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RETOS DE LA NUEVA CONFIGURACIÓN DEL SISTEMA FINANCIERO INTERNACIONAL EN EL CONTEXTO DE LA CRISIS ECONÓMICA

Carlos Cesar Torres Paez



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2.1.7 Principios a cumplir por el Fondo Monetario Internacional.

El FMI, además de las funciones y tareas señaladas, tiene que cumplir con el principio de diferenciar entre los fondos destinados para hacer frente a las necesidades que le impone la crisis, y la de aquellos fondos que se acumulan con el fin de financiar el desarrollo de los países del Tercer Mundo para los cuales resulta primordial realizar asignaciones especiales, a tasas de interés blandas, períodos de gracia razonables y amortizaciones en correspondencia con el grado de explotación del capital físico real, así como promover la iniciativa para la reducción, hasta su eliminación, de la deuda externa de los países pobres, empleando especialmente la vía de su condonación.

Enfatizamos que los problemas originados por las crisis financieras constituyen un asunto a resolver por los países industrializados, por ser los principales responsables, y las instituciones financieras internacionales y nacionales que poseen la función específica de prestamistas de última instancia, verbi gracias, el FMI y los bancos centrales. Asimismo, los costos del financiamiento derivados de las medidas de ajustes tiene que asumirlos los dueños del capital financiero, pero nunca deberían tomarse los escasos recursos de los bancos de desarrollo para resolver este tipo de descalabro.

2.1.8 Es preciso que el Banco Mundial y los Bancos de Desarrollo Regionales establezcan las regulaciones y normas necesarias, con el fin de dinamizar la canalización de los recursos financieros de los países desarrollados a los atrasados, con el objetivo esencial de cumplir con rigor la misión encomendada de financiar el desarrollo a largo plazo y, consecuentemente, cambiar la estructura productiva, elevar la rentabilidad y la eficiencia de estos países; dando prioridad a aquellas naciones que muestren mayores dificultades en el acceso a los mercados de capital.

Además, es indispensable priorizar y potenciar la Asistencia Oficial para el Desarrollo (AOD), a la cual debe concedérsele un tratamiento especial entre el conjunto de modalidades y formas de financiamiento conocidas, atendiendo a las características que presente el subdesarrollo de cada país. En estos casos, dar particular preferencia a la financiación de proyectos de desarrollo infraestructural, así como a las empresas pequeñas y medianas dedicadas a la producción industrial y a la agroindustria.

En la actualidad, se habla mucho de la importancia de crear una “Nueva Arquitectura Financiera Internacional” como una vía para encarar la creciente escala de las crisis financieras y estimular el desarrollo y equilibrio de la economía mundial, pero su éxito y frutos deseados se lograrán siempre y cuando la reforma del sistema monetario y financiero internacional se realice con prontitud en forma integral, profunda y simultáneamente y tenga como primer objetivo el desarrollo de los países atrasados, una distribución equitativa de la renta y acabar con el intercambio desigual, las políticas injerencistas de las potencias económicas y la pobreza. Estos criterios tienen sus raíces en la experiencia vivida, confirmándose que todos los factores analizados están íntimamente interrelacionados. Por tanto, no habrá ningún efecto relevante si adoptamos medidas aisladas o en forma sectorial.

No huelga enfatizar en el principio de buscar soluciones que garanticen fuentes de financiamientos seguras con capacidad suficiente para cubrir la demanda del desarrollo y el requerimiento de la presencia de una multiplicidad de medidas coordinas entre los factores productivos de los países industrializados y en vías de desarrollo con los organismos multilaterales de financiamiento, donde el FMI desempeñará un papel central en el futuro desarrollo y equilibrio de las finanzas internacionales, en particular, para lograr un mayor equidad en las relaciones de poder que crece descompensadamente entre países ricos y pobres, con la globalización del capital y, por consiguiente, conseguir que los excedentes de los ingresos de los países industrializados puedan orientarse hacia el desarrollo humano sostenible y a elevar la calidad de la vida de todos los miembros de la sociedad.

Para obtener un aprovechamiento óptimo de las futuras reformas del Fondo y del BM, con independencia de la profundidad que se logre, resulta de vital importancia concretar y consolidar la integración económico-financiera de la región para poder defender con fuerza los anhelos de desarrollo seculares de los países atrasados. Así lo confirma el pensamiento de Enrique Iglesias (mayo, 1999) cuando plantea: “La integración regional es la única herramienta que tenemos en el próximo milenio para tener voz sólida y potente en el concierto internacional”.

Es imprescindible perfeccionar las funciones y precisar las responsabilidades de los organismos del Sistema de Naciones Unidas y, en consecuencia, determinar los vínculos oficiales que se establecerán entre estos, el FMI y el BM, pues no se concibe que los expertos de las instituciones de Bretton Woods, operen libremente sin coordinar las decisiones de políticas con los órganos rectores de Naciones Unidas, máxime cuando sus acciones influyen directamente sobre la estabilidad económico-financiera y social a escala mundial y, en particular, afecta el desarrollo de los países atrasados.

Por último, deseamos expresar que no es posible concebir una transformación radical de las instituciones y los sistemas financieros internacionales, si a esta no le antecede una reforma del Órgano de Naciones Unidas orientada a servir por igual a los intereses de todas las naciones, que democratice sus funciones, que amplíe los miembros permanentes del Consejo de Seguridad, y todos tengan derecho al veto, con el fin de acabar con la práctica actual de un solo país imponiendo su pensamiento, menospreciando las ideas y cultura universal y que, en particular, las naciones atrasadas continúen recibiendo el trato de neocolonias. En consecuencia, las Naciones Unidas deben estar en condiciones para actuar con plena libertad y transparencia en la tarea de trazar la política económica orientada a mantener el desarrollo de la economía mundial, respaldada con programa financiero consistente, que tenga como principio crear un nuevo orden económico internacional, la equidad distributiva, un trato preferencial en el intercambio comercial con los países subdesarrollados, exija la ayuda oficial para el desarrollo sostenido, ponga coto a la especulación financiera y el capital real se coloque al servicio del desarrollo, del equilibrio financiero y la paz entre los pueblos, sin la inicua subordinación y explotación a la que se han visto sometidos los países del Tercer Mundo. Solo así será posible que las nuevas instituciones financieras internacionales con poderes propios, pero reconocidas y controladas por Naciones Unidas, podrán satisfacer los objetivos de una Nueva Arquitectura Financiera Mundial.

Conclusiones

La creciente depauperación de la economía a escala universal evidencia que las Instituciones y el sistema Financiero actual, tanto internacional, como nacional, han demostrado que no disponen de organización, instrumentos, mecanismos, normativas oficiales y suficiente poder para enfrentar las exigencias de la globalización del capital y preservar a la economía mundial de las sistemáticas y cada vez más intensas y destructoras crisis financieras, que no solo afectan a los países en vías de desarrollo, sino también a las naciones industrializadas, vislumbrándose un potencial riesgo de generalización de la crisis a todas las economías con la consiguiente depauperación de los ritmos de crecimientos económicos y una agudización de las consecuencias perniciosas sobre la línea de la pobreza.

Existe la necesidad de diseñar una nueva arquitectura financiera internacional, cuya estructura, funciones y principio normativos y sus objetivos estén orientados a garantizar un Nuevo Orden Económico Internacional que defienda los patrones de financiamiento de la economía mundial y resuelva los problemas del subdesarrollo y, en consecuencia, prevalezca la equidad y uso eficiente en la asignación de los recursos, con preferencias para las naciones pobres; evitar la operaciones especulativas con fines desestabilizadores y las crisis financieras, en particular, contribuir a eliminar la deuda externa vencida y financiar los programas de desarrollo de los países atrasados, aplicando formas que coadyuven a eliminar el deterioro de los términos de intercambio y, por ende, a una creciente reducción del intercambio desigual en la esfera del comercio mundial entre países ricos y pobres.

Recomendaciones

Aplicar políticas que promuevan una alta productividad, eficiencia, ahorro interno, coadyuve a la búsqueda de ayuda financiera externa y que regule los sistema cambiarios.

Concretar e impulsar la política integracionista regional en la esfera de la economía, banca-finanzas, social y política, por ser éstas una formidable fuerza organizativa para contrarrestar los resultados nocivos de la globalización neoliberal.

Garantizar en el contexto de la política macroeconómica los tres equilibrios fundamentales siguientes: presupuesto central del Estado, balanza de cobros y pagos y el referido a la oferta-demanda de bienes y servicios, con el propósito de evitar los procesos inflacionarios, las crisis económico-financieras y el crecimiento de la deuda externa.

Aumentar, por parte de los organismos financieros internacionales, las asignaciones para atenuar las necesidades de los sectores más vulnerables de la sociedad en los países en desarrollo e incrementar los fondos destinados a la Asistencia Oficial para el Desarrollo, con el fin de fomentar la infraestructura productiva y de servicio, lo cual es indispensable para crear las condiciones para el ulterior desarrollo en los países atrasados.

Estructurar los esquemas de integración bajo los principios de establecer la cooperación técnico-económica, la ayuda financiera e intercambio comercial mutuamente ventajosos, atendiendo a la división internacional-regional del trabajo y las ventajas comparativas; así como elaborar programas que contribuyan al desarrollo integral de cada país y defensa de sus respectivos intereses frente al proceso de absorción ejercido por el poder del capital transnacional y las fuerzas ciegas de la mundialización del mercado en nuevo orden económico que impone al mundo la globalización neoliberal.

Bibliografía.

Guerra Global, Resistencia Mundial y Alternativas. Carlos Tablada

La Bolsa o la Vida. Las Finanzas contra los pueblos. Ericc Toussaint.

Economía Mundial los últimos 20 años. Osvaldo Martínez.

Capitalismo Actual, Características y contradicciones. Neoliberalismo y Globalización.” Selección temática 1991 –1998. Editora Política, La Habana.1999.Fidel Castro.

“Nacionalización y Desnacionalización”. Editorial Ciencias Sociales, La Habana. 2003.

“Economía Internacional”. Editorial Ciencias Sociales, La Habana. 2003. Tomo I.

Revista Cuba Socialista. Tercera época número 13 – 1999. Artículo “La Globalización neoliberal y sus modelo de ingobernabilidad como factor adverso al desarrollo socioecómico en América Latina”. Orietta Capón y Juan Miguel Diaz Ferrer, página 24.

Tercera época número 27 – 2003. Artículo “El sistema financiero mundial: arma de destrucción masiva”, de Osvaldo Martínez, pág.2


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