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ECONOMÍA Y TERRITORIO EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE. DESIGUALDADES Y POLÍTICAS

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Capítulo IV

Desempeño económico y regiones emblemáticas

Un elemento explicativo esencial del ciclo económico y de su evolución es la existencia de focos, nodos o centros geográficos innovadores, promotores de cambios que arrastran al conjunto de componentes de forma selectiva, afectando a unos con más intensidad, a otros de manera marginal y dejando a otros tantos en la exclusión total. Los efectos de arrastre se establecen por medio de procesos de difusión espacial con patrones muy característicos. Durante estos procesos de arrastre y difusión, los distintos componentes del conjunto (red urbana, nación, región) presentan velocidades de transformación diferenciales: de acercamiento (convergencia) cuando los territorios de menor desarrollo relativo avanzan más rápido que los de mayor desarrollo y de alejamiento (divergencia) cuando sucede lo opuesto.

Mediante distintas técnicas de análisis regional, en este capítulo se revisan y comparan las dinámicas de crecimiento de los territorios de los niveles intermedios de ocho países de América Latina para establecer cuáles están logrando buenos resultados y en cuáles los resultados son negativos, y a partir de allí procurar explicar mejor estos comportamientos diferenciales. El hecho de que a partir de la década de 1990 no haya evidencia de convergencia ni aumento de las disparidades coincide con la existencia de territorios de menor desarrollo relativo, donde se ha producido cierta convergencia debido a patrones y ritmos de crecimiento más dinámicos que los promedios nacionales. Es preciso y positivo comprender por qué en ellos esta dinámica ha sido posible e identificar los territorios de mayor desarrollo relativo que son capaces de mantener ciclos estables de crecimiento y, por tanto, de ampliar la brecha económica existente. En ambos casos, se trata de buscar elementos comunes que dan lugar a esta capacidad de crecimiento para comprender si los efectos de arrastre se pueden prever o si se trata de fenómenos que requieren de otras condiciones de desarrollo que deben ir acompañadas, necesariamente, de la aplicación de políticas regionales muy explícitas.

A. Evolución económica y tipología de los territorios

La evolución económica de los territorios comprende: a) su clasificación según nivel y ritmo de crecimiento y b) el análisis regional complementario denominado “diferencial estructural”.

Los territorios de los países se han clasificado en ganadores, convergentes, estancados o declinantes (véase el recuadro III.1) según el nivel de riqueza (PIb por habitante) y el desempeño económico (crecimiento superior o inferior al promedio nacional) en el período 19902003 (o lo más cercano posible a estas fechas). La clasificación resultante se presenta en el cuadro IV.1 y el detalle se incluye en el anexo 3.

En el mapa IV.1 se localizan los territorios de todos los países de América Latina y el Caribe para los que se contó con la información pertinente, de acuerdo con su ubicación en los cuadrantes de desempeño económico descritos en el recuadro III.1.

Para avanzar en el examen de la información disponible, el análisis regional, mediante el método diferencial estructural (mde) (véase el recuadro IV.1), ayuda a clasificar las distintas regiones en función de su comportamiento económico, enriqueciendo sus interpretaciones. En el diagrama IV.1 se presentan los resultados de cada país y en el anexo 2 se muestran los resultados del método diferencial estructural para los distintos países.

Este análisis abarca tres períodos: a) de expansión económica, que va desde 1990 (año base) hasta 1998; b) de contracción, que comienza con la crisis económica mundial de fines de los años noventa y va desde 1998 hasta el último año con información subnacional para cada país, y c) análisis del período completo, al que corresponde la clasificación presentada (véase el diagrama IV.1), donde se distinguen seis situaciones (divididas en dinámicas y lentas). La diagonal de los gráficos es la división entre los efectos totales: los territorios que están por encima de ella tienen efecto total positivo (dinámicas), mientras que los que están por debajo presentan efecto total negativo (lentas). A su vez, a cada una de estas situaciones corresponden tres alternativas y de allí resultan seis grupos de regiones (véase el cuadro IV.2).

Este método compara el cambio observado en un período de tiempo en una variable, en este caso el pib, tanto en cada región como en el país, con el cambio que se habría producido en cada región si el pib se hubiese comportado de idéntica manera tanto en las regiones como en el país. El método se compone de tres efectos:

El efecto total es la diferencia (positiva o negativa) entre el valor actual del pib de una región y el valor hipotético que se habría obtenido si el pib hubiera evolucionado al mismo ritmo que a nivel nacional. Por tanto, un efecto positivo significa una dinámica regional mayor que la nacional.

El efecto diferencial consiste en la diferencia entre la evolución de cada sector regional y el valor que el pib habría alcanzado si el sector en la región hubiera evolucionado a la misma tasa de ese sector a nivel nacional. La suma de las diferencias sectoriales puede ser positiva o negativa y ello determina el signo del efecto diferencial. Este factor explica la parte de la diferencia total que se puede atribuir a que una misma actividad muestre un ritmo de cambio distinto a nivel regional y a nivel del país en su conjunto.

El efecto estructural es la diferencia aritmética entre el efecto total y el efecto diferencial. Este factor explica la parte de la diferencia total que se atribuye a que la región esté o no especializada en actividades que hayan mostrado un comportamiento muy diferente al promedio de toda la economía. También explica la parte de la diferencia (hipotética) que se puede atribuir a la particular estructura regional frente a la nacional. Un efecto positivo significa que la región se especializa en actividades que a nivel nacional han mostrado un rápido crecimiento.

Fuente: Elaboración propia.

En general, el cruce entre la clasificación realizada sobre la base de la evolución del PIb per cápita (véase el cuadro IV.2) o del PIb total (véase el diagrama IV.1) presenta coincidencias entre los territorios ganadores. Los territorios ganadores y convergentes (véase el cuadro IV.1) normalmente tienen un efecto total positivo (de acuerdo con el mde) y se ubican por encima de la diagonal (véase el diagrama IV.1), aun cuando los tres efectos pueden no ser positivos.

Sin embargo, algunas situaciones peculiares, como las que se presentan en el recuadro IV.2, escapan a este patrón.

Los resultados de uno y otro método son bastante coincidentes (véase el cuadro IV.3), de forma que se puede hacer una correlación entre ambos e identificar regiones características o emblemáticas de cada cuadrante. La selección de territorios emblemáticos (véase el diagrama IV.2) se ha realizado de la siguiente forma: en el primer grupo se incluyen los territorios ganadores que, según el método diferencial estructural, tienen los tres efectos positivos (territorios ganadores con buen desempeño y buena estructura), en el segundo grupo están los territorios convergentes que tienen los tres efectos positivos (territorios convergentes con buen desempeño y buena estructura), en tercer lugar se incluyen los territorios estancados que tienen dos o tres efectos negativos.

Santa Cruz, Bolivia

Desde el punto de vista del MDE tiene todos los efectos positivos. Sin embargo, este territorio aparece clasificado como declinante debido, principalmente, a su fuerte atracción poblacional, que se traduce en un pib per cápita con un crecimiento modesto a pesar de que su economía agregada tiene tasas de crecimiento superiores al promedio nacional. Es decir, su clasificación en términos de cuadrantes se puede malinterpretar ya que, en realidad, es una de las regiones más dinámicas del país.

México, D.F., México

Se ubica como territorio ganador a pesar de que desde el punto de vista del MDE tiene todos los efectos negativos. En un sentido contrario al de Santa Cruz (Bolivia), ello se debe a que a pesar de que la economía creció muy por debajo del promedio nacional en el período 1993-2003 (un 1,6% anual en comparación con un 2,7%), su población aumentó a una tasa aún mucho menor que la del país en su conjunto (un 0,5% anual en comparación con un 1,9%). Esto hace que, en términos per cápita, México, D.F. tenga un crecimiento mayor que el promedio nacional (un 1% en comparación con un 0,8%). Es decir que, contrario a lo que pudiera pensarse, entre 1993 y 2003 México, D.F. ha mantenido una población casi estacionaria.

San Juan, Argentina

En el período 1990-2001 se comporta como región estancada, a pesar de que su efecto total para el mismo período es positivo. Ello se debe a que en términos agregados crece igual que la media nacional (2,1%) y en términos per cápita crece menos que dicha media (un 0,5% en comparación con un 1,0%). Esto es por el gran dinamismo poblacional de San Juan en el período, con un crecimiento del 1,6% anual frente a la media anual nacional del 1,1%.

Fuente: Elaboración propia.

(desempeño, estructura y total) y en cuarto lugar se encuentran los territorios declinantes que tienen dos o tres efectos negativos.

La agrupación de territorios según ambas formas de clasificación muestra una fuerte homogeneidad en los casos de territorios ganadores y convergentes que, en general, muestran efectos estructurales, totales y de desempeño positivos (véase el cuadro IV.3). Entre los territorios estancados son frecuentes los que tienen todos los efectos negativos, pero también los que tienen un efecto total positivo debido al peso mayor de algún efecto parcial positivo (de desempeño o estructura). Finalmente, en los territorios declinantes, que son los menos, tiende a presentarse una diversidad de casos sin un patrón legible.

En todos los grupos se ha procurado realizar una selección que incluya territorios donde la actividad más representativa pertenezca a los sectores primario, secundario o terciario, responsables del auge o la contracción por la que atraviesa cada región. Esta clasificación facilita algunas interpretaciones comparativas de las regiones de cada país (véase el cuadro IV.4).

A continuación, se examinan los distintos cuadrantes profundizándose en algunas regiones emblemáticas para lo cual se presenta un breve análisis de la situación y de la evolución económica y social.


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