BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

LOS MEDIOS Y LA AUDIENCIA EN LA SOCIEDAD GLOBALIZADA

Amaro La Rosa Pinedo




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El crecimiento de los medios

Como ya lo expresamos previamente, la década de los 80 en América Latina ha sido denominada por diversos autores como “la década de las esperanzas perdidas” pues fue para decirlo en términos eufemísticos, poco favorable para el continente: Aguda crisis económica, dificultades para el pago de la deuda externa., galopante inflación, marcada recesión, disminución de la inversión pública, crecimiento limitado, disminución relativa del ingreso per cápita, incremento del desempleo así como del subempleo y crisis en la producción. No obstante la industria de las comunicaciones fue la que tuvo el crecimiento más significativo. Así el número de estaciones de televisión del subcontinente pasó de 400 a cerca de 1,500 y aparecieron nuevas empresas de TV cable, mientras que en el área andina más del 47 por ciento de las estaciones de TV fueron fundadas entre 1980 y 1989 (López, 1993; Martín, 1996).

Pasquali (1996) no es optimista en cuanto a este acelerado crecimiento. Antes bien estima que la televisión comercial en América Latina detenta un poder que no posee en parte alguna del planeta. Afirma que están dados tres factores de poder:

1. Presencia cultural aplastante en las actividades dedicadas al tiempo libre: La TV ocupa el primer lugar de preferencia en especial en los sectores más pobres de la sociedad. Esto se explica porque al margen del costo del receptor, la televisión resulta una fuente cotidiana de recreación, que se sirve gratis a domicilio.

2. Rol político desorbitado: La relación de la TV con el poder político es muy estrecha tal como se observó en el caso mexicano durante el gobierno del PRI.

3. Peso económico fuera de parámetros: La televisión absorbe el mayor porcentaje de la publicidad en detrimento de los medios impresos. Un caso sobre el que vale la pena reflexionar es el de Venezuela donde la TV factura el 80 por ciento del avisaje.

En el Perú las estaciones de radio y televisión también experimentaron un marcado crecimiento en los últimos años, (cuadro 15). En la problemática década de los 80 mientras la crisis llegaba a niveles insostenibles, con tasas de inflación que aumentaban inclusive cada día, solamente en Lima se crearon 6 nuevas emisoras de TV (4 en VHF y dos en UHF) y se produjo una verdadera explosión de la oferta de periódicos.

En el caso de la radio constituye un hecho significativo que en los años 90 se haya procedido a un reordenamiento de las frecuencias asignadas a las emisoras de Lima, con la finalidad de permitir el ingreso de algunas nuevas, con lo cual el espectro de las AM y FM ha quedado prácticamente saturado.

Como observamos el crecimiento es marcado. En el caso de la radio no se consignan las emisoras clandestinas que funcionan en casi todos los departamentos del país.

Naturalmente que no solamente han crecido los medios masivos sino que las telecomunicaciones han experimentado un crecimiento sostenido. El mercado de telefonía móvil o celular se ha extendido aceleradamente a nivel nacional en tal medida que se ha pasado de 12,479 líneas en 1991 a 107,721 líneas en 1996, habiendo superado en la actualidad a la telefonía fija, dándose la situación de que en Lima existen más teléfonos móviles que el propio número de pobladores. La telefonía fija experimentó un notorio desarrollo en todo el país, creciendo de 2,7 líneas por cada 100 habitantes en 1991 a 5,2 líneas por cada 100 habitantes en 1996 (Terán, 1996) . Mientras tanto la red de fibra óptica hace posible ahora llevar televisión por cable, brindar servicio de Internet, datos e información variada a millones de usuarios en Lima y diversas ciudades del país.

La comunicación para el desarrollo y los desafíos de la época

Ahora bien, el acelerado desarrollo de la tecnología ha condicionado cambios cada vez más acelerados en el mercado de las comunicaciones, en medida tal que la naturaleza de la problemática ha sufrido considerables cambios. Estimamos ahora que los desafíos que le competen en relación con el desarrollo son mayores; y en todo caso se plantean los siguientes:

- Desarrollo intensivo de la tecnología y de la informática: La producción en los medios sufre un cambio considerable. En algunos casos los costos se abaratan al permitirse mayor rapidez en los procesos. Con ello es posible que los pequeños medios y empresas de servicios puedan desarrollarse aceleradamente

- Obsolescencia de la tecnología: Los descubrimientos científico-tecnológicos determinan que los equipos se vuelvan obsoletos rápidamente. Se estima que el hardware sufre una depreciación cercana al 50 por ciento anual en tal medida que una computadora calificada como de última generación hace dos años, debe ser repotenciada al existir demandas de nuevas aplicaciones, pues ya “no corre” el nuevo software o “se cuelga” el sistema.

- Aparición de nuevos medios: Están surgiendo medios de comunicación tales como el periódico electrónico o la televisión interactiva. Hace pocos años Internet solamente era usado con fines militares y naturalmente lo conocían un reducido número de personas e instituciones. Hoy el sistema crece de manera tan rápida que diversos especialistas están convencidos que en un futuro no muy lejano podría colapsar. El surgimiento de Internet 2.0 y de las redes sociales ha variado sustancialmente el panorama de la red global.

- Interdependencia asimétrica: Actualmente algunos países del tercer mundo exportan su producción a países desarrollados, aunque desde luego el intercambio de productos culturales sigue siendo notoriamente desbalanceado. Tenemos como casos concretos la exportación de telenovelas brasileras, mexicanas, venezolanas, etc. Igualmente, la Cadena Sur que con capitales peruanos trasmite programación generada en América Latina hacia el continente, Estados Unidos y Japón.

- Reconversión laboral en el campo de las comunicaciones: El desarrollo tecnológico ha exigido que desaparezcan una serie de puestos de trabajo y surja la necesidad de reconversión laboral. Un caso clásico es el del antiguo diario londinense The Times. En 1981 fue adquirido por el magnate australiano Rupert Murdoch, quien implantó tecnología de última generación en su nueva planta de Wapping, dejando a cerca de tres mil empleados en la calle y obligando a los periodistas que quedaron a un periodo de entrenamiento para adaptarse al sistema de producción centralizado utilizando las computadoras más modernas.

- Fusión de grandes empresas en conglomerados: Con el fin de responder a las demandas de un mercado cada vez más competitivo se producen constantemente fusiones de empresas. Así por ejemplo el consorcio Time Warner (resultante de la unión previa de las empresas Time-Life y Warner Brothers) se fusionó con el conglomerado de empresas de Ted Turner (CNN, New Line Cinema, Castle Rock Entertainement, TNT, etc). Del mismo modo a comienzos de 1996 los accionistas de Disney aprobaron la compra de la cadena ABC que costó cerca de 20 mil millones de dólares. A comienzos de octubre de 2006, Google anunciaba la adquisición de YouTube por 1,650 millones de dólares

Y no solamente las cosas se dan de esta manera sino que eventualmente compañías líderes que siempre han competido, se vinculan entre sí para formar otras que desarrollen ciertas áreas del mercado. Así por ejemplo Apple Computers e IBM, eternos rivales del mercado, se unieron para crear la hoy desactivada compañía Kalenda Labs, que se encargaba de desarrollar programas multimedia para televisores y PCs.

El desarrollo acelerado de las telecomunicaciones formula exigencias cada vez mayores no solamente al mercado sino a los mismos estados que aún cuando postulen criterios liberales para promover el desarrollo, deben fijar políticas o por lo menos lineamientos de política para hacer frente a la situación. Al respecto Noam (1994) entiende que la política de telecomunicaciones debe ser modificada para garantizar un sistema mejor, cuya característica esencial sea la equidad. Esto requiere siete tipos de neutralidad:

1. Neutralidad competitiva: Tomar siempre en cuenta la importancia del mercado relativo de todos los proveedores así como las posibilidades de elección por parte de los consumidores.

2. Neutralidad estructural: El suministro integrado o no integrado de un servicio no debe ser favorecido ni desfavorecido.

3. Neutralidad tecnológica: Ninguna tecnología de transmisión debe ser privilegiada dejando de lado otras.

4. Neutralidad en aplicaciones y contenido: Ningún uso de las telecomunicaciones ni ningún tipo de mensaje debe ser privilegiado.

5. Neutralidad geográfica: No deben imponerse costos desproporcionados por el servicio a ninguna región del país

6. Neutralidad en la transición: La transición a un nuevo sistema no debe originar beneficios ni dificultades imprevistas.

7. Neutralidad en materia de jurisdicción: El nuevo sistema deberá estar en consonancia con el sistema de regulaciones del país.

En este contexto, estamos convencidos que la comunicación es un componente importante del desarrollo.. Sin embargo no hay que mitificar su rol pues para decirlo en términos que hemos escuchado a varios autores latinoamericanos: No es posible el desarrollo sin vinculación con procesos y actividades de comunicación, pero éstos por sí mismo no garantizan de ninguna manera el desarrollo. En consonancia con criterios ya planteados en páginas previas, suscribimos el criterio de comunicación para el desarrollo como “... un proceso social diseñado para la búsqueda del común entendimiento o el consenso entre los participantes de una iniciativa de desarrollo, conducente a una acción concertada...en la cual los medios constituyen instrumentos y no un fin en sí mismos.” (Balit, 1988. p.7).

Para avanzar en la solución de la problemática del desarrollo es esencial pues, vincularla con acciones y procesos de comunicación. Al respecto suscribimos en lo esencial los lineamientos de la propuesta sustentada por Segundo Armas (1995), quien considera:

1. Revalorar el sentido estratégico de la comunicación en el desarrollo.

2. Conocer previamente la realidad.

3. Promover el desarrollo humano general.

4. Construir democracia para el desarrollo.

5. Legitimar el tema del desarrollo en la opinión pública.

Finalmente, en tanto el desarrollo sustentable constituye una verdadera necesidad para la propia existencia del planeta, estamos convencidos de la enorme importancia de los medios de comunicación como elementos para concientizar a la comunidad mundial en torno a la salvaguarda de las condiciones del medio ambiente. Debemos reconocer que al respecto existen importantes experiencias locales que cuentan con el apoyo constante de los medios.

Sin embargo, es bien cierto que lo último está necesariamente vinculado con los criterios de política editorial o de comunicación que funcionan al interior de los media. Así cuando Caio Tulio da Costa, ombudsman del diario Folha de Sao Paulo propuso una apertura mayor a los asuntos medioambientales, encontró que las cosas no serían resueltas a breve plazo por cuanto no constituía una prioridad para la publicación (Costa, 1990).


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