BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

EL LIBRO Y EL BIOS: ALGUNOS MOMENTOS EN SU HISTORIOGRAFÍA. LECTURA DESDE EL PARADIGMA ECOLÓGICO
(VOLUMEN II)

Germán López Noreña



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CAPÍTULO IV CONTEXTOS HISTÓRICO, CULTURAL Y COTIDIANO EN LA INVENCIÓN DE LA IMPRENTA

Incursionar en el tema de la invención de la Imprenta, plantea necesariamente un profundo análisis de su contexto histórico, cultural, y cotidiano. En esta sentido nos introduciremos en algunos aspectos de ellos, en aras de lograr una aproximación altamente epistemica en cada uno de ellos.

4.1 DEL CONTEXTO HISTÓRICO EN EL SIGLO XV

Al abordar el escenario histórico de la invención de la imprenta, nos remite necesariamente al estudio del siglo XV, el que formalmente según la historiografía lo contempla entre los años 1400 y 1501. Siglo llamado “Siglo de las Innovaciones” dando apertura a grandes descubrimiento.

La historia Occidental lo considera el último siglo de la Edad Media y el primero de la Edad Moderna, aceptándose convencionalmente el año de 1492, como la línea temporal divisoria de estas dos edades de la historia del hombre.

Los acontecimientos de mayor relevancia acaecidos en este siglo, cronológicamente fueron:

La Caída de Constantinopla a manos de los turcos otomanos ; la influencia del Renacimiento en la filosofía, ciencia y arte, llamado el quattrocento del renacimiento italiano; el establecimiento de la Inquisición española; la invención de la imprenta por Johannes Gutenberg; el descubrimiento de América en 1492; y en 1438, Pachacútec, Rey del Curacazgo Inca, efectúa reformas políticas y funda el Tahuantinsuyo o Imperio inca. Además expande los dominios Incas hasta el Lago Titicaca, al sur, y hasta lo que hoy es el centro de Perú, al norte.

Entonces iniciaremos un breve recorrido por los hechos antes mencionados con mayor relación al tema de la invención de la imprenta.

4.1.1 La Caída De Constantinopla

Ruinas De Las Murallas De Constantinopla

www.artehistoria.jcyl.es/artesp/obras/9021.htm

La toma de Constantinopla, datada por la historia en el día 29 de Mayo de 1453 , es un suceso que al decir de los historiadores, marcó el final de la Edad Media y el fin del imperio Romano de Oriente y de la Cultura Clásica.

Del asalto final, la historia registra la arenga de Constantino Paleólogo Dragases, su rey y héroe nacional griego, antes de morir, con los siguientes términos:

[Los turcos] se apoyan en las armas, la caballería, la infantería y el número, mientras nosotros nos entregamos al Señor, Dios y salvador nuestro, y después a nuestras manos con que nos ha gratificado el poder divino. Os ruego y suplico hagáis honor y obediencia debida a vuestros jefes, cada uno según su categoría, grado y servicio. Sabed bien que, sí observáis sinceramente canto os he dicho, yo espero, con ayuda de Dios, evitar el justo castigo que Dios nos envía.

(Castillo, Rolando: www.imperiobizantino.com)

Pero todo fue inútil. Las hordas guerreras otomanas ávidas de victoria y conquista, asestaron el golpe mortal a la hasta entonces más grande expresión de la cultura clásica de la Edad Media. La historiografía, nos describe la dantesca escena un día después de la toma de la ciudad:

[…] El día después:

Finalizada la gran batalla, la visión de Constantinopla era verdaderamente desoladora. Los de los combatientes muertos yacían regados por todas las calles, apiñados o dispersos, según habían intentado resistir o huir en el ultimo momento. La sangre había formado charcos y lodazales, y en las partes bajas de la ciudad, se escurría zigzagueando entre la inmundicia y los cadáveres hacia los muelles y embarcaderos . Muchos soldados turcos corrían sin rumbo saqueando indiscriminadamente las iglesias y monasterios que hallaban a su paso. Recién dejaron de matar cuando se percataron que era más valioso tomar prisioneros para venderlos como esclavos en los mercados de Anatolia. El Sultan que les había prometido tres días de pillaje y saqueo antes del ultimo asalto, pronto se desdijo de sus palabras, pensaba en hacer de Constantinopla su nueva capital así que debió haber preguntado para que destruir lo que después debería ser reedificado. Inmediatamente envío a sus jenízaros a detener la marcha de los desenfrenados soldados de línea y de los Bashi- bazouks. Pero ya era demasiado tarde. Todas las grandes basílicas, los palacios, los monumentos, las estatuas y los monasterios habían sido despojado de sus tesoros, ornamentos, cálices, y relicarios, de las arcaicas iglesias de los santos apóstoles , santos Sergio y Baco, san Teodoro, santa Irene y santa Eufemia, no quedaba mas que paredes vacías y pulpitos desordenados, la misma suerte corrieron los monasterios de Myrelaion, Jesucristo pantócrator, san Juan bautista de trullo, theotokos pammakaristos, san Juan studius, san Juan de mangana, Jesucristo de pentepoptes, etc, la lista era interminable.

A las imágenes de ruina, humo y desolación se agregaba en la lejanía, la de los pocos barcos, casi todos italianos que habían conseguido escapar minutos antes de generalizarse los saqueos. Iban colmados de tripulación y pasajeros hasta el punto de casi de zozobrar. Pero en sus cubiertas los afortunados fugitivos daban gracias a Dios mientras miraban a la distancia, como la silueta de la Constantinopla se empequeñecía hasta perderse en el horizonte, como el imperio romano del oriente en las gavetas de la historia.

Los desdichados griegos que habían quedados a la buena de Dios en la vieja capital Bizantina fueron arreados como ganados y agrupados en los lugares que los visires y altos dignatarios otomanos habían escogido como nuevas residencias, entre ellos marchaban a golpes de bastón y latigazos, el teólogo bizantino Jorge Scolarios (o Genadio II) que bajo el reinado del emperador Juan VIII paleólogo, había llegado a ocupar el cargo de secretario y predicador del palacio. Los siguientes tres meses los pasaría como esclavo en la ciudad de Adrinopolis.

(Guilhem De Encausse: www.imperiobizantino.com)

Las repercusiones de la caída de Constantinopla en el mundo político y sociocultural de la Europa del siglo XV, muy pronto se hicieron sentir: de entrada se gestó una gran conmoción en Occidente, pensándose en haberse iniciado el fin del Cristianismo. El arraigado pensamiento de los cronistas de la época, sobre la inexpugnablidad de las murallas de la gran ciudad y de la imposibilidad de la toma de ella por los otomanos, fue echado al piso.

“La ruina de Constantinopla, tan funesta como previsible, constituyó una gran victoria para los turcos, pero también el final de Grecia y la deshonra de los latinos. Por ella, la fe católica fue atacada, la religión confundida, el nombre de Cristo insultado y envilecido. De los dos ojos de la cristiandad, uno quedo ciego; de sus dos manos, una fue cortada. Con las bibliotecas quemadas y los libros destruidos, la doctrina y la ciencia de los griegos, sin las que nadie se podía considerar sabio, se desvaneció” (Juan Dlugosz, historiador de su época)

Se pensó en una nueva reconquista de Constantinopla a través de nuevas cruzadas, pero ello no tuvo eco. Pese a diversas conversaciones y el llamado a sumar ejércitos para este acometido, no fueron cedidas tropas para este proyecto reconquistador y, los mismos genoveses, al parecer movilizados por sus intereses comerciales, reconocieron e hicieron la venia a los turcos conquistadores; de esta manera conservando sus privilegios comerciales con Persia, durante algún tiempo.

Ya recorrida la anterior ilustración histórica de la caída de Constantinopla, es menester indagar sobre ¿Qué significó Constantinopla para el mundo? Pues bien, en rigor a la historia y a la otrora grandeza de esta ciudad, enunciaremos las siguientes cuestiones, en la perspectiva de dar cuenta del cuestionamiento planteado:

Constantinopla Hoy En Día Estambul

uy.kalipedia.com/historia-universal/tema/edad...

1) Constantinopla fue concebida para su tiempo, como la nueva Roma, en razón de haber heredado la categoría de capital de una Roma ancestral, expresión y encarnación de un imperio en crisis.

2) Fue llamada la nueva Jerusalén, después de la caída de la ciudad santa por el Islam. Erigiéndose como el nuevo baluarte del Cristianismo; hasta el extremo de creerse su pueblo como la más genuina expresión de la religión Cristiana.

3) Era una ciudad Cosmopolita y epicentro del comercio de esa época. En ella convergían mercaderes persas, ármennos, árabes y quienes traían mercancías de de las culturas China, India, de Etiopia, de Rusia y de lugares de la Europa Oriental. Instancia que además de las oportunidades comerciales, presentaba posibilidades del conocimiento y contactos con nuevas culturas.

Triada de cosas que catapultaban a la Constantinopla de ese entonces como la capital del mundo, en lo financiero, comercial y lo administrativo; obviamente generando la percepción de ser una ciudad de oro, con inmensas posibilidades para al cultura, para la religión, y un mundo de oportunidades. Luego, no era extraño que sobre ella se generaran envidias y continuos deseos de conquista:

Desde las costas de Al Andalus o desde los fríos bosques de Irlanda hasta las inmensas estepas euroasiáticas, desde las frías tierras de los vikingos hasta las arenas ardientes de Etiopia o de Arabia, no hubo quien fuera indiferente a la seducción que esta urbe ejercía sobre el mundo entero.

Los mercaderes querían acceder a sus puertos y mercados para poder participar de su inmenso intercambio y algún día llegar a ser ricos, los fieles cristianos la tenían por centro de peregrinación debido a la inmensa cantidad de reliquias que tenían sus iglesias y a la fama de éstas de ser majestuosas e imponentes, y muchos, aún los extranjeros (nadie era extranjero si hablaba griego, se convertía al cristianismo ortodoxo y reconocía al emperador como su gobernante máximo), querían ganarse un lugar en la administración o llegar a formar parte de la corte imperial para participar de su inmenso poder.

Es por estas razones que podemos decir que en el imaginario medieval Constantinopla fascinaba a todo el mundo conocido, era no solamente una enorme metrópoli sino que era la ciudad.

Mapa De Los Antiguos Imperios Europeos

www.monografias.com/.../auge-imperialismo2.shtml

Volvamos una vez más sobre otra de las repercusiones de la caída de Constantinopla . Con ésta antes magna ciudad y por ende el Bósforo bajo dominio musulmán –bloqueando las costas del Mediterráneo Oriental, del Egeo, del Mar Negro y del Mar Rojo-, el comercio de Europa con Asia prácticamente feneció; en detrimento de la importación de las tan apreciadas especias utilizadas para la conservación de los alimentos. Ello obligó a las naciones europeas el poner en marcha la búsqueda de rutas alternativas.

De esta manera los portugueses y castellanos aprovechando su posición geográfica en el Atlántico, buscaron nuevas rutas en el mar para llegar a la India. Es en este proyecto náutico de estas naciones europeas y específicamente en el de España, en el que se da otro acontecimiento de gran importancia en el siglo XV: ¡El Descubrimiento De América En 1492!

Expansión Portuguesa, que consolidó el llamado Imperio Portugués , datado desde el siglo XV hasta los siglos XVI y XVII, en el que se dio inicio a los viajes de los europeos a tierras desconocidas llegando primero a la India y al Sur del África.

La expansión se dio debido al apoya de Enrique el Navegante. Príncipe expresión de la fusión del espíritu idealista de la época feudal y el sentido práctico del Renacimiento. Su idea era la de explorar la costa occidental de África, procurando hallar una ruta marítima que facilitara la comunicación con la India.

En este sentido estableció en Sagres un observatorio y una escuela náutica, convirtiéndola en una especie de base, desde donde patrocinó una serie de expediciones a partir de 1419 con el fin de explorar la ya mencionada costa occidental de África.

A la par que eran descubiertas las islas Azores y Madera, se descubrió a los cabos de Borjador y Verde. Años después de estos descubrimientos, la expedición comandada por Bartolomé Díaz, dobló la costa meridional de Africa, el cabo de las tormentas también llamado el de la Buena Esperanza; lográndose a partir de aquí una ruta al Oriente.

Vasco de Gama , en 1497 salió de Lisboa con una nueva expedición llegando sin dificultad a la floreciente ciudad y puerto de la India llamada Calcuta, aparentemente sin ningún tipo de dificultad. El pisar por primera vez suelo brasileño por parte Pedro Álvarez Cabral en 1500, fue la culminación con éxito de una serie de exploraciones previas, llevadas a cabo en tiempos del reinado de Juan II.

Américo Vespucio , explorador de la parte noreste de América del Sur, y quien fue que elaboró los primeros elementos cartográficos de estos territorios descubiertos, concluyó que estos territorios era un continente nuevo, llamado América en su honor. Los portugueses en un corto tiempo, patentaron su hegemonía sobre el comercio en los mares de la India.

Los descubrimientos españoles, elemento fundante de la Expansión Española o en otros términos el Imperio Español, comenzaron con el viaje de Colón en el año de 1492 durante el reinado de los Reyes Católicos. Los que en un primer momento fueron renuentes al proyecto de Cristóbal Colón.

Pero fue gracias a la reina Isabel, quien logró congeniar en muchas cosas con Colón –de lo que la novela histórica dice el haber sido amantes-, que se logró el financiamiento de la expedición del descubrimiento de América. Siendo famoso el episodio del aporte de las joyas de la reina para tal evento:

La historiografía tradicional ha sostenido que la reina fue el principal apoyo con el que contó Colón para poder realizar su proyecto descubridor. Fue el propio Hernando Colón quien en La Historia del Almirante, la biografía que hizo de su padre, lanzó la pintoresca historia en la que aparece la reina católica ofreciendo empeñar sus joyas para financiar el viaje colombino. Una imagen sin duda muy bella que recogió gustoso fray Bartolomé de Las Casas -siempre ávido de adornar con bonitas anécdotas las noticias sobre la vida de Colón- en su Historia General de las Indias.

Cristóbal Colón Tomando Posesión De La Española.

http://es.wikipedia.org/wiki/Imperio_espa%C3%B1ol

Todo parece indicar que se trata de una leyenda que contrasta con la visión más generalizada que presentaron los primeros cronistas de la Historia de Colón y el Descubrimiento. En efecto, mientras que los cronistas castellanos López de Gómara y Fernández de Oviedo no dudaron en afirmar que los dos reyes ayudaron a Colón por igual, los círculos catalanes e italianos se decantaron por Fernando. Así, por ejemplo, Zurita no mencionó para nada la intervención de la reina y Gerolamo Benzoni, aun concediendo que la reina Isabel fue quien primero se encandiló con Colón afirmó taxativamente que fue Fernando, una vez convencido por su mujer, quien tomó la iniciativa de ayudar al extranjero. Por su parte Pedro Mártir, que estaba ya en la corte cuando el navegante acudió en ayuda de los monarcas, escribió que Colón, «propuso y persuadió a Fernando e Isabel [y] ante su insistencia se le concedieron de la Hacienda real tres bajeles». Ante estas y parecidas afirmaciones Gómara se encargó de advertir: «sospecho que la reina favoreció más que el rey el descubrimiento de las Indias; y también porque no consentía pasar a ellas sino a castellanos».

Por otro lado, como se ha señalado en repetidas ocasiones, la reina no podía pignorar sus joyas porque hacía tiempo que las tenía empeñadas a los jurados de Valencia como garantía de un préstamo para financiar la guerra de Granada. Y tampoco conviene olvidar que el viaje no supuso un coste importante. En las cuentas del escribano de ración Luis de Santángel y del fiel ejecutor de Sevilla Francisco Pinelo se anotó que habían entregado al obispo de Ávila, Fernando de Talavera, 1.157.100 mrs. «para el despacho del Almirante». El resto se saldó para la Corona sin gastos ya que se aprovechó la sanción a la villa de Palos obligándola a poner a disposición del Almirante dos naves. Colón financió la parte que le correspondía con un préstamo de su amigo y factor el florentino Juanoto Berardi.

(http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/mcp/)

El Imperio Español o Monarquía Universal Española, términos que lo o la diferencian del de Sacro Imperio (Ruiz Martín; 2003: Pág. 466) (comúnmente simplificado como Monarquía hispánica o Monarquía española), lo o la definen como al conjunto de territorios de España o de las dinastías reinantes en España. La extensión territorial Alcanzada por este Imperio hacia la parte final del siglo XVIII fue de 20 millones de kilómetros cuadrados.

Sin embargo, se ha determinado que la máxima superficie territorial alcanzada por él fue entre los años 1580 y 1640, durante el reinado de Felipe II, III y IV. En el Informe de Croix en el transcurso de los siglos XVI y XVII se creó una estructura propia, no llamándose imperio colonial hasta el año 1768. Ya en el siglo XIX, es cuando adquiere una estructura puramente colonial.

No hay un consenso entre los historiadores sobre los territorios que efectivamente pertenecieron a España. Situación evidenciada en la imposibilidad de determinar, cuando un determinado territorio pertenecía al Rey o era posesión de España.

A pesar de todo, el que la Monarquía Hispánica fuera una monarquía autoritaria, casi absolutista, hace que la tesis más lógica sea la de que todas las posesiones del rey, eran posesiones de la nación. De hecho no se puede hablar de una separación de escudo estatal y escudo real hasta bien entrado el siglo XIX, lo cual pone de manifiesto que el rey de España era prácticamente lo mismo que el estado, atendiendo a las delimitaciones del régimen polisinodial por el que se regía el Imperio español (en Wikipedia, La Enciclopedia Libre).

En estos tiempos de Globalización, se podría tipificar al Imperio español como el primer imperio Global. Esto fundamentado en haber sido el primer imperio que abarcaba posesiones territoriales en los diferentes continentes a grandes distancias con la imposibilidad de comunicarse por tierra entre ellos. Siendo necesario el recurso de la comunicación marítima.

Colón, el iniciador del imperio:

Se estableció en Lisboa por ser el centro de los viajes oceánicos; pero rechazados sus proyectos por Juan II, rey de Portugal, Colón marchó a la corte de España, que en ese momento se encontraba empeñada en la expulsión de los moros. Luego de varias tentativas, Colón fue atendido y sus proyectos aceptados. En abril de 1492 se preparó la expedición, que partió el 3 de agosto y que llegó a las desconocidas tierras de América el 12 de octubre del mismo año, a una pequeña isla del grupo de las Bahamas (Guanahaní); posteriormente llegó a las islas de Cuba, Haití, Jamaica, las Antillas, costas septentrionales de América del Sur y a la desembocadura del río Orinoco.

Otros exploradores continuaron la tarea iniciada por Colón, algunos de ellos fueron: Alonso de Ojeda y Juan de la Cosa, quienes recorrieron la costa norte Venezolana. • Vicente Yánez Pinzón, quien llegó a la costa brasileña. • Rodrigo de Bastidas, quien recorrió la costa norte de Venezuela, Colombia y Panamá. Vasco Núñez de Balboa, quien descubrió el mar del sur (Océano Pacífico). Fernando de Magallanes, portugués al servicio de la corona Española, emprendió un a expedición alrededor del mundo; navegó hacia el oeste y descubrió el estrecho de que hoy lleva el nombre su nombre; atravesó el pacífico y llegó a las Filipinas, donde murió en combate contra os indígenas. Su compañero Sebastián Elcano continuó el viaje por el sur – oeste de Africa llegando nuevamente a España. • Hernán Cortés y Francisco Pizarro, quienes después de grandes vicisitudes y enfrentamientos con los indígenas, lograron dominar a los aztecas y a los incas, respectivamente.

(http://www.bibliotecapiloto.gov.co/)


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