BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

LAS FINANZAS PÚBLICAS ESTATALES Y MUNICIPALES EN MÉXICO

Hilario Barcelata Chávez




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Algunas conclusiones sobre el reparto del Gasto Federalizado

a) Los recursos que los estados reciben de la federación, muestran un patrón de concentración bastante elevado. Los seis estados que más GF reciben, obtienen el 40% del total que se reparte.

En estos seis estados, también recae una parte muy importante del PIB nacional, pues generan el 49.3% del total y concentran el 77% de la recaudación total del país. Se trata de estados de características diferentes, pues en el mismo grupo se encuentran los de más alto PIBE y PIBE per cápita, junto con los de menor valor.

b) Al medir el tamaño relativo de recursos federales que los estados reciben, comparado con su contribución a la generación de riqueza nacional, se obtiene el IGFPIBE. A través de este se identifican 22 estados ganadores, es decir, aquellos que reciben una proporción del GF, mayor a su participación en el PIB nacional. Siete perdedores y tres con proporcionalidad absoluta. Puede observarse que los estados ganadores tienen una baja contribución al PIB nacional, de tal manera que a medida que es menor su participación en éste, mayor es su ganancia

c) La participación en el PIB nacional no es la única variable que explica la ganancia o pérdida de los estados. Se puede observar que los estados que ganan, son aquellos cuyo PIBE per cápita es más bajo, en cambio los que pierden tienen un PIBE per cápita mayor.

d) Sin embargo no existe relación lineal entre el PIBE per cápita, y el monto del GF que corresponde a cada estado, como se observa al comparar la magnitud del GF por estado con índices que miden el desarrollo estatal (Índice de Desarrollo Humano, Índice de Marginación e índice de Capital Humano) Esto ofrece evidencia en el sentido de que el reparto del GF, no es de tipo compensatorio. Es decir, que los estados que más GF reciben no son los de menor PIBE per cápita, ni los de menor desarrollo, ni los de mayor pobreza.

e) A pesar de estos resultados, el análisis de la equiproporcionalidad, nos permite observar que, aunque los estados que más ganan no necesariamente son los que más GF reciben, si son los de menor PIBE per cápita y en general, son los más pobres y los de menor desarrollo relativo. De aquí que pueda afirmarse, que si existe un mecanismo de compensación en el reparto del GF a los estados.

d) Se observa la existencia de una muy clara relación inversa entre GF per cápita y el PIB per cápita de cada estado, lo cual confirma un efecto compensatorio en el reparto del GF, pues significa que a medida que un estado es más pobre, su GF por persona crece como proporción de su PIBE per cápita.

e) Sin embargo, es necesario aclarar que esta situación no se percibe de manera directa y lineal, pues si bien es cierto que a medida que el PIBE per cápita se hace menor, el GF per cápita representa una parte proporcional cada vez mayor de él, también es cierto que el tamaño absoluto del GF per cápita, no es mayor para los estados con menor PIBE per cápita. En otros palabras los estados de PIBE per cápita bajo, reciben un GF per cápita absoluto, más bajo que el que reciben otros en mejores condiciones y sin embargo este gasto, representa un porcentaje más alto con respecto a su PIBE per cápita.

Lo anterior significa -al menos en principio- que el reparto del GF es compensatorio a nivel nacional, más que resarcitorio. Y que, a pesar de que existe una alta correlación entre GT y PIBE, los estados perdedores son los de mayor contribución al PIB y los ganadores los de menor contribución.

f) Se observa, también, que aunque no existe relación lineal entre GF y PIB per cápita, los estados perdedores tienen un PIBE per cápita bajo y los ganadores un PIB per cápita alto, es decir, la ganancia no depende exclusivamente del monto del GF. Asimismo, el reparto del GF per capita, compensa a los estados con menor PIB per cápita, pues a medida que este valor es menor, su GF por persona es, proporcionalmente mayor.

g) El patrón de concentración de los recursos que los estados reciben de la federación, responde al hecho de que la población también se encuentra concentrada en esos mismos estados. Es decir, a mayor población, mayor GF. Esto se debe a que la población es uno de los criterios más importantes de reparto.

h) El Índice de Gasto Federalizado-Población (IGFPOB) permite medir la participación en la población total de cada estado y su participación porcentual en el total del GF y arroja resultados a partir de los cuales se pueden identificar estados con pérdida o ganancia. Se observan cinco estados perdedores, cuya participación en la población nacional es mayor que su participación en el GF; hay 19 son ganadores cuya participación en la población, es menor que la participación que reciben en el GF; y ocho con proporcionalidad absoluta. Observándose que los niveles de pérdida son muy bajos y para pocos estados. En cambio la ganancia se da en más de la mitad de los estados del país, aunque, en la mayoría de ellos, el nivel de ganancia no es muy alto. Esto estaría corroborando la correspondencia del reparto del GF con la población, lo que significa que efectivamente se cumple el criterio de la población y con el, el principio de justicia que lo sustenta.

i) A través de la comparación del GF total y sus componentes, que recibe cada estado, con el volumen de recaudación de los ingresos federales, se puede observar, de otro modo, la capacidad del Sistema de Coordinación Fiscal para resarcir o compensar a los estados.

La relación existente entre el GF y la recaudación no es muy fuerte, lo cual se debe a que los componentes del GF se relacionan de manera diferente con la recaudación, pues mientras el volumen de Participaciones por estado sostiene una relación directa y fuerte con la Recaudación, las Aportaciones se relacionan de manera inversa y de un modo mucho más débil con esa variable.

Estos datos, en principio, parecen sugerir que el reparto de las Participaciones Federales si opera como mecanismo para resarcir a los estados, de la recaudación que hace en ellos el gobierno federal. En cambio, el reparto de las Aportaciones no tiene esa característica, aunque, tampoco parece operar como mecanismo compensatorio, al menos por lo que respecta al valor de la correlación.

j) A través del cálculo de los índices IAR, IPR e IGFR, que miden la proporcionalidad entre la recaudación con el GF total y sus componentes, es posible observar si los estados son compensados o resarcidos.

De la medición del IPR, resultan 10 estados ganadores, es decir que su participación en los recursos federales es mayor que su contribución a la recaudación; en cambio hay 21 estados perdedores, lo cual significa que la recaudación es mayor a su participación.

Los estados que ganan son aquellos que presentan los valores de PIBE más bajos; es decir, a menor PIBE, mayor ganancia. Por lo tanto, se puede afirmar que las participaciones federales, proporcionalmente, tienen una baja capacidad resarcitoria, pero también compensatoria.

Del análisis con el IAR, resultan 12 estados ganadores y 19 perdedores, siendo el cambio más notorio el hecho de que la ganancia promedio sube, lo cual se debe a que para algunos estados, las aportaciones son altamente compensatorias. El perfil de lo estados ganadores permite afirmar que a menor PIBE y menor PIBE per cápita, más ganancia.

Del IGFR, resulta una situación en que se observa una mayor capacidad resarcitoria, a la vez que compensatoria para casi todos los estados. En este caso, son 21 estados los ganadores y tan sólo 11 los perdedores, la ganancia promedio es más alta y la pérdida promedio se reduce. Al igual que en los casos anteriores, la mayor ganancia está asociada de modo inverso, con un menor PIBE per cápita y en menor medida con el tamaño del PIBE.

k) Se observa una fuerte relación directa entre la existencia de ganancias en el reparto y una mayor marginación existente. De igual modo, una fuerte relación inversa entre las ganancias y el nivel de desarrollo humano, es decir, a menor desarrollo mayor ganancia.

l) Finalmente, se observa, una alta capacidad de compensación del sistema, al comparar la forma en que participa cada estado porcentualmente, tanto en el GF como en la recaudación, ya que la participación de cada estado en el GF excede, de manera muy importante, su contribución en la recaudación. Los únicos casos en que se consideraría existe pérdida es Nuevo León, Tamaulipas y Distrito Federal, en donde, la participación porcentual en el Gasto equivale al 11% de su contribución porcentual a la recaudación total.

Resulta claro que el sistema de reparto busca compensar a los estados más pobres, aunque, en general, beneficia a muchos otros que no lo son en estricto sentido.

De esta comparación también resulta que, a medida que los estados tienen un PIBE más pequeño y su PIBE per cápita es menor, el GF representa una proporción mayor del PIBE. Esto representa una alta asociación inversa entre ambas variables y evidencia, una vez más el carácter compensatorio del mecanismo de reparto del GF.


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