BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

DEBATE DEL MULTICULTURALISMO Y FILOSOFÍA

Gerardo Nicolás Contreras Ruiz y Ricardo Contreras Soto




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Cultura del Estado nacional moderno.

La globalización está afectando el "efecto de calor de hogar político-cultural" protegido por el Estado nacional moderno, por lo que "toda comunidad política real tendrá que dar una respuesta al doble imperativo de la determinación por el espacio y la determinación por el sí mismo" como punto de convergencia para una identidad cultural regional.

Los estados-nacionales son unidades jurídicas y geográficas, y a veces unidades culturales. La nación es una totalidad orgánica basada en la tradición cultural y utiliza a la religión (Hegel) y la educación (Fichte) como los instrumentos de integración. En su concepción idealista del Estado, Hegel considera el espíritu nacional un logro de la evolución del espíritu universal. Renan (1957) caracteriza la nación como un alma con un principio espiritual, cuando sostiene que " Una nación es una gran solidaridad, creada por el sentimiento de los sacrificios que se han hecho y de los que se está dispuesto a hacer con el futuro. Presupone un pasado; pero se resume en el presente por un hecho tangible: el consentimiento, el deseo claramente expresado de continuar la vida en común. La existencia de la nación es un plebiscito de todos los días. Tal como la existencia del individuo es una afirmación perpetua de la vida". La conceptualización materialista histórica del Estado lo señala como una relación social insertada en estructuras sociales que adoptan formas institucionales diferentes. Habermas sustituye la identidad nacional por la identidad postnacional con fundamento en el Estado de Derecho y la democracia.

Este espacio nacional está delimitado por las fronteras geográficas y físicas que territorializan la ocurrencia de los fenómenos económicos, políticos, sociales y culturales. El territorio representa un conjunto de relaciones sociales, lugar donde la cultura y otros rasgos locales no transferibles se han sedimentado, donde los hombres y las empresas actúan y establecen relaciones, donde las instituciones públicas y privadas mediante su accionar intervienen para regular la sociedad. Así, estas características también determinan los espacios soberanos tomando en consideración las unidades de espacios nacionales. Es en el espacio del Estado-nación en donde ocurren los principales fenómenos geopolíticos, socioculturales y es a partir de este nivel que los espacios internacional y global adquieren relevancia por los fenómenos geoeconómicos. Sin la existencia de este espacio nacional para la cultura, difícilmente la globalización cultural ocurriría. Todavía está por verse si se cumplen las predicciones de Eliot acerca de que la humanidad tendría un renacimiento en sus culturas locales y regionales bajo el fuerte influjo de la globalización en un diálogo transcultural y sus efectos en las identidades culturales nacionales.

Parece que el surgimiento del Estado-nación se realiza en el siglo XVI cuando se dan como condiciones propicias los grades descubrimientos geográficos y científicos y se consolida con la construcción cultural de la nacionalidad con su principal atributo, la soberanía como la fuente del poder político en los siglos XVII y XVIII cuando los Estados-nación de Europa delimitan su poder en contra de las pretensiones del poder de la monarquía, como es el caso de Francia con la Revolución Francesa. Con la Revolución Francesa se sacudió el ambiente cultural del mundo porque se hizo del poder un grupo que propuso que el gobierno tenía el derecho de imponer un cambio radical en el sistema social como un fenómeno normal, y debía hacerlo en nombre del "pueblo", que era "soberano", ideas que prendieron en todo el mundo, que de hecho no ha variado desde entonces. Quienes reaccionaron inmediatamente a estos conceptos considerados perturbadores fueron llamados reaccionarios. Hasta nuestros días, los derechos ciudadanos, sociales y democráticos planteados por la Revolución Francesa no han sido conquistados todavía a escala mundial.

El anterior diseño de Estado-nación capitalista sobrevivió como espacio geopolítico porque logró el desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones sociales bajo un modo de producción capitalista, cediendo su lugar al espacio geoeconómico donde se organizó el mercado como una construcción sociocultural que operacionaliza relaciones sociales y culturales. La reforma del Estado basada en el modelo racional normativo weberiano se caracteriza por la racionalización legalista del Estado que fortalece la administración burocrática de estructuras verticales y una cultura patrimonialista y clientelar, se realizó desde los años cincuenta y hasta los ochenta. El modelo de desarrollo se basaba en la estrategia de creación de polos de crecimiento promovido por organismos regionales.

Las últimas dos décadas han sido un periodo de turbulencias y complejidades en el ambiente económico, político, social, tecnológico y cultural, dando origen a cambios transformacionales a niveles de escala local, nacional, regional y global. La economía de la información avanza más rápido que la política, a pesar de las evidencias de que ésta se sirve de aquella mediante el uso de tecnologías de información y comunicación que contribuyen a la magnificación del alcance de la política local que proyecta a los escenarios globales como en el caso de los movimientos sociales emergentes, dando lugar a un fenómeno de integración - fragmentación que afirman que cultura y política local extiende su influencia a nivel global.

El Estado diseña e implementa sus políticas en un ambiente complejo e incierto de restricciones políticas, económicas, sociales y culturales, las cuales determinan sus niveles de desempeño. El manejo de la inertidumbre puede ser desde un enfoque integrativo o un punto de vista coordinativo, aunque ambos enfoques tienen como elemento común la demanda de principios para evitar los conflictos con fundamentos en criterios legales.. Desde el punto de vista integrativo se defiende la uniformidad e integridad de la sociedad y del Estado nación para promover causas comunes y sobre la base de una comunidad de valores fundamentales y estándares de los grupos que forman la sociedad permite la expresión de la pluralidad de la sociedad y cuya meta se orienta a la abolición de las diferencias culturales. Pero a su vez, el estado necesita ser acotado por restricciones institucionales para realzar sus funciones con más eficacia.

Las transformaciones económicas locales y regionales, por ejemplo están involucradas con las transformaciones en la misma estructura económica regional, en los cambios de las políticas económicas nacionales y los procesos de globalización económica. El concepto de región presupone la existencia de un territorio susceptible de ser dividido en porciones distinguibles. La región es parte de un 'territorio constituyente' mayor. Las características que definen a una región pueden ser de índole geográfica, histórica, política, administrativa, cultural, demográfica, ecológica, étnica, militar, etc., las cuales tienen sus propias fronteras y expresiones espaciales reales o imaginarias, coincidentes o no entre sí y cambiar o modificarse a través del tiempo.

El neoliberalismo, argumenta Bourdeau (1998), tiene la tendencia como un todo a favorecer la separación de la economía de las realidades sociales y culturales. Por lo tanto, construye en realidad, un sistema económico conforme a la descripción de una teoría pura, esto es, una especie de máquina lógica que se presenta a sí misma como una cadena de restricciones que regulan a los agentes económicos. Estas restricciones, agregamos, son de carácter institucional, determinan los niveles de desempeño de la economía. La revolución en política con el triunfo de los mercados ha sido más profunda que inclina a los gobiernos de los países a abrazar la economía global. Los mercados nacionales están distantes hasta cierto punto en los elementos culturales, administrativos, económicos, etc..

La herencia colonial ha marcado las estructuras económicas, sociales, políticas y culturales de los pueblos colonizados. Las grandes corporaciones multinacionales y transnacionales cubren y suplantan al espacio nacional con el espacio de una economía de mercado.En cada fase expansiva de las grandes corporaciones transnacionales se requería el apoyo del estado imperial. La expansión capitalista ocurre mediante la organización de la sociedad, el modo de producción y el poder político de los espacios coloniales. Para promover la expansión territorial en la globalidad de las grandes corporaciones transnacionales estadounidenses y europeas, el poder financiero hegemónico a través del Estado imperial ataca las limitaciones políticas y culturales de los Estados-nación que representen ser obstáculos a su objetivo. En cada nueva fase de expansión de las grandes corporaciones transnacionales se ha requerido del apoyo de los Estados imperiales, los cuales efectúan primero la expansión militar y política. Así, los procesos de globalización aceleran los procesos de desterritorialización del Estado nacional para dar lugar a la emergencia de nuevas formas espaciales de unidades territoriales geopolíticas y geoeconómicas.

Las transformaciones económicas y políticas también implican transformaciones de los valores sociales, culturales y sobretodo de valores morales. A mediados de los noventa se inician las reformas de la segunda generación con una fuerte orientación a transformar la relación entre el Estado y la sociedad mediante la instrumentación gerencial de la administración pública que busca el desarrollo de las instituciones y su perfeccionamiento democrático de un Estado de Derecho y cambios en los patrones sociales y culturales.

El Estado nacional se ha convertido en un instrumento de colaboración del desarrollo del capitalismo transnacional. Los gobiernos de los Estados imperialistas transnacionales y las instituciones financieras internacionales de mayor influencia comparten un concepto del desarrollo global y del alivio de la pobreza centrado en la expansión económica sin límites de los mercados abiertos y de la liberalización del comercio. La pobreza implica la carencia de ingreso y la exclusión social considerada como el acceso insuficiente a los recursos económicos, a las redes sociales y a los procesos políticos de toma de decisiones que generan una cultura de la pobreza.

La crisis permanente del Estado social y democrático de derecho y sus funciones más características, contribuyen a acelerar el proceso de descomposición social, el desenraizamiento cultural, y la caída en la anomia y la delincuencia, que sirve de justificación del dispositivo de represión y criminalización. La crisis de los Estados Latinoamericanos se agudiza en la década de los noventa con la ruptura de las alianzas con los sectores populares para incorporarse a los procesos económicos y socioculturales articulados con la globalización, a costa de la desarticulación de las economías locales, dando como resultado la profundización de las características de una sociedad dualista: sectores socioeconómicos incrustados en la modernidad y los procesos de globalización, y sectores desarticulados con bajos niveles de competitividad y sin posibilidades de mejorar su desarrollo, condenados a una dependencia tecnológica, financiera, etc.

El estado ya no es concebido como el conjunto de mecanismos de poder y dominación de una sociedad. La acción política se convierte en una tecnología para el control político y social a través de las instituciones. Las condiciones sociales, económicas, tradiciones culturales o eventos impredecibles importan pero no influyen en forma mecánica en la acción política. Además, este nuevo orden político democrático es caracterizado como contingente y coyuntural en Latinoamérica, se fundamenta en el consenso social a partir del desarrollo histórico-cultural de la configuración del sistema de partidos.

El Estado-nación sigue siendo el principal protagonista y actor de las relaciones internacionales y sigue siendo el principal sujeto que ocupa un espacio que da contenido a la nación con sus propias instituciones e instrumentos para organizar el sistema económico, político, social, cultural, jurídico, etc. El modelo de globalización neoliberal que intenta construir una aldea global con ciudadanos del mundo, se contradice cuando pregona la apertura de las fronteras y en la realidad se refuerzan fortaleciendo el papel esencial que desempeñan los Estados nacionales en todas las esferas, incluyendo la cultura.

.En parte, las políticas económicas nacionales son ajustadas a las presiones de las elites capitalistas nacionales integradas a las redes del capitalismo transnacional, más que a las presiones externas de las instituciones globales. La carencia de instituciones globales titulares de la defensa y exigencia de derechos económicos, sociales y culturales hace que siga siendo una responsabilidad de instituciones nacionales, por lo que su exigibilidad política y jurídica internacional son tareas prioritarias para la construcción de un nuevo orden con instituciones globales competentes que concreten el cumplimiento y aplicación de los derechos económicos, sociales y culturales de todos los miembros de la comunidad internacional.

La gobernabilidad plantea una problemática por las crisis de legitimidad del sistema, las deficiencias económicas y las inequidades sociales Las estrategias para la ejecución de la reforma administrativa pueden ser la centralizada y la descentralizada en función de las variables cultura nacional e instituciones del país de acuerdo a las conclusiones de Crozier (1998). Los establecimientos institucionales de los sistemas políticos democráticos se explican por factores tales como el tamaño, demografía, desarrollo socio-económico, homogeneidad cultural, herencia colonial o el lugar del país en el sistema económico y político internacional. La promoción del buen gobierno y el fortalecimiento de las capacidades legislativas son objetivos específicos de la Reforma.

Así, el cambio de las políticas sociales de acuerdo con los cambios de las variables macroeconómicas se ha quedado corto en los objetivos deseados. Las fallas en la prevención y administración del impacto negativo de las fuerzas globales actúan en las realidades locales y encuentran medios culturalmente apropiados para responsabilizar a las instituciones para ser más democráticas, eficientes y que rindan cuentas al bien público. Las decisiones en el ámbito comunitario local involucran e incrementan el grado de compromiso de los individuos en tareas colectivas, en el resguardo de recursos no renovables que aseguran la sustentabilidad del medio ambiente mediante su uso más racional, eficiente y estable, y en el cuidado de los bienes y servicios públicos con una orientación de beneficio social que respeta las diversidades biológicas, económicas y culturales.


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