Situación en Ciudad Juárez

En ciudad Juárez, Chihuahua está muy claro que el fenómeno del feminicidio es existente pero las autoridades aún no logran resolver el delito. En la red existe una página perteneciente a aquellas familias de las victimas en ciudad Juárez, esta página lleva como título “Nuestras Hijas de Regreso a Casa”. Es una asociación civil la cual hace que las pérdidas tengan un sentido de justicia y de concientización social.

Los últimos años los habitantes de esta ciudad han pasado por un gran desconcierto, las mujeres salen de su casa, del trabajo, de la escuela, del centro comercial o de cualquier otro lugar que ellas frecuenten, lo triste de esto es que la mayoría de ellas no regresan, son varias las mujeres que sin vida son encontradas, es un regreso físico, un regreso de desconcierto para toda su familia y para toda la sociedad perteneciente a esta ciudad que lleva por nombre el de un hombre que en su estancia como presidente procuro el bienestar de este país y atendió las problemáticas vividas en aquel entonces.

Hoy se vive una situación lamentable en la que no solo los feminicidios se han quedado en aquella ciudad del paso, sino que también se vive en los hogares de muchos mexicanos de toda la republica.

Un artículo en la BBC de Kennedy (2007)6, llamado: “Violencia doméstica acosa a mexicanas” , muestra varios datos que como en el mismo autor menciona da una sensación de escalofríos, ya que, “Se estima que entre 1999 y 2005 más de 6.000 mujeres y niñas fueron asesinadas. Lo que lleva a un promedio de 1,000 muertes por año, lo que se convierte en un promedio de tres muertes al día.

Para ponerlo de forma más gráfica, una niña o una mujer es asesinada cada ocho horas, y la inmensa mayoría de las muertes son resultado de la violencia en el hogar. Ésas son la clase de estadísticas que se esperaría de un país en guerra, pero por desgracia no lo es, es una realidad que está ocurriendo en las ciudades, en el campo y en cada nivel socio-económico de este país.

Conclusión

Es necesario hacer un cambio en nuestra ideología, en nuestras creencias y nuestra manera de interactuar día a día. Los feminicidios son resultado de esta concepción de ser hombre machista pero ese mismo machismo también afecta a los hombres no de una manera tan violenta como a las mujeres y niñas, ya que el pensamiento que se tiene del hombre es el que debe de aguantar todo, el que no debe de expresar nada.

Hoy los jóvenes se están convirtiendo en adultos con mayores conocimientos y con conceptos más humanistas de formas de vida, de vinculación, de noviazgo y de trato hacia sus semejantes, pero aún son muy presentes esas imitaciones de hombres machistas. Es por esto que se propone cambiar el modelo anterior del hombre mexicano debido a que no es acorde a las necesidades y avances que en la actualidad que se están viviendo, hay que reeducar a las nuevas generaciones las cuales crecerán con las nuevas concepciones de igualdad de género y de sexualidad.

Feminismo Indígena y Cambio Cultural. Reflexiones sobre el cambio cultural pro igualdad de género en contextos indígenas

Eugenia Rodríguez Blanco*

Resumen

Los cambios culturales relativos al género, aquellos que suponen un cambio en las relaciones de género, se caracterizan por sus dinámicas particulares en relación a cambios culturales en otros ámbitos de la vida social. Esas particularidades hacen referencia especialmente a las dificultades que enfrentan para hacerse efectivos, marcados por discursos y agentes reaccionarios al cambio. Estas dinámicas se hacen aún más intensas en contextos indígenas donde el discurso de la preservación cultural, como derecho de los pueblos indígenas, se enfrenta con fuerza al cambio cultural y, de manera particular, al cambio cultural pro igualdad de género. Las mujeres indígenas, a través de su particular feminismo, proponen con su discurso de cambio-permanencia la conciliación entre los derechos de las mujeres y los derechos de los pueblos, respondiendo así a quienes desde otras posiciones priorizan unos derechos sobre otros.

Palabras Clave: Género, Etnicidad, Cambio Cultural, Feminismo Indígena.

Introducción

“Las culturas son históricamente contingentes, formadas y reformuladas a través de la voluntad humana y la creatividad” (FIMI en Iwanka, 2006).

Las culturas tienen la propiedad intrínseca de cambio debido a su naturaleza dinámica y flexible, a pesar de que en ocasiones, y desde perspectivas reaccionarias y tradicionalistas, puedan ser interpretadas como estáticas e inmutables, negando así su posibilidad o pertinencia. De este modo, el cambio cultural es visible en cualquier contexto que analicemos desde una perspectiva histórica y transcultural.

Los cambios culturales pueden ocurrir en cualquier contexto o ámbito de la vida social. Así, identificamos cambios que refieren al ámbito de las creencias religiosas, los cuidados para la salud, las estrategias productivas, la educación, así como cambios que refieren a las relaciones de género o al orden de género. En este sentido cabe mencionar que los cambios culturales que identifiquemos en un contexto concreto pueden ser clasificados por el ámbito al que refieren, aunque todos ellos puedan ser atravesados por un análisis de género, porque el género está en todos los ámbitos de la vida social. En este artículo haremos referencia particular al ámbito del género y más específicamente a aquellos cambios culturales relativos a las relaciones de género.

El cambio cultural es una realidad innegable que, en el ámbito concreto de la igualdad de género, presenta dinámicas particulares e invita a una reflexión útil para desentramar límites y oportunidades ligados a intereses y poderes (Jolly, 2002; Tripp, 2002). En este sentido, un análisis específico demuestra que el cambio cultural ocurre en diferentes ámbitos, movido por intereses particulares y haciendo uso de determinados poderes. Es importante apuntar, de este modo, que el cambio cultural no ocurre por casualidad; que el dinamismo de las culturas está condicionado a ciertos poderes y sus intereses; y que atendiendo a estas dinámicas, unos cambios ocurren y otros no.

En relación a los cambios culturales relativos al género es oportuno señalar que éstos no necesariamente revierten en mejores condiciones y posiciones de las mujeres o, de una manera más general, en mejores índices de igualdad de género. Es en este sentido que sentimos la necesidad de hacer referencia específica a aquellos cambios dirigidos a o promovidos por la igualdad de género. Denominaremos a estos cambios como Cambios Culturales Pro Igualdad de Género, CC-PIG (Rodríguez, 2009).

Como ya apuntábamos, los cambios no ocurren por casualidad, sino que están motivados o impulsados por diversos intereses y poderes. En este sentido, reconocemos que deben darse las condiciones necesarias para que el cambio realmente llegue a producirse. Para el caso de los cambios relativos al género esas condiciones, intereses y poderes se presentan de una manera particular al tiempo que sugerente para el análisis feminista.