BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

LAS FINANZAS PÚBLICAS ESTATALES Y MUNICIPALES EN MÉXICO

Hilario Barcelata Chávez




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1.2. Gasto federalizado y pibe

Los recursos que los estados reciben de la federación, muestran un patrón de concentración bastante elevado. Los seis estados que más GF reciben, concentran el 40% del total que se reparte. Estos son: México, con el 10.6%; Distrito Federal, con un 7.4%; Veracruz, 6.8%; Jalisco, 5.7%; Chiapas, 4.7%; y Puebla con el 4.3%. Esto se debe a que, tres de estos, se encuentran, también, entre los seis estados que más Participaciones y Aportaciones Federales reciben: México, con el 11.3% de Participaciones y el 9.9% de Aportaciones; Veracruz, con el 6% y 7.7% respectivamente y Jalisco, con 6.1 y 5.3%.

Los otros tres se encuentran en los primeros lugares porque participan de manera importante en sólo alguno de los dos fondos: D.F. en las Participaciones con el 13%, pero con sólo el 1.8% de las Aportaciones; y Chiapas y Puebla con el 3.9% de Participaciones cada uno, pero con el 5.6 y 4.7% de las Aportaciones, respectivamente.

En estos seis estados, también recae una parte muy importante del PIB nacional, pues generan el 49.3% del total y concentran el 77% de la recaudación fiscal total del país. Aunque, claro se trata de estados de características diferentes, pues en el mismo grupo tenemos a los de más alto Producto Interno Bruto Estatal (PIBE) y PIBE per cápita (D.F.) junto con los de menor valor como Chiapas y Puebla.

1.3. Gasto Federalizado-PIBE e Índice de Gasto Federalizado-PIBE (IGFPIBE).

Para observar con claridad la relación existente entre el volumen de recursos que recibe cada estado y la magnitud de su PIBE, se mide el Coeficiente de Correlación entre ambas variables, resultando una alta dependencia entre las variables, ya que este valor es de 0.715, corroborándose que a mayor PIBE, mayor GF.

Para identificar con mayor precisión esta relación y observar la situación particular que guarda cada estado, es necesario realizar un análisis de equiproporcionalidad, para lo cual he construido el Índice de Gasto Federalizado-PIBE (IGFPIBE), que compara la participación porcentual de cada estado en el total del GF, con su participación al PIB nacional. De este modo, se mide el tamaño relativo de recursos federales que los estados reciben, comparado con lo que contribuyen a la generación de riqueza nacional, bajo la consideración de que la riqueza generada en cada estado, influye en el volumen total de recaudación, que se traduce en Gasto Federalizado, aunque el tamaño del PIBE no es factor en la determinación del reparto de este tipo de recursos.

De esta manera se identifican estados ganadores, como aquellos que reciben una proporción del GF mayor a su participación en el PIB nacional. En este caso el Índice obtenido tiene valor mayor que uno. Para el caso de los estados en que las proporciones son iguales, se considera que ni ganan ni pierden y su valor es de uno. Y los estados perdedores tienen un valor menor a uno, siendo aquellos cuya participación en el GF, es menor a su participación en el PIB nacional.

Así se observa que existen siete perdedores, 22 ganadores y tres con proporcionalidad absoluta. Destaca el hecho de que el nivel de ganancia es muy diferenciado, pues mientras en 13 estados, su participación en el GF es mayor a su contribución al PIB, hasta en un 50%, en dos es entre 50 y 100% y en los restantes 7 es mayor al 100%.

Puede observarse que los estados ganadores tienen una baja contribución al PIB nacional, de tal manera que a medida que es menor su participación en éste, mayor es su ganancia Aunque esa ganancia no proviene de una alta proporción en el GF total, pues lo mismo hay estados cuya participación es importante, como Jalisco que concentra el 5.4% del total y sin embargo es perdedor (0.9) o el D.F. que recibe el 7.4% del GF total y es la entidad de mayor pérdida.

1.4. Gasto Federalizado per cápita y PIBE per cápita

Es importante destacar un caso peculiar como el de Quintana Roo, que es estado perdedor aunque su participación en el PIB nacional es baja, lo cual no corresponde al patrón descrito arriba. Esto se debe a que la participación en el PIB nacional no es la única variable que explica la ganancia o la pérdida de los estados.

Así, es necesario señalar también, que los estados que ganan, son aquellos cuyo PIBE per cápita es más bajo, en cambio los que pierden tienen un PIBE per cápita mayor. Eso explica por qué Quintana Roo es perdedor, pues su PIBE per cápita es de los más altos del país.

De hecho hay una estrecha relación entre el Índice GFPIBE (que determina si se es ganador o perdedor) y el PIBE per cápita, pues su Coeficiente de Correlación es de –0.76, en tanto que el mismo índice y el PIBE, es de –0.5, confirmando, ambos valores, la existencia de una relación inversa entre dichas variables.

Por lo anterior, cabría esperar que esta tendencia fuera corroborada mediante la comparación del PIBE per cápita, y el monto del GF que corresponde a cada estado. Sin embargo, resulta que su Coeficiente de Correlación es de 0.059, es decir, no hay relación lineal entre ambas variables.

A mayor abundancia, resulta que al comparar la magnitud del GF por estado con índices que miden el desarrollo estatal, se observa la misma inexistencia de una relación lineal. El coeficiente de correlación del GF con el Índice de Desarrollo Humano (IDH) es de -0.08, con el Índice de Marginación es de 0.052 y con el de Capital Humano 0.052 . Esto significa que el reparto del GF, relacionado de manera lineal con indicadores de pobreza, no es de tipo compensatorio.

Lo anterior explica por qué algunos estados con PIBE per cápita alto y nivel de desarrollo más elevado, reciban más GF que otros que son menos desarrollados o más pobres. Es decir los estados que reciben más GF no son los de menor PIBE per cápita, ni los de menor desarrollo, ni los de mayor pobreza.

A pesar de estos resultados, el análisis de la equiproporcionalidad, nos permite observar que, aunque los estados que más ganan no necesariamente son los que más GF reciben, si son los de menor PIBE per cápita por estado y en general, son los más pobres y los de menor desarrollo relativo. Por ejemplo, Chiapas es el estado de mayor ganancia y es el de menor PIBE per cápita, pero el monto absoluto de su GF es un 36% menor al del D.F. cuyo PIBE per cápita es el más alto del país y es la entidad de menor ganancia.

Esta situación se corrobora mediante la observación de los coeficientes de correlación del IGFPIBE (que es el índice que mide la equiproporcionalidad) y los índices de Marginación, Desarrollo Humano, de Infraestructura y de Capital Humano. Los valores son los siguientes: 0.758; -0.828; -0.622 y –0.655. Es decir, hay una alta relación de dependencia entre estos índices y la posición ganadora de los estados. De aquí que pueda afirmarse, que si existe un mecanismo de compensación en el reparto del GF a los estados.

Otra forma de observar si efectivamente se cumple la existencia de un criterio compensatorio en el reparto del GF, es a través de analizar la relación existente entre el GF per cápita y el PIB per cápita de cada estado, identificando el tipo y el grado de asociación entre uno y otro. Para ello he elaborado el Índice GF per cápita-PIBE per cápita (IGFPC-PIBEPC) cuyo valor mide el valor del primero como proporción del segundo. Observándose que a medida de que se trata de estados con menor PIBE per cápita, mayor es este indicador. De hecho una muy clara relación inversa entre este índice el PIBE per cápita, expresada por un coeficiente de Correlación de –0.76 y un coeficiente de regresión de 0.902. Esto significa que a medida que los estados tienen un PIBE per cápita más bajo, su GF per cápita representa una proporción cada vez mayor de aquél. Dicho de otra manera, a medida que un estado es más pobre, su GF por persona crece como proporción de su PIBE per cápita. Esto podría entenderse como un mecanismo de compensación de la pobreza existente, ahí, aunque es necesario aclarar que esta situación no se percibe de manera directa y lineal, pues al relacionar los valores absolutos del GF per cápita y el PIBE per cápita, resulta que su Coeficiente de Correlación es muy bajo (0.02) lo cual indica que ambas variables no están relacionadas linealmente.

Es decir, si bien es cierto que el GF per cápita representa una parte proporcional cada vez mayor del PIBE per cápita, a medida que esta variable se hace menor, también es cierto que el tamaño absoluto del GF per cápita, comparado con el que reciben los otros estados, no es mayor para los estados con menor PIBE per cápita. En otros palabras los estados de PIBE per cápita bajo, reciben un GF per cápita más bajo que el que reciben otros en mejores condiciones y sin embargo este gasto, representa un porcentaje más alto con respecto a su PIBE per cápita, comparado con lo que, para esos otros estados, representa su GF per cápita en relación a su PIBE per cápita.

Dicho de otro modo, los que más ganan son los más pobres, pero no son los que más GF per cápita reciben. Esto lo corroboran los valores que se obtienen al correlacionar el GF per cápita y los Índices de Desarrollo Humano, de Marginación y de Capital Humano, que son: 0.05, 0.089 y –0.005, los cuales indican que a mayor pobreza relativa, el GF per cápita no es mayor, considerado en términos relativos (en comparación con los demás estados)

Por ejemplo, el GF per cápita de Chiapas, representa un 54% de su PIBE per cápita, lo cual es una de las proporciones más altas observadas, y éste es uno de los estados con más bajo PIBE per cápita, con menor desarrollo relativo y más pobreza; sin embargo, el monto absoluto que recibe, es menor que el de Colima o Baja California cuya proporción representa el 29% de su PIBE per cápita, aunque es un estado con mayor desarrollo que Chiapas.

En conclusión, lo anterior significa -al menos en principio- que el reparto del GF es compensatorio a nivel nacional, más que resarcitorio. Y que, a pesar de que existe una alta correlación entre GT y PIBE, los estados perdedores son los de mayor contribución al PIB y los ganadores los de menor contribución.

Además, aunque no existe relación lineal entre GF per cápita y PIBE per cápita, los estados perdedores tienen un PIBE per cápita alto y los ganadores un PIB per cápita bajo, es decir, la ganancia no depende exclusivamente del monto del GF. Asimismo, el reparto del GF per capita, compensa a los estados con menor PIBE per cápita, pues a medida que este valor es menor, su GF por persona es, proporcionalmente mayor.


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