BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

DESNIVELES CULTURALES / DEMOLOGÍA EN LA HISTORIA

David Charles Wright Carr y otros




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El transporte y vivienda como espacio diferenciado

El medio y el espacio, el vehículo y el vínculo de la diferencia:

Mejor no, no sacamos temas, pero lo que yo viví esto que les voy a contar, lo viví y si había camiones, había dos camiones que entraban a Celaya, uno a Cortazar que le decían el galgo, ese iba a Cortazar en otro camión, el que pasaba otro a Villagran que le decían la escoba, eran los únicos camiones que los que había, todos se trasportaban en carros en carros de mulas en burros, no había medio de transporte todavía, yo cuando conocí Celaya no había unas señales de la vía del tranvía, pues todavía alcance a ver los carros muy vagamente me acuerdo, pero las calandrias donde se paseaban los adinerados como los abuelos de Sarita Montoya, los Nieto, los viejos porque ya Don Ricardo Nieto ya eso, ya es de poco acá, Don Antonio Nieto fue el primero que llega a poner cañaverales a aquí al entorno de Villagran la Esperaza, es lo que yo me acuerdo. (Entrevista 75) (Juana Hernández León, 64 años, Ama de casa, ninguno, La Palmita municipio de Celaya). (Se calculó aproximadamente en 1949).

No solamente eran los espacios, sino también los medios, las formas de transportarse en esos espacios, en esos circuitos, los camiones como transporte colectivo eran para las clases subalternas, las calandrias (en una época), los automóviles (en otra) fueron privilegios sobre todo para las clases ricas.

Antes para referirse a los ricos por ejemplo en los juegos de fútbol, les decían los “rotos” (en la barriada), esta palabra era una especie de abreviatura del mote que anteriormente les decían: los “curros” de la Alameda. (Juan Franco Saldaña, 65 años, técnico, del barrio de Santiago).

Es curioso, antes de que se secularizara demasiado la vida cultural en Celaya los ricos tenían que jugar con los pobres en ciertos deportes, como en el fútbol soccer (me recuerda que en Argentina se enfrentan el equipo de los ricos y el equipo del pueblo desde hace antaño, así como en México se decía que el América era el equipo de los ricos), las diferencias marcadas también se contrarrestan en las resistencias culturales en las denominaciones, por ejemplo “curros” más asociadas a los españoles, la cierta semejanza homófona también estigmatizaba las personalidades de estas clases. En alguna litografía de Posadas recuerdo que a ciertos ricos también les llamaban “chulos” por el refinamiento exquisito de su educación.

Bueno, había familias de mucho dinero y había familias que no tenía nada, las familias de mucho dinero tenían mucho abolengo, tenían muchos años aquí, los Nieto, los Chaurand, los Suárez, eran los dueños de las tiendas grandes, casi todos tenían sus granjas sus ranchos, ya para eso eran gente grande de mucho tiempo aquí. (Entrevista 59) (Doctor Carlos García Ruiz, residente de Celaya desde 1954).

Las clases eran familias que fueron diferenciándose en su trayectoria económica, a la par de su distinción cultural: abolengo, su historia permanece en la memoria colectiva, como una historia interpretada desde la carencia sobre los excesos de la opulencia.

Impresiones sobre la circulación de la pobreza

La historia de las desigualdades alimentada en el imaginario colectivo mitifica a los sujetos de la clase dominante. Mientras que la desigualdad real, realmente los hunde como sociedad, no se puede sustentar una sociedad con excesos y desigualdades abusivas.

Es muy difícil encontrar algo que no me gustaba de Celaya, algo que no me gustaba era ver a la gente en las calles pidiendo limosna, eso es algo que no me gustaba, aunque siento que no era cosa de Celaya, esta gente normalmente venia de las afueras, a la mejor hasta de otras ciudades, es muy difícil encontrar cosas que no me gustan de Celaya. (Entrevista 119) (José Antonio Acato Zúñiga, 67 años, Masculino, Ingeniero Industrial, originario del D.F.)

La pobreza no fue exportada, es generada, después de tiempo de diferenciación polarizada que aleja a los civilitas, esto es inadmisible en términos socioculturales, ha degenerado y agudizado las formas de vida social, son muchos y si seguimos así van a ser más antagónicos los contrastes.

Pues eran sencillos, verdad, claro que siempre destacaban los ricos y eso, pero todas las demás familias a las que yo pertenecía pues era muy tranquilas, buenas gentes, casi todos nos conocíamos y nos ayudábamos. (Entrevista 120) (Jesús Navarro Martínez, 63 Años, Masculino, Primaria, Varios Trabajos, Celaya)

Aún cuando existían las diferencias y las estratificaciones de clase, existía (existe) formas de solidaridad de las clases subalternas. Alguna vez se planteó como contraste esta visión del imaginario social en el cine: entre “Nosotros los pobres…” donde actuó Pedro Infante y los Olvidados de Luís Buñuel, el debate era ¿qué es la clase pobre?: si era un sistema de solidaridades o por el contrario la “ley de la selva” donde todo mundo abusa de todos y “al perro flaco se le suben las pulgas”, ejemplos hay de los dos casos, sin embargo actualmente hay una reflexión en diversos ámbitos de investigación que podría detonar el desarrollo, es el capital social: confianza, cooperación, apoyo, solidaridad, colaboración. En esto se podría potenciar la vida.

Las desigualdades culturales en la participación de las mujeres

Otras de las desigualdades que hemos encontrado es en la cuestión con el género femenino, aún con los diversos matices de prácticas que hay entre clases, predomina cierto patrón de comportamiento dividido por el género, que diferencia los roles sociales entre unos y otros, dentro de conjunto de coacciones sociales, papeles asignados, prácticas limitadas, instituciones, discursos ideológicos y subordinaciones en las posiciones de las relaciones sociales existentes.

Para esta argumentación retomo nuevamente a (Alberro 1988: 289) quien había detectado prácticas y relaciones diferenciadas en los géneros, desde la época de la colonia:

Mientras los varones jóvenes actividades variadas (faenas agrícolas, viajes, negocios, juegos, participación en la vida cívica, deportes, etcétera), viendo así sus energías dedicadas a intereses diversos, las mozas, solteras, casadas o viudas viven recogidas según la tradición hispánica y tienen un campo de actividad muy limitado.

En la sociedad se reconfigura históricamente “el rol femenino” en ciertas prácticas y espacios en las actividades agrícolas (principalmente las clases subalternas), así como en las domésticas:

Pues así bien, bien pus no, pero que nos salíamos a trabajar con nuestra familia al campo, las tierras desde la mañanita y yaaaaaaa hasta tarde nos recogíamos pa dentro y nos quedábamos en la casa ya, ya no salíamos aquí en la casa si. (Entrevista 55) (Clementina Doñatés García, 61 años, 3ro.de Primaria).

Las prácticas en el casi confinamiento del hogar

El espacio de la vida cotidiana es la casa familiar, es en donde se va dar el confinamiento de las mujeres:

No pues de todo me acuerdo, pues aquí me tenían encerrada. (Entrevista 71) (Antonia Valencia, 82 años, ama de casa).

Las familias vivían separadas en las casas, en cada casa bajo la autoridad del padre como jefe de familia y paradójicamente es la madre quien supervisa la formación (machista) de sus hijos:

Pues mire señorita yo nunca tuve amigos mi mamá no nos dejaba salir de andar de callejeros, y pues mi familia pues eran muy buenas gentes mi madre, mis abuelos, mis tíos, eran muy buenas gentes vivíamos todos en una casa, teníamos cada quien su cuarto, pero era un solo patio éramos muy unidos. (Entrevista 43) (Esperanza Molina Olvera, 69 años, Femenino, Primaria).

En algunas de las casas estaban diseñadas para tener espacios amplios como los patios a los que hace referencia el testimonio anterior, es en estos espacios donde se van a recrear los hijos y al mismo tiempo para evitar intromisiones ajenas.

Pos que quieres que te diga pues nomás a misa nuestra casa, pues si por que no había libertad más antes, así que pos nomás a misa y vámonos. (Aproximadamente 1937). (Entrevista 15) (Carmen Santana Macías, 78 años, campesina, Celaya).

Pocas oportunidades tenían el común de las mujeres de salir de sus casas, por ejemplo, en alguna actividad domestica como ir al mercado, la otra principal era ir al templo religioso, este adquiere una importancia porque va ser el espacio de resocialización y convivencia con otras personas, ir a misa le permite ver, observar y conocer a otras personas, de ahí en parte que adquiere su significancia.

Representación de la antinomia de la mujer (atrapada en el juego moralino)

Las prácticas religiosas van a configurar las formas de pensar determinantes en las mujeres (por ejemplo: con el Jesús en la boca, es decir su constante referencia al mundo divino para adjetivar el mundo cotidiano). Las instituciones: iglesia, estado y familia en la comunidad determinan la “buena” de la “mala” mujer y valóralas dentro de estos márgenes interpretativos únicos.

De aquí, pues que te diré las iglesias, mi papá nos llevaba al Carmen muy tempranito a misa a la primer misa, nos llevaba y nos traía, y yo nada más conocía las calles de mi casa al (templo del) Carmen y del Carmen a mi casa, yo mas calles no conocía. (Entrevista 54) (Elvira Zarate, 71 años, Femenino, Primaria completa, Costurera).

La autoridad de los padres se imponía en las decisiones para poder visitar los espacios públicos, para instaurar normas, violencias simbólicas y físicas de prevención y corrección de conductas, las hijas se vuelven sus rehenes, quienes tenían que ir acompañadas (custodiadas) de un miembro de la familia cuando “corrían peligro”. El arbitrio cultural era recompensado en poder cuando fueran ellos padres y madres respectivamente, una autoridad que en el nombre de la rectitud se edificaba.

Tenía uno que pedir permiso para salir a la calle y más las mujeres tenía que salir con chaperón. (Entrevista 43) (Esperanza Molina Olvera, 69 años, Femenino, Primaria, ama de casa, Celaya).

Los papás eran muy estrictos, te traían bien cortito muy checadito (controlado), un ejemplo cuando íbamos a echar reja porque así se le decía cuando ibas a ver a las muchachas, ya en la actualidad ya es bien diferente, desde chavitos (niños) ya tienen su novia y se la presentan a la familia. (Entrevista 105) (Francisco Mandujano, 60 Años, Masculino, Panadero, Paletero, Pintor, Rotulista).

En el fondo gravitaba una malla de representaciones que van a predominar el entramado cultural, sobre todo el imaginario colectivo, como relato (de las personas, mujeres, familia) donde el miedo de que su hija tuviera relaciones sexuales con hombres que no aprobaran los padres y que no fuera por la vía del matrimonio, al no hacerlo de esta manera permitida, era “burlada y deshonrada” por ellos, la trama de la vida se valoraba maldición, tragedia y pecado al ser madre soltera, curiosamente ese confinamiento en el hogar propiciaba la idealización del amor en los actos de liberación del hogar (deseos latentes de mirar constantemente por la ventana [afuera] para ver llegar a su príncipe azul y liberarla del yugo familiar, para que habitara otro hogar / celda posteriormente), en algunos casos se tornaba en profecía cumplida ese miedo, convocaba irremediablemente a la trama de la tragedia. El matrimonio y la reproducción era el fin de la mujer.

Pos ya ni me acuerdo, como una historia, pues en si yo se me un montón, pero te voy a tener todo el día aquí, mira el que se casa debe de respetar a su esposa, y la mujer que se casa debe de respetar a su esposo, atenderlo, coserlo, remendarlo, sus pantalones, sus calzones, sus camisas, almidonárselas, pero que no peleen, hoy a penas se casan y ya quieren divorciarse, la mujer de antes aguantaba, criaba a sus animalitos, para que cuando el llegara tuviera sus calditos, un puerco que mataran todo, pero ahora ve lo que te estás comiendo ahora, pues ya no te comes unos bistés buenos, solamente que tu críes a los animales, pues en aquel entonces todo era fresco el animal, que mates debe de colgarse para que escurra toda la sangre, pa que se escurra bien, para que no se desperdicie nada la coses con tomillo y mejorana, o el chivito, para que un caldo sepa sabroso, debes de criar tu al pollo, lavarle las tripitas bien, el guajolote ya ves, pues eso es todo hijo. (Entrevista 84) (Maria Lorenza Remedios Gomes León, 65 años, Femenino, Trabajadora Doméstica, Celaya).

En la reproducción cultural se daba en un contrato de supuesto respeto, donde la obligación del mantenimiento económico (por parte del hombre) y la atención en una cadena de servicios personales (por parte de la mujer), pudieran mantener los roles o papales de la institución familiar, el núcleo duro de la sociedad.

La costura, en la escuela o en mi casa. Por lo que acabo de decir, que no nos dejaban seguir estudiando y se volvió mi pasatiempo. (Entrevista 38) (Cristina Martínez Carrillo, 62 años, Femenino, 6to. de primaria).


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