BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

DIVERSIDAD CULTURAL Y COLABORACIÓN SOCIO TECNOLÓGICA

Salvador Estrada Rodríguez y otros




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Algunos principios para la construcción de redes regionales de innovación. Un enfoque geográfico y sociológico.

Benjamín Alva y Salvador Estrada

Resumen

Bajo el riesgo de parecer simple en una definición, pero con el ánimo de clarificar la alta complejidad de un sistema de innovación regional, se puede decir que éstos son una alternativa para promover la efectiva y sistémica utilización de la ciencia, la tecnología y la innovación en beneficio del desarrollo económico y social; sin embargo, como resultado de los aportes teóricos y los diversos estudios realizados, parece que se presentan algunos vacíos –que se revelan en una realidad específica como la mexicana- entre los que destacamos los principios para definir una estrategia que permita iniciar o impulsar la construcción de un sistema regional de innovación. Así, este documento pretende definir algunos elementos que permitan la construcción de tal estrategia a partir de la construcción de redes, desde la perspectiva de los elementos geográficos o sociológicos, que den cuenta de la cooperación; señalando para tal propósito, aquellos principios que deben ser considerados. Mediante una concentración de ideas de los principales expositores de la teoría disponible, se destacan enunciados que, pueden orientar discusiones más profundas y estudios de caso en los que la geografía y lo sociológico se relacionan en principio para desarrollar o limitar la cooperación, coordinación o alianza entre instituciones públicas o privadas y conformar un sistema de innovación regional.

Palabras clave: sistema de innovación, colaboración, regional

Introducción

En las últimas décadas, los flujos de capital, mano de obra, bienes, materias primas, personas y servicios se han acrecentado rápidamente como consecuencia de un cambio radical en la política de desarrollo de las naciones, caracterizada por la desregulación, la apertura económica y la participación de actores nacionales en mercados globales. La adopción de esta política ha impactado en una nueva reconfiguración geográfica con el debilitamiento de los estados nacionales, y el fortalecimiento de los espacios subnacionales que han ganado jerarquía a través de la relocalización de empresas multinacionales y la configuración de sus redes filiales, el establecimiento de acuerdos cooperativos, así como de centros financieros que operan a escala global pero que mantienen sus bases localizacionales (Sassen 2005).

Lo anterior ha impactado también en nuevas formas de cooperación y trabajo entre empresas, sociedades y territorios, que se han desarrollado producto del uso de las tecnologías de la información y la comunicación; como es el caso de las redes de conectividad técnica, las empresas y sus filiales, la inversión y el comercio, las operaciones del mercado de capital global, los mercados laborales para profesionales y especialistas en servicios, la cooperación científica y tecnológica, el mercado y las bienales de arte, las redes de activistas (ambientalistas, de derechos humanos, de lucha contra la pobreza), patrones turísticos, redes de inmigración, o incluso redes ilegales.

La reconfiguración geográfica, las nuevas formas de cooperación así como el uso de las tecnologías de la información y la comunicación han gestado una “nueva economía” basada en el conocimiento y/o en el uso de la tecnología, que ofrece una amplia gama de retos para su óptimo aprovechamiento en el desarrollo de la sociedad. Una alternativa para lograr lo anterior son los sistemas de innovación .

El enfoque de los sistemas de innovación no es novedoso, sin embargo su importancia radica en el componente sociológico (social y de red) y en el geográfico (territorio y redes) para ayudar a explicar los fenómenos de adopción y uso de tecnología, de conocimiento y de desarrollo social y económico de forma sistémica; parte del hecho de que las instituciones están diseñadas socialmente para producir conocimientos (definición de Nelson) o bien de que el conjunto de instituciones le dan sentido económico al uso de conocimiento (definición de Lundvall) ; a estas definiciones se les puede añadir el componente geográfico para complementar las explicaciones desde el punto de vista de la integración o de las externalidades, como ente político, cultural, de geoestrategia o de desarrollo local.

En síntesis, un sistema de innovación es un concepto que asocia el componente social y el geográfico para la integración de redes, y que utilizan la tecnología y el conocimiento como ventaja para crear condiciones sistémicas para el de desarrollo de corto, mediano y largo plazos; sin embargo, para garantizar el éxito de su implementación o construcción se requiere de la interacción de diversos factores como los tecnológicos, los educativos, los culturales, los políticos, los sociológicos y los geográficos, de los agentes participantes, por ello, la importancia del presente documento radica en hacer un recuento de los principios básicos que permitan configurar una agenda y orientar el trabajo de las instituciones de forma sistémica, para la construcción de redes y con ello de un sistema de innovación. Atendiendo a la importancia y diversidad de principios y agentes, este documento se centra en aquellos de tipo geográfico y social, que se destacan conforme se aborda el problema de los sistemas de innovación y su desarrollo.

Marco conceptual de los sistemas de innovación, en la búsqueda de principios

Los sistemas de innovación han sido abordados desde diferentes aproximaciones, destaca la geografía económica y la economía industrial como las principales, ya que han encontrado la explicación de los efectos del territorio sobre un sistema y por su escala de integración, por ejemplo, se puede hablar de sistemas regionales de innovación debido a los efectos que tienen sobre las externalidades la aglomeración (en el caso de las ciudades) y la concentración de actividades conexas y de apoyo en la producción flexible (en el caso de distritos o clúster industriales).

Si bien el análisis conceptual de los sistemas de innovación establece una serie de elementos y agentes a considerar, con la finalidad de establecer comparaciones o explicaciones respecto al aprovechamiento y su desempeño competitivo; existen tres agentes clave, a saber: a) la empresa, como generadora y usuaria de innovaciones y conocimiento; b) la estructura económica, como impulsora de la competencia y difusora de las innovaciones y conocimiento; y, c) las instituciones, como forjadora de la conducta por factores socioculturales, y por su importancia como parte de la autoridad pública, y de la propiedad de las infraestructura física y de conocimiento. Estos agentes además, interactúan de forma dinámica, estableciendo flujos de conocimiento y redes de intercambio.

A pesar de la importancia de la institución pública, ésta no tiene capacidad de respuesta para crear todas las condiciones necesarias para el establecimiento de un sistema de innovación; es decir, un sistema de innovación no se puede construir por la acción nacional (o local). Sin embargo, sí tiene una clara influencia, desde la perspectiva cultural, a la luz del compartimiento de códigos de conducta, lenguaje e historia común, incluso hasta del marco legal que articula y forma códigos de conducta acumulativos e idiosincrásicos. Los códigos de conducta pueden llegar a explicar la falta de articulación, descoordinación o ausencia de los agentes clave, es decir, la facilidad o complejidad para formar o integrar en un ambiente redes sociales que permitan crear conocimiento y ser la base para construir un sistema de innovación.

Principio 1. Las instituciones públicas deben de impulsar un cambio cultural-institucional, sobre la base de un amplio consenso social y de voluntad ciudadana que articule los intereses políticos, académicos y del sector productivo en un proceso gradual.

Algunos elementos de reflexión en la integración de un sistema de innovación y su relación con lo geográfico y sociológico

En este apartado se busca identificar los principales elementos que permiten construir un enfoque sistémico en la innovación, a partir de la generación, difusión y uso del conocimiento en las economías de las sociedades modernas, destacando entre sus agentes clave la empresa, la estructura económica, el entorno institucional y las interrelaciones que se presentan entre estos ámbitos como sustento a las diferencias en competitividad y desempeño innovador, destacando el factor cultural como facilitador del cambio institucional requerido. Los diseñadores de políticas públicas orientadas a la ciencia, la tecnología y la innovación han encontrado en los sistemas de innovación, la lógica de organizar actores e instituciones heterogéneas, en torno a un fin común, incrementar la competitividad económica, el bienestar social y la seguridad nacional.

Lundvall (1992:2) distingue dos factores que pueden guiar la dimensión geográfica (nacional, regional o local) del sistema de innovación, el estadista-político del término y el cultural-institucional. En el primer caso, se refiere a la existencia de una autoridad central (institución) en una división geopolítica; la segunda tiene que ver con la identidad por compartimiento de cultura, lengua, raza e historia. David y Foray (1995:18), se expresan en estos mismo términos argumentado que la participación en el sistema de innovación está influida, en parte, por el control ejecutado por un gobierno y la afiliación nacional. Sin embargo, si bien estas acepciones hacen referencia a la presencia de una institución pública que impulse o determine en una unidad geopolítica (espacio) la creación de un sistema de innovación, lo cual ya implica en sí un factor ideológico, existe por otro lado, un elemento aespacial producto del cambio en los sistemas productivos y el proceso de multinacionalización, ya sea por deslocalización de actividades o por el surgimiento de coaliciones cooperativas o alianzas internacionales; por ello, las relaciones entre los niveles geográficos tienden a complejizarse, en este escenario, la comunicación se vuelve vital así como el surgimiento de las telecomunicaciones como su instrumento.

Los niveles de comunicación, pero también de complejidad entre las instituciones y los espacios geográficos obligan a reconfigurar nuevas formas de integración del espacio en espacio virtual y físico, para la creación de redes. Esta reconfiguración pasa por normas y cultura mediadas por identidades y poderes nacionales, sin embargo, la región en el ámbito supranacional o subnacional permanece como necesaria para entender los mecanismos finos de la dinámica de los sistemas de innovación, sobre todo de los de tipo nacional; es decir, parece ser que la región integrada por espacio físicos contiguos permanece como una ventaja para la creación de redes y sistemas de innovación, sobre los espacios virtuales construidos entre instituciones alejadas físicamente, obligadas por el proceso de internacionalización y globalización.

Para Lundvall (1992:8-9) la innovación es un proceso acumulativo y ubicuo que está basado en un “espíritu empresarial” colectivo y el aprendizaje interactivo. La innovación es un proceso lento e incremental que permea en el conjunto de la economía a través de las actividades de aprendizaje, búsqueda y exploración que dan como resultado la generación y desarrollo de nuevos productos, procesos, organizaciones y mercados. El aprendizaje es una actividad social resultado de las interacciones que se dan entre diferentes agentes en la generación, difusión y uso de nuevas combinaciones de conocimientos. Este tipo de interacciones es inicialmente más eficaz cuando los agentes están próximos geográficamente y sus interlocutores tienen capacidad de instrumentar acciones en el corto, mediano y largo plazos.

Principio 2. El cambio cultural-institucional debe de enfocarse, en un primer momento, a la creación de una red de instituciones pertenecientes a una misma región geográfica, con la finalidad de constituir conocimiento y un capital activo, que pueda competir con otras regiones.

En otra dimensión y de acuerdo con Freeman (1995:15-18) las empresas e instituciones multinacionales tienen amplia influencia en la difusión de innovaciones, ya que tienen la capacidad de transferir equipo y habilidades especializadas además de organizar los procesos de aprendizaje en nuevas localidades, así como llevar a cabo acuerdos de intercambio tecnológico y “joint ventures” con empresas en cualquier parte del mundo. Para que los países receptores puedan aprovechar esta oportunidad requieren crear el marco social e institucional adecuado para fortalecer las propias competencias técnicas y gerenciales y modificar el sistema de estándares, propiedad intelectual, políticas públicas y organizaciones gubernamentales, además de proveer de nueva infraestructura y servicios.

Principio 3. Un cambio cultural orientado a la creación y utilización de redes de conocimiento en el ámbito global, permite la difusión e intercambio de conocimiento, para la mejora del proceso de innovación regional.


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