BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

DIVERSIDAD CULTURAL Y MIGRACIÓN

Coordinadores: Ricardo Contreras Soto y Carmen Cebada Contreras




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2.3 Aculturación

Por último, se encuentra el tema de la aculturación el cual desde mi perspectiva, es sin duda igual de complejo de abordar, sin embargo tiene la característica de estar enfocado únicamente al componente cultural de la interacción entre grupos de diversos orígenes culturales. En este caso no necesariamente nos enfocamos a hablar de la integración y asimilación en términos de asenso o descenso económico, es decir, de la movilidad de una clase social a otra como se plantea en otros modelos de incorporación. En el caso de la aculturación, podemos hablar de niveles pero que corresponden al mundo de la vida cultural de los migrantes. Por tanto, considero que el concepto de aculturación se distingue de los conceptos de asimilación e integración, en los cuales se presenta de manera ambigua ¿de qué tipo de integración-asimilación estamos hablando? Sartori, nos brinda una definición sobre esto que trato de explicar:

“Es el aspecto específicamente cultural de una asimilación, y por tanto afecta sobre todo a los valores y al lenguaje y de los que entran a una cultura distinta. Se debe distinguir entre aculturación a) lingüística, b) de los valores religiosos, c) de los valores domésticos y d) de los valores políticos” (Sartori, 2008:165).

Haciendo un intento de síntesis sobre lo que cada concepto plantea, realizó el siguiente cuadro:

En términos generales puedo decir que las tres posturas sobre incorporación (ó interacción) entre grupos culturales expuestas, pueden coincidir en una idea global: existe una necesidad por universalizar a aquello que es “diferente” ó que es externo , es decir, incorporar aquello que es “extraño” a la identidad cultural (ó cultura imaginada) de una nación. Aquí la pregunta es: ¿todas las culturas se integran igual? ¿Todas las culturas tienen la necesidad de integrarse? ¿Está dentro de su proyecto migratorio formar parte de la llamada identidad nacional de la sociedad receptora?

Una segunda generalidad, es la importancia de considerar niveles de incorporación para cada modelo, y en éste sentido los conceptos de asimilación e integración pueden coincidir en su carácter ambiguo, pues ambos pueden estar refiriéndose a un tipo de incorporación de tipo socioeconómico e incluso sociocultural, lo cual encierra campos de comprensión diferenciados. Sin embargo, es importante aclarar que cada perspectiva teórica se inclina a un campo ó a otro de acuerdo a su interés. Portes por ejemplo, hace un análisis básicamente económico y no es sino hasta su propuesta se asimilación segmentada cuando considera aspectos más culturales, sin embargo, dirigiendo su análisis hacia la perspectiva de asimilación económica. Fuera de esta diferencia, los tres conceptos pueden ser abordados, por estrategia metodológica desde niveles de análisis lo cual implica, tomar en cuenta la consideración de que, aún cuando hablemos sólo de una asimilación cultural, ésta no se da de manera lineal, sino que, puede ocurrir “desordenadamente” ó diacrónicamente. Así, vale la pena plantearse si ¿todos los inmigrantes se aculturan o asimilan parejo?

Un último aspecto que podría mencionar, (aún cuando existen muchos más), es la diferenciación que podemos hacer en cuanto a las formas de incorporación de un modelo a otro. En mi opinión, el concepto de asimilación y aculturación implican una fusión cultural que puede derivar en tipos como: hibridación, múltiples identidades, sincretismos, etc. Es decir que de alguna manera se busca fundir dos culturas en una que es la que tiene reconocimiento principalmente del Estado-nación. Por otra parte, hablar de integracionismo, no necesariamente implica, una sustitución cultural, sino más bien una forma de crear mecanismos ó estrategias para incorporar a poblaciones extranjeras a la “cultura” nacional. En este sentido coincidimos con Martinello (2006) citado en Cachón (2008:211) cuando menciona que: “Creemos que el concepto (de integración) sigue siendo adecuado para analizar la situación de los inmigrantes de primera (y segunda) generación y de los grupos que todavía no se han familiarizado con la nueva sociedad, y necesitan aprender en muchos sentidos cómo adaptarse”. Además agregaría que, como menciono arriba, al hablar de integracionismo habría que pensar en el nivel macro que puede estar dado por el Estado desde lo que constituye la identidad nacional y lo que en el espacio social de las interacciones cotidianas se pone en marcha a favor de los procesos de integración sociocultural.

Para finalizar este apartado, me restaría mencionar que la frontera entre una y otra postura resultan muy ambiguas y difíciles de observar a simple vista, cada Estado y cada grupo social pone en marcha sus propias estrategias y elige sus propios modelos de incorporación de los migrantes, ciertamente algunas pueden generar reconocimiento, violencia simbólica, segregación y/o exclusión.

3. Continuidad en los debates de incorporación de migrantes.

A pesar de la gran producción bibliográfica que se ha escrito, el tema no se agota y aparecen nuevos esfuerzos por elaborar modelos de análisis que expliquen las formas en cómo los inmigrantes se articulan a las sociedades de recepción y las consecuencias que esto conlleva en el tema de las identidades y las posibilidad de movilidad social de los inmigrantes. Un ejercicio interesante es el que nos muestra Wimmer (2007) sobre la forma en cómo han sido tratado el tema de la asimilación e incorporación de migrantes y la creación de diferentes corrientes teóricas:

Autor Corriente teórica Planteamientos

Herder Paradigma clásico de la asimilación El paradigma clásico de los estudios de asimilación, el cual ha experimentado una extraordinaria revitalización tanto en Estados Unidos como en Europa (Alba and Nee 1997; Esser 2006), asume que los límites (boundaries) de la cultura, identidad y comunidad coinciden en un (unproblematic way) simple camino. Las unidades de análisis son comunidades de inmigrantes originarias de un país en particular los cuales se “abren camino” dentro del mainstream. Al final del proceso, las comunidades son disueltas debido a procesos como matrimonios mixtos y la dispersión espacial, minorías culturales son diluidas por procesos de aculturación, y las identidades étnicas se desdibujan quedando únicamente lo que Herbert Gans famosamente ha llamado: “etnicidad simbólica” (“symbolic ethnicity”) (Gans 1979) (Wimmer, 2007:4).

Portes and Zhou, 1993 Nuevas versiones.

Teoría de la asimilación segmentada La más prominente aproximación neo-asimilacionista es la llamada “segmentada” se refiere a las vías de incorporación que tienen los inmigrantes (proceso confusamente llamado “asimilación). Según Wimmer existen dos nuevos resultados que se añaden a la discusión: Las comunidades étnicas/identidades/culturas pueden persistir sobre el tiempo logrando una movilidad ascendente sin tener que desarrollar vínculos sociales con la cultura oficial (mainstream), sin tener que aculturarse a la cultura oficial, y sin necesariamente, identificarse con la nacionalidad mayoritaria. Además de este modo de enclave étnico de la incorporación de los inmigrantes, hay una "asimilación descendente" donde los inmigrantes desarrollan lazos sociales, se identifican y se aculturan con el segmento negro de la sociedad estadounidense, en lugar de aculturarse con la "corriente blanca" ó cultura oficial. (Wimmer, 2007:5).

John W. Berry 1980. Socio-psicológica invetigación que deriva de la rama antropológica de la escuela de Chicago. Desarrolló una tipología de las estrategias de “aculturación” distinguiendo ente asimilación, integración, separación y marginalización (Berry 1980), (Wimmer, 2007:5).

A pesar del lenguaje individualista que a menudo caracteriza el trabajo en esta tradición, las dimensiones básicas son, sin embargo definidas en términos colectivos y refiere al nivel del proceso del en el que se encuentra el grupo. La tipología está basada sobre la distinción entre cultura y comunidad. La tipología está basada sobre la distinción entre cultura y comunidad) (Wimmer, 2007:5).

Tipología

Asimilación cultural y social produce: asimilación.

Asimilación social combinada con retención cultural (cultural retention) es: integración.

La no asimilación cultural junto con la no asimilación social recibe la etiqueta de: separación. Un tipo de enclave étnico (the ethnic enclave mode).

Mientras que asimilación cultural con no asimilación social es: marginalidad equivalente a “baja asimilación” (“downward assimilation”) (Wimmer, 2007:5).

Diversos autores. Multiculturalismo El multiculturalismo postula que incluso a través de generaciones, tanto sus culturas, identidades y comunidades siguen siendo vitales, viables y visibles, (Wimmer, 2007:6).

Nota: La discusión sobre multiculturalismo se enfoca en la continuidad de la cultura a diferencia de la idea de aculturación ó asimilación. Quizás podría estar más acorde con la idea de integracionismo.

Contraria a la teoría clásica de asimilación, esta concibe la persistencia étnica como altamente deseable y no cree que la fragmentación de la sociedad (compartmentalization of society) dentro de enclaves étnicos represente un obstáculo para la movilidad social de los inmigrantes o de la cohesión social en la sociedad general, (Wimmer, 2007:6).

Si las culturas se “pierden” para asimilarse esto es porque las culturas/comunidades/identidades han sido suprimidas (reprimidas) y no tienen un reconocimiento público otorgado por la comunidad dominante, de lo contrario se habrían mantenido. Así, incluso si tales culturas y comunidades ya no existen, todavía proporcionan el marco en el que varios culturalistas observan el mundo (véase, por ejemplo Modood próxima aparición), (Wimmer, 2007:6).

Palmie 2006, Bhabha 1995, Werbner and Modood 1997. Recientes aproximaciones: Tal es el caso de la reciente ola de investigaciones sobre la criollización (creolization), (Palmie 2006), la hibridación (hybridity) (Bhabha 1995; Werbner and Modood 1997) o las múltiples identidades. Muchas de estas corrientes coinciden con el lenguaje de los estudios culturales, (Wimmer, 2007:7).

(Glick Schiller et al. 1995; Vertovec 1999; Portes 2001 Transnacionalismo El transnacionalismo muestra que algunos grupos, particularmente las comunidades de migrantes, incluso diásporas establecidas por largo tiempo, actualmente viven en varios lugares al mismo tiempo. De tal modo, que parecen atravesar la red de los Estados-nación. Aunque el mundo está claramente demarcado por comunidades de identidad y cultura compartida, ahora se debe incluir algunas comunidades las cuales se extienden a lo largo de los Estados-nación (Wimmer, 2007:7).

Fuente: elaboración propia con información obtenida del documento: Wimmer, Andreas. 2007. “How (not) to think about ethnicity in immigrant societies: A boundary making perspective” en: ESRC Centre on Migration, Policy and Society, Working Paper No. 44, University of Oxford.

Este cuadro nos permite comprender en términos resumidos cómo se ha ido tejiendo la historia sobre el debate de la incorporación de los migrantes. Observamos que la concepción de cultura es un término que se encuentra atrapado entre las distintas perspectivas de análisis. Es interesante destacar que en la concepción de asimilación más clásica se da por hecho una asimilación paulatina por parte de los inmigrantes y se obvian los intersticios culturales. En otras palabras, el concepto de cultura que parece conducir ésta posición deja de lado la noción de subjetividad y los lazos culturales que pueden estar actuando y que aún persisten, incluso en generaciones posteriores. La propuesta de la asimilación segmentada (que vemos en el segundo recuadro) permite deducir que, la incorporación de los inmigrantes puede tomar caminos diversificados e incluso, me parece una propuesta interesante al considerar que habrá segmentos de la población que en vez de pretender “asimilarse” a la comunidad cultural dominante, optan por asimilarse a otra comunidad considerada también como minoría étnica, tal es el ejemplo que Wimmes menciona en su descripción sobre la comunidad afroamericana. Un aspecto relevante, es la precisión que el mismo autor hace cuando menciona el planteamiento de “asimilación segmentada” en donde subraya la ambigüedad del concepto asimilación en sí mismo, y nos presenta la posibilidad de utilizar el concepto de incorporación, el cual alude a un proceso más flexible de interacción cultural, en el cual no hay “pérdidas o ganancias” culturales sino más aún, podemos hablar de estrategias de incorporación de los migrantes, quienes de hecho, están permeadas de los recursos culturales de cada grupo. Considero entonces que al utilizar dicho concepto, la noción de identidad/cultura/etnicidad se vuelve más dúctil en el momento de hacer análisis sobre la incorporación de migrantes de segunda generación a contextos de migración.

Ahora bien, de la mima manera en cómo lo habían expuesto Sartori y Tourainen, Wimmer nos presenta la propuesta de John W. Berry realizada en 1980 en la cual muestra una serie de tipos a partir de los cuales se pretende analizar el grado de asimilación e integración de los “extranjeros” a la sociedad receptora. Así vemos que en un grupo podría darse la asimilación cultural en conjunto con la social (qué básicamente refiere a la movilidad de clase social) y con ello lograr la asimilación completa. Por otra parte, puede considerarse la asimilación de tipo social pero la cultural quedar restringida, en este caso estaríamos hablando de la posibilidad de una integración. Un caso extremo puede suceder cuando no existe ni asimilación cultural y tampoco asimilación social pues entonces, según los términos de John W. Berry, se habla de una separación ó probablemente segregación del grupo del resto de la sociedad. Y por último, nos dice que la asimilación cultural con la no asimilación social produce marginalidad. Si bien esta tipología permite observar que no existe caminos lineales para el análisis de la integración-asimilación de los migrantes, cierto es que presenta algunos problemas que detectamos y podríamos resumir en dos aspectos. El primero tiene que ver con el peligro de separar en el análisis el campo de lo cultural con el campo de lo económico, Touraine lo hace notar en su propuesta donde menciona que mientras se consideren estos campos separados el hablar de la integración de los migrantes resultará poco productivo. En la misma línea Wieviorka señala que las demandas sociales de los grupos minoritarios no están separadas de sus demandas culturales. Esta característica es la base de lo que nos referimos como el multiculturalismo integrado (1998:886). Así, podemos pensar en las siguientes preguntas: ¿cómo separar las prácticas de la vida cotidiana, convivencia familiar, laboral, religiosa, de las prácticas laborales, económicas? ¿Ascendencia económico-social implica abandono de la cultura propia? Estas preguntas me llevan a plantearme el segundo aspecto, que recae nuevamente, en la conceptualización sobre cultura que ha operado al realizar análisis desde la perspectiva de asimilación (este punto ya ha sido discutido líneas arriba). Aquí me parece importante anotar que es de gran relevancia los aportes que se han hecho desde la corriente teórica de los estudios culturales los cuales partiendo de una perspectiva crítica a las formas estáticas de concebir la cultura, han intentado dar explicación a lo que sucede en el momento de la interacción de diversos grupos socioculturles instalados en un mismo espacio, de ahí que surjan modelos teóricos como el de la hibridación (hybridity) (Bhabha 1995; Werbner and Modood 1997) (Citados en Wimmer, 2007:7) o el planteamiento de las múltiples identidades como una formas de concebir a la cultura desde la construcción de subjetividades y la posibilidad de crear identidades étnico-culturales simultáneas y con fronteras poco delimitadas, el caso de los jóvenes negros en barrios de Londres ha sido analizado por Black (1996:4) donde una de sus reflexiones finales es la presencia de las múltiples identidades constituidas dentro de los barrios de inmigrantes.

Por otra parte, tal como Wimmer nos muestra, en el planteamiento multiculturalista, pareciera que existe esta flexibilidad a la que refiere el término de incorporación (arriba explicado), cuando menciona que ésta postura teórica considera que existe una persistencia cultural a través de las generaciones la cual incluso está revitalizada. En otras palabras, su punto de discusión se centra en la importancia de la continuidad de la cultura propia y el valor de su reconocimiento dentro de la sociedad general. Llegado a este punto, me parece adecuado mencionar que el desarrollo del multiculturalismo no ha sido necesariamente uniforme, es decir, no existe precisamente un consenso sobre la viabilidad de la propuesta para incorporar a los migrantes. En lo que sigue haré un breve esbozo sobre lo que algunos autores han planteado sobre dicha propuesta.


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