BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

DIVERSIDAD CULTURAL: CIUDADANÍA, POLÍTICA Y DERECHO

María Teresa Ayllon Trujillo y otros




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Algunos ejemplos de barreras urbanas o socio-arquitectónicas

En la ciudad la vida está reglamentada y en buena parte automatizada y, quienes reglamentan y diseñan, lo hacen generalmente siendo jóvenes y con todas sus capacidades por lo que no reparan en que los semáforos son señales visuales cuando podrían ser audiovisuales para personas videntes e invidentes. Los coches aparcan pegados unos a otros por muchos metros e incluso cuando se hacen accesos rebajados, se aparca sobre ellos, en tanto los supermercados reservan por ley aparcamientos para vehículos de discapacitados pero no cuidan la accesibilidad de la entrada o en los baños. Los timbres de las puertas suelen estar demasiado altos para usuarios de silla de ruedas, las puertas de los edificios públicos suelen ser demasiado pesadas para personas con poca fuerza por la edad, su salud u otros problemas, las puertas rotatorias muchas veces hacen inaccesible el inmueble pues no dejan espacio para moverse con muletas y menos en silla. Es muy común que una casa con elevadores tenga en su antesala unos escalones totalmente innecesarios.

El transporte público en general es impracticable para personas con disfunciones de movilidad o con poca estabilidad y fuerza: los autobuses urbanos e interurbanos tienen escalones muy altos incluso para personas atléticas, los conductores no cuidan la suavidad de las marchas, a veces no recogen a usuarias visiblemente embarazadas porque “temen que tengan el parto abordo” (decía un camionero de San Luis Potosí). En España los autobuses urbanos tienen un botón para desplegar un escalón y facilitar la subida y bajada pero muchos conductores no lo hacen.

Ya hemos señalado algunas barreras arquitectónicas edificatorias, falta decir que si el desplazamiento hace difícil la vida a personas con problemas motrices, encontrar vivienda adecuada, especialmente en las grandes ciudades mexicanas o las ciudades españolas donde se habita en departamentos no en casas, es una pesadilla. Sería una práctica necesaria pasar unas vacaciones o al menos una semana con alguna persona discapacitada para que nos sensibilicemos de lo que es el día a día, de cómo llegamos a crear obstáculos donde no hay por qué tenerlos.

El mercado laboral directamente excluye a las personas con capacidades no óptimas sin cuestionarse si necesita todas sus facultades para producir lo que se espera en un trabajo determinado. Sólo cuando los gobiernos aprueban leyes que obliguen a los grandes empresarios a contratar personas con capacidades físicas o sensoriales disminuidas, pueden acceder estas personas a un trabajo para lograr su independencia digna. Podría decirse que el mercado dejado a sus libres tendencias se vuelve nazi.

Las barreras sociales frente al diferente son ya motivo de otro artículo pues la forma en que las personas parecen “defenderse” del otro diferente, requiere un abordaje socio-psicológico: desde el no visualizar las limitaciones de la edad o por otros problemas de salud o condición a una especie de temor al contagio que lleva a algunas personas a huir de las personas diferentes como temiendo por su propia integridad, es una manifestación de la necesidad inminente de hacer más inclusiva a la sociedad, más multicultural y respetuosa. En general las personas siente incomodidad ante la diferencia, se trata de un hábito tan arraigado hacia la exclusión de todo lo diferente que sólo plantear la multiculturalidad (en países como México o España, tan ricos en culturas, tan diversos) pareciera algo revolucionario. Sin embargo, pese a la evidente resistencia social que aborda este artículo, algo está cambiando en México y en España, especialmente desde que se empezaron a organizarse los diferentes colectivos de personas con necesidades “diferentes”. Así surgieron los conceptos accesibilidad plena, autonomía personal, vida independiente, ciudadanía plena o urbanismo sin barreras. Conceptos necesarios para mostrar una cultura (una forma de hacer las cosas y vivirlas) diferente y presente.

La diversidad y las personas con capacidades diferentes

En los años setenta se desarrolló un movimiento social hacia la vida independiente y por el derecho a la plena accesibilidad que se ha internacionalizado y conseguido significativos cambios en el acceso a los derechos humanos, a la autonomía de movimientos y de consumo de un colectivo cada vez más grande, al aumentar la esperanza de vida de la población. Institucionalmente podemos encontrar antecedentes documentales desde 1976, cuando las Naciones Unidas señalaron a 1981 como Año Internacional para las Personas con Discapacidad donde el objetivo prioritario fue hacer visibles las barreras sociales que aumentaban el sufrimiento de las personas con dificultades motrices y sensoriales. Luego siguió la Década de las Personas con Discapacidad (ONU, 1983-1993) que tuvo como resultado un Programa Mundial de Acción Referente a las Personas con Discapacidad. En esta línea la UNESCO aceptó en 1984, oficializar el lenguaje de señas para la enseñanza de jóvenes sordos/as.

En la Comunidad Valenciana contamos tempranamente con la Ley 1/1998 de 5 de Mayo de Accesibilidad y Supresión de Barreras Arquitectónicas, Urbanísticas y de la Comunicación.

En España se aprobó recientemente la Ley 39/2006 de 14 de diciembre de Promoción de la autonomía personal y atención a las personas en situación de dependencia. Aprobada por el Congreso de los Diputados el 30 de noviembre de 2006 (publicada en el BOE nº 299 de 15-12-2006). En esta ley se define el concepto de autonomía personal: "Es la capacidad de controlar, afrontar y tomar, por propia iniciativa, decisiones personales acerca de cómo vivir de acuerdo con las normas y preferencias propias así como de desarrollar las actividades básicas de la vida diaria". Así el concepto de autonomía personal se asocia con el concepto de vida independiente, lo cual es un reclamo de las personas con discapacidad que aspiran legítimamente a ganar independencia por disminución de las barreras arquitectónicas, urbanísticas y de transporte, entre otras barreras sociales. Otro concepto asociado a los objetivos del proyecto es el de ciudadanía plena, lo cual es otro reclamo del mismo colectivo ya que las barreras edificatorias, urbanas y sociales, limitan la participación social de las personas con capacidades diferentes de accesibilidad. El concepto accesibilidad se definió en la Ley de Promoción de la Accesibilidad y Supresión de Barreras Arquitectónicas, de la Comunidad Autónoma de Madrid (Asamblea de Madrid, 974 LEY 8/1993 de 22 de junio), como: “aquellas características del urbanismo, de las edificaciones, del transporte y de los sistemas y medios de comunicación sensorial, que permite su uso a cualquier persona con independencia de su condición física, psíquica o sensorial”. Se define también en esa Ley el concepto barrera como “cualquier impedimento, u obstáculo que limite o impida el acceso, la libertad de movimiento, la estancia y la circulación con seguridad de las personas.” Se relacionan en el documento cuatro tipos de barreras: 1.BAU: Barreras arquitectónicas urbanísticas, son las existentes en las vías públicas, así como en los espacios libres de uso público. 2. BAE: Barreras arquitectónicas en la edificación, son las existentes en el interior de los edificios tanto públicos como privados. 3. BAT: Barreras arquitectónicas en los transportes. 4. BACS: Barreras en las comunicaciones sensoriales, todo aquel impedimento que imposibilite o dificulte la expresión o recepción de mensajes a través de los medios o sistemas de comunicación, sean o no de masas.

En la actualidad las 17 Comunidades Autónomas del Estado español han generado leyes de eliminación de barreras y han dedicado presupuestos para ello. Tal como se presenta la situación, son muchas las barreras y todavía poco el compromiso de la sociedad que apenas comienza a hacerse consciente de los problemas añadidos que genera sobre las personas más frágiles. Ahora existen cada vez más guias para itinerarios sin barreras pero hasta ahora su corta difusión no permite la actualización dinámica de los datos por lo que las personas con problemas que se aventuren a realizar un viaje en el convencimiento de encontrar lugares accesibles, pueden encontrarse con contratiempos muy serios o desagradables después de haber planificado muy cuidadosamente un viaje y sus paradas, por ejemplo.

Existen igualmente numerosos trabajos de investigación en nuevas tecnologías que buscan contribuir a la eliminación o, al menos a la disminución de las barreras físicas existentes. Dentro de este amplio campo de trabajo se pueden distinguir dos áreas bien diferenciadas: la primera comprende las investigaciones encaminadas a la eliminación real de las barreras existentes que limitan el libre albedrío de las personas con capacidades diferentes. La segunda comprende los trabajos cuya finalidad es la mejora en la información, entendida ésta como una herramienta fundamental para el desarrollo autónomo de las personas con alguna discapacidad física.

Se necesita no solo diseñar de forma más humana la ciudad sino sensibilizar y capacitar e implicar a los prestadores de servicios y responsables de establecimientos en el diseño accesible, conseguir que entiendan cuáles son las necesidades de las personas con capacidades distintas y de esa manera puedan reconocer las carencias funcionales de sus establecimientos.


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