BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

DIVERSIDAD CULTURAL Y TRIBUS URBANAS

Levit Guzmán Soto y otros




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Querétaro: El caso de los EMOS (nuestro mundo feliz)

Por Jorge Coronel

*El autor es el productor y conductor del programa EL COLOR DE LA TIERRA, mismo que sale al aire el día sábado a las 23:00 horas por Radio Universidad Autónoma de Querétaro (89.5 FM); audio por Internet:www.uaq.mx

EL COLOR DE LA TIERRA difunde géneros como el reggae, el ska, el hip hop, la música mestiza, el jungle, el dub, el spoken word y demás, siempre uniendo esos ritmos con temas políticos-culturales de la región, el país y el mundo.

Jorge Coronel es pasante de las carreras de Periodismo y Filosofía, ambas cursadas en la Universidad Autónoma de Querétaro

(UAQ). Web: www.myspace.com/radioelcolordelatierra)

Desarrollo

En Querétaro, la tolerancia es un concepto que todos los miembros de la sociedad encuentran muy loable; en la práctica, sin embargo, algunos sectores de la misma no están dispuestos a llevarla a cabo. ¿Ejemplo? El viernes 7 de marzo de 2008, cientos de jóvenes salieron a las calles de la ciudad capital, por la tarde-noche, previa convocatoria por distintos medios (vía mensaje de celular, por correos electrónicos, por redes sociales en la Internet...) en busca de otros jóvenes conocidos como emos, con el fin de agredirlos por considerar a los susodichos, entre otros calificativos, como “engendros”.

Si recurrimos a los pasajes de la historia nos encontramos con que así iniciaron los nazis: es decir, llamando des de el anonimato a linchar a los judíos. Valga esta comparación porque el hecho del pasado 7 de marzo de 2008 tiene connotaciones gravísimas; tan es así que nos atrevemos a señalar que ese día comprobamos que una suerte de actitudes fascistoides se encuentra enraizada en algunas franjas de la sociedad queretana. Peor todavía: una sociedad como la nuestra, desinformada, manipulada, semi-analfabeta y apática, políticamente hablando, es caldo de cultivo idóneo para que los sucesos de aquel día sigan proliferando..

También, el caso de los EMOS ha exhibido la pobreza las instituciones en cuanto a explicarnos qué está pasando en nuestro entorno: de la Iglesia católica a los partidos políticos; de los gobiernos en turno a los “investigadores sociales” de la academia, todas (todas) recurren a los facilismos sociológicos y/o al lenguaje psicológico que, obvio, muestran conceptos rimbombantes pero que poco alcanzan a explicar las realidades que día a día se transforman, se renuevan.

Tampoco, al día de hoy, ninguna institución ha explicado el papel que juega el capitalismo salvaje en un hecho como el acontecido el 7 de marzo de 2008 en pleno Centro Histórico de la capital queretana.

Los EMOS: Nuestra generación X

Modas van y modas vienen. En marzo de 1991, el escritor canadiense Douglas Coupland, publicó su novela llamada Generation X (Generación X). En ella , el autor narraba el acontecer de tres jóvenes que resumimos en estas palabras: aburrimiento, desesperanza y apatía. Pronto aquel libro fue referencia obligada para “entender” a la juventud de fin de siglo y, por supuesto, generó todo un trabajo de mercadotecnia alrededor del concepto Generación X: surgieron películas; aparecieron otras novelas con temática similar (Douglas Coupland, por ejemplo, descubierta la mina de oro, escribió otras historias en la línea de su mencionada Generación X); el modo de vestir también formó parte de la comercialización; la música hizo acto de presencia con el género llamado grunge, y hasta un mártir existe en la persona del fallecido rockero Kurt Cobain (cuya muerte obedeció, según la versión oficial, a un suicidio). Ensayos socio-culturales aparecieron por doquier “analizando” a la generación que ha sido educada, se decía entonces, por la televisión y crecido de la mano de la revolución tecnológica, del VIH-SIDA, de las guerras, etc.

El hecho es que casi todo mundo estuvo de acuerdo en que la Generación X era apática, desencantada, suicida, sin ganas de nada...

Marzo de 2008. Querétaro, México. Aparece en los medios de comunicación una versión corregida y aumentada de la Generación X: los emos. Modas van y modas vienen. Y la misma historia: los movimientos “ contraculturales “ (cualquiera cosa que eso signifique), siempre terminan absorbidos por la cultura dominante.

¡Bienvenidos a occidente!

A raíz del caso de los EMOS, las manifestaciones de ciudadanos preocupados e indignados por el caso no se hicieron esperar: cientos de personas se lanzaron a las calles para expresar su repudio. Loable acción, sin duda (hasta yo fui). Empero, los manifestantes que exigen paz y tolerancia olvidan, ya sea por ignorancia; ya sea por la falta de un pensamiento crítico o, de plano, por complicidad, que la violencia (en un sentido amplio), al menos en lo que se conoce como la civilización occidental, es la base sobre la que se cimienta dicha “civilización”; es decir, el linchamiento del 7 de marzo de 2008 en Querétaro no es, de ninguna manera, “un hecho aislado” (como dijeron algunas autoridades), sino que es una expresión más porque está en el núcleo de varias de las claves de la civilización occidental: el exceso y derroche brutal de energía; el racismo; la obsesión por la destrucción...

Nuestra violencia, nuestro occidente, se ve en todos lados: de la violencia intra familiar pasando por la violencia en la escuela, llegando a la violencia del cafre del volante que “siente” que la calle es “suya”; de la violencia que se ejerce en el ámbito laboral a la violencia de la hinchada que alienta al equipo de fútbol Gallos Blancos de Querétaro (nuestra copia chafa de las, ésas sí, barras bravas sudamericanas). Todo es violencia...

El 7 de marzo de 2008 comprobamos que la violencia, el racismo y las actitudes fascistoides son cosas de todos los días.


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