BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

DIVERSIDAD CULTURAL Y COLABORACIÓN SOCIO TECNOLÓGICA

Salvador Estrada Rodríguez y otros




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La empresa, el entorno institucional y el cambio cultural

La empresa en el sector privado productivo es la única institución que puede asumir riesgos, retos productivos y de comercialización para el desarrollo de los nuevos productos, procesos y servicios (Metcalfe y Georghiou 1997) y con ello impulsar la innovación como elemento para incrementar la competitividad; sin embargo, para enfrentar riesgos, requiere de financiamiento, el cual puede provenir de diversas fuentes como son los propios dividendos, créditos y transferencias de sus proveedores, clientes o la banca, nuevas inversiones de sus accionistas, subsidios, préstamos o exenciones fiscales del gobierno transformados en programas de gobierno.

El acceso a información y la producción de conocimiento en la empresa, se convierten en las principales ventajas para asumir los retos de manera exitosa. El conocimiento es el principal insumo actual para lograr mejores formas de producción y comercialización, así como para optimizar costos y crear ventajas en un mercado cada vez más competido a nivel mundial; el conocimiento se adquiere del sistema de enseñanza formal, el mercado laboral, de la propia experiencia, de sus relaciones competitivas y de sus redes de colaboración disponibles (infraestructura de investigación, centros de información, programas de asistencia y capacitación).

Por su parte, la innovación producto del conocimiento aplicado en los procesos de desarrollo tecnológico para aumentar la productividad, se emprende de forma independiente, debido a que se requiere del concurso de una variedad de actores, que obedecen a diferentes estímulos para “involucrarse” en una aventura conjunta; por lo anterior, algunos factores culturales como la propensión a colaborar o la aversión al riesgo, juegan un papel crítico para generar un entorno innovador.

El elemento articulador del enfoque de los sistemas de innovación es la empresa, ya que por esta unidad atraviesan las actividades de aprendizaje, búsqueda y exploración; sin embargo estas actividades no se logran realizar en forma aislada, son resultado de la interacción con otras organizaciones y están mediados por un entorno o arreglo institucional. Edquist (1997: 1-2) comenta que todos los procesos innovativos ocurren en la interacción entre elementos institucionales y organizacionales, debido a que exigen una multiplicidad de conocimientos, información y recursos.

Principio 4. Un cambio cultural en las instituciones debe de orientarse a crear estímulos para el desarrollo de ambientes innovadores, basados en esquemas de involucramiento, redes y alianzas estratégicas, o bien, acuerdos de intercambio tecnológico y “joint ventures”, entre empresas o entre instituciones académicas y/o de investigación y las empresas.

Las empresas en la realización de sus actividades innovadoras se relacionan e interactúan con diversas organizaciones como son sus competidores, clientes y proveedores, así como universidades, centros de investigación, dependencias del gobierno, banca comercial o de desarrollo e instituciones financieras en general, principalmente. Estas actividades se restringen o estimulan por los arreglos institucionales del entorno, configurado por leyes, reglamentos, impuestos, políticas, estándares, normas socioculturales. Los análisis comparativos entre países o regiones han revelado que el desempeño actual de los sistemas de innovación está condicionado por la dotación de recursos y la tendencia que ha seguido el proceso de industrialización, ya que esto último condiciona las características del progreso tecnológico y la forma e intensidad en que se conectan y operan las instituciones. (Nelson, 1993:13). Las diferencias ínter industriales son significativas en cuanto a la complejidad tecnológica de los sistemas productivos. Si bien es cierto que en todas las empresas se presenta un progreso tecnológico, aunque a diversa escala, mediante la introducción de mejoras en los componentes (materias primas, bienes intermedios, equipos) por parte de los proveedores, también es cierto que la incorporación de estas mejoras dependerá, en parte, de los esfuerzos canalizados en la investigación y desarrollo (I+D) de los ensambladores y/o diseñadores de los sistemas productivos.

A partir de lo anterior se puede señalar que, el conjunto de organizaciones o actores, los arreglos institucionales y el ambiente innovador conforman prácticas sistémicas por las cuales se genera, aplica y difunde conocimiento con fines económicos, denominado sistema de innovación. La variedad de mecanismos, el grado de intervención y las diferencias intersectoriales caracterizan una amplia gama de sistemas de innovación. (Nelson, 1993:13-14).

En este punto es importante reflexionar en torno a qué, y a qué nivel, se establecen los acuerdos o arreglos institucionales. La teoría neoclásica dará por sentado que lo hacen a través de la competencia y de mercados puros, sin embargo en los sistemas de innovación son comunes otros tipos de interacciones reguladas por incentivos o sanciones de otra clase. La competencia, pero también la cooperación son claves en el ritmo y orientación de las innovaciones, una muestra clara de ello se encuentra en las “industrias basadas en conocimientos”, donde se ha establecido una dinámica de “coopetencia”, esto es, se entremezclan estrategias de competencia y cooperación.

Principio 5. Los ambientes innovadores deben basarse en un marco de arreglos institucionales flexible que apoye y propicie la generación de conocimiento y su aplicación, a partir de la cooperación y la competencia.

El ambiente de la cooperación institucional

Son diversas las teorías que se utilizan para explicar el comportamiento cooperativo de los actores con respecto a la innovación, algunas se enfocan hacia la racionalidad, otras hacia los tipos de agentes cooperantes (empresas competidoras, proveedores-usuarios, empresa-universidad), otras se centran en los intercambios, tanto en sus aspectos organizativos como de costos, actividades y actitudes, flujos de información, además de otras que enfatizan los efectos e impactos sobre las capacidades tecnológicas, tanto individuales como colectivas en los sistemas de innovación.

Independiente del enfoque de la teoría, parece que todas coinciden en que las asociaciones buscan no sólo reducir costos de transacción (o de cualquier otra índole) sino también, compartir conocimientos y capacidades tecnológicas (Cusumano 2000). La cooperación tiene como fin la búsqueda de un objetivo común donde las partes, de manera voluntaria, aceptan compromisos y ofrecen garantías respecto a su conducta en el corto y mediano plazo (Taboada 2003). La interacción se constituye en sí misma un proceso de aprendizaje, el cual da por resultado la intensidad o debilidad de los lazos sociales. Además de generarse rutinas, en la interacción se construye un lenguaje común que da por resultado una convergencia en la brecha cognitiva de los actores (Nooteboom 1999).

Un tipo de cooperación denominada “vertical” afecta directamente la demanda y oferta de los agentes innovadores involucrados, con lo cual se gana eficiencia. Lo anterior se realiza mediante la adquisición de activos, complementarios en la producción y mercadotecnia, que se transforman en nuevos productos, y lo cual se garantiza mediante inversión creciente en I+D, sin embargo esto constituye barreras de entrada para las nuevas o pequeñas empresas.

Otros acuerdos, no de mercado, que pueden explotarse en estas circunstancias pueden ser las joint-ventures, redes organizadas formal o informalmente, alianzas estratégicas o franquiciamientos (Thorelli 1986, Kogut 1988, Ayal e Izraeli 1990). Los acuerdos colaborativos dan lugar a una mejora en la eficiencia o productividad del proceso innovador dado que mejoran la gestión de la innovación, abaratan y aceleran su desarrollo. Sin embargo nada garantiza su éxito, por lo que un adecuado trabajo de diseño y gestión resulta recomendable.

A partir de la propuesta de Pacheco-Vega y Estrada (2008) sobre el conjunto de ventajas de la cooperación para emprender actividades innovadoras, se pueden establecer al menos las siguientes áreas de innovación:

a. De infraestructura para el desarrollo: Ampliación de las capacidades propias mediante el esfuerzo cooperativo y complementario y aumento cualitativo del capital social por las continuas relaciones de intercambio basado en objetivos comunes y que rebasan un marco contractual.

b. De gestión de conocimiento para la innovación: acceso a conocimiento mediante la ampliación de la base propia al mantener relaciones continuadas con clientes, proveedores y otros agentes en el entorno; retención u orientación de flujos de conocimiento generados en la actividad propia de producción; ensanchamiento de las fuentes de información y oportunidades de aplicación de los desarrollos conjuntos, esto es, la obtención de áreas de oportunidad de acuerdo a los nuevos desarrollos; mejora en la eficiencia y productividad del proceso innovador y desarrollo de habilidades para gestionar recursos y competencias compartidas por el aprendizaje organizacional de la experiencia cooperativa; e impacto positivo en la cultura organizacional del trabajo en equipo y utilización de recursos compartidos.

c. De posicionamiento: fortalecimiento de la capacidad de absorber externalidades mediante el desarrollo de esfuerzos propios; explotación de ventajas de escala en las actividades innovación a partir de ciertas capacidades mínimas; disminución de costos e incertidumbre por el involucramiento de diversos agentes en la ejecución y financiación de los proyectos; reducción del tiempo de desarrollo y lanzamiento del producto; y fortalecimiento de la posición competitiva por la construcción de una reputación comercial y técnica, además de aumentar las barreras a la entrada por compartir recursos estratégicos complementarios.

Principio 6. La cooperación debe de buscar un equilibrio entre la orientación al mercado y la competitividad y entre la gestión del conocimiento, para la identificación de ventajas y áreas de oportunidad para los agentes participantes, a partir de esquemas o redes formales o informales, pero con claridad en las áreas de impacto y los resultados de corto, mediano y largo plazos


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