hidalgo, cuna de la independencia nacional, y San Miguel Allende, una de las ciudades turísticas preferidas por los extranjeros.

A pesar de la positiva evolución de su productividad agregada en el período 1993-2004, esta sigue situándose por debajo de la media nacional, al igual que el índice de ingreso autónomo de los hogares (año 1995). Sin embargo, la pobreza ha mostrado una evolución muy favorable, ya que mientras en 1992 afectaba al 39,6% de la población urbana, en 2002 este porcentaje había bajado al 19,4%. Lo mismo ocurre con la pobreza rural, que en el mismo período pasó del 15,5% al 9,8%. En definitiva, Guanajuato evoluciona bien en términos económicos, ha tenido progresos sociales importantes y, aunque todavía está por debajo de los promedios nacionales de riqueza per cápita, presenta buenas condiciones de convergencia.

El término maquila se asocia en el México moderno a un tipo de actividad económica que nació gracias al Programa de industrialización fronteriza creado en 1965 para dar empleo a unos 200.000 trabajadores mexicanos que tenían que regresar de los Estados Unidos debido al término del programa Braceros, que les había brindado empleo temporal en ese país en épocas de escasez de mano de obra, en particular durante la segunda guerra mundial y la guerra de Corea. El Programa de industrialización fronteriza permitía la importación libre de derechos de bienes de capital e insumos para la exportación del producto terminado. Tal vez recordaba la antigua noción de maquila porque México ofrece su territorio y fuerza de trabajo a un empresario extranjero que suministra insumos y regresa con el producto elaborado. En esencia, el programa pretendía atraer la inversión extranjera directa de origen estadounidense para establecer operaciones de ensamblado orientadas a la exportación a lo largo de la frontera septentrional (Buitelaar, Padilla y Urrutia, 1999). Se afirma que para avanzar por la senda del desarrollo sostenible con equidad social es necesario transformar la maquila en una actividad cada vez más competitiva mediante el aumento de su productividad y del valor agregado de la producción.

La motivación básica que llevó a las empresas estadounidenses a establecer plantas de ensamblaje fue reducir los costos para hacer frente a la competencia de industrias extranjeras que operaban con costos de producción más bajos. Este proceso industrial fue apuntalado por la creación de zonas libres o zonas francas destinadas al establecimiento de plantas estadounidenses de maquila en distintas partes del país.


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