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IMPACTO DE LOS APOYOS FISCALES PARA LA PRODUCCIÓN Y COMERCIALIZACIÓN DEL MAÍZ BLANCO EN EL VALLE DE GUASAVE, SINALOA

Víctor Manuel Peinado Guevara



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2.7.1. Procampo

El Programa de Apoyos Directos al Campo se instrumenta a finales de 1993, se diseña en vísperas de la apertura comercial al TLCAN. El programa inició con el propósito de transferir apoyos económicos como un mecanismo de transferencia de recursos para compensar a los productores nacionales por los subsidios que reciben sus competidores extranjeros, en sustitución del esquema de precios de garantía de granos y oleaginosas; su objetivo inicial fue apoyar a los productores de granos básicos para mejorar el nivel de ingreso de las familias rurales, principalmente de aquellos productores, que destinan su producción al autoconsumo. (Congreso de la Unión. 2001).

Debía apoyar a los productores de granos básicos, durante la desgravación gradual de estos productos y desaparecería en 2008 con la apertura total de las importaciones, apoyo que aún se mantiene en beneficio de los productores.

El PROCAMPO otorga un apoyo por hectárea o fracción de ésta a la superficie elegible, inscrita en el directorio del PROCAMPO, y que esté sembrada con cualquier cultivo lícito o que se encuentre bajo proyecto ecológico autorizado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT).

El apoyo se entrega a los productores que acrediten ser propietarios o poseedores de buena fe o en posesión derivada (en arrendamiento, usufructo, aparcería) de predios con superficies elegibles en aprovechamiento inscritos en el PROCAMPO. (Congreso de la Unión. 1994)

En el PROCAMPO, se encuentran los productores del país que voluntariamente se inscribieron en el directorio, independientemente del tamaño del predio, tipo de tenencia de la tierra, régimen hídrico, modo de producción o filiación política.

Para ser beneficiado con este apoyo, el agricultor debe remitirse a las Reglas de Operación del PROCAMPO publicadas en el Diario Oficial de la Federación el 20 de febrero de 2002, apartado VII, numeral 14.

Para el 2008, según información proporcionada por SAGARPA, el apoyo por hectárea para el ciclo otoño-invierno fue de $963 por hectárea.

En 2003, surge el PROCAMPO capitaliza, el que permite propiciar la capitalización de los productores mediante proyectos productivos. Este sistema de garantías y acceso anticipado a pagos futuros del PROCAMPO, a que tienen derecho los beneficiarios del PROCAMPO, a través de la contratación de un crédito, en el que los apoyos del programa, representan la fuente del pago del mismo, hasta por el resto de la vigencia del programa, mediante la realización de proyectos productivos que sean técnicamente viables y financieramente rentables con la finalidad de capitalizar sus unidades de producción.

De acuerdo con datos proporcionados en el primer informe de gobierno del presidente Felipe Calderon, el 80% de los productores beneficiados corresponden a predios menores de 5 hectáreas. Ver gráfica 5 y 6.

Gráfica 5. Comportamiento de los apoyos proporcionados por PROCAMPO hacia los agricultores

Gráfica 6. Comportamiento de los recursos otorgados por PROCAMPO de 1995 al 2007

2.7.2. Alianza para el campo

En 1996 se puso en operación el programa “Alianza para el Campo”, como una estrategia que permitiera impulsar la recuperación y desarrollo del Sector Agropecuario. Dicho programa, coordina todos aquellos instrumentos de fomento que están disponibles, siendo el sector público quién provee recursos económicos, a la par de los recursos estatales y la misma contribución de algunos productores de cada entidad.

El Plan estratégico está dirigido a los productores con programas y acciones encaminados a capitalizar el campo mexicano; es decir, que coadyuven en el alivio de la pobreza rural, con un enfoque micro regional, así como la preservación de los recursos naturales y desde luego la transferencia de la tecnología apropiada a los productores del país.

El programa de Alianza para el Campo, tiene por objeto; apoyar la capitalización del campo mexicano, la incorporación de tecnología y el incremento de la productividad, todo esto a través del uso del mejoramiento genético, la repoblación de inventarios, la infraestructura y el equipamiento productivo. De igual forma se promueve la utilización integral y sostenible de los recursos, mejorar los mecanismos de comercialización por unidad productiva y el fomento de la organización e intercambio tecnológico entre productores. Los productores organizados pueden solicitar apoyos al programa de capacitación y asistencia técnica, a efecto de poder contar con asistencia especializada, cursos de capacitación y recursos para giras de intercambio tecnológico.

Áreas de apoyo:

1. Mecanización.
2. Fertirrigación.
3. Uso eficiente de aguas y energía eléctrica.
4. Mejoramiento parcelario.
5. Equipamiento rural.
6. Sistema de agronegocios pecuarios.
7. Sistema de agronegocios de traspatio familiar
8. Mujeres en desarrollo.
9. Capacitación y extensión.
10. Programa lechero.
11. Mejoramiento genético.
12. Semilla.
13. Transferencia de tecnologías.
14. Asistencia técnica.
15. Sanidad vegetal.
16. Salud animal.
17. Apoyo a la comercialización.
18. Sistemas de información.

Actores intervinientes:

1. Productores agropecuarios legítimamente reconocidos
2. Ejidatarios
3. Colonos
4. Pequeños propietarios
5. Asociaciones de productores
6. Sociedades civiles o mercantiles dedicadas a la producción agrícola.

Los programas de la Alianza para el Campo, forman parte de la estrategia del Gobierno Federal, en el marco del federalismo, que otorga recursos públicos, funciones y programas a los gobiernos estatales, en un esquema de participación co-responsable entre los tres niveles de gobierno y los productores, para la determinación de las prioridades del sector a nivel regional y estatal, la definición de programas y de aportación y manejo de los recursos públicos. Ver gráfica 7.

Los programas de Alianza para el Campo, transitan de otorgar apoyos orientados básicamente a la oferta, a otros dirigidos a integrar al productor primario a los procesos de transformación y agregación de valor de las cadenas productivas.

Para su instrumentación, se estableció un arreglo institucional en cada entidad federativa, que consiste en:

a) El reforzamiento de los Consejos Estatales Agropecuarios, como instancias de concertación política y de toma de decisión, integrados por representantes de los productores, de los gobiernos federal y estatal, presididos por este último;

b) Fondos fiduciarios creados por los gobiernos estatales para administrar conjuntamente las aportaciones de la federación y de los gobiernos estatales;

c) Y las Fundaciones Produce, para impulsar la investigación aplicada y la transferencia tecnológica.

El programa de Alianza para el Campo ha fomentado la política agropecuaria que implementa el estado mexicano, a través de 3 principios básicos:

• Operación descentralizada, inicialmente a cargo de los gobiernos estatales, después se incluyó a los municipios. Fortalece el proceso de federalización y la construcción de capacidad institucional en estados y municipios.

• Cofinanciamiento con recursos federales, estatales y de los productores; más recientemente se sumaron recursos municipales. Expresa el compromiso de los involucrados; sin embargo, preocupa la participación estatal decreciente.

• Atención a solicitudes explícitas de los productores, esto permite basar las decisiones de inversión en la racionalidad económica de los productores, ya que ellos deciden en qué actividades están dispuestos a invertir su dinero. (SAGARPA, 2008).

Para el ejercicio fiscal 2008, el programa de Alianza para el Campo, se incrementó en un 46% en relación al año 2007 con un monto de 12,943 millones de pesos (SAGARPA, 2008).

Gráfica 7. Evolución de la inversión de APC según fuente de aportación 1996 - 2007

El empleo de los recursos asignados por el programa alianza para el campo, están destinados, a impulsar la tecnificación de los procesos productivos en la agricultura, el desarrollo de la ganadería, proyectos productivos, con la finalidad de que generen un desarrollo a la economía rural, así como a la sanidad agropecuaria. Ver gráfica 8.

Gráfica 8. Evolución de la participación de los programas en la inversión total.


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