BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

DIVERSIDAD CULTURAL LENGUAJE Y ENTENDIMIENTO

Antolin Celote Preciado y otros




Esta página muestra parte del texto pero sin formato.

Puede bajarse el libro completo en PDF comprimido ZIP (75 páginas, 448 kb) pulsando aquí

 


Indigenismo y política educativa

Cada una de las teorías sobre la etnicidad ha tratado de ser generalizada a partir de casos entre grupos étnicos específicos. En el caso de Estados Unidos, Molina (2002:106) destaca al menos cinco: la presencia de poblaciones autóctonas, el flujo masivo de esclavos de África Occidental, la presencia de los primeros colonos de grupos religiosos, el origen anglosajón de las elites económicas y políticas y el papel importante que ha jugado la inmigración en el desarrollo de ese país.

La historia de México presentó diferencias abismales con la de Estados Unidos y la de Inglaterra en cuanto a la composición de sus grupos étnicos, sus características culturales y la situación de su estructura social; por lo tanto es difícil trasladar y mantener las mismas conceptualizaciones.

En México, a lo largo del siglo XX y hasta hace más o menos 15 años, la política oficial del Estado era claramente de integración cultural, es decir, se trataba de incorporar a los indígenas a la sociedad moderna, cuidando quizá la preservación de sus rasgos culturales en sentido estrecho (folclóricos), pero sin vislumbrarse concesiones de importancia en el terreno económico y político. La base de esta concepción se encontraba en el ideal de una cultura mexicana monolítica y coherente, sobre la cual deberían converger todas las demás culturas (Olivé, 2004:37-38).

El fin último de la política indigenista hasta la década de los noventa fue la desaparición de los pueblos indígenas de México (García, 2004:66).

Posteriormente, a pesar del reconocimiento de la diversidad cultural, expresados en la Constitución en 1992, en los acuerdos de San Andrés Larrainzar, firmados con representantes de los pueblos indígenas en febrero de 1996 y de la aprobación en abril de 2001 de la Ley de Derechos y de Cultura Indígena en México, en la práctica, no hay una coyuntura clara de reafirmación de las minorías étnicas por parte del Estado, que sólo en el discurso reconoce la diversidad de éstas expresiones.

Silvia Schmelkes, en el Marco General para Impulsar la Creación de Instituciones de Educación Superior en México, en el Contexto de la Perspectiva Intercultural, menciona:

tanto en la historia, como en múltiples sucesos del presente, hemos observado como la problemática específica de desarrollo e integración de la población indígena al México moderno, lejos de erradicar actitudes de segregación, continúa promoviendo condiciones de marginación de estas culturas cada vez más difíciles de soportar, las cuales han llegado a poner en riesgo la sobrevivencia no sólo de las lenguas y de las culturas sino también la supervivencia física de muchos grupos indígenas (CGEIB, 2002:3).

En el México actual, la explotación de las personas y sus recursos, el desplazamiento territorial, la emigración, la falta de atención a los problemas de salud y educativos y el desconocimiento de sus derechos más elementales, han llevado a los grupos étnicos a la extrema pobreza. Sin embargo, aún cuando los pueblos indios se caracterizan en general por las diferencias económicas, culturales, religiosas, sociales y políticas entre sí mismos y con respecto a la sociedad no india, y presentan una gran heterogeneidad en las formas de conservación y reproducción por las diferencias regionales y la manera como se han venido integrando a la sociedad occidental, forman parte del grupo social mexicano, y su interacción con los mestizos y con los miembros de las demás culturas es cada vez más dinámica.

En esta situación, las políticas públicas se tornan más complejas, ya que dependen de: 1) la cada vez más complicada relación de las etnias con el Estado, es decir de lo etnopolítico; 2) la superación de los problemas de las políticas públicas que no han podido presentar un marco lo suficientemente democrático para dar respuesta a los problemas de género, etnia y clase y 3) del indianismo, en cuanto a lo que los indios quieren para los indios y que no tiene nada que ver con el mundo mestizo (Sandoval, 2004). Es así como la identidad es parte de la dimensión política, la cual tiene que ver con las relaciones interculturales existentes en los diferentes ámbitos de la sociedad mexicana.

La situación cultural de esta nación no es bipolar ni bilingüe, sino que se constituye aún en un mosaico de expresiones étnicas que, sorprendentemente y de forma deliberada no habían sido contundentemente localizadas o afanosamente olvidadas (Maldonado, 2002: 17).

Una de las características del indigenismo ha sido la toma de decisiones en políticas públicas tendientes a atender a la población indígena, a partir de la instrumentación de planes, programas y proyectos, donde los pueblos indígenas como colectivo, no tienen ingerencia alguna, más que ser los “beneficiarios” de tales políticas. La educación ha sido uno de los resultantes de esas políticas indigenistas que ahora se concretan, en el nivel superior, con las llamadas universidades interculturales.


Grupo EUMEDNET de la Universidad de Málaga Mensajes cristianos

Venta, Reparación y Liberación de Teléfonos Móviles