BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

DIVERSIDAD CULTURAL Y COLABORACIÓN SOCIO TECNOLÓGICA

Salvador Estrada Rodríguez y otros




Esta página muestra parte del texto pero sin formato.

Puede bajarse el libro completo en PDF comprimido ZIP (145 páginas, 736 kb) pulsando aquí

 


 

Influencias geográficas y sociológicas en la cooperación

Los análisis y la construcción de modelos conceptuales y empíricos que estudian los procesos de colaboración entre academia (especialmente universidades) e industria (y la subsecuente transmisión/difusión de las innovaciones) son recientes en México. En otros países se han realizado diversos estudios que argumentan que los sistemas regionales de innovación logran su consolidación, en gran parte, gracias a la existencia de centros de investigación y universidades (con casos específicos en Alemania y en España) (Kaiser y Prange 2004, Malmberg y Power 2005, Rondé y Hussler 2005).

En México se verifican diversos modelos de construcción de redes del conocimiento que expresan la asociación o vinculación de la investigación con las industrias (Casas 2001). Existe evidencia de colaboración entre las empresas, las instituciones académicas y la administración pública (MEGCyT 1994, Álvarez, 1995, López-Martínez y Solleiro 1995, ANUIES 1996, Estrada 1997, Casalet y Casas 1998, Coronado y Tapia 1998, Casas et.al. 2000). Se trata de procesos difíciles de documentar, mediante estudios de caso se constata que se llegan a construir redes por procesos interactivos desarrollados en el medio y largo plazos.

En un estudio acerca de la formación de recursos humanos por área de conocimiento se observan los siguientes e incipientes patrones regionales, una zona norte compuesta por los estados de Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila y Chihuahua, y otra región centro occidente integrada por los estados de Querétaro, Guanajuato y Michoacán, ambas especializadas en posgrados de ingeniería; otras dos zonas, una conformada por los estados de Durango y Nayarit y otra por México y Morelos, dedicadas a la biotecnología y ciencias agropecuarias; existe una zona más formada por Chiapas y Oaxaca especializada en biología y química. Estas áreas y regiones son las que, eventualmente, podrían aportar más valor en los procesos de innovación. Sin embargo, existen otras áreas como las de humanidades y ciencias de la conducta, presente en una región integrada por Zacatecas y Jalisco que podrían apoyar la articulación y gestión tecnológica, dependiendo de sus orientaciones (Alva y Medina 2009).

Principio 7. La cooperación tiene una base regional –la cercanía geográfica permite focalizar los esfuerzos hacia un conjunto común de recursos naturales o actividades económicas (y sus externalidades derivadas) de interés local- o disciplinaria.

A partir de estudios empíricos también se sabe que las empresas que “acuden” a la academia en busca de cooperación lo hacen con mayor propensión a los centros de investigación, sin embargo, un estudio (Estrada 2006b) que examina los resultados de los Fondos Mixtos de CONACYT –un instrumento de financiamiento orientado por la demanda de las entidades federativas, en particular, pero no únicamente, del sector público estatal- muestra que las universidades públicas de los estados son las que más han utilizado estos fondos, lo cual da cuenta al menos de que en México existen capacidades de vinculación o cooperación.

Mucho de los esfuerzos por la cooperación o vinculación en México, tiene que ver con iniciativas aisladas de investigadores, grupos o instituciones que logaran capitalizar las ventajas derivadas de estos mecanismos, lo cual hace manifestar patrones de cooperación derivados de sociedades académicas localizadas en algunas zonas de México. Existen estudios que muestran que las actividades de innovación tienden a concentrase en las zonas del Norte y Centro del país (Corona 1997, Unger 2001). Otros estudios han descrito las condiciones locales de las actividades de innovación en estados como Sinaloa (López-Leyva 2003), Puebla (Equipo de Estudios Industriales-BUAP 1995), DF (CONACYT 1997), Jalisco (COECYTJAL 2003), o Guanajuato (Estrada 2006a).

En un trabajo anterior (Estrada 2006a), se presentaron los resultados de un análisis comparativo de diversas encuestas de innovación realizadas en el país, lo cual arroja las siguientes premisas que dan cuenta de las influencias, en algunos casos geográficas de la cooperación.

a. La importancia relativa de los centros de investigación parece mayor en el ámbito regional que en el nacional.

b. Los clientes y el departamento de producción muestran una preponderancia a integrar fuentes de innovación entre regiones.

c. Los porcentajes de empresas que identifican a las universidades como fuente importante de innovación tiene dimensiones similares entre las diferentes regiones y la muestra nacional de empresas (9-10%).

d. La principal fuente de financiamiento para las actividades de innovación proviene, tanto al nivel regional como nacional, de los recursos propios de las empresas. Por su parte, los recursos gubernamentales y de organismos internacionales muestran poco importancia relativa como fuente de financiación para las actividades de innovación entre las empresas analizadas regional como nacionalmente.

e. Entre los propósitos para innovar, ocupan un lugar central la política de productos (incrementar su calidad) y la estrategia de posicionamiento en los mercados (mantener e incrementar la participación, incursionar tempranamente en nuevos mercados).

f. Los procesos ocupan un segundo plano en las motivaciones para innovar, si bien la mejora de la calidad de los productos puede empujar el mejoramiento de los procesos y la búsqueda de la reducción de costos, esta estrategia se ve independiente de la motivación por mejorar la flexibilidad del sistema productivo, reducir daños al ambiente o el consumo de energía.

g. Los obstáculos para innovar parecen tener una dimensión regional puesto que no es evidente hallar un patrón de similitud ni entre regiones ni con la comparativa de la empresa innovadora nacional.

Reflexiones finales

Un aspecto importante en el cual la literatura es todavía muy emergente es el aspecto de la proximidad geográfica. Los proponentes de las teorías de desarrollo regional industrial y de difusión de la innovación son muy optimistas en cuanto a la creencia de que la proximidad geográfica tiene efectos positivos sobre la difusión de innovaciones y el fortalecimiento de clúster industriales (OECD 1999). Un trabajo reciente demuestra que esta forma de desarrollo tiene poco fundamento en estudios empíricos y es más una política de desarrollo regional con tintes esperanzadores, en muchos aspectos producto de la promoción de la política de clúster por parte de las organizaciones internacionales, específicamente la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Pacheco-Vega 2007).

No es de esperar que una política innovación establezca prioridades, sin tomar en cuenta las diferenciales que existen entre regiones, estados y municipios , además las redes son importantes en la región ya que la economía global se articula territorialmente en torno a redes de ciudades, en este sentido, se puede entender que las interacciones de redes se materializan básicamente a través de las ciudades, regiones y redes constituyen, polos interdependientes en el nuevo mosaico espacial de innovación global (Alva y Rozga 2009).

Es importante reconocer la heterogeneidad territorial, las ciudades tienen diferentes industrias clave, los procesos de desarrollo social muestran amplias divergencias y las vocaciones científico-tecnológicas aunque tienen a mostrar cierta especialización, aun no muestran patrones sólidos. Por ejemplo, en Guadalajara, se reconoce que la actividad innovadora e industrial está enfocada al desarrollo de un clúster de empresas relacionadas con el ramo electrónico, tales como Hewlett Packard o Kodak. (Pacheco-Vega 2007). En la zona fronteriza, se ha dado un clúster (o distrito industrial) de la industria maquiladora electrónica (Carrillo y Hualde 2000). En el estado de México se habla del clúster de la industria automotriz (Lara-Rivero, et al. 2004). Y en el caso de Guanajuato, se ha hablado del clúster del cuero y calzado (Brown y Domínguez 1997, Pacheco-Vega 2004, 2007)

Las prioridades regionales requieren de la construcción de consensos entre agendas sumamente diversas y que, frecuentemente, se encuentran en conflicto básicamente por criterios sociológicos o culturales. Por ende, se hace necesario establecer mecanismos de construcción de consensos que lleven a procesos decisorios satisfactorios para todos los participantes. Más aún, se hace necesario establecer prioridades en forma jerarquizada con las cuales puedan estar de acuerdo todas las instancias, incluyendo los diferentes niveles de gobierno (estatal, municipal y federal).

El reconocimiento de que la innovación es un proceso interactivo, no lineal y que coevoluciona con la economía y la sociedad ha supuesto un reto y diversas adecuaciones en el comportamiento y la cultura individual y colectiva. Dado que la innovación no se realiza en forma aislada, que las instituciones afectan el comportamiento y desempeño económicos y que los procesos evolutivos generan variedad y mecanismos de selección; la cooperación y el aprendizaje (Lundvall 1992), las reglas de juego (Smith 1997), la asimetría en la información son medulares para entender las interacciones en el Sistema. Los actores interactúan con una diversidad de organizaciones e instituciones, por lo que se requiere esfuerzos deliberados para propiciar y facilitar dichas vinculaciones.

Así, las nuevas condiciones en la demanda y oferta de conocimientos, y los retos de la innovación requieren de intermediarios para mejorar la interacción. Se ha puesto especial atención en mecanismos para reducir las brechas cognitivas, gerenciales, de información y culturales (Klerkx y Leeuwis 2007).

La lógica socio-espacial actual asociada a una fase moderna de capitalismo basada en el conocimiento, altera la división interterritorial del trabajo tradicional, para convertirla en una división basada, sobre todo, en la competitividad y en la capacidad de cada ámbito para conectarse a los principales flujos e insertarse en redes.

Por otra parte, y pareciera que en una paradoja con lo anterior, las economías nacionales se ha vuelto más interdependientes y los sistemas más complejos y abiertos, con lo cual se han revelado que los mercados cumplen sus funciones de coordinación en forma limitada. Los mecanismos institucionales que se han desarrollado para coordinar los sistemas de innovación son variados pero incluyen a las redes, los mecanismos burocráticos y la coordinación política.

El apoyo a la innovación ha sufrido diversos cambios por transformaciones en la estructura de los mercados y la privatización de la infraestructura de conocimiento. En sectores tradicionales, se ha mudado de una producción de commodities a otra de productos diferenciados, el desarrollo de nuevos productos y la emergencia de diversas demandas de conocimiento. Lo cual se ha traducido en un incipiente mercado de servicios de conocimiento, que trasciende la investigación y desarrollo públicos.

En síntesis, los principios identificados en este documento apoyan la construcción de una agenda para el fortalecimiento de los sistemas regionales de innovación, pero, en ningún sentido, garantizan su éxito, el cual sin duda se basa en la construcción de nuevos esquemas de cooperación y asociación entre instituciones públicas y privadas que deben de surgir de los aislados, pero exitosos casos, como los estados de México, Jalisco y Guanajuato.


Grupo EUMEDNET de la Universidad de Málaga Mensajes cristianos

Venta, Reparación y Liberación de Teléfonos Móviles