BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

LAS FINANZAS PÚBLICAS ESTATALES Y MUNICIPALES EN MÉXICO

Hilario Barcelata Chávez




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2.3. Participaciones y recaudación fiscal.

Con el fin de comparar y establecer algunas conclusiones sobre la influencia de cada uno de loas factores que determina el reparto de los recursos fiscales, analizo en este apartado la eficiencia recaudatoria de los impuestos asignables y el monto de las Participaciones.

Como medida de esta eficiencia, considero aquí, la participación porcentual de cada estado en el total de la recaudación de dos de los tres impuestos asignables: ISAN e ISTUV, los cuales corresponden en un 100% a los estados. No incluyo el IEPS, porque no se cuenta con información desagregada para los rubros en los que participan los estados y, en todo caso, cuando más se quedan con el 20%.

En primer lugar hay que destacar el hecho de que existe una estrecha relación entre el tamaño de la recaudación y las Participaciones, de modo que a mayor tamaño de la primera corresponde más de la segunda, con un coeficiente de correlación de 0.849.

Sin embargo, es notorio que algunos estados reciben porcentualmente más Participaciones que su contribución porcentual en la recaudación total. Esto puede observarse a través de un análisis de equiproporcionalidad, donde se puede determinar que estados se ven más beneficiados con el reparto en relación con su recaudación. Para esto he calculado el Índice de Participaciones-Recaudación de Asignables (IPRA).

Como resultado de esta medición se tiene que, hay un total de 22 estados ganadores (coeficiente mayor que uno); cuatro con proporcionalidad absoluta (coeficiente igual a uno) y seis perdedores (coeficiente menor a uno).

Esto es así, porque, si bien el reparto considera el tamaño de la recaudación estatal, también está considerando el tamaño de la población. A eso se debe esa desviación existente para varios estados.

Es notorio que entre los estados perdedores se encuentran los que tienen el PIBE más grande a nivel nacional o los que cuentan con un PIBE per cápita muy alto.

Aunque, de igual modo, algunos ganadores son de PIBE per cápita alto.

Aún así, parece haber una relación entre las variables de atraso económico y social y una mayor participación en las Participaciones. El coeficiente de correlación entre el IPRA y el Índice de Marginación es de 0.627; con el IDHE es de -0.598 y con el PIBE per cápita es de -0.509, lo cual confirma la relación entre la no proporcionalidad existente y las condiciones de atraso de los ganadores.

Algunas conclusiones sobre el reparto de las Participaciones

Como puede observarse, la influencia de los dos factores para determinar el tamaño de las Participaciones (población y eficiencia recaudatoria, es consecuente con la fórmula establecida por la LCF. Pues, efectivamente a mayor población, y mayor recaudación, mayor participación. Aunque la correspondencia con la primera es mayor que con la segunda, ya que el coeficiente de correlación es mayor 0.911, comparado con el otro que es de 0.849.

También hay una correspondencia entre el monto de Participaciones y el PIBE, pues su correlación es de 0.909.

Sin embargo al observar la equiproporcionalidad es posible observar que al medir con el IPPIBE la proporcionalidad entre Participaciones y PIBE, resultan 23 estados ganadores. Casi el mismo resultado al medir con el IPRA la proporcionalidad entre recaudación y Participaciones. En cambio, sólo 12 resultan ganadores al medir con el IPPOB la proporcionalidad entre población y Participaciones. Esto, significa que, efectivamente hay una transferencia relativa de recursos desde los estados que más producen y más recaudan, hacia los que menos producen y menos recaudan.

3. EL REPARTO DE LAS APORTACIONES FEDERALES.

Las Aportaciones Federales que reparte la Federación a estados y municipios, muestran en la actualidad, un perfil de alta concentración, ya que el 39% del total nacional (238,681 mdp), se ubica en sólo 6 estados y representa un índice per cápita de 7,301 pesos por persona. Estos son: México con el 9.9%; Veracruz con 7.7%; Jalisco con 5.3; Chiapas con 5.6%; Oaxaca, 5.2; Guerrero, 5.1%.

Una característica esencial de estos estados, es que su PIBE y su PIBE per cápita son muy bajos. Los tres últimos pertenecen al grupo de los estados más pobres, cuyos PIBE per cápita, son de los más bajos por entidad: Chiapas 26,568 pesos anuales; Oaxaca, 26,752 y Guerrero con 33,636 pesos nacional. Valores que se encuentran por debajo de la mitad de la media nacional y los lleva ocupar los lugares 31, 30 y 28 en el ranking nacional. En conjunto, estos tres estados, concentran el 16% del total de las Aportaciones. De igual modo, son estados cuyos índices de marginación, son los más altos del país: 2.25, 2.119 y 2.078 respectivamente y los de desarrollo humano (IDHE) los más bajos: 0.690; 0.718 y 0.704.

Por su parte, los tres primeros estados, también se caracterizan por tener un PIBE per capita bajo (aunque no tanto como los anteriores) y ocupan los lugares 20, 23 y 14 (según el orden que aparecen arriba respectivamente). De estos, sólo Veracruz comparte características de alta marginación y bajo IDHE con los tres anteriores (ocupa el cuarto lugar a nivel nacional en ambos índices). Sin embargo, son estados que se cuentan entre los de mayor contribución al PIB nacional (2º, 5º y 4º. Respectivamente) y reciben la mayor parte de los recursos de este grupo, ya que concentran el 22.9% del total de las Aportaciones.

Es importante señalar que estos tres estados, también se destacan por pertenecer al grupo de los estados que más Participaciones Federales reciben: México, con el 11.3%; Jalisco, con el 6.1% y Veracruz, con el 6%; con lo que concentran el 23.4% del total de este tipo de recursos repartidos a los estados. Y son, además, tres de los cuatro estados más poblados del país (México, 13.7%; Veracruz, 7% y Jalisco 6.5% (primero, tercero y cuarto lugar por el tamaño de su población a nivel nacional) con lo que, en conjunto, concentran el 27.2% del total de la población del país.

Lo anterior puede entender en el sentido de que, el criterio de equidad que fundamenta el reparto de estos recursos, opera favorablemente, beneficiando a los estados con mayor atraso económico y rezagos sociales, y a los que, dado el tamaño de su población, tienen una mayor demanda de bienes y servicios públicos, los cuales deben proveer en mayor cuantía.

Existe una significativa correlación negativa del -0.370, entre el volumen de las Aportaciones que reciben los estados y su PIB per cápita, lo cual significa que efectivamente, a mayor pobreza, más recursos. En este sentido, hay que destacar el valor del Coeficiente de Correlación entre las Aportaciones y el IDHE, que es de -0.448, lo cual indica una relación inversa entre ambas variables, que confirma que los estados con atraso, reciben más recursos. Lo mismo se desprende del valor de la correlación entre Aportaciones y el Índice de Marginación que es de 0.372, aunque, como se observa, aquí la relación es menor significativa.

Y también puede observarse que el reparto de las Aportaciones no guarda relación con el tamaño de la economía de cada estado, puesto que su Coeficiente de Correlación de de 0.276, valor que indica, en parte, su carácter redistributivo.


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