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SEXUALIDAD Y PODER. TENSIONES Y TENTACIONES DESDE DIFERENTES TIEMPOS Y PERSPECTIVAS HISTÓRICAS

Ángel Christian Luna Alfaro y José Luís Montero Badillo (Editores)




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Tentación y poder en un sistema religioso New Age

José Luis Montero Badillo1

Introducción

La aparición del movimiento de la Nueva Era2 como fenómeno sociocultural, por más que sus adeptos insistan en hundir sus raíces en un pasado muy lejano como por ejemplo el de considerar a Hermes Trimegisto partícipe de la New Age o decirse descendientes de los esenios o incluso hacerse pasar como herederos por consanguinidad de Jacques de Molay, el último maestre de los Caballeros Templarios, se ubica entre los años 40’s y 50’s del siglo XX. Para ese tiempo podemos encontrar los primeros documentos en los que se hace uso del término “New Age”.

Como objeto de estudio para las ciencias sociales, se trata de un tema relativamente reciente. Las primeras investigaciones datan de la década de los 80’s, también del siglo XX, por supuesto, y al parecer esas investigaciones abordan el objeto de estudio desde un panorama general. Es decir, en esas investigaciones no se menciona a un grupo específico de estudio, sino que se aborda el tema de la New Age y sus características como si se tratase de un fenómeno monolítico cuyas características fuesen iguales en todo contexto.

1 Mtro. en Historia y Etnohistoria. Investigador de temas relacionados con sistemas religiosos de corte New Age. Actualmente labora en la Secretaría de Educación Pública como Apoyo Técnico Pedagógico en Educación Básica. E-mail: josemonterobad@hotmail.com

2 Hago uso de los términos “Nueva Era” y “New Age” de manera indistinta, para referirme a este conjunto de prácticas y creencias. Del mismo modo, hago uso de los términos “novoerista” y “newager” aludiendo a sus seguidores o a algo relacionado con ellos.

En el presente documento, que forma parte de una investigación etnohistórica de mayor extensión, se pretende responder a la siguiente pregunta: ¿qué tipo de relaciones de poder se establecen entre los miembros de un sistema religioso novoerista y de qué manera estas relaciones influencian su forma de concebir y de vivir su sexualidad? Para tal propósito, se hace uso de herramientas propias de varias disciplinas como la antropología, la etnohistoria, la sociología y la psicología. Se pretende una brevísima revisión de uno de los textos del fundador de la Gran Fraternidad Universal (GFU), Serge Raynaud de la Ferrière, organización de la cual el sistema religioso objeto de estudio es una rama disidente; asimismo, se realizará una sencilla comparación entre la forma de vivir del fundador y la de los líderes actuales del sistema religioso en cuestión; además se abordarán algunos casos específicos en los que se evidencian las formas de poder y las maneras de vivir la sexualidad dentro de esta agrupación novoerista.

Antecedentes y conceptualización

El objeto de estudio lo conforma una institución educativa, la Universidad Albert Einstein (UAE), situada en Santa Ana Jilotzingo, un pequeño poblado del Estado de México. Esta universidad abrió sus puertas hacia 1997, ofreciendo de inicio dos maestrías: una en Educación para la Paz y otra en Salud Holística, también llamada maestría en Terapias Alternativas, además de cursos y diplomados. Posteriormente, para el 2002, se abrieron las licenciaturas en Pedagogía, Administración de Empresas y Desarrollo Humano. Actualmente se ofertan, además de las ya mencionadas, una ingeniería en Tecnologías de la Información, una maestría en Ciencias Físicas de Altas Energías y se suprimió la maestría en Salud Holística debido a que no les fue posible obtener el reconocimiento de validez oficial de la SEP, a diferencia del resto de los programas de estudio.

La Universidad Albert Einstein es una de las empresas que forman parte de una organización denominada The Global Foundation. Las demás empresas son una constructora de nombre Solarium, una cadena de restaurantes y tiendas naturistas llamadas Trigo Limpio, una cadena de Institutos de Desarrollo Humano en donde se practican disciplinas orientales como yoga, taichi, kung-fu, entre otras, y una institución llamada Consejo Cultural Mundial supuestamente dedicada al fomento y a la divulgación de la ciencia.

Por las características de este movimiento -mitos, creencias, ritos y símbolos-, podemos afirmar que se trata de una agrupación de corte New Age. A este respecto, me parece prudente hacer una aclaración: la Nueva Era como movimiento sin estructura general sino más bien organizado -sin estarlo realmente- de manera celular; sin líder único sino dispersos grupos autogestivos, dirigidos cada uno de ellos por su propio “avatar”, “mesías”, “maestre”, “gurú” o como se autodenomine; sin sede ni lugar sagrado único, sino más bien adoptando la zona arqueológica o natural a falta de la primera, más cercana al lugar en donde se instalen, a la cual le puedan (y suelen hacerlo) asignar un valor simbólico; sin normas que se puedan aplicar a todos los grupos novoeristas, sino que adaptando sus flexibles y versátiles credos al marco de creencias de la cultura en la que se sitúen; y todo lo anterior sólo conectado entre sí a través de redes que algunos llaman “circuito alternativo”3 o “workshops”4, que hacen referencia a un considerable número de personas que en algún momento de sus vidas tuvieron cierto tipo de contacto con la Nueva Era, a veces sin notarlo, y que después se vuelven consumidoras asiduas de todo aquello que tenga un tinte New Age. En pocas palabras, la Nueva Era implica muchas cosas: música, ropa, cine, religión, alimentos, ejercicio, moda, estilo de vida, salud, hábitos, etcétera.

3 María Julia Carozzi, Nueva Era y Terapias Alternativas, Ediciones de la Universidad Católica Argentina, Buenos Aires, 2000.

4 Wouter J. Hanegraaff, New Age Religion and Western Culture, Brill Editions, Netherlands, 1996.

La aclaración consiste en que las conclusiones, las dudas, las cuestiones y las deducciones planteadas y por plantear a partir del estudio de este grupo específico, no incluyen a todo el abanico de la Nueva Era. Ni siquiera a los grupos de corte espiritual porque me parece que, debido a las características ya mencionadas, cada uno de ellos tiene sus propias normas, sus objetivos y sus fines particulares. Estudiar un grupo New Age no significa conocerlos a todos porque los grupos novoeristas se parecen más al contexto en el que se insertan que entre sí mismos y porque usualmente no coinciden en cuanto a sus ritos, mitos y símbolos, sino que adoptan prácticas culturales de cada contexto.

Sin embargo, me parece que hay una creencia que sí les es común a todos estos grupos. Se trata precisamente de aquello que les da nombre: la Nueva Era.

Si bien la traducción literal del inglés New Age al castellano es “nueva edad”, haciendo alusión a la supuesta “Edad de Oro” que está por comenzar, según algunos, o que ya comenzó, según otros autores, es muy raro encontrarla con este nombre. Lo común es Nueva Era. El fundador del sistema de creencias en las cuales se basa el grupo objeto de estudio, que no fundador de la Nueva Era, persona de nombre Serge Raynaud de la Ferrière, describe de la siguiente manera, en su obra Los Grandes Mensajes, el mito astrológico de origen al que este grupo objeto de estudio se adscribe:

Astronómicamente, según la precesión de los equinoccios, el Sol, recorriendo un grado cada 72 años, entra a 0 grados del signo del Aquarius el 21 de Marzo de 1948. Estos cambios se producen cada vez que el Sol, en el Equinoccio de Primavera, cambia de signo zodiacal [...] se trata más bien de un movimiento aparente, producido en realidad por el movimiento del eje terrestre que traza una lenta elipse a través del cielo, en más o menos 26.000 años... [en] cada movimiento del signo Zodiacal se cumplen transformaciones de la forma religiosa tradicional, y la nueva religión es entonces simbolizada por el nuevo signo. [...] Tenemos la época del Taurus que marcó el período que duró desde 4.320 a 2.160 años antes de Jesucristo. [...] El sol salió de esa parte terrestre para entrar al equinoccio de primavera 2.160 años antes de J.C., en el signo siguiente: el de Aries. [...] En el momento en que el sol entraba el 21 de marzo del año 1 de la era Cristiana en el signo Zodiacal de los Peces, la Religión debía transformarse profundamente una vez más5.

5 Serge Raynaud de la Ferrière, Los Grandes Mensajes, Ediciones de la Gran Fraternidad Universal, Venezuela, 1993, p. 57.

Es necesario aclarar que al parecer lo que Raynaud plantea es su interpretación astrológica porque en 1929, la Unión Astronómica Internacional estableció los bordes de las fronteras entre las constelaciones de Piscis y de Acuario alrededor del siglo XXVII. Para otros creyentes de la Nueva Era y especialistas en astrología como Elsa Glover y Max Heindel, ambos Rosacruces, las fechas más probables para entrar en la Era de Acuario pueden situarse cerca del año 2638. El fundador de la Hermandad Blanca, P. Danov, proclamó en 1914 el inicio de la Era de Acuario, aunque calculó que sería hacia 2160 cuando, de manera definitiva, el Sol entraría en la constelación de Acuario. Pero Raynaud agrega que sabemos que una Era puede manifestarse mucho antes, como el verano puede adelantarse al 21 de Junio. Pasa lo mismo con el clima equinoccial, del cual el ciclo del Aquarius ofrece ya sus características en nuestra época6.

Este texto fue escrito en 1947, a lo que cabe agregar que en ese mismo año fundó la Gran Fraternidad Universal. Es decir, una interpretación de fechas bastante adecuada para sus fines. Esto significa que para algunos creyentes novoeristas la Era de Acuario ya comenzó y para otros está por comenzar. La diferencia de casi 700 años entre lo que dicen unos y otros no es más que una nimiedad. Y por supuesto, casualmente los cálculos que cada uno de ellos hace, se ajusta a sus conveniencias.

Volviendo al asunto de la aclaración con respecto a los mitos, las creencias, los ritos y los símbolos de los diferentes grupos novoeristas, la consecuencia obvia es que resultaría contradictorio definir qué es la New Age, salvo que se trata de un movimiento que implica demasiadas cosas y que tiene como creencia el arribo de una nueva era que traerá consigo cambios: la Era de Acuario.

6 Ibídem.

Las demás características que cada grupo pueda presentar serán, muy probablemente, singularidades. Quizá alguna de éstas se parezca o incluso sea la misma a la de otro grupo, pero no necesariamente se trata de una generalidad que pueda atribuírsele a todo el movimiento.

La estructura jerárquica del sistema religioso New Age

El sistema religioso novoerista objeto de estudio tiene una estructura jerárquica que está determinada, esencialmente, por lo que ellos llaman “grados iniciáticos”.

Se trata de una organización jerárquica similar a la militar o a la católica romana en la que encontramos una base numerosa de personas que obedecen y conforme ascendemos en la estructura, nos encontramos cada vez con menos personas que mandan. Es decir, una estructura piramidal. Sin embargo, en el caso de sistema religioso New Age, aunque sí piramidal, se acerca a una estructura en forma de “T” invertida porque cuenta con mucha base, muy pocos grados superiores y un solo líder.

Existen 7 niveles, forma de organización que adoptan o heredan de la GFU, pero con algunas variantes. El nivel de los que recién se integran a las filas de este sistema se llama “novicio” y se refiere a las personas que no han profesado todavía. En el sistema religioso hacen un juego de palabras: les llaman “novicios” para referirse a la etapa de los no-vicios, es decir, el nivel en el que se encontrarán mientras superan los vicios que poseen. Vicios tales como tomar café y cualquier tipo de bebida alcohólica, consumir medicina alopática, fumar, comer carne, bañarse con agua caliente, tener apego al mundo material, no controlar las emociones y otras cosas más. En otras palabras, la etapa de novicio es la etapa de purificación.

Al segundo nivel le llaman “yami”. El tercero es el “pre-gegnial” y el cuarto de los niveles es el “medio gegnial”. Estos primeros cuatro niveles son los que ellos determinan como “pre-iniciáticos”, haciendo referencia a que aún no han sido iniciados en el conjunto de conocimientos que ellos consideran “secretos”, mismos que los hacen poseedores de un nivel de desarrollo humano superior.

Los siguientes tres niveles son los iniciáticos y son ocupados por una minoría del grupo. El quinto nivel lo llaman “gegnial”. El sexto es “pregetul” y el séptimo es el “getul de cámara”. Este último nivel sólo lo ocupa el líder del grupo, Rafael Estrada, que también se hace llamar “El cordero de Dios”. El sexto nivel lo ocupan no más de cinco personas que son quienes encabezan las diferentes ramas de la organización. Está el Dr. Esteban Meszaros Wild, de origen sudamericano, que recientemente fue nombrado presidente del Consejo Cultural Mundial. El Dr. Álvaro Guerra López, primer vice-rector de la Universidad Albert Einstein. El Arq. José Luis Vázquez que es quien está al frente de la empresa constructora, se encarga de algunos Institutos de Desarrollo Humano como el que se encuentra en la calle de Juristas, en Ciudad Satélite y el de la calle de Medellín, en la Colonia Roma, además de ser el encargado de una buena parte de las finanzas de la organización y es el especialista en astrología. También hay al menos una persona encargada de las sucursales en Sudamérica, pero probablemente sean dos porque esta organización ha crecido de manera impresionante en el cono sur, especialmente en Chile.

Las personas que ocupan los niveles iniciáticos, pero específicamente los de los niveles sexto y séptimo, son a quienes podríamos llamar los líderes del grupo. Todos ellos, incluyendo al arquitecto, tienen una formación académica supuestamente especializada en psicología y se hacen llamar doctores.

Una de las consecuencias obvias que de esto se deduce es que al existir entre los niveles espirituales una fase exclusiva para superar el grado de contaminación que una persona posee por el simple contacto con la sociedad y por no tener los conocimientos que supuestamente ellos sí tienen, implica que los integrantes del sistema religioso se supongan en un estado superior con respecto a las demás personas que no pertenecen a la agrupación. Es decir, estamos haciendo referencia a un grupo de personas que se consideran a sí mismos elegidos, superiores, y por lo tanto entre sus prácticas está la endogamia.

Cuando una persona se integra a las filas de este sistema religioso, se encuentra en la etapa de novicio y tiene pareja sentimental fuera de la organización, se le insta a que invite a esa persona para que también se integre al sistema. Las invitaciones deben ser, como máximo, tres. Si esa persona se integra, cosa que suele no suceder, entonces todo irá bien. Si acaso llegara a pasar que a la tercera invitación esa persona no acepte, entonces se debe entender que no está lista para formar parte del grupo de los elegidos y se le comenta a la persona que lo invitó, al novicio, que sería mejor separarse de esa otra persona porque de lo contrario sería como un ancla que no le permitiría elevarse al nivel espiritual deseado. Lo usual es la separación. Dentro del grupo hallará muchas parejas. Si acaso alguien del sistema se relaciona con cualquier otra persona que no forme parte de la agrupación, de antemano se entiende que no es una relación que se esté tomando en serio. Una relación estable sólo podría tenerla con otro miembro del mismo sistema religioso.

Un integrante del sistema religioso puede relacionarse con alguien que no sea del grupo por voluntad propia, pero se entenderá que no se trata de algo serio. O también puede intentar relacionarse con alguien que no sea del grupo por encargo, como estrategia para captar adeptos o con la finalidad de esperar algún tipo de favor a cambio.

Como ejemplo del acercamiento para la captación de adeptos, tenemos es el caso de Lázaro. Se trata de un alumno de la universidad como cualquier otro, ni más ni menos. Hacia mediados del mes de julio del 2007, falleció su madre. Entonces sucedió que algunos profesores y personal de la administración de la universidad, todos ellos integrantes del sistema religioso, se le acercaron, cada uno por su lado, para darle el pésame. A Lázaro la situación le parecía poco común porque con algunas de esas personas nunca había tenido contacto. Si acaso los saludaba, pero no más. Y además sucedió que Azucena, integrante del sistema religioso y supuesta contadora de la universidad, comenzó a acercarse a él de una manera sugerente. Primero le hizo una invitación a tomar un café, misma que Lázaro elegantemente rechazó. Luego le hizo una invitación a una convivencia que iba a haber con profesores y otras personas, que también rechazó Lázaro con el pretexto de que tenía otro compromiso. Y hubo una tercera invitación más por parte de Azucena, esta vez al cine, que también fue rechazada.

Anterior a esto, Lázaro recuerda que cuando iba a hacer sus pagos de colegiatura con la contadora, todas las veces ella le preguntó su nombre. Es decir, parecía que antes del fallecimiento de su madre, Lázaro pasaba inadvertido para esta persona. Y casualmente, de un día para otro, no sólo ella conocía su nombre, sino también otros profesores con los que no había trabajado y personas de la administración con quienes no había tenido más contacto que el que sucedía cuando iba a realizar algún trámite administrativo.

Y para ejemplificar la relación de un miembro del sistema con la finalidad de obtener un favor a cambio con alguien que no pertenece al mismo sistema, está el caso de Mayela. Se trata de una mujer entre 20 y 25 años de edad, proveniente del norte de México, que llegó a trabajar a la cafetería de la universidad y que después fue promovida a otros cargos como el de encargada de la organización del transporte escolar y otras labores administrativas. Sucede que cuando recién abrió sus puertas la universidad, los habitantes del pueblo de Santa Ana Jilotzingo mostraron cierto rechazo y con frecuencia les cortaban el agua y la luz. Entonces los de la universidad (y del sistema religioso a la vez) tuvieron que hacer negociaciones con los presidentes municipales en turno, tales como becar a los jóvenes oriundos del municipio o hacer donaciones materiales para el mejoramiento de la comunidad. En el período de 2003 a 2006, que fue muy favorable para la universidad porque incluso les prestaban el salón de eventos de la presidencia municipal, la negociación consistió en lo siguiente: cuando los administrativos de la universidad fueron a presentarse con el nuevo presidente municipal, también los acompañó Mayela. Su tarea consistió en acercarse sugerentemente al presidente municipal y fue tal su éxito que terminó viviendo con él. De esta manera se obtuvieron beneficios para la universidad y Mayela consiguió casa en una zona cercana al centro del pueblo.

Economizando palabras, la relación sentimental de los miembros del sistema religioso con personas que no son de la agrupación 1) es por juego o, 2) es por encargo: para la captación de algún adepto en potencia o para la obtención de algún tipo de beneficio

Las relaciones de poder

En este sistema religioso se articulan dos estructuras jerárquicas. La primera de ellas es la antes descripta que está determinada por los niveles espirituales que ellos mismos manejan. Y la otra es la que podríamos denominar “jerarquía laboral”, que se refiere al cargo que las personas ocupan en las instituciones de la organización. No es que estas estructuras se empalmen porque realmente la estructura espiritual determina el puesto laboral que una persona puede ocupar dentro de la organización. Es decir, alguien que se encuentra en el nivel de novicio o de yami definitivamente no puede ocupar la coordinación de un Instituto de Desarrollo Humano o la dirección de la universidad, ni siquiera si esta persona tuviera el perfil idóneo para tal cargo. Las direcciones de los Institutos de Desarrollo Humano, de las tiendas naturistas y de la misma universidad sólo la ocupan personas que en la jerarquía espiritual se les considera “iniciados”, es decir, del nivel 5° en adelante.

En la Universidad Albert Einstein, el puesto más alto en la estructura laboral es el de vice-rector. La primera persona que ocupó el cargo de 1997 a 2005, fue Álvaro Guerra, que en la jerarquía espiritual se encuentra en el nivel 6° denominado pregetul. La segunda persona que ocupó el cargo fue Mauricio López, de 2005 a 2006. Ambas personas se hacen llamar “doctores”. Con respecto al primero de ellos, no ha sido posible corroborar la información debido a que es de origen chileno y la distancia no facilita las pesquisas. En el caso del segundo, Mauricio López, él estudió la carrera de Médico Cirujano en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y posteriormente curso una maestría también en medicina, según lo comenta él mismo.

Sin embargo, el alumnado entiende lo de “doctor” Mauricio, que es como suelen llamarle y como él mismo firma en toda la documentación oficial de la universidad, como doctorado. De la misma manera sucede con varias personas más que son, a la vez, miembros del sistema religioso y empleados de la universidad. Tal es el caso del Jefe de Control Escolar que se hace llamar “ingeniero” y también firma así la documentación, pero que en conversación personal me comentó que comenzó la carrera de Ingeniería Químico en la Universidad Autónoma de Chihuahua, pero que no la terminó y que hasta la fecha adeuda los dos últimos semestres de la misma. La situación es parecida con el doctor Paco, que cursó estudios de Médico Veterinario Zootecnista en Oaxaca. Y también sucede que el alumnado lo ubica como “doctor” en el sentido de doctorado. Y algo similar sucede con la persona que ocupó el cargo de Coordinadora de la Licenciatura en Administración de Empresas del 2006 al 2008, una mujer a la que le facilitaron el título de Licenciada siendo que un mes antes de ocupar el puesto había obtenido el certificado de nivel bachillerato.

También sucede con mucha frecuencia que la misma universidad, a través de los programas de estudio que ofrece, legitima los grados académicos de algunos miembros del sistema religioso. Por ejemplo, la persona que desde el año 2006 ocupa el puesto de Directora de la universidad, Gabriela Escales, es egresada de la Licenciatura en Desarrollo Humano. Supuestamente, aunque la universidad abrió sus puertas en el año de 1997 y el reconocimiento de validez oficial de la SEP lo obtuvieron entre el año 2002 y 2004, hubo un grupo que ellos llaman “piloto” que cursó estos estudios entre 1996 y 2000, en las instalaciones que la organización tiene en la ciudad de Monterrey. Cabe mencionar que las personas que supuestamente integraron ese “grupo piloto” eran, todas ellas, integrantes del sistema religioso.

En el caso de Gabriela Escales, la directora de la universidad desde el 2006, es interesante también el nombre del cargo. Los anteriores eran “vice-rectores” y ella sólo es “directora”. Supuestamente se debe a que Gabriela Escales no está de manera definitiva en el puesto, sino que es sólo un cargo provisional.

Según los preceptos de la Nueva Era, ésta es una era femenina, una era de paz, de luz y regida por Venus, a diferencia de la anterior que se trataba de una era masculina, bélica, oscura. Lo interesante en este caso es el valor que le dan a la mujer, es decir, ni siquiera le otorgan el cargo de vice-rectora, sino de directora y además provisional. A esto habría que agregar algunos detalles más como el hecho de que hasta hace apenas uno o dos años a las mujeres del sistema religioso no les era permitido usar falda, según una informante ex miembro del grupo.

También está la situación planteada Serge Raynaud de la Ferrière que se practica en la agrupación y además se refleja en la apariencia de muchos de los gurúes de la GFU. Se trata del cabello y el vello corporal. Según Raynaud, la energía de los seres humanos se refleja en la cantidad de vello que su cuerpo produce, es decir, si una persona es de abundante barba, entonces significará que tiene mucha energía. Energía en todos los sentidos: en lo físico, en lo sexual, en lo intelectual, en lo espiritual. En cambio, si se trata de una persona lampiña, significará que no es mucha la energía que fluye por su cuerpo. De ahí que los gurúes anden, generalmente, con el cabello y la barba larga porque rasurarse implicaría cortar esa energía que emanan. El problema es con las mujeres, que en general tienen las de perder. Y esto se ve reflejado en la estructura jerárquica del sistema religioso en donde no se ve a hombres sin barba en los niveles que ellos llaman iniciáticos; y en los dos niveles más altos donde solamente hay hombres, todos ellos usan cabello y barba larga, incluyendo al líder del grupo. La mujer de más alta jerarquía en el sistema religioso es, precisamente, la directora de la universidad. Ella ocupa el nivel 5° llamado gegnial. El resto de las mujeres y los lampiños se encuentran del 4° nivel para abajo, es decir, en los niveles pre- iniciáticos.

Con respecto a la denominación y al cargo de vice-rector, que es el puesto más alto dentro de la universidad, se debe a que dicen que el primer rector fue Glenn Seaborg y después de él no ha habido nadie que pueda “llenar el puesto” y por lo tanto sólo hay vice-rectores.

Seaborg fue Premio Nobel de Química en 1951 por sus descubrimientos en la química de los elementos transuránicos, pionero en la química nuclear y descubridor de nueve elementos de la Tabla Periódica, con una trayectoria impresionante en el ámbito de la investigación, la docencia y la política. Cuentan que para cuando se pensó en la construcción de la universidad, que en un principio tuvo el nombre de Instituto Internacional de Ciencias Albert Einstein, alguien fue a visitarlo y a invitarlo a que participara en el proyecto. Dicen que aceptó el cargo de rector.

El asunto es que Glenn Seaborg nació en 1912. Para 1997 que se abrió la institución, él contaba con 87 años de edad y en ese mismo año falleció. Supongamos que el líder del sistema religioso es un hombre con mucha visión, lo cual no es difícil de creer, y pensó en abrir una universidad 5 años antes de que esto sucediera, es decir, imaginemos que Rafael Estrada comenzó a pensar en una universidad hacia 1992. Entonces pensó también en que alguien ilustre, con reconocido y probado renombre como Glenn Seaborg, podría ocupar el puesto de rector, quien entre otros cargos fue profesor y luego de director del Departamento de Química Nuclear en la Universidad de Berkeley. Posteriormente fue Canciller de la misma universidad, además de director de la Comisión de Energía Atómica de Estados Unidos, consejero científico sobre energía nuclear de diez presidentes norteamericanos, desde Harry S. Truman hasta Bill Clinton y en cuyo honor la Unión Internacional de Química Pura y Aplicada decidió que el elemento químico de número atómico 106 llevaría el nombre de seaborgio. Del ámbito académico se jubiló en 1973, pero en lo político continuó hasta su muerte que aconteció mientras era asesor del presidente Bill Clinton.

Entonces, si creemos en Rafael Estrada y el discurso que se maneja en la universidad, Glenn Seaborg aceptó a la edad de 82 años aproximadamente, 5 años antes de que se abriera la universidad, ser rector de una institución educativa que todavía no existía, que se instalaría en un lejano poblado que no conocía y del que posiblemente nunca había oído hablar, ubicado en un país que, según los registros, nunca visitó ni siquiera para vacacionar, después de jubilarse como canciller de Berkeley y aún siendo asesor de Clinton.

Hipótesis sobre sexualidad y poder en la New Age y estudios de caso

En didáctica de la educación, un modelo que sirve para exponer un tema frente a grupo es el llamado “convergente-divergente”. Consiste en comenzar con un punto de convergencia que podría ser una pregunta, por ejemplo. Posteriormente viene el momento divergente en el que se buscan diferentes respuestas a esa pregunta desde varias perspectivas. Después se busca otro momento convergente en el que se aterrizan las probables respuestas para concluir o quizá para plantear nuevas preguntas y el proceso puede prolongarse tanto como se quiera.

El presente documento comenzó con una pregunta que podríamos ubicar como el primer momento convergente. Después se plantearon algunos aspectos descriptivos entre conceptos, antecedentes, formas de organización y relaciones de poder. Ahora, con la intención de buscar un segundo momento convergente, con base en los datos hasta aquí expuestos, considero que es posible plantear un primer acercamiento hipotético deductivo. Se trata de aproximarse a las concepciones subyacentes de sexualidad y poder que mueven a las personas de este sistema religioso. Es decir, por un lado la estructura jerárquica de esta organización hace que el poder fluya descendentemente y que en sus niveles circulen los individuos que están siempre en situaciones de ejercitar o de padecer ese poder. Y por otro lado está la manera en que ese poder se pone en ejercicio para satisfacer necesidades de carácter sexual. Porque si bien el líder del grupo tiene el poder de solicitar favores sexuales a cambio de un momento de “iluminación” y de su semen “divino”, no es el único que hace uso de ese derecho que les da el grado jerárquico.

Tal es el caso de uno de los profesores de Desarrollo Humano, Héctor Manuel Vázquez, por supuesto también integrante del sistema religioso, que se ubica en el nivel 4 llamado medio-gegnial de la jerarquía, del que al menos tres informantes, todas ellas del sexo femenino y alumnas del profesor Héctor Manuel en algún momento dado, me han hecho saber en entrevistas formales que en al menos una ocasión, a veces más, llegaron a ser acosadas por él y condicionadas en sus calificaciones a cambio de favores sexuales. Una de ellas cuenta que en una ocasión el profesor le pidió de favor que la acompañara a su domicilio, lugar situado a poca distancia del plantel universitario, porque tenía que recoger unos libros. Según la informante, inocentemente aceptó. Y todo iba muy bien, hasta el momento en que, ya estando en el domicilio del profesor, éste se desnudó delante de ella con el pretexto de que tenía que mudar de ropa porque iba a hacer ejercicios en una de las clases que le faltaba impartir en la universidad. Sin embargo, la situación no pasó a mayores. La alumna considera que el profesor pensaba que ella se abalanzaría a él al verlo adánicamente ataviado, pero como no sucedió así, simplemente terminó de mudarse de ropa, recogió algunos libros y se regresaron al plantel. Al momento de narrarme los acontecimientos, la informante recuerda jocosamente una imagen: al profesor Héctor Manuel luciendo tanga amarilla.

Él ingresó al sistema religioso a la edad de 16 años. Es oriundo de Guadalajara, estudió la licenciatura en Desarrollo Humano en el supuesto grupo piloto. Después cursó la maestría en Educación para la Paz y al egresar ocupó el cargo de coordinador de ese mismo posgrado. Es joven, no más de 35 años y aunque está casado7 con una mujer empleada de la universidad, también integrante del sistema religioso, eso no es impedimento para que Héctor Manuel se dedique permanentemente a seducir a las alumnas haciendo uso del papel de profesor y más aún de esa materia, la de Desarrollo Humano, a cuyos profesores los alumnos consideran algo cercano a guías o consejeros espirituales.

7 Al decir “casado” me refiero a un matrimonio simbólico que ellos mismo realizan al que llaman “Ceremonia de Luz”, un ritual presidido por la persona de más alto rango en ese momento.

Aunque el alumnado ignore el grado jerárquico que un profesor ocupe dentro del sistema religioso debido a que las actividades del mismo sistema no se hacen abiertamente, sí son capaces de notar quiénes ostentan mayor o menor poder a través de detalles tales como la cercanía con la dirección de la universidad, la capacidad de modificar horarios a su conveniencia, de hacer uso de las instalaciones y del equipo e incluso de la actitud que asumen al sentirse jerárquicamente superiores, además, claro, del cargo que ocupan como en el caso del profesor antes mencionado.

Pero hay también casos en los que las personas no ocupan cargo alguno, al menos no dentro de la universidad, como por ejemplo Rafael Estrada, el líder del sistema, y sin embargo es claramente evidente para el alumnado que el ciudadano está muy por encima de cualquiera de las personas que están trabajando en el plantel escolar. Se hace notorio cuando eventualmente realiza alguna visita en horas de clase y los profesores, los administrativos e incluso el vice-rector o la directora hacen las veces de alfombra para que el Cordero de Dios no se ensucie al pisar. El personal de la universidad toma una actitud servil cuando el líder realiza alguna visita. La actitud no es tan diferente cuando se presenta alguno de los que ocupan el nivel 6 llamado pregetul.

Otra informante que comenzó siendo alumna de la licenciatura en Desarrollo Humano y que después se involucró en el sistema religioso, oriunda de la región, de familia católica romana tradicional, cuenta que en su etapa de novicia, después de un año y medio aproximadamente, en una ocasión en la que el líder del grupo se encontraba de visita en el lugar de la universidad para presidir un ritual, una de las secretarias particulares del gurú se le acercó para hacerle la plática, comentarle que el Cordero de Dios estaba muy contento con su integración a la Orden del Aquarius, que él, en su calidad de avatar, era capaz de iluminar a las personas que estuvieran a su alrededor y finalmente le dio a entender de manera sumamente sutil que el maestre quería estar a solas con ella, motivo por el cual debía sentirse orgullosa ya que iba a compartir un momento de iluminación con el Cordero de Dios. Después de eso ella decidió salirse de la organización.

Cabe mencionar que a lo largo del año y medio que estuvo involucrada en el sistema, toleró situaciones cercanas a la explotación. Ella había cursado la carrera de Ingeniería en Sistemas y la carrera que estaba cursando en la Universidad Albert Einstein era la segunda a nivel licenciatura. Cuando se integró al sistema religioso, la invitaron para que diera cursos de computación tanto en el plantel universitario como en otros lugares, pero a la tercera vez que esto sucedió, comenzaron a ya no pagarle argumentándole que ella no necesitaba ese dinero, que se lo tomarían como donación para la organización. Incluso le retiraron los viáticos cuando se trataba de ir a dar esos cursos a otros estados con el pretexto de que ella tenía automóvil y que no era necesario que le dieran para pasajes. También, cuando recién ingresó al sistema, accedió a separarse de su pareja por sugerencia de uno de los líderes, no sin antes haberle hecho las tres invitaciones debidas. Ella trabajaba para la compañía de computadoras Dell y renunció para dedicarse de tiempo completo a la organización, pero lo que no toleró fue la insinuación de solicitación de parte del Cordero de Dios.

Otro caso sucedió con Verónica, también ex miembro del sistema religioso, que permaneció dentro por 4 años, aproximadamente. Ella logró llegar hasta el nivel 3 llamado pregegnial y por su formación académica de licenciada en Psicología, dio clases en la universidad. Pero cuenta que el motivo por el que se salió de la organización, lo que por cierto le costó mucho trabajo e incluso uno de sus hermanos tuvo que intervenir casi al grado de llevarla por la fuerza a tratamiento psicológico, fue que durante mucho tiempo fue usada sexualmente por uno de los líderes del grupo que en ese entonces era el vice-rector de la universidad. Cuenta que en varias ocasiones intentó renunciar al sistema, pero que el vice-rector la amenazaba diciéndole que haría pública la relación sexual que mantenían, además de otras intimidades que ella no podía tolerar que salieran de lo privado.

En una de las entrevistas que tuve con ella, le pregunté si consideraba que el abuso del que había sido víctima se lo atribuía a una situación de explotación debido a la relación laboral con el vice-rector o si cabía la posibilidad de que se tratase de una característica de las relaciones, es decir, si había la posibilidad de que esa misma situación se hubiese presentado aún no estando de por medio ni la relación laboral ni la estructura jerárquica del sistema religioso. Ella respondió que simplemente le cegó el discurso de la Nueva Era, que confió ciegamente en la organización y en sus líderes, y que eso fue lo que la llevó a aceptar la situación en la que paulatinamente se fue involucrando hasta la explotación física, intelectual y moral.

Esto nos lleva a pensar que la estructura jerárquica del sistema religioso legitima la disposición y el uso del cuerpo de los inferiores. Aunque se trate de una especie de derecho no escrito, es una condición que los que se integran a la organización aceptan o al menos deben aceptar tarde o temprano, si es que quieren continuar dentro de la agrupación. Es parte de la subordinación a la que deben someterse. Claro que a la vez que aceptan esta condición de sumisión, también dan cabida a la esperanza de que en algún momento pueden llegar a estar por encima de alguien más que también deberá someterse, según el orden jerárquico.

En ambos casos, el de la solicitación del Cordero de Dios y el de Verónica, no tenemos ante nosotros sino una parte del problema. El poder es mucho más complejo que lo derivado de la estructura jerárquica del sistema religioso o de la interiorización de esta misma estructura en cada uno de los adeptos. Es esencialmente una característica que toma la forma de 1) ejercicio de fuerza, con base en la jerarquía, entre las personas que se relacionan dentro de la organización, 2) estrategia de captación, 3) estructura discursiva respaldada por un supuesto origen divino capaz de producir conocimiento y verdad que a los adeptos se les impone como dogma y al alumnado se le transmite como ciencia.

No se trata de particularizar en esta organización un conjunto de características propias de las relaciones humanas prácticamente de cualquier sociedad. Es decir, no es el caso espantarnos por lo que sucede dentro de este sistema religioso porque, claro, qué características socioculturales se evidencian con el surgimiento, desarrollo e institucionalización de una agrupación de este tipo. Por ejemplo, varios informantes me han hecho saber, algunos abiertamente y otros de manera sutil, que dentro del sistema hay una fuerte actividad sexual casi organizada. Es decir, hay rotación de parejas y esta rotación se realiza cada 3 meses, aproximadamente. En esta forma de organización parece que el caballero tiene la decisión final. Sucede que en algún momento dado, un integrante del sistema religioso del sexo masculino se acerca a otro más y de alguna manera, según la confianza que exista entre ellos, le sugiere que podrían intentar un intercambio de parejas. Pero previo a esto, ya hubo, por parte de la dama, ciertos momentos de insinuación, algo de coqueteo que garantice el éxito de la siguiente relación por al menos 3 meses. En términos coloquiales, digamos que la dama propone y el caballero dispone. No hay una fecha establecida para que se realicen estos intercambios ni se lleva a cabo algún tipo de ritual. Cada cual lleva su propia cuenta y tampoco se trata de algo obligatorio. Simplemente es una práctica semi- organizada que muchos aceptan y que incluso parece agradarles.

Una informante me llegó a comentar que como consecuencia de la licenciosa actividad sexual que se vive dentro de la organización, se tienen altos índices de aborto. Aunque los empleados de la organización que a la vez son integrantes del sistema religioso no cuentan con seguro social, las cosas no pasan a mayores. Al parecer, los médicos que también son adeptos atienden estos casos.

Para Zigmunt Bauman se trataría de algo muy cercano a lo que él denomina “amor líquido”. Es decir, relaciones no sólidas, compromisos “hasta nuevo aviso”, redes en vez de pareja. Pero esta situación no es exclusiva del sistema religioso en cuestión. Al parecer, según los especialistas en el tema, se trata de una condición sociocultural propia de la contemporaneidad. Condición no aceptada abiertamente porque de alguna manera atenta contra los valores de instituciones tradicionales como la iglesia católica romana y otros sectores conservadores. Lo que sucede es que al parecer esta condición encuentra dentro del sistema religioso un nicho de aceptación e incluso de legitimación, basado en la organización del discurso del sistema newager, en la estructura jerárquica e incluso en la forma de vida de los líderes del grupo, comenzando por el fundador de la GFU.

Hacia 1991, Louise Raynaud, viuda de Serge Raynaud de la Ferrière, publicó una obra titulada Los falsos maestros. En ésta, expone su testimonio a partir de su vida al lado del fundador de la GFU. Se trata de una serie de datos que se hallan en absoluta disonancia con lo dicho en las biografías hechas por los discípulos de Raynaud y que se publican como parte del prólogo de sus mismos libros editados por la misma GFU. Uno de los primeros datos que proporciona es el del mismo nombre del fundador: Serge Raynaud de la Ferrière, que según Louise Raynaud, la esposa, es falso. El nombre verdadero es Serge Justinien Raynaud y nada más. El “de la Ferrière” se lo agregó él mismo con la intención de continuar esta antigua tradición de tomar el nombre del lugar del que se es originario como símbolo de nobleza y de que ese lugar es de su propiedad. En la biografía hecha por sus discípulos, lo mencionan como hijo de condes y heredero de un enorme castillo en La Ferrière, un pequeño poblado suizo. Louise Raynaud dice que Serge nació en París, igual que lo mencionan los biógrafos de la GFU, pero que después se fue a vivir con su abuelo que vivía en el pueblo de La Ferrière, porque quedó huérfano de madre a los 4 años de edad y su padre se volvió a casar. Su abuelo era propietario de algunas casas y tierras en este poblado, propiedades que le fueron heredadas al padre de Serge Raynaud, quien para su muerte ya había vendido prácticamente todo, es decir, nada de herencia para Serge. Mucho menos un castillo que supuestamente abandonó como gesto de desprendimiento y desapego a las riquezas de las que era poseedor, según la GFU.

La esposa comenta, también, el tiempo en que fue abandonada por Serge Raynaud en Nueva York, sin dinero, sin casa, sin conocidos y sin saber el idioma, y a partir de ese momento el fundador de la GFU comenzó a tener lo que él llamó “secretarias particulares”. A veces eran mujeres que le cubrían todos sus gastos y le financiaban sus constantes viajes y otras veces sólo se trataba de discípulas a las que les solicitaba que lo asistieran en labores administrativas y a cambio de eso las mantenía cerca, muy cerca de él.

Ya estando Serge Raynaud supuestamente retirado de la GFU, cosa que realmente nunca sucedió porque siguió “guiándola” y solicitando las regalías de sus franquicias desde Europa, en una carta le expusieron una queja de abuso sexual por parte de algunos de sus discípulos que en ese momento encabezaban la organización. A esta carta Raynaud contestó con otra carta fechada el 7 de mayo de 1958 en la que, entre otras cosas, dice:

me parece que más bien se trata de una práctica sexual normal (por el deseo de los sentidos8) con el motivo del dominio iniciático. Por otra parte he recibido ciertas protestas de parte de ciertos “rebeldes” en relación con el abuso en curso. Verdaderamente jamás he intervenido puesto que por una parte el sistema existe efectivamente y por otra parte no puedo intervenir en cuestiones íntimas de las gentes.9

Es decir, podemos entender que si el abuso sexual dentro de la GFU para el fundador es algo íntimo en lo que ni él mismo puede intervenir, entonces en las ramas de la misma GFU es posible que se siga la misma política.

8 Cualquier cosa que eso signifique.

9 Luoise Raynaud, Los falsos maestros. Mi vida con Serge Raynaud de la Ferrière. (Debo aclarar que a este documento sólo me ha sido posible acceder a través de internet debido a que no se encuentra en librerías. Al

parecer la única edición se agotó muy rápido y no hubo reimpresión. Algo similar sucedió con César Alcalde, miembro de la GFU que en su tesis doctoral quiso hacer una biografía de Serge Raynaud de la Ferrière, pero

parece que se encontró con información que lo hizo renunciar a la GFU. Después escribió un par de libros

sobre Raynaud, pero ambas ediciones se agotaron apenas salieron a la venta y tampoco hubo reimpresión. La dirección electrónica donde se puede hallar el documento de Louise Raynaud es: http://louise.mejor.es/ Por motivos de orden y formato, el lector entenderá que este documento no aparezca en la bibliografía al final del artículo, lo cual no significa que tenga menos valor que cualquier otra fuente.)

Con respecto a la veracidad del documento escrito por Louise Raynaud, además de la crítica de fuentes a la que se somete, como cualquier otro, aunque la autora presenta una serie de datos que en tiempos coinciden con otras fuentes, una colección de fotografías que sustentan lo que dice y copias de los documentos que obtuvo de las instituciones que contactó, sólo nos queda dudar tanto de esta fuente como de la que los seguidores del mismo Raynaud, a través de la GFU, publican. Se trata de biografías un tanto mitificadas en las que hacen parecer a Raynaud como un niño prodigio, de noble cuna y descendiente directo de Jacques de Molay, como ya se mencionó antes, y que a los 11 años discutió con los sabios de Europa y les dio una buena lección. Es decir, no se trata de creer en una u otra fuente, sino de dudar de ambas, de contrastarlas y de someterlas a una rigurosa crítica de fuentes bajo criterios sólidos de veracidad.

Finalmente, de entre los muchos datos interesantes que se pueden obtener de esta obra escrita por la esposa de Serge Raynaud, uno que para los fines del presente documento podría resultar de interés es el correspondiente a los supuestos grados académicos. El individuo cuenta, supuestamente, con 6 doctorados en Medicina Natural, Ciencia Universal, Ciencias Sociales, Psicología, Teología y Filosofía Hermética, además de un doctorado Honoris Causa por la Academia de la Alta Cultura de México. Presidente de 3 organismos que él denomina mundiales, delegado ante la UNESCO, candidato al Premio Nóbel de la Paz, además de conferencista, artista, escritor y por supuesto Mahatma, Chandra, Bala, Boddhisattva, Sat Gurú, Buda Maitreya, 10ª encarnación de Vishnú y avatar de la Nueva Era10. Sin embargo, para Louise Raynaud el único título legítimo de su esposo fue el de perfumero y al parecer es el único que no hace público. Ella se dio a la tarea de contactar a todas las instituciones de las que supuestamente su esposo había egresado y en ninguno de los casos resulta real el título.

Pero qué tal si sus discípulos fueron capaces de aprehender esta estrategia de su maestre y por eso es que, comenzando por José Manuel Estrada Vásquez, el primero de sus seguidores y también el primero en realizar un cisma en la GFU, de ser un ebanista pasó a ser el Muy Venerable Maestre Hermano Mayor Doctor Manuel Estrada. El caso no es diferente con el resto de los discípulos de Serge Raynaud. Es decir, ¿cuántos de los títulos que ostentan los líderes de la GFU son legítimos? Y si el sistema religioso objeto de estudio es una rama disidente de la misma organización que, al parecer, hace uso de las mismas estrategias, ¿qué pasará con los títulos de los que trabajan en la Universidad Albert Einstein?

10 Un currículum de Serge Raynaud elaborado por sus seguidores puede verse en: http://www.maestre.org/biografia.htm

Conclusiones

Tenemos un sistema religioso de corte New Age. Tenemos una universidad a la que asisten mayoritariamente jóvenes oriundos de la región, misma que, según las estadísticas, entre el 90 y el 92 por ciento de sus habitantes son católicos romanos. La universidad no especifica ni aclara en ningún momento su inclinación religiosa. Mucho menos le hace saber al alumnado que está siendo iniciado en un sistema de creencias novoeristas que pueden entrar en conflicto con su contexto sociocultural. Con este cuerpo de conocimientos que la universidad transmite al alumnado, siempre con la apariencia de ciencia, se realiza el proceso de aculturación en el que no sólo se adoctrinan ideas, sino que aunado a esto va la puesta en práctica, el cambio de hábitos, la resignificación de algunos conceptos propios del pensamiento New Age y la sutil invitación a participar en esta nueva propuesta identitaria. ¿Qué sucede, entonces, con la forma de vivir la sexualidad y de concebir el poder?

Se trata de un amplio sector de la población para esta región a la que se le está cambiando la idea tradicional de relacionarse sexualmente y de entender las relaciones de poder de su contexto. Es decir, con el aspecto de educación formal, reconocida por la SEP, disfrazada de vanguardia científica, a los jóvenes se les está enseñando una forma visiblemente menos rígida, sin tabúes ni restricciones, aparentemente más práctica y libresca de vivir su sexualidad. Pero a la vez basándose en una estructura legitimada por algún tipo de orden divino mucho más severa y jerárquica de poder en la que la misma organización otorga derechos de manipulación, uso y abuso de quienes se encuentran por debajo de la jerarquía.

Así, tenemos para el alumnado una estructura investida del poder que le confiere el saber por tratarse de una institución educativa. Un discurso creado por un sistema de creencias religiosas novoeristas que les es transferido a los jóvenes alumnos, legitimado por la misma universidad que funge como fachada, que tiende a modificar las formas de vida de los individuos.

Y para los miembros del sistema religioso tenemos una estructura investida del poder que le confiere el origen divino y que simplemente se acepta como parte del cuerpo dogmático de creencias de la organización al grado de admitir incluso el control de la natalidad. La organización cuenta con un aproximado de 500 feligreses en México y hasta el momento sólo he sabido de una pareja que ha entablado una relación formal y ha tenido dos hijos. Se trata de la directora de la universidad y uno de los arquitectos que lideran la empresa constructora. Cabe mencionar que en conversación personal con uno de los miembros del sistema, me comentaba que hasta el momento los niños han respondido bien a la dieta vegetariana que han llevado desde su nacimiento, es decir, pareciera que todos están al tanto de lo que sucede con esos niños, como si se tratase de un experimento de la organización.

Bibliografía

BAUMAN, Zygmunt; Amor líquido; Buenos Aires; Fondo de Cultura Económica; 2005; ISBN 84-375-0588-7.

CAROZZI, María Julia; Nueva Era y terapias alternativas; Buenos Aires; Ediciones de la Universidad Católica Argentina; 2000.

HANEGRAAFF, Wouter J.; New Age religion and western culture; Netherlands; Brill Editions; 1996; ISBN 9780791-438541

RAYNAUD de la Ferrière, Serge; Los grandes mensajes; Venezuela; Ediciones de la Gran Fraternidad Universal; 8ª edición, agosto de 1993; ISBN 980-6187-22-9.

Angel Christian Luna Alfaro y José Luís Montero Badillo

(Editores).

México, 2010.


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