BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

DEBATE DEL MULTICULTURALISMO Y FILOSOFÍA

Gerardo Nicolás Contreras Ruiz y Ricardo Contreras Soto




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Globalización y Cultura global

Aceptadas las dificultades para abordar metodológicamente la globalización como un fenómeno unidimensional, tenemos que reconocer que debe ser analizada en los "términos de procesos simultáneos y complejamente relacionados en aspectos de economía, política, cultura, tecnología y otras áreas, que involucran todo tipo de contradicciones, resistencias y fuerzas que se oponen unas a otras en una misma dinámica", siguiendo a Tomlinson, (1999)

El fenómeno de la globalización acelera las interconexiones económicas, políticas, sociales y culturales entre lugares distantes del mundo, mediante la convergencia entre naciones y empresas con formas comunes de hacer las cosas. Este proyecto político de la globalización se sostiene en una combinación de libre mercado, democracia representativa y pluralidad cultural.

Este fenómeno de la globalización constituye una inmensa ruptura económica, política, social y cultural, hasta cierto grado, inevitable. Al cambiar el orden de la vida social debido a los impactos de la globalización en las diferenciaciones en las estructuras sociales, también se modifican las estructuras culturales y sociales. Estos efectos de la globalización se manifiestan en la alteración de la estructura social y en la modificación de la concepción de comunidad. La globalización exalta al individualismo de las personas, las convierte en meros instrumentos homogéneos de producción y consumo y las reduce a simples mercancías que se compran y venden sin que las diferenciaciones culturales sean obstáculo

Las relaciones entre Estado, sociedad y mercado se han redefinido en las últimas décadas para lograr el equilibrio fiscal, bajo un enfoque político cultural denominado neoliberalismo caracterizado por un retiro forzado del Estado de las actividades económicas que se concentran en le mercado considerado como el mejor asignador de los recursos sociales, liberador de las relaciones sociales y disciplinador de los comportamientos sociales. La difusión de los valores y el proyecto económico dejaron poco espacio a la reconceptualización del desarrollo que no sea en términos de éxito en el mercado. El nuevo marco de la globalización financiera, los instituciones financieras internacionales se han convertido en instrumentos que contribuyen a imponer, a menudo con la complicidad táctica y resignada de los estados nacionales, políticas de privatizaciones y de liberalización de los mercados detrás de planes de ajuste estructural.

Los procesos de globalización que se desarrollan actualmente profundizan el economicismo, por el cual las políticas económicas nacionales se van diluyendo en beneficio de una política económica internacional. La formulación de políticas económicas se fundamenta en el equilibrio de la interacción racional de los agentes económicos. Los conceptos de racionalidad sustantiva y de racionalidad práctica informados por las obligaciones sociales y morales son posibles rutas a incorporar el concepto de valores. Para Fukuyama (1995), la economía se entiende como integrada a la sociedad, es decir, a los hábitos, costumbres y moral de la sociedad en que ocurre.

Fukuyama proclamó el final de la historia para significar el triunfo ideológico del liberalismo económico por sobre el pensamiento socialista. Este liberalismo económico se apuntala en el mercado como un mecanismo efectivo de regulación que fomenta una cultura global de consumo y en la democracia liberal como la única forma de organización política capaz de equilibrar las aspiraciones individuales y colectivas de libertad con el poder del Estado. Contrariamente a lo argumentado por Fukuyama las contradicciones sociales se agudizan sin que se transforme el sistema a pesar de que se den las condiciones objetivas, lo que demuestra el poder que tiene el pensamiento único como instrumento de dominación que insiste en la supremacía de la globalización neoliberal a través de la industria cultural que aniquila perversamente cualquier crítica y controla la conciencias.

Los elementos de la globalización corporativa neoliberal son la promoción del hipercrecimiento que mercantiliza la explotación de los recursos naturales y los bienes y servicios públicos, desplaza los componentes de convivencia comunitaria y homogeneiza la cultura, reemplaza las estructuras de poder del Estado nación por las burocracias corporativas, desregula el movimiento transfronterizo de capitales, bienes y servicios y orienta las economías nacionales hacia la producción exportadora. Los procesos de globalización crean las condiciones para la circulación libre de los capitales. La organización corporativa examina los determinantes económicos que modifican la forma unitaria a la forma multidimensional en las grandes organizaciones, la cual se desarrolla en las industrias de producción masiva debido a las innovaciones tecnológicas que hacen posible la estandarización y las economías de escala para atender los mercados masivos.

La expansión política, económica y militar ha dado lugar a un nuevo orden mundial dominado por un Estado imperial cuya centralidad se evidencia en áreas fundamentales de "actividad político-económica, cultural y económica que refuerzan la posición de los poderes imperialistas, particularmente los de USA", según Petras (2001). Esta expansión militar y política siempre precede a la expansión de las corporaciones transnacionales. Las alianzas militares de los estados imperialistas y los aparatos militares de otros Estados promueven la penetración y expansión de las transnacionales en los mercados internacionales.

La transnacionalización creciente de las operaciones del sistema capitalista demandan espacios para sus mercados que trascienden las fronteras físicas y culturales del Estado-nación, al que limitan su ámbito de operación, exacerbando las desigualdades económicas, sociales y políticas y a las que jerarquizan de acuerdo a las condiciones en que se presenta en la competitividad de los mercados globales. Las fuerzas motivo asociadas con la acumulación de riqueza que enfatizan el sistema capitalista orienta los costos de capital individual y las empresas privadas capitalistas para expandir sus actividades acumulativas y eliminar todas las barreras geográficas, culturales y políticas que obstruyen su paso a la acumulación de riqueza. La mano visible del capital transnacional asume funciones liberadoras de recursos en condiciones altamente especulativas en un mercado globalizado competitivo respondiendo a los intereses financieros de quienes lo controlan sin que necesariamente asuman supuestos para ampliar las capacidades económicas, sociales, políticas y culturales de los pueblos con menor desarrollo humano.

. En el sistema imperial capitalista las empresas transnacionales combinadas con los Estados imperialistas dominan los mercados nacionales en donde los Estados pierden el control. Para que Latinoamérica salga de la pobreza es necesario que las empresas transnacionales latinoamericanas tengan acceso al plus producto de la aldea global que solo podrán lograr a través de "su poder económico-político-cultural y de las tecnologías de punta, los cuales, a su vez, se nutren de la ciencia de excelencia; de tal manera que empresas transnacionales, tecnología de punta y excelencia científica forman una unidad indisoluble que determina la sustentabilidad y las condiciones de vida de una nación. El término "villa global" fue acuñado en 1960, justamente cuando se intensifican las actividades teleinformáticas y comerciales de las grandes corporaciones transnacionales.

La economía de mercado es un sistema político-económico que constituye la antítesis de una sociedad en donde se dé prioridad a lo social y político por sobre lo económico porque organiza la producción, distribución y consumo de bienes y servicios que requiere una sociedad. La economía de mercado solo funciona en una sociedad de mercado que organiza la producción y distribución de los medios materiales para su subsistencia y que por lo tanto, la actividad económica provee los bienes materiales que sirven de sustento para la reproducción de la sociedad. La economía de mercado determina la cultura de la sociedad bajo el móvil de la ganancia. Los efectos societales que tiene la economía de mercado hacen que se convierta en economía política de mercado. La dinámica de la economía política del mercado subordina a su propia lógica a la sociedad y a la política.

Con respecto al mercado global, su concepción involucra la producción integrada globalmente, la especialización de mercados laborales independientes, la privatización de los activos del Estado y la inextricable conexión de la tecnología más allá de las fronteras convencionales nacionales. El mito de la obtención del máximo beneficio del mercado desencadena una tendencia perversa que sobrepone la utilidad económica por sobre los valores sociales, culturales y políticos.

Los procesos de globalización económica son inextricables e interdependientes de las instituciones y los procesos sociales y políticos, como en el caso de las relaciones de los Estados y el Estado-nación. Es importante relacionar los procesos de globalización económica con la sociedad de la información, aunque se trata de dos fenómenos diferentes. La sociedad de la información ejercita mayores espacios de control político y social e incrementa el vacío entre las diferencias económicas y sociales de los pueblos mientras que impone la homogeneización cultural e ideológica.

Los procesos de desarrollo tecnológico se relacionan con los procesos socioculturales organizados en estructuras sociales y políticas cada vez más complejas, reguladas y especializadas, con una mayor concentración del poder económico y político que excluyen importantes estratos sociales. La interacción de la revolución de la tecnología de la información y la comunicación, la crisis del Estado benefactor y del capitalismo y el surgimiento de los nuevos movimientos sociales han provocado la formación de una nueva estructura social hegemónica que Castells denomina la "sociedad-red", la nueva economía basada en lo informacional/global y una nueva cultura con fundamento en la virtualidad real. La Nueva Economía Política evita el holismo de la economía ortodoxa, para apreciar los fenómenos sociales en las instituciones, tales como la cultura corporativa, etc., realizar análisis de las políticas mediante análisis institucional comparativo

El estudio de la globalización como fenómeno es una función del nivel de desarrollo tecnológico, principalmente en las telecomunicaciones y la informática que permiten aumentar los flujos de todo tipo de interacciones entre los seres humanos de cualquier parte del mundo, sin importar las fronteras. La cultura informática se ha intensificado y expandido incrementando exponencialmente el número de contactos y relaciones sin importar tiempo ni espacio.

Las capacidades para manejar información y generar conocimientos orientados a aumentar la competitividad y productividad del sistema económico tiene impactos que generan dinámicas sociales, políticas y culturales bajo una nueva concepción del poder basado en el paradigma sociotécnico que Castells conceptualiza como el informacionalismo y que define como "el sistema en que la productividad, la competitividad, la riqueza, la comunicación y el poder se basan, fundamentalmente, en la capacidad tecnológica y organizativa de procesar información y generar conocimientos específicos para la realización de los objetivos e intereses de los distintos actores económicos y sociales...el informacionalismo recibe su nombre de lo nuevo, de las tecnologías de la información y la comunicación que permiten un desarrollo de producción y conocimiento en tiempo real, con capacidad de retroacción, que aumentan exponencialmente la capacidad de procesar información y generar conocimiento".

Las transformaciones de la revolución tecnológica y sus interrelaciones en la estructura social, dan lugar a procesos de desestructuración y dualización, algunos de los cuáles son ampliamente tratados por Borja y Castells (1998), Las redes globales de producción, distribución, consumo y comunicación de las estructuras económicas y sociales tienen una tendencia dualizadora que por un lado reconfigura el espacio transnacional y por otro reconstruye regionalismos hacia el interior del cuestionado estado nacional.

Sin embargo, el crecimiento económico no ha ocurrido igualmente para todos, debido a las diferentes condiciones sociales, políticas, culturales, etc., determinantes y a otros factores como las presiones de la población sobre los recursos escasos. De hecho, los procesos de globalización estimulados por la expansión mundial y el desarrollo del capitalismo ha favorecido consistentemente solo una proporción limitada de la población mientras que la mayoría tiene que sufrir los efectos adversos de este proceso. Los procesos de globalización sin el desarrollo informacional son excluyentes, selectivos y solo benefician a una minoría Pero la exclusión y segregación humana tiene serias consecuencias, que se expresan en comportamientos antisociales, tal como Bauman (1998) precisa: "Una parte integral del proceso de globalización es la progresiva segregación espacial, la separación y la exclusión. Las tendencias neotribales y fundamentalistas, que reflejan y articulan la experiencia de la gente al recibir los coletazos de la globalización como la extensamente celebrada "hibridización de la top culture: la cultura en la cima globalizada".

La cultura global o world culture con sus símbolos y mensajes mundiales, es difundida por medio de la tecnología de las comunicaciones e impone valores, costumbres, criterios, estándares y estilos de vida homogéneos en el mundo. La cultura global puede ser una herramienta que la sociedad y los individuos pueden usar para su beneficio propio más que para perder en los procesos de globalización. La ciudad global es multinodal y policéntrica, guiada y coordinada por un punto de una red flexible que se interrelaciona en forma complementaria con otros niveles regionales, dando lugar a una sociedad red de la era de la información. Al mismo tiempo que la cultura se vuelve más homogénea en las ciudades globales, también ocurren procesos de diferenciación cultural, dando lugar a procesos de desterritorialización de culturas con el florecimiento de culturas locales.

Las ciudades globales son lugares de creación de nuevas identidades culturales y políticas para sus habitantes que comparten una cultura masiva global sofisticada, como parte de un proceso de McDonalización del mundo paralelo a la polarización socioeconómica. Los procesos de mundialización son inherentes a la creación y transformación de una cultura internacional cuyas características se muestran en una estandarización y homegeneización alentada por hábitos de consumo similares que desafían nuestras experiencias cotidianas y las complican. La tecnología producida por el aparato científico militar impulsa la homogenización cultural de hábitos, costumbres, valores, etc.

Los procesos de producción globalizados se estandarizan para integrarse a un solo sistema global, supeditando la "lógica de la geografía a la lógica de la producción" en una "compresión espacio-temporal". La estandarización y homogeneización de las normas es un paso ineludible para profundizar los procesos culturales de globalización. En los mercados globales, las interacciones entre las empresas y los consumidores, culturas y capitalismos, transforman las preferencias hasta homogeneizarlas, lo que provoca que la gente reaccione positiva o negativamente en las expresiones de fundamentalismos. Para otros la divergencia y la heterogeneidad es una forma válida de reacción frente a la mercadización de la vida social y la integración comercial y financiera.

Los impactos transculturales de los procesos de globalización se manifiestan en la estandarización universal de comportamientos y valores que se reproducen y adaptan localmente con los identificados con los patrones de la cultura occidental: cosmopolita, capitalista, urbana, moderna, empleo del idioma Inglés como lenguaje universal, etc. La globalización universaliza los valores de la cultura Anglosajona. Aunque en términos generales se puede sostener que el aparato institucional cultural está en crisis.

Pero esta realidad está modificando también la realidad supranacional, esto es, se está cayendo en una hiper realidad manipulable, altamente virtualizada y tecnologizada. La liberalización de las economías va montada en la retaguardia y bajo el cobijo de los avances de la tecnología de la información, la cual facilita la comunicación de una cultura global entre los ciudadanos. La globalización es por lo tanto, un fenómeno y un hecho real, irreversible y a los que no se puede sustraer Estado-nación alguna y cuyas estructuras de poder no están todavía bien definidas para garantizar los procesos de transición. La irreversibilidad de la globalización no necesariamente implica que paulatinamente se imponga un modelo neoliberal de economía, sociedad, política y cultura como el único posible sin que se consideren otros modelos globales alternativos. Estar en contra del modelo neoliberal actual como único camino de los procesos de globalización no significa estar en contra de la misma globalización.


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