BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

DIVERSIDAD CULTURAL Y MIGRACIÓN

Coordinadores: Ricardo Contreras Soto y Carmen Cebada Contreras




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La teoría de la sociedad del riesgo

El sociólogo alemán Ulrich Beck, con sus obras, principalmente “La sociedad del riesgo”, ha contribuido a un nuevo enfoque sociológico que intenta comprender las amenazas por las que atraviesa la humanidad a partir del último cuarto del siglo XX.

2.1. “¿Qué es la globalización? “

La teoría de la sociedad el riesgo constituye a la vez una teoría que se origina en el contexto de la globalización como una teoría acerca de esta etapa histórica.

Beck inicia por distinguir entre “globalidad” y “globalización”:

• “Globalidad”:

“La globalidad significa lo siguiente: hace ya bastante tiempo que vivimos en una sociedad mundial, de manera que la tesis de los espacios cerrados es ficticia” (1988 a: 28).

“La globalidad nos recuerda el hecho de que, a partir de ahora, nada de cuanto ocurra en nuestro planeta podrá ser un suceso localmente delimitado, sino que todos los descubrimientos, victorias y catástrofes afectarán a todo el mundo y que todos debemos reorientar y reorganizar nuestras vidas y quehaceres, así como nuestras organizaciones e instituciones, a lo largo del eje ¨local-global´” (1988 a: 30).

La globalidad se manifiesta en ocho fenómenos palpables:

“a. El ensanchamiento del campo geográfico y la creciente densidad del intercambio internacional, así como el carácter global de la red de mercados financieros y del poder cada vez mayor de las multinacionales.

b. La revolución permanente en el terreno de la información y las tecnologías de la comunicación.

c. La exigencia, universalmente aceptada, de respetar los derechos humanos

d. Las corrientes icónicas de las industrias globales de la cultura.

e. La política mundial posinternacional y policéntrica: junto a los gobiernos hay cada vez más actores internacionales con cada vez mayor poder (multinacionales, organizaciones no-gubernamentales, Naciones Unidas).

f. El problema de la pobreza global.

g. El problema de los daños y atentados ecológicos globales.

h. El problema de los conflictos transculturales en un lugar concreto” (Beck, 1988 a: 29-30).

• “Globalización”:

“Por su parte, la globalización significa los procesos en virtud de los cuales los Estados nacionales soberanos se entremezclan e imbrican mediante actores transnacionales y sus respectivas probabilidades de poder, orientaciones, identidades y entramados varios” (Beck, 1988 a: 29).

“… el concepto de globalización se puede describir como un proceso … que crea vínculos y espacios sociales transnacionales, revaloriza culturas locales y trae a primer plano terceras culturas - ´ un poco de esto, otro poco de eso, tal es la manera en que las novedades llegan al mundo ´ (Salman Rushdie) - ´ ¨ (Beck, 1988 a: 30).

2.2. La globalidad y la Globalización constituyen una sociedad del riesgo: el riesgo es lo característico de la dinámica social

La “teoría de la sociedad del riesgo global”, como se le denomina, parte de las siguientes premisas:

1) Las amenazas son fundamentalmente ecológicas, aunque estén condicionadas por motivos políticos (peligro nuclear, actos terroristas), sociales (desigualdad social y miseria que redunda en una sobre-explotación de los recursos naturales), económicos (efectos ambientales –calentamiento global, entre otros- del uso del petróleo; sobre-explotación y contaminación de los suelos producido por el ansia de obtener ganancias crecientes).

Corolario de ello, existe un continum entre naturaleza y sociedad:

“… la noción de la sociedad del riesgo mundial es pertinente en un mundo que se puede caracterizar por una pérdida de distinción clara entre naturaleza y cultura. Si hoy día hablamos de naturaleza, hablamos de cultura, y si hablamos de cultura, hablamos de naturaleza. Nuestra concepción de naturaleza y cultura como dos mundos aparte, que está íntimamente ligada al pensamiento moderno, no puede reconocer que estamos construyendo, actuando y viviendo en un mundo artificialmente construido por la civilización cuyas características están más allá de estas distinciones, que todavía dominan nuestra manera de pensar. La pérdida de fronteras entre estos dos ámbitos no es solo consecuencia de la industrialización de la naturaleza y la cultura, sino también de los riesgos, que hacen peligrar a humanos, animales y plantas del mismo modo. Tanto si pensamos en los miedos al agujero en la capa de ozono, la polución o la comida, la naturaleza está indisociablemente contaminada por la actividad humana. Esto es, el peligro común tiene un efecto igualador que reduce las barreras cuidadosamente levantadas entre clases, naciones, humanos, y el resto de la naturaleza, entre creadores de la cultura y criaturas de instinto o, por usar una antigua distinción, entre seres con y sin alma” (Beck, 2000: 18)

2) Esas amenazas, esos riegos, no pertenecen a un solo país o región ni a una sola clase social, sino que son globales, planetarios:

“…los riegos de la modernización …poseen una tendencia inmanente a la globalización. A la producción industrial le acompaña un universalismo de los peligros, independientemente de los lugares de su producción: las cadenas de alimentos conectan en la práctica a todos los habitantes de la Tierra. Atraviesan las fronteras. El contenido en ácidos del aire no ataca sólo a las esculturas y a los tesoros artísticos, sino que ha disuelto ya desde hace tiempo las barreras aduaneras modernas. También en Canadá los lagos tiene mucho ácido, también en las cumbres de Escandinavia se mueren los bosques” (Beck, 1988 b: 42).

Es decir, si hay algo global y globalizador es el riego: no respeta fronteras, es universal por excelencia, no es patrimonio de un lugar sino del planeta:

“Dicho con una fórmula: la miseria es jerárquica, el smog es democrático… objetivamente los riesgos despliegan dentro de su radio de acción y entre los afectados por ellos un efecto igualador. Ahí reside su novedosa fuerza política. En este sentido, las sociedades del riesgo no son sociedades de clase; sus situaciones de peligro no se pueden pensar como situaciones de clases, ni su conflictos como conflictos de clase” (Beck, 1988 b: 42).

3) Corolario de lo anterior, los riesgos tienen un efecto bumerang:

“ .. los riegos afectan más tarde o más temprano a quienes lo producen o se benefician de ellos. Los riesgos muestran en su difusión un efecto social de bumerang: tampoco los ricos y los poderosos están seguros ante ellos” (Beck, 1988 b: 43).

4) Los riesgos se auto-reproducen: un riesgo en un plano o dimensión genera otro riesgo en otro plano o dimensión:

“La producción de riesgos de la modernización sigue el giro del bumerang. La agricultura intensiva industrial subvencionada con millardos hace crecer dramáticamente el contenido de plomo en la leche materna y en los niños no sólo en las ciudades lejanas. También socava de muchas maneras la base natural de la producción agrícola: desciende la fertilidad de los campos, desaparecen animales y plantas necesarios para la vida, crece el peligro de la erosión del suelo” (Beck, 1988 b: 43-44).

5) Los daños ambientales no han sido provocados por la naturaleza, sino por el género humano a través de la ciencia y la tecnología: el uso de éstas, en lugar de salvar a la humanidad, más bien amenazan con extinguirla. Beck formula esto claramente:

“…se trata de un caso en el que la civilización se pone en peligro a sí misma, cosa no imputable a Dios, a los dioses ni a la naturaleza, sino a las decisiones humanas y los efectos industriales, es decir, a la tendencia de la civilización a configurar y controlar todo” (Beck, 1988 a: 65).

6) Se produce una retroalimentación entre daños que engendra una “espiral de la destrucción”:

“Los daños ecológicos (por ejemplo, las inundaciones en Blangladesh) pueden desencadenar movimientos migratorios en masa, que pueden desembocar a su vez en conflictos bélicos. También otros Estados beligerantes amenazados por la derrota podrían recurrir, `en última instancia`, a la destrucción de plantas atómicas y químicas propias y ajenas para amenazar a las regiones fronterizas y a las grandes ciudades con la destrucción atómica” (Beck, 1988 a: 69).

7) Esos riesgos y los miedos que producen, “unifican” a la humanidad, constituyéndose una “sociedad global”. Esta sociedad global se constituye, primero porque los daños ambientales afectan a la totalidad del planeta, y segundo, porque hay una toma de consciencia mundial de que esos daños pueden acabar con el planeta (el miedo al “fin del mundo”) y que hay que hacer algo al respecto.

Se trata de una teoría sociológica que, a diferencia de las anteriores, trata de explicar lo que sucede actualmente en el mundo a partir de lo ecológico o ambiental. Pero lo ecológico no se limita solamente a plantas y animales, reino vegetal y reino animal, sino que incluye hombres y mujeres, y el desplazamiento de ellos y ellas a lo largo y ancho del planeta (migraciones).

2.3. “Sociedad mundial” no significa sociedad integrada

“La sociedad mundial no es, pues, ninguna megasociedad nacional que contenga –y resuelva en sí- todas las sociedades nacionales, sino un horizonte mundial caracterizado por la multiplicidad y la ausencia de integrabilidad, y que sólo se abre cuando se produce y conserva en actividad y comunicación” (Beck, 1988 a: 31).

“En la expresión ´sociedad mundial´, ´mundial´ significa según esto diferencia, pluralidad, y ´sociedad´significa estado de no-integración, de manera tal que … la sociedad mundial se puede comprender como una pluralidad sin unidad”(Beck, 1988 a: 29).


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